CXXV

Vuelto Temístocles de Lacedemonia a Atenas, un tal Timodemo Afidneo, uno de sus enemigos, hombre por otra parte de ninguna fama y lustre, muerto de envidia, dábale allí en rostro con el viaje a Lacedemonia, achacándole que en atención a Atenas y no a su persona había llevado aquella honra y premio. Viendo Temístocles que siempre Timodemo le acosaba con aquella injuria, díjole al cabo: —«Oye, detractor, ni yo siendo Belbinita como tú hubiera sido honrado así por los espartanos, ni tú, amigo, lo serías, por más que fueras como yo ateniense. Pero, basta ya de ello.»

Share on Twitter Share on Facebook