Pero hacia Poniente, siguiendo la costa del mar, los que vienen después son los Macas, los cuales se cortan el pelo de manera que, rapándose a navaja la cabeza de una y otra parte, se dejan crecer un penacho en la coronilla. En la guerra llevan para su defensa unos como escudos hechos de la piel del avestruz, ave de tierra. El río Cinipe, bajando de la colina que llaman de las Gracias, pasa por su país y desagua en el mar. Dicha colina es un montecillo poblado de espesos árboles, al paso que las otras tierras de Libia de que acabo de hablar están del todo rasas; y desde él hay al mar 200 estadios.