Un ciego de la ciudad de Anisis, llamado también Anisis con el nombre de su patria, sucedió a Asiquis en la corona. En tiempo de este rey, los etíopes, apoderándose del Egipto con un numeroso ejército, a cuyo frente venía su monarca Sabacon, obligaron al rey ciego a refugiarse fugitivo en los pantanos. Cincuenta fueron los años que reinó en Egipto el etíope Sabacon, durante los cuales siguió la conducta de no castigar con pena de muerte a los egipcios reos de algún delito capital; siendo su práctica la de graduar la sentencia por la gravedad del delito, y condenar a los reos a las obras públicas y a levantar el terraplén de la ciudad de donde eran naturales. Lográbase con estos castigos el común beneficio de que las ciudades cuyos terraplenes habían sido construidos la primera vez en tiempo de Sesostris por los prisioneros que abrieron los canales del Egipto, a la segunda entonces en el reinado del etíope se hiciesen más elevados. El suelo de las ciudades de aquel país se levanta mucho generalmente sobre la superficie de la campiña; pero en Bubastis, con singularidad, mejor que en las demás se observa la elevación del terraplén. Hay en esta ciudad un templo dedicado a la diosa Bubastis que merece particular memoria y atención.