Los budinos, que forman una nación grande y populosa, tienen los ojos muy azules y rubio el color. La ciudad que poseen, toda de madera, se llama gelono; son tan grandes sus murallas, que cada lado de ellas tiene de largo 30 estadios, siendo al mismo tiempo muy altas, por más que todas sean de madera; las casas y los templos son asimismo de madera. Los templos están dedicados a los dioses de la Grecia, y adornados a lo griego, con estatuas, con aras y nichos de madera; aun más, cada tercer año celebran en honor de Baco sus trietéridas o bacanales, lo que no es de admirar, siendo estos gelonos originarios de unos griegos que retirados de los emporios plantaron su asiento entre los budinos y conservan una lengua en parte griega.