LXVII

He aquí lo sucedido en la causa de deposición del trono contra Demarato, quien después, por motivo de una nueva afrenta que se le hizo, huyendo de Esparta se refugió a la corte de los medos, porque depuesto ya de su dignidad, fue después nombrado para un empleo, que era la presidencia de una danza de niños. Sucedió que estando Demarato viendo y presidiendo aquella función en tiempo de las Gimnopedias (juegos públicos de niños desnudos), Leotiquides, que ocupaba ya su silla de rey, hizo que un criado le preguntase de su parte, por mofa y escarnio, qué tal le parecía presidir de corifeo después de haber mandado como rey. A cuya injuriosa pregunta respondió lleno de resentimiento Demarato, que bien sabía por experiencia lo que uno y otro venía a ser, al paso que Leotiquides aun lo ignoraba; pero que entendiese bien que aquella su insolente pregunta sería para los lacedemonios origen de gran dicha o de miseria suma. Dijo, y embozado, salióse luego del teatro para su casa, y sin dilación alguna prepara un sacrificio y ofrece al dios Júpiter un buey, concluido lo cual hace llamar a su madre.

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