Interrupción al cuento de Chaucer

—¡Basta, por caridad cristiana! —exclamó nuestro anfitrión—. Me estás cansando con este parloteo. Tomo a Dios por testigo para asegurar que me duelen los oídos de escuchar las sandeces que pronuncias. ¡Que el diablo se lleve estos cuentos! A esto es lo que yo llamo aleluyas o canciones de ciego.

—¿Por qué? —dije yo—. ¿Por qué interrumpes mi cuento y no lo has hecho con el de otro, cuando es la mejor balada que conozco?

—¡Dios todopoderoso! —replicó—. En pocas palabras, si es que lo quieres saber, te diré que este rimado de mierda no vale nada. No haces nada más que perder el tiempo. En una palabra, señor, no más rimas. Veamos si sabes relatar uno de aquellos romances antiguos o, por lo menos, algo en prosa que sea edificante o divertido.

—Con mucho gusto —le respondí—. Por Dios que os contaré un relato corto en prosa que probablemente os complacerá, creo; en caso contrario, es que sois muy difícil de contentar. Es un cuento muy edificante, con moraleja —aunque debo aclarar que distintas personas lo explican de maneras diferentes—. Por ejemplo, ya sabéis que cuando los evangelistas describen la Pasión de Jesucristo, no expresan cada uno de ellos de igual forma cómo ocurrieron las cosas; sin embargo, cada uno de ellos dice la verdad, y todos concuerdan en el significado general, aunque en la manera de decirlo pueda haber diferencias. Algunos de ellos explican más cosas; otros, menos. Pero cuando ellos —es decir, Mateo, Marcos, Lucas y Juan— escriben su conmovedora Pasión, no hay duda de que ellos querían darle idéntico significado. Por consiguiente, caballeros, os ruego que no me culpéis si he introducido cambios en el cuento, si —es un decir— utilizo más proverbios de lo corriente en este pequeño relato para reforzar el efecto, o si no me sirvo de las mismas palabras que hubieseis podido escuchar anteriormente, pues no hallaréis diferencia entre la idea general y el pequeño tratado del que he sacado este magnifico cuento. Por lo tanto, escuchad lo que voy a decir, y, esta vez, dejadme terminar.

Share on Twitter Share on Facebook