El Cid corre tierras de Alcañiz
Pero no perdía el tiempo Mío Cid el bienhadado: a doscientos caballeros escógelos por su mano y a correr aquellos campos muy de noche se marcharon.
Esas tierras de Alcañiz yermas las iban dejando, por esos alrededores todo lo van saqueando.
A su punto de partida al tercer día tornaron.