Hecho dueño Alejandro de Susa, ocupó en el palacio cuarenta mil talentos en moneda acuñada, y en lo demás, preciosidades y riquezas incalculables. Dícese que sólo en púrpura de Hermíona se encontraron cinco mil talentos, la cual, con estar allí guardada desde hacía ciento noventa años, se conservaba fresca y brillante, como si acabara de ponerse, atribuyéndose esto a que el tinte del color purpúreo se daba con miel, y el color blanco con aceite blanco; pues se veían otros paños que teniendo el mismo tiempo conservaban todo su lustre y toda la viveza de colores. Refiere Dinón que los reyes de Persia hacían llevar hasta agua del Nilo y del Istro, y depositarla en el tesoro con las demás cosas que lo componían, para hacer así patente la grandeza de su imperio, y que dominaban la tierra.