Esto es lo que sucedió en Tesalia y en Acaya, de donde continuó Jerjes sus marchas hacia Málida por la costa de aquel golfo, en el cual no cesa en todo el día el flujo y reflujo del mar. Hay allí vecino al golfo un terreno llano, en unas partes espacioso y en otras muy angosto; alrededor de la llanura se levantan unos altos e inaccesibles montes, que cierran en torno toda la comarca Málida y se llaman los peñascos traquinios. La primera ciudad que en aquel golfo se encuentra al venir de Acaya es Anticira, bañada por el río Esperquio, que corre desde los enienes y desagua en el mar. Después de este río, a distancia de 20 estadios, hay otro que se llama el Diras, del cual es fama que apareció allí de repente para socorrer a Hércules mientras se estaba abrasando; pasado éste, cosa de otros 20 estadios, se da con otro río llamado el Melas.