CLXXXIV

Entre los muchos reyes de la gran Babilonia que se esmeraron en la fábrica y adorno de las murallas y templos, de quienes haré mención tratando de los Asirlos, hubo dos mujeres. La primera, llamada Semíramis, que reinó cinco generaciones o edades antes de la segunda, fue la que levantó en aquellas llanuras unos diques y terraplenes dignos de admiración, con el objeto de que el río no inundase, como anteriormente, los campos.

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