XCIV

Los mismos egipcios de las lagunas exprimen para su uso cierto ungüento, que llaman kiki, de la fruta de los siliciprios, plantas que en Grecia se crían naturalmente en los campos, y que sembradas en Egipto a orillas del río o de las lagunas dan muy copioso fruto, aunque de un olor ingrato. Apenas escogido éste, hay quien lo machaca para exprimir su jugo, y suelen también freírlo en la sartén para recoger el licor que de él va manando, el cual viene a ser cierto humor craso, que para la luz del candil no sirviera menos que el aceite, si no despidiera un olor pesado y molesto.

Share on Twitter Share on Facebook