5.

Así desea el tipo de almas nobles: no desean tener nada gratuitamente, y menos la vida.

El que es de la plebe desea vivir gratuitamente; nosotros, en cambio, a quienes la vida se nos ha dado, siempre estamos considerando qué es lo mejor que podemos dar a cambio.

Y, en verdad, es una noble sentencia la que dice: "Lo que la vida nos promete, esa promesa la cumpliremos... ¡a la vida!".

No hay que querer disfrutar donde no se contribuye al disfrute. Y uno no debería desear disfrutar.

Porque el disfrute y la inocencia son las cosas más tímidas. No les gusta ser buscados. Uno debería tenerlos, pero debería buscar la culpa y el dolor.

 

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