De López Maldonado

Salen del mar, y vuelven a sus senos,

después de una veloz, larga carrera,

como a su madre universal primera,

los hijos della largo tiempo ajenos.

Con su partida no la hacen menos,

ni con su vuelta más soberbia y fiera,

porque tiene, quedándose ella entera,

de su humor siempre sus estanques llenos.

La mar sois vos, ¡oh Galatea estremada!,

los ríos, los loores, premio y fruto

con que ensalzáis la más ilustre vida.

Por más que deis, jamás seréis menguada,

y menos cuando os den todos tributo,

con él vendréis a veros más crescida.

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