II

Anunciación de los Reyes

bien lunada y mal vestida,

abre la puerta al lucero

que por la calle venía.

El Arcángel San Gabriel

entre azucena y sonrisa,

biznieto de la Giralda,

se acercaba de visita.

En su chaleco bordado

grillos ocultos palpitan.

Las estrellas de la noche,

se volvieron campanillas.

—San Gabriel: Aquí me tienes

con tres clavos de alegría.

Tu fulgor abre jazmines

sobre mi cara encendida.

—Dios te salve, Anunciación.

Morena de maravilla.

Tendrás un niño más bello

que los tallos de la brisa.

—¡Ay San Gabriel de mis ojos!

¡Gabrielillo de mi vida!

para sentarte yo sueño

un sillón de clavellinas.

—Dios te salve, Anunciación,

bien lunada y mal vestida.

Tu niño tendrá en el pecho

un lunar y tres heridas.

—¡Ay San Gabriel que reluces!

¡Gabrielillo de mi vida!

En el fondo de mis pechos

ya nace la leche tibia.

—Dios te salve, Anunciación.

Madre de cien dinastías.

Áridos lucen tus ojos,

paisajes de caballista.

*

El niño canta en el seno

de Anunciación sorprendida.

Tres balas de almendra verde

tiemblan en su vocecita.

Ya San Gabriel en el aire

por una escala subía.

Las estrellas de la noche

se volvieron siemprevivas.

Share on Twitter Share on Facebook