El antagonismo ciudadanos-esclavos existe de hecho aunque se lo niegue y no exista límites precisos entre ellos o haya muchos estratos intermedios.
Pero hay dos categorías precisas: la clase privilegiada (que posee tierra, capital y educación) y la clase trabajadora (no educada, sin capital ni tierra).
La clase trabajadora se identifica con el futuro y la revolución; la privilegiada con la historia y la reacción.
La libertad de industria y comercio, como libertad en sí, es buena pero no mientras polarice en privilegios y se base en el trabajo forzado (por el hambre) de las mayorías.
Trabajo clases privilegiadas Trabajo clases trabajadoras
remunerado muy altamente muy mal pago
crea ocio (condición imprescindible para el no crea ocio
desarrollo intelectual y moral)
trabajo de tipo nervioso (imaginación, memoria, trabajo muscular (consecuencia: desarrollo
etc.) de unas partes más que otras,
detrimento físico, dańo para la salud
Recompensas
Trabajo privilegiado Trabajo no privilegiado
beneficios (riqueza, comodidad, goce pobreza (material, física, espiritual,
familiar, placeres, libertad política familiar)
bienestar)
corrupción de la civilización existente frescura de mente y corazón
altruismo
sentido de justicia
sensatez por no estar corruptos
esperanza y fe en la vida
La Revolución Francesa (1789) puso al descubierto las desigualdades existentes, que habiendo estado desde la antigüedad pero ocultas, dieron al pueblo la posibilidad de concientizarse y de dudar de su manutención.
Luego de obtenidos los primeros postulados de la Revolución (igualdad, libertad, fraternidad) el pueblo comprendió que para su verdadera emancipación era preciso una revolución económica, pues el pan es lo primero que debe tener el hombre, luego debe alcanzar el ocio como condición para el pleno desarrollo. Esto explica porque la Revolución Francesa dio origen al socialismo.