II

Abril 12 de 18....


....¡Bien hacía yo en no dudar! La dicha más inmensa me sonrie; la felicidad más completa llena mi espíritu!

¡Soy el poseedor de la belleza tantas veces deseada, y la voz de Elisa llega hasta mí como música sublime que me extasía!...

Dos meses ha que la estreché por primera vez entre mis brazos ¡Dos meses que he vivido en el Paraiso!...

Y, como si faltara aún algo á mi dicha, he escuchado hoy de sus labios temblorosos de alegría, la fausta nueva de mi próxima paternidad, lazo que unirá aun más estrechamente -si esto es posible- nuestros corazones llenos del amor más grande.

Desde ahora mi cariño hácia Elisa parece aumentar: siento algo mío, una parte de mi ser, que palpita en sus entrañas, que vive de su vida, que está en eterno diálogo con ella, relatándole lo que pasa en mi espíritu, señalándola el lugar que en él ocupan ambos.

¡Dia de felicidad! ¡Después de haber hecho llegar un rayo de sol, esplendoroso y puro, hasta el fondo de mi alma, dejas en ella un recuerdo imborrable que nunca cesará de acompañarme en las rudas batallas de la vida!..

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