Era mucho el encono entre los de Atenas y los eginetas, quienes antes de satisfacer a las injurias que declarados a favor de los tebanos habían hecho a los primeros, les hicieron un nuevo insulto; pues llevados de cólera y furor contra los atenienses, de quienes se daban por ofendidos, preparándose a la venganza, tomaron la siguiente resolución: Tenían los atenienses en Sunio una nave capitana de cinco remos, que era la famosa Teorida, y estando llena de los personajes principales de la ciudad, apresáronla los eginetas apostados en una celada, y tomada la nave, retuvieron en prisión a todos aquellos ilustres pasajeros. Los atenienses, recibida tan insigne injuria, pensaron que no convenía dilatar la venganza de ella, procurándola tomar por todos los medios posibles.