III

La brisa

es ondulada

como los cabellos

de algunas muchachas.

Como los marecitos

de algunas viejas tablas.

La brisa

brota como el agua

y se derrama,

—como un bálsamo blanco—,

por las cañadas,

y se desmaya

al chocar con lo duro

de la montaña.

1927