CAPÍTULO IV. APOTEGMAS E INTERLUDIOS

63. El que es un maestro cabal toma las cosas en serio -y hasta a sí mismo- sólo en relación con sus alumnos.

 

64. "El conocimiento por sí mismo": esa es la última trampa tendida por la moral: así quedamos completamente enredados en la moral una vez más.

 

65. El encanto del conocimiento sería pequeño, si no hubiera que superar tanta vergüenza en el camino hacia él.

 

65A. Somos muy deshonrosos con nuestro Dios: no se le permite pecar.

 

66. La tendencia de una persona a dejarse degradar, robar, engañar y explotar podría ser la desconfianza de un Dios entre los hombres.

 

67. El amor a uno solo es una barbaridad, pues se ejerce a costa de todos los demás. ¡El amor a Dios también!

 

68. "Yo hice eso", dice mi memoria. "Yo no podría haber hecho eso", dice mi orgullo, y permanece inexorable. Al final, la memoria cede.

 

69. Uno ha mirado la vida con descuido, si no ha visto la mano que mata con indulgencia.

 

70. Si un hombre tiene carácter, tiene también su experiencia típica, que siempre se repite.

 

71. EL SABIO COMO ASTRONOMO.-Mientras sientas las estrellas como un "encima de ti", te falta el ojo del que discierne.

 

72. No es la fuerza, sino la duración de los grandes sentimientos lo que hace a los grandes hombres.

 

73. El que alcanza su ideal, precisamente así lo supera.

 

73A. Muchos pavos reales esconden su cola de todas las miradas y lo llaman su orgullo.

 

74. Un hombre de genio es insoportable, si no posee al menos dos cosas más: gratitud y pureza.

 

75. El grado y la naturaleza de la sensualidad de un hombre se extiende hasta las más altas altitudes de su espíritu.

 

76. En condiciones de paz el hombre militante se ataca a sí mismo.

 

77. Con sus principios un hombre busca o bien dominar, o bien justificar, o bien honrar, o bien reprochar, o bien ocultar sus hábitos: dos hombres con los mismos principios probablemente buscan con ellos fines fundamentalmente diferentes.

 

78. El que se desprecia a sí mismo, sin embargo se estima a sí mismo por ello, como un despreciador.

 

79. Un alma que se sabe amada, pero que no se ama a sí misma, traiciona su sedimento: su escoria sale a flote.

 

80. Una cosa explicada deja de preocuparnos: ¿qué quiso decir el Dios que dio el consejo: "¡Conócete a ti mismo!"? ¿Insinuó acaso "¡Deja de preocuparte por ti mismo! hazte objetivo!"-¿Y Sócrates?-¿Y el "hombre científico"?

 

81. Es terrible morir de sed en el mar. ¿Es necesario que sales tu verdad de tal manera que ya no sacie la sed?

 

82. "Simpatía para todos"-sería dureza y tiranía para TI, mi buen vecino.

 

83. INSTINTO-Cuando la casa está en llamas se olvida hasta la cena-Sí, pero se recupera de entre las cenizas.

 

84. La mujer aprende a odiar en la medida en que olvida cómo encantar.

 

85. Las mismas emociones están en el hombre y en la mujer, pero en diferente TEMPO, por eso el hombre y la mujer nunca dejan de entenderse.

 

86. En el fondo de toda su vanidad personal, la mujer misma tiene todavía su desprecio impersonal por la "mujer".

 

87. CORAZÓN FETERADO, ESPÍRITU LIBRE-Cuando uno encadena firmemente su corazón y lo mantiene prisionero, puede permitirse muchas libertades en su espíritu: Ya lo dije una vez Pero la gente no lo cree cuando lo digo, a no ser que ya lo sepa.

 

88. Uno empieza a desconfiar de las personas muy inteligentes cuando se avergüenzan.

 

89. Las experiencias espantosas plantean la cuestión de si quien las experimenta no es también algo espantoso.

 

90. Los hombres pesados y melancólicos se vuelven más ligeros, y salen temporalmente a la superficie, precisamente por aquello que hace pesados a los demás: el odio y el amor.

 

91. Tan frío, tan helado, que uno se quema el dedo al tocarlo. Y por eso mismo muchos lo consideran al rojo vivo.

 

92. ¿Quién no se ha sacrificado alguna vez por su buen nombre?

 

93. En la afabilidad no hay odio a los hombres, pero precisamente por eso hay demasiado desprecio a los hombres.

 

94. La madurez del hombre: es decir, haber readquirido la seriedad que se tenía de niño en el juego.

 

95. Avergonzarse de la propia inmoralidad es un peldaño de la escalera al final de la cual uno se avergüenza también de su moralidad.

 

96. Hay que separarse de la vida como Ulises se separó de Nausicaa, bendiciéndola y no enamorándose de ella.

 

97. ¿Qué? ¿Un gran hombre? Siempre veo simplemente el actor de su propio ideal.

 

98. Cuando uno entrena su conciencia, ésta le besa mientras le muerde.

 

99. EL DESAPROBADO HABLA: "Escuché el eco y sólo oí alabanzas".

 

100. Todos nos fingimos más simples de lo que somos, así nos relajamos lejos de nuestros semejantes.

 

101. Uno que discierne podría fácilmente considerarse a sí mismo en la actualidad como la animalización de Dios.

 

102. El descubrimiento del amor recíproco debe realmente desencantar al amante con respecto a la amada. "¿Qué? ¿Es lo suficientemente modesta como para amarte incluso a ti? ¿O lo suficientemente estúpida? O..."

 

103. EL PELIGRO EN LA FELICIDAD.-"Ahora todo me sale mejor, ahora amo todo destino:-¿quién querría ser mi destino?"

 

104. No su amor a la humanidad, sino la impotencia de su amor, impide a los cristianos de hoy quemarnos.

 

105. La pia fraus es todavía más repugnante al gusto (la "piedad") del espíritu libre (el "hombre piadoso del conocimiento") que la impia fraus. De ahí la profunda falta de juicio, en comparación con la Iglesia, característica del tipo "espíritu libre" -como SU no-libertad.

 

106. Por medio de la música se divierten las propias pasiones.

 

107. Señal de carácter fuerte, cuando una vez tomada la resolución, se cierra el oído incluso a los mejores contraargumentos. Ocasionalmente, por tanto, una voluntad de estupidez.

 

108. No existen los fenómenos morales, sino sólo una interpretación moral de los fenómenos.

 

109. El delincuente no suele estar a la altura de su hecho: lo atenúa y lo difama.

 

110. Los defensores de un criminal rara vez son lo suficientemente artistas como para convertir la hermosa terribilidad del hecho en beneficio del hacedor.

 

111. Nuestra vanidad es más difícil de herir justo cuando nuestro orgullo ha sido herido.

 

112. Para quien se siente preordenado a la contemplación y no a la creencia, todos los creyentes son demasiado ruidosos y molestos; se guarda de ellos.

 

113. "¿Quieres preposicionarle a tu favor? Entonces debes avergonzarte ante él".

 

114. La inmensa expectativa con respecto al amor sexual, y la timidez en esta expectativa, estropea de entrada todas las perspectivas de las mujeres.

 

115. Donde no hay amor ni odio en el juego, el juego de la mujer es mediocre.

 

116. Las grandes épocas de nuestra vida están en los puntos en que ganamos valor para rebautizar nuestra maldad como lo mejor de nosotros.

 

117. La voluntad de superar una emoción, es en última instancia sólo la voluntad de otra, o de varias otras, emociones.

 

118. Hay una inocencia de la admiración: la posee aquel a quien aún no se le ha ocurrido que él mismo pueda ser admirado algún día.

 

119. Nuestra aversión a la suciedad puede ser tan grande que nos impida limpiarnos, "justificarnos".

 

120. La sensualidad suele forzar demasiado el crecimiento del amor, de modo que su raíz queda débil, y se arranca fácilmente.

 

121. Es curioso que Dios aprendiera griego cuando quiso convertirse en autor, y que no lo aprendiera mejor.

 

122. Alegrarse por la alabanza es en muchos casos mera cortesía de corazón, y todo lo contrario de la vanidad de espíritu.

 

123. Hasta el concubinato ha sido corrompido por el matrimonio.

 

124. El que se regocija en la hoguera, no triunfa sobre el dolor, sino por el hecho de no sentir dolor donde lo esperaba. Una parábola.

 

125. Cuando tenemos que cambiar una opinión sobre alguien, cargamos fuertemente a su cuenta las molestias que con ello nos causa.

 

126. Una nación es un desvío de la naturaleza para llegar a seis o siete grandes hombres.

 

127. A los ojos de todas las mujeres verdaderas la ciencia es hostil al sentido de la vergüenza. Se sienten como si uno quisiera espiar bajo su piel con ella -¡o peor aún! bajo su vestido y sus galas.

 

128. Cuanto más abstracta es la verdad que se quiere enseñar, más hay que atraer a los sentidos hacia ella.

 

129. El diablo tiene las más amplias perspectivas para Dios; por eso se mantiene tan alejado de él: el diablo, en efecto, como el más antiguo amigo del conocimiento.

 

130. Lo que una persona ES comienza a traicionarse cuando su talento disminuye,-cuando deja de mostrar lo que PUEDE hacer. El talento es también un adorno; un adorno es también una ocultación.

 

131. Los sexos se engañan mutuamente: la razón es que en realidad sólo se honran y se aman a sí mismos (o a su propio ideal, para expresarlo más agradablemente). Así, el hombre desea que la mujer sea pacífica: pero en realidad la mujer es ESENCIALMENTE no pacífica, como el gato, por muy bien que haya asumido el comportamiento pacífico.

 

132. Uno es castigado mejor por sus virtudes.

 

133. El que no puede encontrar el camino hacia SU ideal, vive más frívolamente y sin vergüenza que el hombre sin ideal.

 

134. De los sentidos se origina toda la confianza, toda la buena conciencia, toda la evidencia de la verdad.

 

135. El fariseísmo no es un deterioro del hombre bueno; una parte considerable del mismo es más bien una condición esencial para ser bueno.

 

136. El uno busca un accoucheur para sus pensamientos, el otro busca a alguien a quien pueda ayudar: así se origina una buena conversación.

 

137. En el trato con los eruditos y con los artistas se cometen con facilidad errores de signo contrario: en un erudito notable se encuentra no pocas veces un hombre mediocre; y a menudo, incluso en un artista mediocre, se encuentra un hombre muy notable.

 

138. Hacemos lo mismo cuando estamos despiertos que cuando soñamos: sólo inventamos e imaginamos a aquel con quien tenemos relaciones, y lo olvidamos inmediatamente.

 

139. En la venganza y en el amor la mujer es más bárbara que el hombre.

 

140. CONSEJO COMO JUGADA.-"Si la banda no ha de romperse, muérdela primero: ¡segura de hacer!"

 

141. El vientre es la razón por la que el hombre no se toma tan fácilmente por un Dios.

 

142. La frase más castiza que jamás he oído: "En el verdadero amor es el alma la que envuelve el cuerpo".

 

143. Nuestra vanidad quisiera que lo que mejor hacemos pasara precisamente por lo que nos resulta más difícil.-Sobre el origen de muchos sistemas de moral.

 

144. Cuando una mujer tiene inclinaciones eruditas, generalmente hay algo malo en su naturaleza sexual. La esterilidad misma conduce a una cierta virilidad de gusto; el hombre, en efecto, si se me permite decirlo, es "el animal estéril."

 

145. Comparando al hombre y a la mujer en general, se puede decir que la mujer no tendría el genio para el adorno, si no tuviera el instinto para el papel SECUNDARIO.

 

146. El que lucha con los monstruos debe tener cuidado para no convertirse en un monstruo. Y si miras mucho tiempo a un abismo, el abismo también te mirará a ti.

 

147. De las viejas novelas florentinas -más aún, de la vida-: Buona femmina e mala femmina vuol bastone.-Sacchetti, nov. 86.

 

148. Seducir al prójimo a una opinión favorable, y después creer implícitamente en esta opinión del prójimo: ¿quién puede hacer este truco de prestidigitación tan bien como las mujeres?

 

149. Lo que una época considera malo suele ser un eco inoportuno de lo que antes se consideraba bueno: el atavismo de un viejo ideal.

 

150. En torno al héroe todo se convierte en una tragedia; en torno al semidiós todo se convierte en una obra satírica; y en torno a Dios todo se convierte en... ¿qué? quizás en un "mundo"?

 

151. No basta con poseer un talento: también hay que tener su permiso para poseerlo;-¿eh, amigos míos?

 

152. "Donde está el árbol del conocimiento, está siempre el Paraíso": así lo dicen las serpientes más antiguas y más modernas.

 

153. Lo que se hace por amor siempre tiene lugar más allá del bien y del mal.

 

154. La objeción, la evasión, la alegre desconfianza y el amor a la ironía son signos de salud; todo lo absoluto pertenece a la patología.

 

155. El sentido de lo trágico aumenta y decae con la sensualidad.

 

156. La locura en los individuos es algo raro; pero en los grupos, partidos, naciones y épocas es la regla.

 

157. El pensamiento del suicidio es un gran consuelo: mediante él se supera con éxito muchas malas noches.

 

158. No sólo nuestra razón, sino también nuestra conciencia, se pliega a nuestro impulso más fuerte: el tirano que llevamos dentro.

 

159. Hay que pagar el bien y el mal; pero ¿por qué sólo a la persona que nos hizo el bien o el mal?

 

160. Uno ya no ama lo suficiente su conocimiento después de haberlo comunicado.

 

161. Los poetas actúan con desvergüenza ante sus experiencias: las explotan.

 

162. "Nuestro semejante no es nuestro prójimo, sino el prójimo de nuestro prójimo":-así piensan todas las naciones.

 

163. El amor saca a la luz las cualidades nobles y ocultas de un amante -sus rasgos raros y excepcionales-: por eso puede ser engañoso en cuanto a su carácter normal.

 

164. Jesús dijo a sus judíos: "La ley era para los siervos; ¡ama a Dios como yo lo amo, como su Hijo! Qué tenemos que ver los Hijos de Dios con la moral!".

 

165. A LA VISTA DE TODAS LAS PARTES.-Un pastor tiene siempre necesidad de un pastor de campanas, o tiene que ser él mismo pastor de vez en cuando.

 

166. Se puede, en efecto, mentir con la boca; pero con la mueca que la acompaña se dice, sin embargo, la verdad.

 

167. Para los hombres vigorosos la intimidad es un asunto de vergüenza, y algo precioso.

 

168. El cristianismo le dio de beber veneno a Eros; no murió por ello, ciertamente, sino que degeneró en vicio.

 

169. Hablar mucho de uno mismo puede ser también un medio de ocultarse.

 

170. En la alabanza hay más obcecación que en la culpa.

 

171. La lástima tiene un efecto casi ridículo en un hombre de conocimiento, como las manos tiernas en un cíclope.

 

172. Uno abraza de vez en cuando a uno u otro, por amor a la humanidad (porque no se puede abrazar a todos); pero esto es lo que nunca se debe confesar al individuo.

 

173. No se odia mientras se desprecia, sino sólo cuando se estima igual o superior.

 

174. Vosotros, los utilitaristas, también amáis el UTILE sólo como un VEHÍCULO para vuestras inclinaciones, también vosotros encontráis realmente insoportable el ruido de sus ruedas.

 

175. Uno ama en última instancia sus deseos, no la cosa deseada.

 

176. La vanidad de los demás sólo es contraria a nuestro gusto cuando es contraria a nuestra vanidad.

 

177. Respecto a lo que es la "veracidad", quizá nadie haya sido nunca suficientemente veraz.

 

178. Uno no cree en las locuras de los hombres inteligentes: ¡qué pérdida de los derechos del hombre!

 

179. Las consecuencias de nuestros actos nos agarran por la horquilla, muy indiferentes a que entretanto nos hayamos "reformado."

 

180. Hay una inocencia en la mentira que es el signo de la buena fe en una causa.

 

181. Es inhumano bendecir cuando uno está siendo maldecido.

 

182. La familiaridad de los superiores le amarga a uno, porque puede no ser devuelta.

 

183. "Estoy afectado, no porque me hayas engañado, sino porque ya no puedo creer en ti".

 

184. Hay una altanería de la bondad que tiene la apariencia de la maldad.

 

185. "Me desagrada."-¿Por qué?

 

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