Volviendo a los Alcmeónidas, mucha admiración me causa, y no tengo por verdadero lo que de ellos se cuenta, que de concierto con los persas les mostrasen el escudo en señal de querer que Atenas fuese presa de los bárbaros y entregada al dominio de Hipias; pues ellos se mostraron más enemigos de los tiranos, o tanto por lo menos, como Calias, hijo de Fenipo y padre de Hipónico, quien fue el único entre todos los atenienses que después de echado Pisístrato de Atenas se atrevió a comprar sus bienes confiscados y vendidos a voz de pregonero, fuera de que en otras mil cosas más dio un público testimonio del odio que le tenía.