El perro y la corneja

Una corneja que ofrecía en sacrificio una víctima a Atenea invitó a un perro al banquete.

Le dijo el perro:

— ¿Por qué dilapidas tus bienes en inútiles sacrificios? Pues deberías de saber que la diosa te desprecia hasta el punto de quitar todo crédito a tus presagios.

Entonces replicó la corneja:

— Es por eso que le hago estos sacrificios, porque sé muy bien su indisposición conmigo y deseo su reconciliación.

Share on Twitter Share on Facebook