Parece que en cuanto a la dedicación tuvo el segundo templo la misma suerte: pues el primero que, como hemos dicho, habiéndolo construido Tarquino lo dedicó Horacio, fue en las guerras civiles pasto de las llamas; entonces levantó Sila el segundo, y en la inscripción de la dedicación se puso el nombre de Catulo, por haber Sila muerto antes. Destruido igualmente éste en los alborotos del tiempo de Vitelio, edificó el tercero Vespasiano, habiéndole seguido en esto la buena suerte que en todas sus cosas; porque habiéndole llevado desde el cimiento hasta su última perfección, logró verle concluido; pero habiendo perecido de allí a poco, no llegó a verle arruinado: en lo que fue tanto más feliz que Sila, que éste murió antes de la dedicación, y él antes de la ruina; porque al mismo tiempo de morir Vespasiano sucedió el incendio del Capitolio. Luego este cuarto de hoy fue construido y consagrado por Domiciano. Dícese que Tarquino gastó en los cimientos cuarenta mil libras de plata: de este que ahora vemos no habría particular ninguno que tuviese bastante hacienda para pagar solamente el dorado, que se dice haber costado más de doce mil talentos. Las columnas fueron cortadas en las canteras del monte Pentélico, siendo muy hermosas por la proporción de su grueso con la longitud, pues las vi en Atenas. Labradas y pulimentadas de nuevo en Roma, no ganaron tanto en lustre como perdieron en simetría, habiendo quedado más gastadas y delgadas de lo que convenía. Mas aquel que se maraville de la riqueza del Capitolio, que vea en el palacio de Domiciano un solo pórtico, o basílica, o baño, o habitación de las mancebas, y a manera de lo que Epicarmo escribió contra un hombre pródigo: No eres un bienhechor, sino un enfermo; gozas dando el dinero a manos llenas. podría aplicar una expresión semejante a Domiciano: no eres religioso mi magnánimo: estás enfermo, complaciéndote en hacer suntuosos edificios, y queriendo, como el otro Midas, que todas las cosas te se conviertan en oro y mármoles. Mas baste por ahora lo dicho sobre este punto.