En otra cosa se asemejan los espartanos a los persas: en que el nuevo rey y sucesor del difunto, al tomar posesión de la corona, perdona las deudas que todo espartano tuviese con su predecesor o con el estado mismo, cosa parecida a lo que pasa entre los persas, donde el rey nuevamente subido al trono hace gracia a todos sus vasallos de los tributos ya vencidos y no pagados.