Otra historia corre sobre este punto entre griegos y bárbaros igualmente. Aristeas, natural de Proconeso, hijo de cierto Caistrobio y poeta de profesión, decía que por inspiración de Febo había ido hasta los Isedones, más allá de los cuales añadía que habitaban los Arimaspos, hombres de un solo ojo en la cara, y más allá de estos están los Grifes que guardan el oro del país, y más lejos que todos habitan hasta las costas del mar los Hiperbóreos. Todas estas naciones, según él, exceptuados solamente los Hiperbóreos, estaban siempre en guerra con sus vecinos, habiendo sido los primeros en moverla los Arimaspos, de cuyas resultas estos habían echado a los Isedones de su tierra, los Isedones a los escitas de la suya, y los cimerios que habitaban vecinos al mar del Sur, oprimidos por los escitas, habían desamparado su patria.