Tu arreglo matrimonial: ¡mira que no sea un mal arreglo! Has arreglado demasiado apresuradamente: de ahí se deriva la ruptura del matrimonio.
Y más vale romper el matrimonio que doblar el matrimonio, mentir el matrimonio! - Así me habló una mujer: "De hecho, rompí el matrimonio, pero primero el matrimonio me rompió a mí.
Los mal emparejados son los más revanchistas: hacen sufrir a todos los que ya no corren solos.
Por eso quiero que los honestos se digan unos a otros: "Nos amamos: ¡procuremos mantener nuestro amor! ¿O nuestro compromiso será un desatino?"
- "¡Danos un plazo y un pequeño matrimonio, para que veamos si somos aptos para el gran matrimonio! Es un gran asunto ser siempre dos".
Así aconsejo a todos los honrados; y ¡qué sería de mi amor al Superhombre, y a todo lo que ha de venir, si aconsejara y hablara de otra manera!
No sólo para propagaros hacia adelante, sino hacia arriba; para ello, oh hermanos míos, ¡que el jardín del matrimonio os ayude!