Salen LUGO, embaynando vna daga de ganchos, y el LOBILLO y GANCHOSO, rufianes. LUGO viene como estudiante, con vna media sotana, vn broquel en la cinta y vna daga de ganchos, que no ha de traer espada.
LOBILLO
¿Por que fue la quistion?
LUGO
No fue por nada.
No se repita, si es que amigos somos.
GANCHOSO
Quiso Lugo empinarse sobre llombre,
y, siendo rufo de primer tonsura,
assentarse en la catreda de prima,
teniendo al lombre aqui por espantajo.
LUGO
Mis sores, poco a poco. Yo soy moço
y maço, y tengo higados y bofes
para dar en el trato de la hampa
quinao (o) al mas pintado de su escuela,
en la qual no recibe el grado alguno
de valeroso, por auer gran tiempo
que cura en sus entradas y salidas,
sino por las hazañas que [ha]ya hecho.
¿No tienen ya sabido que ay cofrades
de luz, y otros de sangre?.
LOBILLO
Aquesso pido.
GANCHOSO
¡Ola, so Lobo! Si es que pide queso,
pidalo en otra parte, que, en aquesta,
no se da. Si no...
LOBILLO
¡Basta, se(ñ)or Ganchoso!
O logue luenga, y tengase por dicho,
que entreuo toda flor y todo rumbo.
GANCHOSO
¿Pues nosotros nacimos en Guinea,
so Lobo?.
LOBILLO
No se nada.
GANCHOSO
Pues aprendalo
con aquesta lecion.
LUGO
¡Fuera, Lobillo!
GANCHOSO
Entrambos sois ouejas fanfarronas,
y gallinas mojadas, y conejos.
LOBILLO
¡Menos lengua y mas manos, hideputa!
(Entran a esta sazon vn ALGUAZIL y dos corchetes; huyen GANCHOSO y LOBILLO; queda solo LUGO, embaynando.)
CORCHETE
¡Tengase a la justicia!
LUGO
¡Tente, picaro!
¿Cono[ce]sme?
CORCHETE
¡So Lugo!
LUGO
¿Que so Lugo?
ALGUACIL
Bellacos, ¿no le asis?
CORCHETE 2.
Señor nuestro amo,
¿sabe lo que nos manda? ¿No conoce
que es el señor Christoual el delinque?
ALGUACIL
¡Que siempre le he de hallar en estas danças!
¡Por Dios, que es cosa rezia! ¡No ay paciencia
que lo pueda lleuar!
LUGO
Lleuelo en colera,
que tanto monta.
ALGUACIL
Aora yo se cierto
que ha de romper el diablo sus çapatos
alguna vez.
LUGO
Mas que los rompa ciento;
que el los sabra comprar donde quisiere.
ALGUACIL
El señor Sandoual tiene la culpa.
CORCHETE 2.
Tello de Sandoual es su amo deste.
CORCHETE 1.
Y manda la ciudad, y no ay justicia
que le ose tocar por su respeto.
LUGO
El señor alguazil haga su oficio,
y dexese de cuentos y preambulos.
ALGUACIL
¡Quan mejor pareciera el señor Lugo
en su colegio que en la barbacana,
el libro en mano, y no el broquel en cinta!
LUGO
Crea el so alguazil que no le quadra
ni esquina el predicar; dexe esse oficio
a quien le toca, y vaya y pique a prisa.
ALGUACIL
Sin picar nos yremos, y agradezcalo
a su amo; que, a fe de hijodalgo,
que yo se en que parara este negocio.
LUGO
En yrse y en quedarme.
CORCHETE 1.
Yo lo creo,
porque es vn Barrauas este Christou
CORCHETE 2.
No ay gamo que le yguale en ligereza.
CORCHETE 1.
Mejor juega la blanca que la negra,
y en entrambas es aguila volante.
ALGUACIL
Recogase, y procure no encontrarme,
que será lo mas sano.
LUGO
Aunque sea enfermo,
hare lo que fuere de mi gusto.
ALGUACIL
Venid vosotros.
(Entrase el ALGUAZIL.)
CORCHETE 1.
So Christoual, viue
que no le conoci; si, juro cierto.
CORCHETE 2.
Señor Christoual, yo me recomendo;
de mi no ay que temer; soy ciego y mudo
para ver ni hablar cosa que toque
a la minima suela del calcorro
que tapa y cubre la coluna y basa
que sustentan la maquina ampesca.
LUGO
¿Dónde cargaste, Calahorra?.
CORCHETE 2.
No se; Dios con la noche me socorra.
(Entranse los dos corchetes.)
LUGO
Que sólo me respeten por mi amo,
y no por mi, no se esta marauilla;
mas yo hare que salga de mi vn bramo
que passe de los muros de Seuilla.
Cuelgue mi padre de su puerta el ramo,
despoje de su jugo a Mançanilla,
contentese en su humilde y baxo oficio,
que yo sere famoso en mi exercicio.
(Entra a este instante LAGARTIJA, muchacho.)
LAGARTIJA
Señor Christoual, ¿que es esto?
¿Has reñido, por ventura,
que tienes turbado el gesto?
LUGO
Ponele de sepultura
el ánimo descompuesto.
La de ganchos saquè a luz,
por que me hiziesse el buz
vn brauo por mi respeto;
mas huyóse de su aspecto
como el diablo de la cruz.
¿Que me quieres, Lagartija?
LAGARTIJA
La Salmerona y la Paua,
la Mendoça y la Librija,
que es cada qual por si braua,
gananciosa y buena hija,
te suplican que esta tarde,
alla quando el sol no arde,
y hiere en rayo sencillo,
en el famoso Alamillo
hagas de tu vista alarde.
LUGO
¿Ay regodeo?
LAGARTIJA
Ay merienda,
que las mas famosas cenas
ante ella cogen la rienda:
caçuelas de verengenas
seran penultima ofrenda.
Ay el conejo empanado,
por mil partes traspassado
con saetas de tozino;
blanco el pan, aloque el vino,
y ay turron alicantado.
Cada qual para esto roba
blancas vistosas y nueuas,
vna y otra rica coba;
dales limones las Cueuas,
y naranjas el Alcoba.
Darales en vn instante
el pescador arrogante
mas que le ay del Norte al Sur,
el gordo y sabroso albur
y la anguilla resualante.
El saualo viuo, viuo,
colear en la caldera
o saltar en fuego esquiuo,
verás en mejor manera
que te lo pinto y descriuo.
El pintado camaron,
con el partido limon
y bien molida pimienta,
verás cómo el gusto aumenta
y le saca de haron.
LUGO
¡Lagartija, bien lo pintas!
LAGARTIJA
Pues lleuan otras mil cosas
de comer, varias, distintas,
que a voluntades golosas
las haran poner en quintas.
LUGO
¿Que es (en) quintas?
LAGARTIJA
En diuision,
lleuandose la aficion
aqui y alli y aculla:
que la variedad hara
no atinar con la razon.
LUGO
¿Y quien va con ellas?
LAGARTIJA
¿Quien?
El Patojo, y el Mochuelo,
y el Tuerto del Almaden.
LUGO
Que ha de auer soplo rezelo.
LAGARTIJA
Ve tu, y se hara todo bien.
LUGO
Quiza por tu gusto yre:
que tienes vn no se que
de agudeza, que me encanta.
LAGARTIJA
Mi boca pongo en la planta
de tu valeroso pie.
LUGO
¡Alça, rapaz lisongero,
indigno del vil oficio
que tienes!
LAGARTIJA
Pues del espero
salir presto a otro exercicio
que muestre ser perulero.
LUGO
¿Que exercicio?.
LAGARTIJA
Señor Lugo,
será exercicio de jugo,
puesto que en el se trabaja,
que es jugador de ventaja,
y de las bolsas verdugo.
¿No has visto tu por ahi
mil con capas guarnecidas,
volantes mas que vn nebli,
que en dos baraxas bruñidas
encierran vn Potosi?
Qual destos se finge manco
para dar vn toque franco
al mas agudo, y me alegro
de ver no vsar de su negro
hasta que topen vn blanco.
LUGO
¡Mucho sabes! ¿Que papel
es el que traes en el pecho?
LAGARTIJA
¿Descubreseme algo del?
Todo el seso sin prouecho
de Apolo se encierra en el.
Es vn romance jacaro,
que le ygualo y le comparo
al mejor que se ha compuesto;
echa de la ampa el resto
en estilo xaco y raro.
Tiene vocablos modernos,
de tal manera, que encantan;
vnos brauos, y otros tiernos;
ya a los cielos se leuantan,
ya baxan a los infiernos.
LUGO
Dile, pues.
LAGARTIJA
Sele de coro:
que ninguna cosa ignoro
de aquesta que a luz se saque.
LUGO
¿Y de que trata?
LAGARTIJA
De vn xaque
que se tomò con vn toro.
LUGO
Vaya, Lagartija.
LAGARTIJA
Vaya,
y todo el mundo estè atento
a mirar cómo se ensaya
a passar mi entendimiento
del que mas sube la raya.
«Año de mil y quinientos
y treinta y quatro corria,
a veinte y cinco de Mayo,
martes, aziago dia,
sucedio vn caso notable
en la ciudad de Seuilla,
digno que ciegos le canten
y que poetas le escriuan.
Del gran corral de los Olmos,
do està la xacarandina,
sale Reguilete, el xaque,
vestido a las marauillas.
No va la buelta del Cayro,
del Catay ni de la China,
ni de Flandes ni Alemania,
ni menos de Lombardia;
va la buelta de la plaça
de San Francisco bendita,
que corren toros en ella
por santa Iusta y Rufina,
y, apenas entrò en la plaça,
quando se lleua la vista
tras si de todos los ojos,
que su buen donayre miran.
Salio en esto vn toro hosco,
¡valasme, Santa Maria!,
y, arremetiendo con el,
dio con el patas arriba.
Dexóle muerto y mohino,
bañado en su sangre misma;
y aqui da fin el romance,
porque llegò el de su vida.»
LUGO
¿Y este es el romance brauo
que dezias?
LAGARTIJA
Su llaneza
y su buen dezir alabo;
y mas, que muestra agudeza
en llegar tan presto al cabo.
LUGO
¿Quien le compuso?
LAGARTIJA
Tristan,
que gouierna en San Roman
la bendita sacristia,
que excede en la poesia
a Garci Laso y Boscan.
(Entra a este instante vna DAMA, con el manto hasta la mitad del rostro.)
DAMA
Vna palabra, galan.
LUGO
Ve con Dios, y quiça yre,
si estás cierto que alla van.
LAGARTIJA
Digo que van; yo lo se,
y se que te aguardaràn.
(Entrase LAGARTIJA.)
DAMA
Arrastrada de vn desseo
sin prouecho resistido,
a hurto de mi marido,
delante de vos me veo.
Lo que este manto os encubre
mirad, y despues vereis
(Mirala por debaxo del manto.)
si es razon que remedieis
lo que la lengua os descubre.
¿Conoceisme?
LUGO
Demasiado.
DAMA
En esso vereis la fuerça
que me incita y aun me fuerça
a ponerme en este estado;
mas, porque no esteis en calma
pensando a que es mi venida,
digo que a daros mi vida
con la voluntad del alma.
Vuestra rara valentia
y vuestro despejo han hecho
tanta impression en mi pecho,
que pienso en vos noche y dia.
Quitame este pensamiento
pensar en mi calidad,
y al gusto la voluntad
da libre consentimiento;
y assi, sin guardar decoro
a quien soy en ningun modo,
aure de dezirlo todo:
sabed, Lugo, que os adoro.
No fea, y muy rica soy;
sabre dar, sabre querer,
y esto lo echareys de ver
por este trance en que estoy:
que la muger ya rendida,
aunque es toda mezquindad,
muestra liberalidad
con el dueño de su vida.
En la tuya o en mi casa,
de mi y de mi hazienda puedes
prometerte, no mercedes,
sino seruicios sin tassa;
y, pues miedo no te alcança,
no te le de mi marido,
que el engaño siempre ha sido
parcial de la confiança.
No llegan de los rezelos,
porque los tiene discretos,
a hazer los tristes efectos
que suelen hazer los zelos;
y porque nunca ocasion
de tenerlos yo le he dado,
le juzgo por engañado
a nuestra satisfacion.
¿Para que arrugas la frente
y alças las cejas? ¿Que es esto?
LUGO
En admiracion me ha puesto
tu desseo impertinente.
Pudieras, ya que querias
satisfazer tu mal gusto,
buscar vn sugeto al justo
de tus grandes bizarrias;
pudieras, como entre peras,
escoger en la ciudad
quien diera a tu voluntad
satisfacion con mas veras;
y assi tuuiera(s) disculpa
con la alteza del empleo
tu mal nacido desseo,
que en mi baxeza te culpa.
Yo soy vn pobre criado
de vn inquisidor, qual sabes,
de caudal, que està sin llaues,
entre libros abreuiado;
viuo a lo de Dios es Christo,
sin estrechar el desseo,
y siempre traygo el valdeo
como sacabuche listo;
ocupome en baxas cosas,
y en todas soy tan terrible,
que el acudir no es possible
a las que son amorosas;
a lo menos a las altas,
como en las que en ti señalas:
que son de cueruo mis alas.
DAMA
No te pintes con mas faltas,
porque en mi imaginacion
te tiene amor retratado
del modo que tu has contado,
pero con mas perfeccion.
No pido hagas quimeras
de ti mismo; sólo pido,
desseo bien comedido,
que, pues te quiero, me quieras.
Pero ¡ay de mi, desdichada!
¡Mi marido! ¿Que hare?
Tiemblo y temo, aunque bien se
que vengo bien disfrazada.
(Entra su MARIDO.)
LUGO
Sossegaos, no os desuieys,
que no os ha de descubrir.
DAMA
Aunque me quisiera yr,
no puedo mouer los pies.
MARIDO
Señor Lugo, ¿que ay de nueuo?
LUGO
Cierta cosa que contaros,
que me obligaua a buscaros.
DAMA
Yrme quiero, y no me atreuo.
MARIDO
Aqui me teneys; mirad
lo que teneys que dezirme.
DAMA
Harto mejor fuera yrme.
LUGO
Llegaos aqui, y escuchad.
La hermosura que dar quiso
el cielo a vuestra muger,
con que la vino a hazer
en la tierra vn parayso,
ha encendido de manera
de vn mancebo el coraçon,
que le tiene hecho carbon
de la amorosa hoguera.
Es rico y es poderoso,
y atreuido de tal modo,
que atropella y rompe todo
lo que es mas dificultoso.
No quiere vsar de los medios
de ofrecer ni de rogar,
porque, en su mal, quiere vsar
de otros mas breues remedios.
Dize que la honestidad
de vuestra consorte es tanta,
que le admira y que le espanta
tanto como la beldad.
Por jamas le ha descubierto
su lasciuo pensamiento:
que queda su atreuimiento,
ante su recato, muerto.
MARIDO
¿Es hombre que entra en mi casa?
LUGO
Rondala, mas no entra en ella.
MARIDO
Quien casa con muger bella,
de su honra se descasa,
si no lo remedia el cielo.
DAMA
¿Que es lo que tratan los dos?
¿Si es de mi? ¡Valgame Dios,
de quántos males rezelo!
LUGO
Digo, en fin, que es tal el fuego
que a este amante abrasa y fuerça,
que quiere vsar de la fuerça
en cambio y lugar del ruego.
Robar quiere a vuestra esposa,
ayudado de otra gente
como yo, desta valiente,
atreuida y licenciosa.
Hame dado cuenta dello,
casi como a principal
desta canalla mortal,
que en hazer mal echa el sello.
Yo, aunque soy moço arriscado,
de los de campo traues,
ni mato por interes,
ni de ruyndades me agrado.
De ayudalle he prometido,
con intento de auisaros:
que es facil el repararos,
estando assi preuenido.
MARIDO
¿Soy hombre yo de amenazas?
Tengo valor, ciño espada.
LUGO
No ay valor que pueda nada
contra las traydoras trazas.
MARIDO
En fin, ¿mi consorte ignora
todo este quento?
LUGO
Assi ella
os ofende, como aquella
cubierta y buena señora.
Por el cielo santo os juro
que no sabe nada desto.
MARIDO
De ausentarla estoy dispuesto.
LUGO
Esso es lo que yo procuro.
MARIDO
Yo la pondre donde el viento
apenas pueda tocalla.
LUGO
En el recato se halla
buen fin del dudoso intento.
Retiradla, que la ausencia
haze, passando los dias,
boluer las entrañas frias
que abrasaua la presencia;
y nunca en la poca edad
tiene firme assiento amor,
y siempre el moço amador
huye la dificultad.
MARIDO
El auiso os agradezco,
señor Lugo, y algun dia
sabreys de mi cortesia
si vuestra amistad merezco.
El nombre saber quisiera
desse galan que me acosa.
LUGO
Esso es pedirme vna cosa
que de quien soy no se espera.
Basta que vays auisado
de lo que mas os conuiene,
y este negocio no tiene
mas de lo que os he contado.
Vuestra consorte, inocente
està de todo este hecho;
vos, con esto satisfecho,
hazed como hombre prudente.
MARIDO
Casa fuerte y heredad
tengo en no pequeña aldea,
y llaues, que haran que sea
grande la dificultad
que se oponga al mal intento
desse atreuido mancebo.
Quedaos, que en el alma lleuo
mas de vn vario pensamiento.
(Vase el MARIDO.)
DAMA
Entre los dientes ya estaua
el alma para dexarme;
quise, y no pude mudarme,
aunque mas lo procuraua.
¡Mucho esfuerço ha menester
quien, con traydora conciencia,
no se alborota en presencia
de aquel que quiere ofender!
LUGO
Y mas si la ofensa es hecha
de la muger al marido.
DAMA
El nublado ya se ha ydo;
hazme agora satisfecha,
contandome que querias
a mi esclauo y mi señor.
LUGO
Hanme hecho corredor
de no se que mercancias.
Dixele, si las queria,
que fuessemos luego a vellas.
DAMA
¿De que calidad son ellas?
LUGO
De la de mayor quantia;
que le importa, estoy pensando,
comprallas, honor y hazienda.
DAMA
¿Como hare yo que el entienda
essa importancia?
LUGO
Callando.
Calla y vete, y assi haras
muy segura su ganancia.
DAMA
¿Pues que traza de importancia
en lo de gozarnos das?
LUGO
Ninguna que sea de gusto;
por oy, a lo menos.
DAMA
¿Pues
quándo la daras, si es
que gustas de lo que gusto?
LUGO
Yo hare por verme contigo.
Vete en paz.
DAMA
Con ella queda,
y el amor contigo pueda
todo aquello que conmigo.
LUGO
Como de rayo del cielo,
como en el mar de tormenta,
como de improuiso afrenta,
y terremoto del suelo;
como de fiera indignada,
del vulgo insolente y libre,
pedire a Dios que me libre
de muger determinada.
(Entrase LUGO.)
(Sale el licenciado TELLO DE SANDOUAL, amo de CHRISTOUAL DE LUGO, y el ALGUAZIL que salio primero.)
TELLO.
¿Passan de mocedades?
ALGUACIL
Es de modo
que, si no se remedia, a buen seguro
que ha de escandalizar [al] pueblo todo.
Como christiano, a vuesa merced juro
que piensa y haze tales trauesuras,
que nadie del se tiene por seguro.
TELLO.
¿Es ladron?
ALGUACIL
No, por cierto.
TELLO.
¿Quita a escuras
las capas en poblado?
ALGUACIL
No, tampoco.
TELLO.
¿Que haze, pues?
ALGUACIL
Otras cien mil diabluras.
Esto de valenton le buelue loco:
aqui riñe, alli hiere, alli se arroja,
y es en el trato ayrado el rey y el coco:
con vna daga que le sirue de hoja,
y vn broquel que pendiente tray al lado,
sale con lo que quiere o se le antoja.
Es de toda la hampa respetado,
auerigua pendencias y las haze,
estafa, y es señor de lo guisado;
entre rufos, el haze y el deshaze,
el corral de los Olmos le da parias,
y en el dar cantaletas se complaze.
Por tres heridas de personas varias,
tres mandamientos traygo y no executo,
y otros dos tiene el alguazil Pedro Arias.
Muchas vezes he estado resoluto
de auenturallo todo y de prendelle,
o ya a la clara, o ya con modo astuto;
pero, viendo que da en fauorecelle
tanto vuesa merced, aun no me atreuo
a miralle, tocalle ni ofendelle.
TELLO.
Esta deuda conozco que la deuo,
y la pagaré algun dia,
y procurarè que Lugo
vse de mas cortesia,
o le sere yo verdugo,
por vida del alma mia.
Mas lo mejor es quitalle
de aquesta tierra, y lleualle
a Mexico, donde voy,
no obstante que puesto estoy
en reñille y castigalle.
Vuesa merced en buen hora
vaya, que yo le agradezco
el auiso, y desde agora
todo por suyo me ofrezco.
ALGUACIL
Ya adiuino su mejora
sacandole de Seuilla,
que es tierra do la semilla
holgazana se leuanta
sobre qualquiera otra planta
que por virtud marauilla.
(Entrase el ALGUAZIL.)
TELLO.
¡Que aqueste moço me engañe,
y que tan a suelta rienda
a mi honor y su alma dañe!
Pues yo hare, si no se enmienda,
que de mi fauor se estrañe:
que, viendose sin ayuda,
serà possible que acuda
a la enmienda de su error:
que a la sombra del fauor
crecen los vicios, sin duda.
(Entrase TELLO.)
(Salen dos musicos con guitarras, y CHRISTOUAL con su broquel y daga de ganchos.)
LUGO
Toquen, que esta es la casa, y al seguro,
que presto llegue el bramo a los oydos
de la ninfa, que he dicho, xerezana,
cuya vida y milagros en mi lengua
viene cifrada en verso correntio.
A la xacara toquen, pues comienço.
MUSICO1.
¿Quieres que le rompamos las ventanas
antes de començar, porque estè atenta?
LUGO
Acabada la musica, andaremos
aquestas estaciones. Vaya agora
el guitarresco son y el aquelindo.
(Tocan.)
«Escucha, la que veniste
de la xerezana tierra
a hazer a Seuilla guerra
en cueros, como valiente;
la que llama su pariente
al gran Miramamolin;
la que se precia de ruyn,
como otras de generosas;
la que tiene quatro cosas,
y aun quatro mil, que son malas;
la que passea sin alas
los ayres en noche escura;
la que tiene a gran ventura
ser amiga de vn lacayo;
la que tiene vn papagayo
que siempre la llama puta;
la que en vieja y en astuta
da quinao a Celestina;
la que, como golondrina,
muda tierras y sazones;
la que a pares, y aun a nones,
ha ganado lo que tiene;
la que no se desauiene
por poco que se le de;
la que su palabra y fe
que diesse, jamas guardò;
la que en darse a si excedio
a las godeñas mas francas;
la que echa por cinco blancas
las habas y el cedazillo.»
(Assomase a la ventana VNO medio desnudo, con vn paño de tocar y vn candil.)
VNO.
¿Estan en si, señores? ¿No dan cata
que no los oye nadie en esta casa?
MUSICO1.
¿Cómo assi, tajamoco?.
VNO.
Porque el dueño
ha que està ya a la sombra quatro dias.
MUSICO2.
Conualeciente, di: ¿cómo a la sombra?
VNO.
En la carcel; ¿no entreuan?.
LUGO
¿En la carcel?
¿Pues por que la lleuaron?
VNO.
Por amiga
de aquel Pierres Papin, el de los naypes.
MUSICO1.
¿Aquel frances giboso?
VNO.
Aquesse mismo,
que en la cal de la Sierpe tiene tienda.
LUGO
¡Entrate, bodegon almidonado!
MUSICO2.
¡Zabullete, fantasma antojadiza!
MUSICO1.
¡Escondete, podenco quartanario!
VNO.
Entrome, ladronzitos en quadrilla;
zabullome, cernicalos rateros;
escondome, corchetes a lo Caco.
LUGO
¡Viue Dios, que es de humor el hideputa!
VNO.
No tire nadie; esten las manos quedas,
y anden las lenguas.
MUSICO1.
¿Quien te tira, suzio?
VNO.
¿Ay mas? ¡Si no me abaxo, qual me paran!
¡Mancebitos, a Dios! Que no soy pera,
que me han de derribar a terronazos.
(Entrase.)
LUGO
¿Han visto los melindres del bellaco?
No le tiran, y quexase.
MUSICO2.
(Este) es vn sastre
remendon muy donoso.
MUSICO1.
¿Que haremos?
LUGO
Vamos a dar assalto al pastelero
que està aqui cerca.
MUSICO2.
Vamos, que ya es hora
que estè haziendo pasteles; que este ciego
que viene aqui nos da a entender quan cerca
(Entra vn CIEGO.)
viene ya el dia.
CIEGO.
No he madrugado mucho,
pues que ya suena gente por la calle.
Oy quiero començar por este sastre.
LUGO
¡Ola, ciego, buen hombre!
CIEGO.
¿Quien me llama?
LUGO
Tomad aqueste real, y diez y siete
oraciones dezid, vna tras otra,
por las almas que estan en purgatorio.
CIEGO.
Que me plaze, señor, y hare mis fuerças
por dezirlas deuota y claramente.
LUGO
No me las engullays, ni me echeys sisa
en ellas.
CIEGO.
No, señor; ni por semejas.
A las Gradas me voy, y alli, sentado,
las dire poco a poco.
LUGO
¡Dios os guie!
(Vase el CIEGO.)
MUSICO1.
¿Quedate para vino, Lugo amigo?
LUGO
Ni aun vn solo cornado.
MUSICO1.
¡Viue Roque,
que tienes condicion extraordinaria!
Muchas vezes te he visto dar limosna
al tiempo que la lengua se nos pega
al paladar, y sin dexar siquiera
para comprar vn poluo de Caçalla.
LUGO
Las ánimas me lleuan quanto tengo;
mas yo tengo esperança que algun dia
lo tienen de boluer ciento por vno.
MUSICO2.
¡A la larga lo tomas!
LUGO
Y a lo corto;
que al bien hazer jamas le falta premio.
(Suena dentro como que hazen pasteles, y canta vno dentro lo siguiente:)
«¡Afuera, consejos vanos,
que despertays mi dolor!
No me toquen vuestras manos;
que, en los consejos de amor,
los que matan son los sanos.»
MUSICO1.
¡Ola! Cantando està el pastelerazo,
y, por lo menos, los consejos vanos.
¿Tienes pasteles, cangilon con tetas?
PASTELERO
¡Musico de mohatra sincopado!.
LUGO
Pastelero de riego, ¿no respondes?
PASTELERO
Pasteles tengo, mancebitos hampos;
mas no son para ellos, corchapines.
LUGO
¡Abre, socarra, y danos de tu obra!
PASTELERO
¡No quiero, socarrones! ¡A otra puerta,
que no se abre aquesta por agora!
LUGO
¡Por Dios, que a puntapies la haga leña
si acaso no nos abres, buenos vinos!
PASTELERO
¡Por Dios, que no he de abrir, malos vinagres!
LUGO
¡Agora lo veredes!, dixo Agraxes.
MUSICO1.
¡Passo, no la derribes! ¡Lugo, tente!
(Da de cozes a la puerta; sale el PASTELERO y sus sequazes con palas y barrederos y assadores.)
PASTELERO
¡Vellacos, no ay aqui Agraxes que valgan;
que, si tocan historias, tocaremos
palas y chuzos!
MUSICO2.
¡(En)cierrate, capacho!
LUGO
¿Quieres que te derribe aquessas muelas,
remero de Caron el chamuscado?
PASTELERO
¡Cuerpo de mi! ¿Es Christoual el de Tello?
MUSICO1.
El es. ¿Por que lo dizes, zangomango?.
PASTELERO
Digolo porque yo le soy amigo
y muy su seruidor, y para quatro
o para seys pasteles, no tenia
para que romper puertas ni ventanas,
ni darme cantaletas ni matracas.
Entre Christoual, sus amigos entren,
y allanese la tienda por el suelo.
LUGO
¡Viue Dios, que eres principe entre principes,
y que essa sumission te ha de hazer franco
de todo mi rigor y mal talante!
Embaynense la pala y barrederas,
y amigos vsque ad mortem.
PASTELERO
Por San Pito,
que han de entrar todos, y la buena estrena
han de hazer a la hornada, que ya sale;
y mas, que tengo de Alanis vn cuero
que se viene a las barbas y a los ojos.
MUSICO1.
De miedo haze todo quanto haze
aqueste marion.
LUGO
No importa nada.
Asgamos la ocasion por el harapo,
por el hopo o copete, como dizen,
ora la ofrezca el miedo o cortesia.
El señor pastelero es cortesissimo,
y yo le soy amigo verdadero,
y hazer su gusto por mi gusto quiero.
(Entranse todos.)
(Sale ANTONIA con su manto, no muy aderezada, sino honesta.)
ANTONIA
Si aora yo le hallasse
en su aposento, no auria
cosa de que mas gustasse;
quiza a solas le diria
alguna que le ablandasse.
Atreuimiento es el mio;
pero dame esfuerço y brio
estos zelos y este amor,
que rinden con su rigor
al mas essento aluedrio.
Esta es la casa, y la puerta,
como pide mi desseo,
parece que està entreabierta;
mas, ¡ay!, que a sus quizios veo
yazer mi esperança muerta.
Apenas puedo mouerme;
pero, en fin, he de atreuerme,
aunque tan cobarde estoy,
porque en el punto de oy
està el ganarme o perderme.
(Sale el inquisidor TELLO DE SANDOUAL con ropa de leuantar, rezando en vnas horas.)
TELLO.
Deus in adiutorium meum intende.
Domine, ad adiuuandum me festina.
Gloria Patri & Filio & Spiritui sancto.
Sicut erat, &c.
¿Quien està ai? ¿Que ruydo
es esse? ¿Quien està ai?
ANTONIA
¡Ay, desdichada de mi!
¿Que es lo que me ha sucedido?
TELLO.
Pues, señora, ¿que buscays
tan de mañana en mi casa?
Este de madrugar passa.
No os turbeys. ¿De que os turbays?
ANTONIA
¡Señor!
TELLO.
Adelante. ¿Que es?
Proseguid vuestra razon.
ANTONIA
Nunca la errada intencion
supo endereçar los pies.
A Lugo vengo a buscar.
TELLO.
¿Mi criado?
ANTONIA
Si, señor.
TELLO.
¿Tan de mañana?
ANTONIA
El amor
tal vez haze madrugar.
TELLO.
¿Bien le quereis?
ANTONIA
No lo niego;
mas quierole en parte buena.
TELLO.
El madrugar os condena.
ANTONIA
Siempre es solícito el fuego.
TELLO.
En otra parte buscad
materia que le apliqueys,
que en mi casa no hallarey[s]
sino toda honestidad;
y si el moço da ocasion
que le busqueys, yo hare
que desde hoy mas no os la de.
ANTONIA
Enojase sin razon
vuesa merced; que, en mi alma,
que el mancebo es de manera,
que puede lleuar do quiera
entre mil honestos palma.
Verdad es que el es trauiesso,
matante, acuchillador;
pero, en cosas del amor,
por vn leño le confiesso.
No me lleua a mi tras el
Venus blanda y amorosa,
sino su aguda ganchosa
y su acerado broquel.
TELLO.
¿Es valiente?
ANTONIA
Muy bien puedes
sin escrupulo ygualalle,
y aun quiza serà agrauialle,
a Garcia de Paredes.
Y por esto este mocito
trae a todas las del trato
muertas: por ser tan brauato;
que en lo demas es bendito.
TELLO.
Oygole. Escondeos aqui,
porque quiero hablar con el
sin que os vea.
ANTONIA
¡Que no es el!
TELLO.
Es, sin duda; yo le oi.
Despues os dare lugar
para hablarle.
ANTONIA
Sea en buen ora.
(Escondese ANTONIA.)
(Entra LUGO en cuerpo, pendiente a las espaldas el broquel y la daga, y trae el rosario en la mano.)
LUGO
Mi señor suele a esta hora
de ordinario madrugar.
Mirad si lo dixe bien;
hele aqui. Yo apostaré
que ay sermon do no pense.
Acabese presto. Amén.
TELLO.
¿De dónde venis, mancebo?
LUGO
¿De do tengo de venir?
TELLO.
De matar y de herir,
que esto para vos no es nueuo.
LUGO
A nadie hiero ni mato.
TELLO.
Siete vezes te he librado
de la carcel.
LUGO
Ya es passado
aquesse, y tengo otro trato.
TELLO.
Mas se que ay de vn mandamiento
para prenderte en la plaça.
LUGO
Si; mas ninguno amenaça
a que de cozes al viento:
que todas son liuiandades
de moço las que me culpan,
y a mi mismo me disculpan,
pues no llegan a maldades.
Ellas son cortar la cara
a vn valenton arrogante;
vna matraca picante,
aguda, graciosa y rara;
calcorrear diez pasteles
o caxas de diacitron;
sustanciar vna quistion
entre dos jaques noueles;
el tener en la dehessa
dos vacas, y a vezes tres,
pero sin el interes
que en el trato se professa;
procurar que ningun rufo
se entone do yo estuuiere,
y que estime, sea quien fuere,
la suela de mi pantufo.
Estas y otras cosas tales
hago por mi passatiempo,
demas que rezo algun tiempo
los psalmos penitenciales;
y, aunque peco de ordinario,
pienso, y ello serà ansi,
dar buena quenta de mi
por las de aqueste rosario.
TELLO.
Dime, simple: ¿y tu no ves
que dessa tu plata y cobre,
es dar en limosna al pobre
del puerco hurtado los pies?.
Hazes a Dios mil ofensas,
como dizes, de ordinario,
¿y, con rezar vn rosario,
sin mas, yr al cielo piensas?
Entra por vn libro alli,
que està sobre aquella mesa.
Dime: ¿que manera es essa
de andar, que jamas la vi?
¿Hazia atras? ¿Eres cangrejo?
Bueluete. ¿Que nouedad
es essa?
LUGO
Es curiosidad
y cortesano consejo
que no buelua el buen criado
las espaldas al señor.
TELLO.
Criança de tal tenor,
en ninguno la he notado.
Buelue, digo.
LUGO
Ya me bueluo:
que por esto el passo atras
daua.
TELLO.
En que eres Satanas
desde agora me resueluo.
¿Armado en casa? ¿Por suerte,
tienes en ella enemigos?
Si tendras, qual son testigos
los ministros de la muerte
que penden de tu pretina,
y en ellos has confirmado
que el moço descaminado,
como tu, hazia atras camina.
¡Bien ire a la Nueua España
cargado de ti, malino;
bien a hazer este camino
tu ingenio y virtud se amaña!
Si, en lugar de libros, lleuas
estas joyas que veo aqui,
por cierto que das de ti
grandes e ingeniosas, prueuas.
¡Bien responde la esperança
en que engañado he viuido
al cuydado que he tenido
de tu estudio y tu criança!
¡Bien me pagas, bien procuras
que tu humilde nacimiento
en ti cobre nueuo assiento,
menos brios y venturas!
En valde serà auisarte,
por exemplos que te den,
que nunca se auienen bien
Aristoteles y Marte,
y que està en los aranzeles
de la discrecion mejor
que no guardan vn tenor
las sumulas y broqueles.
Espera, que quiero darte
vn testigo de quien eres,
si es que hazen las mugeres
alguna fe en esta parte.
Salid, señora, y hablad
a vuestro duro diamante,
honesto, pero matante,
valiente, pero rufian.
(Sale ANTONIA.)
LUGO
Demonio, ¿quien te ha traydo
aqui? ¿Por que me persigues,
si ningun fruto consigues
de tu intento mal nacido?
(Entra LAGARTIJA asustado.)
TELLO.
Mancebo, ¿que buscays vos?
¡Con sobresalto venis!
¿Que respondeys? ¿Que dezis?
LAGARTIJA
Digo que me valga Dios;
digo que al so Lugo busco.
TELLO.
Veysle ai; dadle el recado.
LAGARTIJA
De cansado y de turbado,
en las palabras me ofusco.
LUGO
Sossiegate, Lagartija,
y dime lo que me quieres.
LAGARTIJA
Considerando quien eres,
mi alma se regozija
y espera de tu valor
que saldras con qualquier cosa.
LUGO
Bien; ¿que ay?
LAGARTIJA
¡A Carrascosa
le lleuan preso, señor!
LUGO
¿Al padre?
LAGARTIJA
Al mismo.
LUGO
¿Por dónde
le lleuan? ¡Dimelo; acaba!
LAGARTIJA
Poquito aurà que llegaua
junto a la puerta del conde
del Castellar.
LUGO
¿Quien le lleua,
y por que, si lo has sabido?
LAGARTIJA
Por pendencia, a lo que he oydo;
y el alguazil Villanueua,
con dos corchetes, en peso
le lleuan, como a vn ladron.
¡Quebrarate el coraçon
si le vieras!
LUGO
¡Bueno es esso!
Camina y guia, y espera
buen sucesso deste caso,
si los alcança mi passo.
LAGARTIJA
¡Muera Villanueua!
LUGO
¡Muera!
(Vase LAGARTIJA y LUGO alborotados.)
TELLO.
¿Que padre es este? ¿Por dicha,
lleuan a algun frayle preso?
ANTONIA
No, señor, no es nada desso:
que este es padre de desdicha,
puesto que en su oficio gana
mas que dos padres, y aun tres.
TELLO.
Dezidme de que orden es.
ANTONIA
De los de la casa llana.
Es alcayde, con perdon,
señor, de la mancebia,
a quien llaman padre oy dia
las de nuestra profession;
su tenencia es casa llana,
porque se allanan en ella
quantas viuen dentro della.
TELLO.
Bien el nombre se profana
en esso de alcayde y padre,
nombres honrados y buenos.
ANTONIA
Quien viue en ella, a lo menos,
no estara sin padre y madre
jamas.
TELLO.
Aora bien: señora,
yd con Dios, que a este mancebo
yo os le pondre como nueuo.
ANTONIA
Tras el voy.
TELLO.
Yd en buen hora.
(Sale el ALGUAZIL que suele, con dos corchetes, que traen preso a CARRASCOSA, padre de la mancebia.)
PADRE.
Soy de los Carrascosas de Antequera,
y tengo oficio honrado en la republica,
y haseme de tratar de otra manera.
Solianme hablar a mi por súplica,
y es mal hecho y mal caso que se atreua
hazerme vn alguazil afrenta pública.
Si a vn personage como yo se lleua
de aqueste modo, ¿que hara a vn mal hombre?
Por Dios, que anda muy mal, sor Villanueua;
mire que da ocasion a que se assombre
el que viere tratarme desta suerte.
ALGUACIL
Calle, y la calle con mas prisa escombre,
porque le yra mejor, si en ello aduierte.
(Entra a este instante LUGO, puesta la mano en la daga y el broquel; viene con el LAGARTIJA y LOBILLO.)
LUGO
Todo viuiente se tenga,
y suelten a Carrascosa
para que conmigo venga,
y no se haga otra cosa,
aunque a su oficio conuenga.
Ea, señor Villanueua,
de de contentarme prueua,
como otras vezes lo haze.
ALGUACIL
Señor Lugo, que me plaze.
CORCHETE
¡Juro a mi que se le lleua!
LUGO
Padre Carrascosa, vaya
y entrese en San Saluador,
y a su temor ponga raya.
LAGARTIJA
Este Cid campeador
mil años viua y bien aya.
ALGUACIL
Christoual, eche de ver
que no me quiero perder
y que le siruo.
LUGO
Està bien;
yo lo mirarè muy bien
quando fuere menester.
ALGUACIL
¡Agradezcalo al padrino,
señor padre!
LOBILLO
No aya mas,
y siga en paz su camino.
CORCHETE
¿Este moço es Barrauas,
o es Orlando el Paladino?
¡No ay hazer baza con el!
(Entrase el ALGUAZIL y los corchetes.)
PADRE.
Nueuo español brauonel,
con tus brauatas bizarras
me has librado de las garras
de aquel tacaño Luzbel.
Yo me voy a retraer,
por si o por no. ¡Queda en paz,
honor de la hampa y ser!
LUGO
Dizes bien, y aquesso haz,
que yo despues te yre a ver.
¡Bien se ha negociado!
LOBILLO
Bien;
sin sangre, sin hierro o fuego.
LUGO
De colera venía ciego
y enfadado.
LOBILLO
Y yo tambien.
Vamos a cortarla aqui
con vn poluo de lo caro.
LUGO
En otras cosas reparo
que me importan mas a mi.
Yr quiero agora a jugar
con Gilberto, vn estudiante
que siempre ha sido mi azar,
hombre que ha de ser bastante
a hazerme desesperar.
Quanto tengo me ha ganado;
solamente me han quedado
vnas sumulas, y a fe
que, si las pierdo, que se
cómo esquitarme al doblado.
LOBILLO
Yo te dare vna baraxa
hecha, con que le despojes,
sin que le dexes alhaja.
LUGO
¡Largo medio es el que escoges!
Otro se por do se ataja.
Iuro a Dios omnipotente
que, si las pierdo al presente,
me he de hazer salteador.
LOBILLO
¡Resolucion de valor,
y traza de hombre prudente!
Si pierdes, ¡oxala pierdas!,
yo mostraré en tu exercicio
que estas manos no son lerdas.
LAGARTIJA
Siempre fue vsado este oficio
de personas que son cuerdas,
industriosas y valientes,
por los casos diferentes
que se ofrecen de contino.
LOBILLO
De seguirte determino.
LAGARTIJA
Por tuyo es bien que me cuentes.
Ya ves que mi voluntad
es de alquimia, que se aplica
al bien como a la maldad.
LUGO
Essa verdad testifica
tu facil habilidad.
No te dexarè jamas,
y ¡a Dios!
LOBILLO
Lugo, ¿que, te vas?
LUGO
Luego sere con vosotros.
LAGARTIJA
Pues, ¡sus!, vamonos nosotros
a la ermita del Compas.
(Entranse todos, y sale PERALTA, estudiante, y ANTONIA.)
ANTONIA
Si ha de ser hallarle acaso,
mis desdichas son mayores.
PERALTA
¿Son zelos, o son amores
los que aqui os guian el paso,
señora Antonia?
ANTONIA
No se,
si no es rabia, lo que sea.
PERALTA
Por cierto, muy mal se emplea
en tal sugeto tal fe.
ANTONIA
No ay parte tan escondida,
do no se sepa mi historia.
PERALTA
Hazela a todos notoria
el veros andar perdida
buscando siempre a este hombre.
ANTONIA
¿Hombre? Si el lo fuera, fuera
descanso mi angustia fiera.
Mas no tiene mas del nombre;
conmigo, a lo menos.
PERALTA
¿Como?
ANTONIA
Esto, sin duda, es assi;
que amor le hirio para mi
con las saetas de plomo.
No ay yelo que se le yguale.
PERALTA
¿Pues por que le quereis tanto?
ANTONIA
Porque me alegro y me espanto
de lo que con hombres vale.
¿Ay mas que ver que le dan
parias los mas arrogantes,
de la heria los matantes,
los brauos de San Roman?.
¿Y ay mas que viuir segura,
la que fuere su respeto,
de verse en ningun aprieto
de los de nuestra soltura?
Quien tiene nombre de suya,
viue alegre y respetada;
a razon enamorada,
no ay ninguna que la arguya.
(Vase ANTONIA.)
PERALTA
Estas señoras del trato
precian mas, en conclusion,
vn socarra valenton,
que vn Medoro gallinato.
En efecto, gran lision
es la desta moça loca.
Ya la campanilla toca;
entremonos a licion.
(Entra PERALTA, y salen GILBERTO, estudiante, y LUGO.)
GIL.
Ya yras contento, y ya puedes
dexar de gruñir vn rato,
y ya puedes dar barato
tal, que, parezcan mercedes.
Mas me has ganado este dia,
que yo en ciento te he ganado.
LUGO
Assi es verdad.
GIL.
Que buen grado
le venga a mi cortesia.
¿Yo tus sumulas? ¡Estaua
loco, sin duda ninguna!
LUGO
Sucessos son de fortuna.
GIL.
Ya yo los adiuinaua;
porque al tahur no le dura
mucho tiempo el alegria,
y el que de naypes se fia,
tiene al quitar la ventura.
Oy de qualquiera quistion
has de salir vitorioso;
y ¡a Dios, señor ganancioso!,
que yo me bueluo a licion.
(Entrase GILBERTO, y sale el marido de la muger que salio primero.)
MARIDO
Señor Lugo, a gran ventura
tengo este encuentro.
LUGO
Señor,
¿que ay de nueuo?
MARIDO
Aquel temor
de ser ofendido aun dura.
Tengo a mi consorte amada
retirada en vna aldea,
y para que el sol la vea,
apenas halla la entrada.
Con aquel recato viuo
que me mandasteys tener,
y muerome por saber
de quien tanto mal recibo.
LUGO
Ya aquel que pudo poneros
en cuydado està de suerte,
que llegará al de la muerte,
y no al punto de ofenderos.
Quietad con este seguro
el zeloso ansiado pecho.
MARIDO
Con esso voy satisfecho,
y de seruiroslo juro.
Hazer podeys de mi hazienda,
Lugo, a vuestra voluntad.
LUGO
Passò mi necessidad,
no ay ninguna que me ofenda;
y assi, sólo en recompensa
recibo vuestro desseo.
MARIDO
No aquel estilo en vos veo
que el vulgo engañado piensa.
¡A Dios, señor Lugo!
(Vase.)
LUGO
¡A Dios!
(Entra LAGARTIJA.)
Pues, Lagartija, ¿a que vienes?
LAGARTIJA
¡Que gentil remanso tienes!
¿No ves que dara las dos,
(Reza LUGO.)
y te està esperando toda(via)
la chirinola hampesca?
Ven, que la tarde haze fresca
y a los tragos se acomoda.
¿Quando te estan esperando
tus amigos con mas gusto,
andas, qual si fueras justo,
Aue Marias tragando?
O se rufian, o se santo;
mira lo que mas te agrada.
Voyme, porque ya me enfada
tanta Gloria, y Patri tanto.
(Vase LAGARTIJA.)
LUGO
Solo quedo, y quiero entrar
en cuentas conmigo a solas,
aunque lo impidan las olas
donde temo naufragar.
Yo hize voto, si oy perdia,
de yrme a ser salteador:
claro y manifiesto error
de vna ciega fantasia.
Locura y atreuimiento
fue el peor que se penso,
puesto que nunca obligó
mal voto a su cumplimiento.
Pero ¿dexarè por esto
de auer hecho vna maldad,
adonde mi voluntad
echó de codicia el resto?
No, por cierto. Mas, pues se
que contrario con contrario
se cura muy de ordinario,
contrario voto hare,
y assi, le hago de ser
religioso. Ea, Señor;
veys aqui a este salteador
de contrario parecer.
Virgen, que Madre de Dios
fuyste por los pecadores;
ya os llaman salteadores;
oydlos, Señora, vos.
Angel de mi guarda, aora
es menester que acudays,
y el temor fortalezcays
que en mi alma amarga mora.
Animas de purgatorio,
de quien continua memoria
he tenido; seaos notoria
mi angustia, y mi mal notorio;
y pues que la caridad
entre essas llamas no os dexa,
pedid a Dios que su oreja
preste a mi necessidad.
Psalmos de Dauid benditos,
cuyos misterios son tantos,
que sobreceden a quantos
renglones teneys escritos;
vuestros conceptos me animen,
que he aduertido vezes tantas,
a que yo ponga mis plantas
donde al alma no lastimen;
no en los montes salteando
con mal christiano decoro,
sino en los claustros y el coro
desnudas, y yo rezando.
¡Ea, demonios; por mil modos
a todos os dessafio,
y en mi Dios bueno confio
que os he de vencer a todos!
(Entrase, y suenan a este instante las chirimias; descubrese vna gloria, o, por lo menos, vn ANGEL que, en cessando la musica, diga:)
«Quando vn pecador se buelue
a Dios con humilde zelo,
se hazen fiestas en el cielo.»
FIN DEL ACTO PRIMERO