Testamento de Teofrasto

«Habrá salud; pero por si algo sobreviniese, así dispongo: Todo cuanto hay en mi casa lo doy a Melante y a Pancreón, hijos de León. En orden a las cosas propuestas por Hiparco, quiero se haga lo siguiente: primeramente, que se concluya el Museo y estatuas de las diosas, y si puede además añadirse algún ornato más bello. Ítem, que la imagen de Aristóteles se coloque en el templo, y los demás donativos o presentallas que estaban antes en el mismo templo. Ítem, que el portiquillo que había a la entrada del Museo se reedifique no inferior al primero, y que las tablas en que están delineados los círculos de la tierra se coloquen en el pórtico de abajo. Ítem, que se restaure el ara de modo que quede perfecta y decente. Quiero que se construya la imagen de Nicómaco, y Praxíteles, que hizo el modelo, hará también los demás gastos (327), y que sea colocada donde pareciere bien a los que tuvieren el encargo de las otras cosas ordenadas en este testamento. Esto es lo que dispongo respecto al templo y donativos.

6. »La heredad que tengo en Estagira la doy a Calino; y todos mis libros a Neleo. El huerto, el paseo y todas las habitaciones contiguas al huerto lo doy a mis infraescritos amigos, si quieren estar juntos en la escuela y filosofar de consuno; bien que como no es posible que siempre estén ausentes de sus patrias todos los hombres, no podrán los referidos enajenarlo, ni aun poseerlo como propio, sino en general como cosa sagrada, habitar allí todos en común y usar de todo ello familiar y amigablemente, como conviene y es justo. Los que vivirán allí en compañía serán Hiparco, Neleo, Estratón, Calino, Demótimo, Demarato, Calístenes, Melante, Pancreón y Nicipo. Si quisiere filosofar Aristóteles, hijo de Midio y de Pitíada, tendrá derecho a participar de dichas cosas. De éste tendrán todo cuidado los más ancianos, para que se aplique con el mayor ahínco a la filosofía. Mi cuerpo será enterrado en aquel paraje del huerto que más cómodo pareciere, no haciendo cosa alguna superflua acerca del funeral y sepulcro.

7. »Quiero asimismo que después de mi muerte y sepultura, y reparados templo, huerto y paseo según se ha dicho, Pompilo, que allí habita, cuide de ello igualmente que de las cosas que antes cuidaba, mirando a la utilidad de los que la poseen. Pompilo y Treptas, libertos míos hace tiempo y que me han sido muy útiles, tengo por conveniente posean sin algún menoscabo las cosas que yo les haya dado, las que ellos hayan granjeado, lo que mandé les diese Hiparco, y además dos mil dracmas, según he participado muchas veces a ellos mismos, a Melante y a Pancreón, y me lo han aprobado y aceptado todo. Hágoles también donación de Somatal y de la esclava. De los muchachos doy desde luego libertad a Molón, a Cimón y a Parmenón; pero Manes y Calias quedarán libres después de cuatro años en el huerto, trabajando ambos sin reprensión alguna. Cuando de los muebles de casa se hubiesen dado a Pompilo aquellos que bien pareciese a mis ejecutores, lo restante se reducirá a dinero. De Carión hago donación a Demócrito, y de Donaco a Neleo; pero Eubión sea vendido. Dará Hiparco a Calino tres mil dracmas. A no considerar que Hiparco me ha sido muy útil en otro tiempo, y ahora ha padecido graves menoscabos, ordenaría que partiese el goce de mi herencia con Melante y Pancreón; pero por cuanto veo que no es fácil la puedan administrar de mancomún, y tengo por más útil a aquéllos les dé Hiparco alguna cosa, dará Hiparco a Melante y a Pancreón un talento a cada uno. Dará también Hiparco a mis ejecutores lo que costaren las obras mandadas hacer en mi testamento, luego que cada una esté concluida. Administradas estas cosas por Hiparco, quede libre de todas deudas y obligaciones conmigo; y si en mi nombre viniese a Hiparco algún útil en Calcides, sea suyo. Los ejecutores de las cosas escritas en este testamento serán: Hiparco, Neleo, Estratón, Calino, Demótimo, Calístenes y Ctesarco.» Una de las copias del testamento, selladas con el anillo de Teofrasto, se dio a Hegesias, hijo de Hiparco. Fueron testigos Calipo Pelaneo, Filómelo Euonumeo, Lisandro Hibees y Filión Alopecense. La segunda la hubo Olimpiodoro; testigos fueron los mismos; y otra recibió Adimanto de mano de su hijo Andróstenes que se la llevó de casa de Teofrasto; sus testigos Aimnesto hijo de Cleóbulo, Lisístrato Tasio hijo de Fidón, Estratón Lampsaceno hijo de Arcesilao, Tesipo hijo de Tesipo, de oficio alfarero, y Discórides Epicefio hijo de Dionisio.

8. Este es el tenor de su testamento. Hay quien dice que el médico Erasístrato fue discípulo suyo; lo cual es verosímil.

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(316) Los latinos lo llaman fullo; los griegos χναφέυς. No me consta quién ejerce hoy este oficio. Parece que fullo se llamaba el que con sucos de hierbas, tierras u otras cosas quitaba las manchas de la ropa, sacaba el aceite de las lanas, paños, etc. Malaquías, 3-2, etc., quasi herba fullonum.
(317) En la vida de Platón, pár. 3, se cita este mismo libro VIII de Atenodoro περιπάτων. Véase la nota 198.
(318) Leucipo, según el mismo Laercio en su vida, lib. IX, pár. 1, no fue de Eresia, y por consiguiente no fue paisano de Teofrasto. Acaso hubo otro Leucipo. Henr. Estéfano escribía Alcippo, como tienen algunos códices; otros códices leen Lacippo.
(319) χαί εν τοϊς όμοίοις ή: et in similibus esset.
(320) Πρός Άναξαγόραν.
(321) Τής μεταρσιολεσχίας.
(322) ένστάσεων: puede significar De controversias.
(323) άθροων. Parece puede traducirse De los fenómenos frecuentes, o que suceden a menudo; y aun De los que vienen juntos con otros, que en latín diríamos confertim.
(324) Añado las palabras no según Aristóteles, para diferenciarlo del antecedente. El texto es: Περί ήδονής άλλο
(325) O sean, Posiciones, Οέσεις.
(326) Ésta es, sin duda, la misma obra puesta arriba, repetida aquí inadvertidamente. Existe todavía este pequeño escrito y otras cositas de Teofrasto, como son la Historia de las plantas, un tratado De las piedras y dos Cartas. Todo lo demás se ha perdido.
(327) Esto es, hará la estatua en piedra.

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