Con los Nasamones confinan los Psilos, aunque todos ellos ya perecieron: el viento Noto se fue absorbiendo toda el agua, y secando los manantiales, balsas y charcos del país, que estando todo entre las sirtes, era de suyo muy falto de agua. Resolvieron los Psilos de común acuerdo hacer una expedición contra su enemigo el maligno Noto: si ello fue así o no, no me meto en averiguarlo; solo soy eco de los Libios. Habiendo, pues, llegado a los desiertos arenales, el Noto soplando los sepultó allí a todos, y su región la poseen ahora los Nasamones, después de tan fatal ruina.