XV

Esto nos cuentan aquellas dos ciudades; yo sé aun de Aristeas otra anécdota que sucedió con los Metapontinos de Italia, 340 años después de su segunda desaparición, según yo conjeturaba cuando estuve en Proconeso y en Metaponto. Decían, pues, aquellos habitantes que habiéndoseles aparecido Aristeas en su tierra, les había mandado erigir una ara a Apolo y levantar al lado de ella una estatua con el nombre de Aristeas el de Proconeso, dándoles por razón que entre todos los Italianos ellos eran los únicos a cuyo territorio hubiese venido Apolo, a quien él en su venida había seguido en forma de cuervo el que era en la actualidad Aristeas. Habiéndoles hablado en estos términos, dicen los Metapontinos que desapareció, y enviando ellos a consultar a Delfos para saber del dios Apolo lo que significaba la fantasma de aquel hombre, les había ordenado la Pitia que obedeciesen, que obedecerla era lo mejor si querían prosperar, con lo cual hicieron lo mandado por Aristeas. Y en efecto, al lado del mismo ídolo de Apolo está al presente una estatua que lleva el nombre de Aristeas, y alrededor de ella unos laureles de bronce. Dicho ídolo se ve en la plaza.

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