Acerca de sus hijos y de sus matrimonios hay diversidad de opiniones entre los historiadores; porque algunos dicen que ni estuvo casado con otra que con Tracia, ni fue padre sino de una sola hija llamada Pompilia; pero otros además de ésta le dan cuatro hijos, a saber: Pompón, Pino, Calpo y Mamerco, de los cuales dejó cada uno la sucesión de una casa y de una gente distinguida: porque de Pompón descienden los Pomponios; de Pino, los Pinarios; de Calpo, los Calpurnios, y de Mamerco, los Mamercos; a todos los cuales por esto les quedó el sobrenombre de Reges, que viene a ser Reyes. Mas hay otra tercera sentencia de los que acusan a aquellos historiadores de haber querido congraciarse con estas gentes, formando árboles falsos de la descendencia de Numa, y dicen que Pompilia no fue hija de Tacia, sino de otra segunda mujer con quien casó siendo ya rey, llamada Lucrecia. En lo que convienen todos es en que Pompilia casó con Marcio, el cual era hijo de aquel Marcio que exhortó a Numa a que admitiese el reino; porque se trasladó a Roma con él, donde fue elevado a la dignidad de senador; y como compitiendo con Hostilio, por la muerte del mismo Numa en la contienda sobre el reino fuese vencido de aquel, se quitó a sí mismo la vida; pero su hijo Marcio, casado con otra Pompilia, permaneció en Roma y tuvo en hijo a Anco Marcio, que reinó después de Tulio Hostilio. Dejó a este Numa de cinco años al tiempo de su muerte, la que no fue repentina ni pronta, sino que poco a poco, como escribió Pisón, le fueron consumiendo la vejez y una lenta enfermedad, habiendo muerto en la edad de poco más de ochenta años.