IMITACIÓN

Una ola insondable de invencible orgullo,

un misterio y un sueño, tal debió parecer mi

primera edad. Yo añado que ese sueño estaba

atravesado por un pensamiento huraño, siempre

despierto, de seres que han existido, y que mi

espíritu no hubiera apercibido jamás si los

hubiera dejado pasar cerca de mi, bajo mi ensoñadora

pupila. Que ningún otro, acá abajo,

herede esta visión de mi espíritu, de esos pensamientos

que a cada instante quisiera dominar

y que se extienden como un hechizo sobre mi

alma. Porque, al fin, esa brillante esperanza

y ese tiempo liviano se han ido, y mi reposo

terrestre, me ha dejado, él también, con un

suspiro, al pasar. Entre tanto, no me preocupo

de que él perezca con un pensamiento que

entonces amaba....!

1827.