Yo te doy estos versos…

 

Yo te doy estos versos a fin de que, si mi nombre

Aborda afortunadamente las épocas lejanas,

Y hace soñar una noche los cerebros humanos,

Navío favorecido por un gran aquilón,

Tu memoria, semejante a las fábulas inciertas,

Fatiga al lector como un tímpano,

Y por un fraternal y místico eslabón

Queda como pendiente de mis rimas altivas;

Ser maldito a quien, del abismo profundo

Hasta lo más alto del cielo, nada, fuera de mí, responde;

—¡Oh tú que, como una sombra de rastro efímero,

Hollas con un paso leve y una mirada serena

Los estúpidos mortales que te han juzgado amarga,

Estatua con ojos de jade, gran ángel con la frente de bronce!