ESCENA XIII

Electra, Evarista, El Marqués, Máximo.

Marqués. He tardado un poquitín.

Evarista. No por cierto. ¿Estuvo usted en el estudio de Máximo? (Se forman dos grupos: Electra y Máximo a la izquierda; Evarista y el Marqués a la derecha.)

Marqués. Sí, señora. Es un prodigio este hombre. (Sigue ponderando lo que ha visto en el laboratorio.)

Electra (suspirando). Sí, Máximo: tengo que consultar contigo un caso grave.

Máximo (con vivo interés). Dímelo pronto.

Electra (recelosa mirando al otro grupo). Ahora no puede ser.

Máximo. ¿Cuándo?

Electra. No sé... no sé cuándo podré decírtelo... No es cosa que se dice en dos palabras.

Máximo. ¡Ah, pobre chiquilla! Lo que te anuncié... ¿Apuntan ya las seriedades de la vida, las amarguras, los deberes?

Electra. Quizás.

Máximo (mirándola fijamente, con vivo interés). Noto en tu rostro una nube de tristeza, de miedo... gran novedad en ti.

Electra. Quieren anularme, esclavizarme, reducirme a una cosa... angelical... No lo entiendo.

Máximo (con mucha viveza). No consientas eso, por Dios... Electra, defiéndete.

Electra. ¿Qué me recomiendas para evitarlo?

Máximo (sin vacilar). La independencia.

Electra. ¡La independencia!

Máximo. La emancipación... más claro, la insubordinación.

Electra. Quieres decir que podré hacer cuanto me dé la gana, jugar todo lo que se me antoje, entrar en tu casa como en país conquistado, enredar con tus hijos, y llevármelos al jardín o a donde quiera.

Máximo. Todo eso, y más.

Electra. ¡Mira lo que dices...!

Máximo. Sé lo que digo.

Electra. ¡Pero si me has recomendado todo lo contrario!

Máximo (mirándola fijamente). En tu rostro, en tus ojos, veo cambiadas radicalmente las condiciones de tu vida. Tú temes, Electra.

Electra. Sí. (Medrosa.)

Máximo. Tú... (Dudando qué verbo emplear. Va a decir amar y no se atreve) deseas algo con vehemencia.

Electra (con efusión). Sí. (Pausa.) Y tú me dices que contra temores y anhelos... insubordinación.

Máximo. Sí: corran libres tus impulsos, para que cuanto hay en ti se manifieste, y sepamos lo que eres.

Electra. ¡Lo que soy! ¿Quieres conocer...?

Máximo. Tu alma...

Electra. Mis secretos...

Máximo. Tu alma... En ella está todo.

Electra (advirtiendo que Evarista la vigila). Chitón. Nos miran.

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