CXV

En efecto, los de Atenas con esta acometida se apoderaron de siete naves. Los bárbaros, haciéndoles retirar desde las otras, y habiendo otra tomado a bordo los esclavos de Eretria que habían dejado en una isla, siguieron su rumbo la vuelta de Sunio, con el intento de dejarse caer sobre la ciudad, primero que llegasen allá los atenienses. Corrió por válido entre los atenienses, que por artificio de los Alcmeónidas formaron los persas el designio de aquella sorpresa, fundándose en que estando ya los persas en las naves levantaron ellos el escudo, que era la señal que tenían concertada.

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