Yo del color de mis rayos
le teñiré sus cabellos,
que son siempre los más bellos, (65)
los del dorado color.
Y al través de la cortina
que luz a la estancia roba
yo penetraré en su alcoba
diciéndole: “soy tu amor; (70)
despierta, niña, despierta
verás tu puerta
adornada con las flores
que el que tiene tus amores
para ti por la noche dejó. (75)