LIV

Cuando volvemos las fugaces horas

del pasado a evocar,

temblando brilla en sus pestañas negras

una lágrima pronta a resbalar.

Y al fin resbala y cae como gota

del rocío al pensar

que cual hoy por ayer, por hoy mañana

volveremos los dos a suspirar.

Share on Twitter Share on Facebook