ESCENA VI

Electra, Patros.

Electra (mirando a la muñeca). ¡Pobre Lulú, cómo cuelga! (Imitando la postura de la muñeca, y tentándose el hombro dolorido.) ¡Y cómo duele, ay! (Siéntase meditabunda.) ¡Y aquél esperándome...! ¡Qué triste fue la separación! Lloraba echándome los brazos... yo le prometí volver.

Patros (asomándose cautelosa por la izquierda). Señorita, señorita...

Electra. Entra.

Patros (avanzando con precaución). ¿Hay alguien?

Electra. Estamos solas.

Patros. No hay ocasión como ésta, señorita. Ahora o nunca.

Electra. ¿Vienes de allá?

Patros. De allá vengo... Muchos señores que dicen números... millones y cuatrollones... Adentro, nadie.

Electra (vacilando). ¿Nos atrevemos?

Patros. Fuera miedo.

Electra. ¡Virgen del Carmen, protégeme! (Dirigiéndose a la salida que da al jardín. Detiénese Electra asustada.) Espera. ¿No será mejor que salgamos por el otro lado? ¿Estará mi tía asomada a la ventana del comedor?

Patros. Podría ser. Demos la vuelta por aquí. (Por la izquierda.)

Electra. Por aquí. ¡Animo, valor y miedo! (Salen corriendo por la izquierda.)

Share on Twitter Share on Facebook