EPITALAMIO.

Luce en tu frente la corona diva,

Nieve que en oro tu cabello engasta,

La corona nupcial, enseña casta

Que en tí el fulgor de la hermosura aviva.

Con hojas de la verde siempreviva

Permite que la adorne; pues no basta

Tanta dicha gozar, si al fín se gasta,

Si no es eterna, si en el bien no estriba.

Hoy que en tu sien alabastrina pone

Esa diadema Amor, á mi terneza

Este recuerdo tu bondad perdone:

Es un cielo el hogar, si la belleza

Dulce y amante su dintel traspone

Llevando por tesoro la pureza.

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