III

En mucho secreto, un amigo

me enseña el herbario de los ruidos.

(¡Chist… silencio!

¡La noche cuelga del cielo!)

A la luz de un puerto perdido

vienen los ecos de todos los siglos.

(¡Chist… silencio!

¡La noche oscila en el viento!)

¡Chist… silencio!

Viejas iras se enroscan en mis dedos.

1927