IX

Besa el aura que gime blandamente

las leves ondas que jugando riza;

el sol besa a la nube de occidente

y de púrpura y oro la matiza;

la llama en derredor del tronco ardiente

por besar a otra llama se desliza

y hasta el sauce, inclinándose a su peso,

al río que le besa, vuelve un beso.