Notas a Pie de Página.

[A]

Véase Tacke: Die Fabeln des Erzpriesters von Hita, in Bahmen der mittelalterlichen Fabelliteratur nebst einer Analyse des Libro de buen amor. Breslau, 1911 (32 págs.)

[B]

Véase Cejador, Historia crítica de la antigua lírica popular, t. V de La verdadera poesía castellana. Madrid, 1921-1930, nueve volúmenes.

[C]

"Las Grandes virtudes y hazañas de este nuevo Prelado mejor será pasallas en silencio, que quedar en este cuento cortos." Mariana. H.E., 16, 5.

[D]

Véase Cejador, Vocabulario medieval castellano.

[E]

Este es el verdadero título del libro, como se ve por las coplas 13, 3; 933, 2; 1630, 1; no el que Janer le puso de Libro de Cantares, por la copla 3, pues es tan genérico como el de Libro del Arcipreste de Hita, con que el Marqués de Santillana le llamó en su Proemio. Menéndez y Pelayo (Líric. cas., t. 3, págs. lxx) dijo que se ha de tomar "este vocablo amor, no solamente en su sentido literal, sino en el muy vago que los provenzales le daban, haciéndole sinónimo de cortesía, de saber gentil y aun de poesía". No entender el título de un libro es no entender el libro, y el del Arcipreste es tan claro como su título. El intento del Arcipreste, como él dice, es traer al hombre mundano del loco amor deste mundo al buen amor, que es el de Dios. El mismo tuvo el Arcipreste de Talavera, un siglo más tarde, en su Corvacho. ¡Cuán diferente fué el de Jean de Meun en su Roman de la Rose, aunque, según sus palabras, fuera llevar de la fole amor al bone amor! Con tan parecidos vocablos distan tanto una de otra obra, como del amor de Dios dista la propagación de la especie, que es adonde tira el famoso Roman francés. El cual ha probado Frederick Bliss Luquiens no haber influído para nada en el libro de nuestro Arcipreste, a pesar de tener asuntos tan comunes a cada paso (The Roman de la Rose and medieval Castilian literature, en Romanische Forschungen, vol. XX, pág. 284). Por eso llama el Arcipreste locura al amor mundano a cada paso. Este intento suyo, encerrado en el título, ha de tenerlo siempre presente el lector, si desea entender la mente del que lo escribió y no sacar las cosas de quicio, como lo han hecho la mayor parte de los que de Hita hablaron.

[1]

Invocación llena de gravedad, de sinceridad y de unción. Cabtivo pronúnciese cautivo, y vale cautividad.—Coytado, con y, para que no forme diptongo con la vocal anterior: es el acongojado con coitas ó cuitas. Cacer., ps. 13: Porque es un cuitado fía tanto en Dios. Hallábase preso el Arcipreste cuando esto escribía; así es de hondo y sincero el sentimiento que le trae á la memoria á los personajes históricos perseguidos por causas semejantes á la suya, que hemos dicho debió de ser falsa delación de los clérigos talaveranos, en cuyos pechos debía de hervir el encono contra quien tan varonilmente supo criticar su vida desgarrada. Dios sacó á los judíos, manu forti, á puros prodigios de Moisés. (Exodo.) Sacó á Daniel del pozo adonde le echaron á que le devorasen los leones por envidia de los demás gobernadores, sobre los cuales le había puesto el rey de Babilonia, Darío (Daniel, 6). La reina Ester (Ester, 8), judía de nación, logró del rey Asuero un decreto en favor del pueblo judío, tan esclavizado en Asiria como antes en Egipto.

[2]

Reyna, ayna, con y, que lleva el acento, y, como en coytado, no hace diptongo. Reína y aína sonaban, de re(g)ina(m) el primero; ayna, presto, todavía vulgar. Quev., Cuent. de c.: Y no me echen de vicio, que podrá heder el negocio más aína que piensan.—Dino fué clásico y es vulgar por digno, como endino de indignu(m).—Lazeria, trabajo, miseria. Trat. Arg., 1: ¿Qué buscas en la miseria, | amor de gente cautiva? | Déjala que muera o viva | con su pobreza y laceria.—Falta un vocablo en -ína detrás de presión, por prisión, de pression(em), vale apuro, pena (c. 787), y aquí también prisión, en la que escribía (c. 1709).

[3]

Libreste por libraste, de lib(e)ra(v)isti, así como libraste de lib(e)rasti. Al profeta Daniel, del lago ó cisterna de los leones. Los gentiles, vasallos de la reina Lupa, procuraron apoderarse de los huesos de Santiago cuando fueron llevados en el arca marmórica por los discípulos desde Padrón al burgo de los Tamárigos, donde hoy yacen: la leyenda está en la falsa Crónica de Turpín. Conforme con la creencia popular, atribuye el Arcipreste lo del dragón que dicen se tragó á Santa Margarita, á Santa Marina, confundiendo á estas dos Santas. Gran devoción se tuvo á Santa Marina, y se le levantaron templos en Sevilla, Córdoba, León y, sobre todo, en la provincia de Orense, donde la leyenda pone que fué martirizada por el Prefecto Olibrio, enamorado de ella y desdeñado. (Véase Flórez, Esp. Sagr., t. 17, pág. 216.)

[4]

Conpaña es posverbal de conpañ-ar y colectivo de conpaño, y vale lo que compañía, gente que acompaña y sigue, y acción de acompañar; úsase todavía en Andalucía. Cabr., pág. 223: Fuéronse tras él las compañas. Idem, 509: Comienza el Señor á hacer un largo sermón... diciendo á las compañas. J. Enc., 259: Dios salva, compaña nobre. Nótese que nunca se hace m la n ante b o p.—Tan maña de tan magna, tan grande, de donde tamaño, tamaña.—Tirar por sacar, como en francés, muy castizo. Traged. Policiana, 2: Tiradme de aquí estas botas. H. Núñez: Boñiga de marzo tira manchas cuatro; boñiga de abril tira manchas mil. Buena vida, arrugas tira. [Véase Cejador, Vocab. medieval y Leng. de Cervantes, II, Tirar.]

Esta falsa conpaña fueron aquellos jueces y viejos verdes que, no pudiendo vencer la castidad de Susana, la condenaron, librándola Dios por testimonio de Daniel, mozo á la sazón, á quien fué revelado de lo alto lo que ellos guardaban en sus corazones (Daniel, 13). "No sólo castigó sus verdes años—dice Juan de Torres (Filosofía moral de príncipes, 18, 2)—con la mano flaca de un mocito, sino que lo que ellos intentaron en secreto, echó Dios en la plaza, y lo que desearon esconder en los rincones, hizo auto público, para que viniese á noticia de todos."

[5]

La x de Mexías por influjo morisco. Véase el libro de Jonás.

[6]

Tras lisión falta lo que cortó el encuadernador, así como en acipre. Véase Daniel, 3. Acerca de San Pedro en Mateo, 14: "Mas viendo el viento fuerte, tuvo miedo; y comenzándose á hundir, dió voces, diciendo: Señor, sálvame. Y luego Jesús, extendiendo la mano, trabó de él y le dice: Oh hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?"

[7]

Aun por además, como adhuc.—Fabrar por fablar (sonaba habrar), rústico, passim en nuestros dramaturgos primitivos.—Sey se usa todavía en muchas partes, de se(d)e, sei. El Arcipreste, desenmascarando á los clérigos de Talavera, hizo á Dios servicio, y no menos lo hizo con este su libro, glosa y extensión de aquella sátira. Fué, pues, uno de los servidores que no temen decir la verdad. "Y aun á príncipes y á reyes seréis llevados por causa de mí, por testimonio a ellos y a los Gentiles. Mas cuando os entregaren no os apuréis por cómo ó qué hablaréis: porque en aquella hora os será dado qué habéis de hablar. Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros" (Mateo, 10, 18). Este servicio presenta á Dios para que le libre de los traydores, que con falsas delaciones le llevaron á la prisión. Mentira parece no hayan entendido cosa tan clara los que tan á espaldas de estos sentimientos del Arcipreste le tuvieron por clérigo de mal vivir y de peor intención al escribir su obra. Así esta invocación, que sin duda se les pasó por alto, es una sentidísima confesión del Arcipreste de su intento al escribirla y del estado apenadísimo de su ánimo al tomar la pluma, perseguido como se veía injustamente.

[8]

Grabiel por Gabriel, metátesis vulgar, hoy igualmente.—Hacerle cierto, frase clásica. J. Pin., Agr., 11, 21: Y os hago cierto que muchos. Quij., 1, 10. Y esto se te hiciera cierto, si hubieras leído tantas historias como yo.

[9]

Hemanuel, nobiscum Deus, Dios con nosotros, uno de los nombres del Mesías, libertador de los hombres.

[10]

Mescladores, como mestureros, son los enredadores, revoltosos y cizañeros.

[F]

La ortografía latina la corrijo siempre sin más advertir. Por hombre traen los manuscritos las formas onbre y ome: esta segunda manera, á veces con tilde sobre la m, que yo dejo de poner. Es esta prosa un comento del título del libro, en la cual pone su intento de traer á todos al buen amor, que es el de Dios; pero, como el Arcipreste era un verdadero hombre de cuerpo entero, sin las niñerías de mojigatos afeminados ó pillastrones, que siempre los hubo, entendió que había que desenmascarar al hombre mundano y las trapacerías de su loco amor, para que, conociéndolo, todo, lo bueno y lo malo, libremente escogiese el buen camino el que de veras y con conocimiento de las cosas se quisiese salvar. Tal es el sentido del salmo que aquí glosa con otras palabras de la Escritura y del Derecho canónico y civil: Intellectum tibi dabo, et instruam te in via hac, qua gradieris, te daré conocimiento y te enseñaré el camino que has de recorrer, que es el del mundo, lleno de engaños y con la natural inclinación al loco amor en el cuerpo, pues con él nacemos: así, obrando el bien á sabiendas y peleando contra el mundo y contra la propia naturaleza, firmabo super te oculos meos, pondré complacido mis ojos en ti, que, como bueno, luchaste. La alteza de pensar de este varón fuerte, y que no sabía de embustes, se ve en aquellas palabras que han escandalizado á los que no pican tan alto como él: "en pero, porque es umanal cosa el pecar, si algunos (lo que non los conssejo) quisieren usar del loco amor, aquí fallarán algunas maneras para ello." No intenta llevar á nadie al mal, como se ve por la cortapisa del paréntesis, sino que es una manera de enseñar el cebo á los mismos mundanos para que lean el libro, porque está persuadido de que la verdad no daña jamás á nadie y es donde Dios: intellectum tibi dabo. Nadie como Dios respeta la libertad de todas sus criaturas, y no quiere llevar al cielo á tontos y gente para poco, sino que todos entiendan las cosas y escojan el buen amor, conociendo y despreciando el loco del mundo. Esto dice el salmo y esto intenta nuestro autor, y suponer doblez en él va contra todo derecho y justicia: "las palabras sirven á la intençión é non la intençión á las palabras." Michi se decía: Veso, vieso, verso, como viés, de ve(r)(su)m. Berc., Mil., 44.—Salamon. Tostado, Bibliófil. esp. Op. liter., pág. 225. Pero, además, esa salida desenfadada del Arcipreste está llena de socarronería y le estoy viendo al escribirla que se le escapa la risa. Es concesión retórica é irónica y nada más.

[13]

Preste, aproveche. Mar., H.E., 22, 18: No prestó nada la mudanza de lugar. Cerv., Viaj. Parn.: No vale arnés ni presta dura malla.

Sería gran blasfemia pedir el favor de Dios para hablar de amoríos mundanos; pero el amor de que trata el libro es el buen amor: no el azurronado y tristón de algunos que se dicen virtuosos cristianos, sino el alegre y de buen humor, que regocije al cuerpo mientras apacienta al alma. Es tan rara la virtud alegre y comunicativa, como la del Arcipreste, que no cabe en las entendederas vulgares.

[14]

Rromanze en el único sentido que entonces tenía de lenguaje vulgar, no latino.—No hay mentira en quanto en él iaz, en el fondo, pues, son todas realidades; aunque tampoco sea verdad la traza artística, por la cual el autor se pone siempre como personaje principal, haciendo el papel del hombre mundano, que anda de aquí para allá, peloteado por el loco amor y á veces por el bueno, como pasa de hecho en este mundo (c. 69).

[15]

Cuento, posverbal de contar, acción y efecto de narrar.—Apostado, como apuesto, galano: así, apostadamente y apostarse. J. Manuel, Estad., 5: Andar lo más apostadamente que pudieren. Reg. princ., f. 255: Ella, por mostrar que era así, apostóse y alcoholóse de manera que todo el mundo en viéndola se pagase della.

[16]

Non cuydés, no penséis.—Chufa, burla, broma; úsase todavía en Sierra de Gata. Lis. Ros., 2, 1: Me denostaran con baldones, chufas, escarnios. Tebaida, 5: Estás de gana de chufas.—Correo, el corredor de comercio, que tercia y trae los dineros.

[17]

Peñavera. Peña, de penna(m), pinna(m), pluma; díjose del aforro, acaso de plumas, luego de pieles, y de un abrigo cualquiera. Orden. Sev., 171: Los zamarros y otros aforros que hovieren de hacer los hagan de buena peña y bien aparejada... de buena peña de lomo... de peña negra y cabritos. J. Pin., Agr., 4, 2: Esta es la ropa real? Bástale ser sus peñas lobunas para merecer nombres reales. Villena, Cis., 3: Tales luas (guantes) non sean enforradas de peña, por el pelo que se pega á la mano.—Peñavera es piel de marmota alpina, por su "color rufo" (Huert. Plin, 8, 37 anot.), que es lo que vale vero y em-ber-ar las uvas y frutas comenzar á tomar color en Aragón. Orden. Sev., 172: Salvo sino fueren peñas heras y grises y mazas, que traen los mercaderes por la mar. Vero es franja ó lista, y solían echarse de peñavera en los aforros ricos. Corvacho. 2, 2: Saya de florentín con cortapisa de veros, trepada de un palmo. Gonz. Clav., Tamorl., pág. 182: Era de partes de fuera cubierta de grises, et de partes de dentro era forrada de veros.—Cañavera, caña, aquí de azúcar, de donde cañaver-al.

El ajenuz es planta, y su fruto ó semilla negra olorosa y aguda á gusto, que se halla en una cabecilla como la de la adormidera. Laguna, Dioscorides, 3, 87. La que se dice en latín nigela es aquella misma que llamamos en Castilla agenuz y neguilla.

[18]

Tabardo, "casacón ancho y largo, con las mangas bobas; de buriel ó paño tosco, que traen los labradores y otras personas para abrigarse y defenderse de los temporales". (Dicc. autor.) Díjose del ser vestido tal-ar, hasta los tal-os ó tab-as.—So mala capa..., refrán. Los críticos, que tan feamente juzgaron del valor moral de este libro, alabaron la cascarilla negra del ajenuz, la vil cañavera, la cobertera, la espina, la capa y el tabardo, esto es, la manera realista y recia con que su autor pintó el amor mundano; pero ni dieron con la harina, la rosa ni el azúcar, que es la infamia de los clérigos que en esos amores se solazan, cuando debieran dar ejemplo de amor de Dios y de virtud. Este contraste, viva y humorísticamente expresado, es lo que hay en el fondo del libro, y tanto más resalta, cuanto más coloreado campea el mal de hombres que virtud profesan. Sin tener presentes los dos términos del contraste, ¿cómo admirar los quilates del libro ni descubrir el sentido irónico y socarrón que corre por todo él? No han visto más que los amoríos de un poeta tabernario: eso no es entender el libro de Buen Amor. [Véanse las variantes de este refrán en Cejador, Refranero, capa.]

[G]

Para indicar la tonada popular en que habían de cantarse estos Gozos, trae aquí G la copla popular: Quando los lobos preso lo an a don Juan en el campo. Esto indica que se cantaban y eran populares, y se comprueba con las variantes S y G, que son hartas. La antigüedad y delicadeza de sentimientos sencillos hacen venerables estos Gozos, que apenas me atrevo a retocar.

[20]

Todavía, por todo el camino de la vida, siempre; sentido que tiene en Villena, Cis., pág. 20: Catando todavía que.

[21]

Ihesu con h, para indicar que no hiere la i a la e como g, que era su pronunciación, sino como nuestra moderna i.

[23]

Tróxote, o trújote, por trájote, clásico y vulgar en toda España.

[24]

Omilmente, de omil, humilde, de humil(em).

[27]

Seyia, estaba sentado, era, seer, ser, de se(d)er(e).

[29]

O, donde; fr., , de ubi. Alex., 665: Todos per hu estaban amortiguados cairon. Cid, 1392: Adelino pora San Pero, o las dueñas están. Idem, 485: Fellos en Casteion, o el Campeador estaua. [Véase Cej., Vocab. medieval, O.]

[31]

Y, allí, como en fr. il-y-a, j'y viens tantôt; de (h)i(c), aquí.

[32]

Quisto, querido, de donde bienquisto, malquisto, propiamente buscado y deseado, quaes(i)tu(s), quaerere, de donde querer.—Fallía, falta de fall-a, que vale lo mismo y es posverbal de fall-ir.

[41]

Pujar por subir. Vald., Diál. leng.: Tampoco usamos pujar por subir. Bien los aldeanos.

[42]

Oy, por oye, en sinalefa: oy-al pecador.—Diçió, bajó, cayó: de deçir, caer, deci(d)er(e).

[43]

En G: pecador non te aborrezcas. Debe de haber errata, no menos que en S: Por nos otros pecadores non aborrescas.—Ant' él, sinalefa.—Con-nusco, con-vusco, como con-migo, con-tigo; del latín vulg. nos-cu(m) por nobis-cum.

[44]

Después del primer verso trae G la cita de Catón, que sin duda añadió el copista: Interpone tuis interdam (interdum) gaudia caris (curis). De lo populares que fueron los dísticos que corrían de Catón por España trató K. Pietsch, Preliminary notes on two old Spanish versions of the disticha Catonis, in the Decennial Publ. of the niv. of Chicago. Chicago, 1903. Disticha Catonis, l. 1, d. 28: "Interpone tuis interdum gaudia curis | Ut possis animo quemvis sufferre laborem". Nebrija, Aurea hynnorum expositio. Compluti 1528.

[45]

Sentencia tan honda, que no le veo ni le verá nadie el sentido. En serio nadie se ríe, como en seso; lo contrario de en chanza ó en burla. No hay entero seso en los hombres, dice Pacheco (Disc., 7, 4, 3), esto es, juicio.—Las bulras (S), que enjiere el Arcipreste, vocablo hoy vulgar por natural trasposición, son el sano buen humor de toda la picaresca española, el humanismo que llaman, en el cual fué maestro consumado.—De buen seso non puede ome reyr, si no es trasponiendo, á fuerza de juicio é ingenio, los linderos del común pensar, hasta mirar las mayores seriedades de la vida con aquella señoreadora burla y juicioso menosprecio, en que las tenían nuestros grandes humanistas, los hombres más graves y burlones á la vez, Cervantes y Quevedo.—Enjerir, por reacción erudita injerir. Gran., Simb., 1, 3, 1: Parecióme enjerir aquí lo que este filósofo con las palabras de la elocuencia de Tulio dice.—Cadaque, siempre o cada vez que. Corvacho, 2, 7: Cadaque la abría, dávale el viratón por los pechos á aquel que la abría. J. Enc., 145: Que cadaque vas é vienes | con ellos muy bien te va.—Comedir, meditar, maquinar; aquí, llevar la contra, desaprobar. S. Badaj., 2, pág. 108: Él algo está comidiendo. F. Silva, Celest., 35: Y debríades vosotros en mal punto comedir alguna malicia. Idem, 34: Alguna gracia, á osadas, estás tú agora comidiendo. G. Pérez, Odis., 2: El mal que ahora comides en tu pecho, | que en obra o en palabra lo imaginas. Corvacho, 4, 2: Como de personas que está comidiendo en algund grand pensamiento.—Trobar, inventar (trouver en francés), fantasear, componer trobas ó versos, y es lo propio del poeta o inventor, creador.

[46]

Contecer, de donde a-contecer. Canc. s. XV, 264: Y conteceles comigo | como á los que van por lana. Alex., 1286: A veces contece seamos esforciados.—Ribaldo en S, como en italiano y portugués, provenz. ribaut, ribalda; fr. ribaud, ribaude. Valía bellaco. Ayora, Cart., 12: Les daban grita diciéndoles ribaldos y cobardes. L. Rueda, 2, 261: Tírate a fuera, ribalda, que te haré encoroçar. Idem, 1, 143: ¿Que sea verdad esto, ribaldo tacaño? Ribald-eria en Boscan, Cortes, 215: Usar toda suerte de maldad y ribalderia.

¡Críticos del siglo XIX, que tan lindamente habéis juzgado mi libro y mi intención, sois ribaldos romanos, vellacos y rústicos, que no penetráis las delicadezas de los sabios griegos! El cuento en sustancia es popular.

[47]

El imperfecto en ie por ia, antiguo.

[48]

Levar, ant. por llevar, que nació de él por analogía con lievo, lievas (llevo, llevas), de levare.—Ante, de donde salió antes con la s de mientras, entonces. Cid, 169: Ca amouer á myo Çid ante que cante el gallo.

[49]

Rromanos, rrespuesta, y toda r fuerte con rr.—Pleito, convenio, conforme a su etimología, de placitum, placere, y el mismo valor tiene pleitohomenaje, avenirse á, someterse de grado, ad placitum, á gusto del otro ó de entrambos. Libr. engañ., página 40 (ed. Bonilla): ¿Cómo yré, ca le fise pleyto que dormiria con él?—Entendrien por entenderien, entendrían por entenderían, contracción vulgar hasta hoy, como en podrían por poderían.

[50]

Ffueron en cuyta, estaban en congoja, hoy cuita, acuitarse; sobre su fuerza y origen, véase Cejador, Tesoro, A. 37. Por, para.

[51]

Segund Dios, en S, á Dios y á ventura, y poniendo en Dios el negocio, que por ellos miraría, según llevaban buena intención.—Serle consejo sano como serle sano. Celest., 4, 56: Auisale que se aparte deste propósito y serle ha sano.—Fer y far, hacer (c. 77).

[52]

Ardid como ardido. J. Pin., Agr., 4, 9: Es tan ardid la hermana golondrina. Esto es, ingenioso.—Conbid o combit, que lee S, aunque el consonante pida lo primero, tiene el mismo valor que envite, contienda.—Pid, contracción y se usaba mucho, sobre todo en la tercera persona singular, y más en el imperativo.

[53]

Cathreda, en S, aun hoy vulgar por cátedra.—Bavoquia, altanería boba, como babequia, de donde se deriva, y éste de babiec-a, babi-eco, Bab-ia, bab-a, del caérsele a los bobos. Alex., 655: Mas para mí non era tan fiera bavequia. Berc., Mil., 569: Dioso que lo mandara criar Sancta Maria | Quien esto dubdaçe faria bavequia.—Mays, más, de ma(g)is.

[54]

Ay, ahí, de la preposición á y de y ó i, ó hi, que valía allí de hi(c), aquí; en fr. y: il-y-a, nous y sommes.—Esmerado, extremado y exquisito ó fino en su arte. A. Alv., Silv. Conc., 10 c, § 3: O bella, ó esmerada y admirable criatura (María). Así, esmero, lo mejor y más fino. Idem, Dom. 1, adv. 10 c, § 2: Y esta nata y esmero del mundo. Esmerarse es sobresalir. Pero Niño, 1, 6: Allí peleó tanto este doncel, que se esmeró de los otros allende dellos tantas veces que.

[55]

De vagar, con espacio y flema, muy usado en Segovia y resto de Castilla; vagarle, tener tiempo para algo.—De malpagar, de malas pulgas, diríamos, bravonel y matón, malo de contentar, que es lo que pagar vale, como todavía pagarse de, contentarse de, conforme á su etimología, de pacare. Galat., 4, pág. 60: Si todos los deseos humanos se pueden pagar y contentarse, sin alcanzar de todo punto lo que desean.

[56]

Catar por mirar.

[58]

Gelas, selas; viene ge de li, lli, lle, ie, ge, variantes ortográficas, derivadas del dativo illi (Cfr. F. Juzgo). Berc., S. Dom., 161: Bien gelo entiendo. Idem, Mil., 67: Por bien ielo tovo. Idem, S.D., 79: Non se le olvidara orar. Valdés dice que prefiere selo á gelo, que aún sonaba así en su tiempo. En el F. Juzgo todavía se usaba le lo: Todo le lo deve entregar (l. 5, t. 3, ley 1). La disimilación debió de hacer que lelo sonara lielo, gelo, selo, por analogía en el último cambio con el reflexivo se.

[59]

Dixiera y respondiera como pluscuamperfectos, según su valor etimológico. El anacronismo de conocer la Trinidad griegos y romanos es chistosísimo y vale un Perú.—Es, hay, existe.

[60]

Diz por dijo y por dice, dicen, como el ait latino, bordoncillo para todo el que toma la mano y habla.—Certenidad por certeza, úsase todavía en Andalucía y Murcia. Canc. s. XV, página 278: Syn saber çertenidad.

[61]

Su antojo, su modo de entender las señas del contrario, lo que se le ofrecía a los ojos, y en este sentido primitivo se halla en autores del siglo XV.—Cordojo, indignación, ira. Trag. Policiana, 21: Estan llenos de dineros y aún no menguados de cordojos. J. Enc., 61: De cuido, grima y cordojo. Vino de cor + dol-ium, cor y dolere, dolerle el corazón, según aquello de Ovidio (Ep., 6) Cor dolet, de coraje reviento. Re-cordojo en Rodrigo Reinosa (Gallard., 4, 1414): Recordojo he de ti, | de verte, pastora, aquí.

[62]

Enpós esto, tras esto; en S apos. Vale después y fuera de. En este segundo sentido véase A. Alv., Silv. Conc., 10 c, § 3: En las demás criaturas, apos de María, apenas puso un dedo della (de su mano). Viene de a y pos(t), como des-pues, en-pos y en-pues. El simple pues, de pos(t), por después en Berc., Sacr., 58: Nin pues nin ante. Pos por pues úsase en Castilla la Vieja y Andalucía.—Parar mientes, atender, clásico: las mientes son las mentes, mens.—Retenientes, de reteñir: me retiñe eso en los oídos.

[63]

Desque, después que. B. Alcaz., pág. 108: Llaméles y desque me vido. Cast., Canc., 1, pág. 335: Desque digas el tormento | tan amargo en que me dejas, | remira con ojo atento | cómo hace sentimiento. Este cuento procede de Accursio, en el Comentario al Título Segundo del Digesto, De Origine Iuris, según el texto de Pomponio, como se ve por el comentario de Nebrija en el Vocabularium utriusque iuris, Lugduni, 1591. Accursius floreció del 1182 al 1260. Dos siglos después del Arcipreste pasó otra disputa de gestos entre Panurgo y Thaumaste en el Pantagruel (2, 18) de Rabelais; aunque harto más pesada, oscura y sin la presente moraleja. Es de origen popular.

[64]

Pastraña ó patraña por refrán vulgar, como patarata ó vulgaridad, de pat-ar-aña ó pat-er-aña, y como pat-ochada, de pat-a, cosa de pat-anes y gente vulgar. Cacer., ps. 72: Les parecen patrañas y cuentos de viejas. La s es parásita. Quijot., 1, 25: Y todo pastraña ó patraña.—Fardida, ingeniosa y ducha en las cosas de la vida. No hay mala palabra, cuando no se echa á mal: las palabras son según se toman y se digan; el ánimo é intención les da valor.—Ha por hay, que vino del mismo ha (3.ª p. de haber) y de la y, allí, como en francés, il-y-a por il a.—Verás que... Hace ya aquí la aplicación del cuento á su libro, que nadie echará a mal los desenfados que en él leerá, si tiene ojo á la buena intención del autor. Pero ¿y cuál fué su intención? ¿Enseñar los malos pasos para que el lector los evite, como da á entender en las coplas siguientes, ó también, y además, lograr dueña garrida? Esto segundo es una añagaza, é irónica, para que los mundanos sigan leyendo, por aquellos á quienes decía al principio que "si algunos quisieren usar del loco amor..."—Garrido, hermoso, lindo. Quij., 2, 21: No viene vestida de labradora, sino de garrida palaciega.

[65]

No menosprecies este libro teniéndolo por de pasatiempo y chanza chocarrera, sino adelgaza tus entendederas, porque el punto más subido del trobar y del arte está en saber decir bien, encubierta y donairosamente lo feo y malo, y raros son los trobadores que á esto llegan, uno entre mil. He aquí una teoría sobre un naturalismo, que encierra en sí el idealismo máa levantado. Zola pintaba lo feo, pero pretendía que había que pintarlo tal cual era, como en fotografía, que sirviese de documento científico. Este naturalismo ó realismo del Arcipreste no desprecia lo feo y bajo, pero el arte está en expresarlo por medio del idealismo.—Doñeguil, donairoso, de don y el éuskaro eguile, que hace, hecho con donaire y gracia.

[66]

La dificultad no está en ver garzas, que todo el mundo ve, sino en dar con el huevo de la intención, de donde las garzas salieron, y que está harto escondida para los lectores vulgares. Los lectores novatos no son quiénes para poner peros a los buenos libros ni para remendar lo que apenas entienden. No me arrastró al escribir el mío ninguna liviandad ni desgarro (es el valor de locura, que hallará el lector en Cej., Tesoro L.); lo que el libro del Buen Amor dize va bien cimentado en una sana y honda intención moral.—Alfayate, sastre, del arábigo.

[67]

Para todos es este libro: el cuerdo sacará cordura de él; guárdese e1 mancebo liviano de sacar ánimos de loquear; en suma: cada cual alcanzará de él lo que le depare su mejor ó peor suerte: qui potest capare, capiat.

[68]

Cava y ahonda en las razones encubiertas del libro, dondequiera que des con el filón (señales çiertas); si das en el motivo de él y aciertas con el sentido (seso) de lo que se dice, no lo desaprobarás, como ahora lo haces.—En el seso, en el sentido de las razones, de sensu(m). Mingo Rev.: Puede aver dos sessos, uno literal, otro moral.—Rehiertar, rebatir, de refertus, referre, llevar y traer palabras, disputar. Cal. Dimna, 4: E non refiertan ninguna cosa de lo que dice. Gonz. Clav., Mamorl., pág. 157: El que refierta que non quiere beber, facenle beber, aunque no quiera. Su posverbal es rehierta ó reyerta.

[69]

Tan encubierto es el sentido de esta copla, que G tampoco la entendió, pues lee: Do coydares que miente dize y gran fealdat... dicha mala ó buena por vientos la juzyat | Las coplas con los pintos load ó denostat. Lo de fealdad, vientos y pintos no tiene pies ni cabeza. ¿Entiende la copla el lector? Si a mí se me alcanza, su sentido es éste: Donde piensas que el libro miente, dice mayor verdad, que es en la doctrina moral y en el sano intento mío, que algunos creerán no ser más que una farsa, una máscara y mentira, un dar color de moralidad á pinturas desenfadadas y á desahogos de un Arcipreste de vida airada. La moralidad é intento moral, que afecto, no es careta, es sinceramente lo que yo pretendo en el libro: esta es la pura verdad. Al revés, en las coplas, donde se cantan escenas ó sentencias de libertinaje, es donde no hay más que falsedad, esto es, pura fantasía del autor, que aunque toma cada rasguño del natural ó de la comedia Pamphilus y algunos fabliaux, no son cosas que han pasado, ni menos que me hayan pasado a mí, como alguien creerá, sino que me pongo y envisto en los personajes, por pura traza artística y, por lo mismo, en ello hay falsedad de hecho. Cada cosa, buena o mala, juzgadla por los fines é intentos á que apuntó y que contrapunteó el autor (por puntos); no separéis, al criticar el libro, los fines de los medios, de que él se vale para llegar a los unos por los otros. Puntos son los fines adonde apunta el autor, y éstos son verdaderos en él, no mascarilla para no escandalizar; mientras que los medios son trazas artísticas, por consiguiente, de hecho cosas falsas, al artista permitidas. Puntadas, entonadas, puntar, entonar, metáfora acaso del contrapunto por intento (c. 1228, 1231) y del apuntar al blanco.

[70]

Trae G pyntares en la corrección por puntares. Puntar, como apuntar y contrapuntear, y con esto se entenderá esta copla, que sin ello, fuera más oscura que la anterior. Yo, el libro, soy padre de los medios ó instrumentos de canto y contrapunto empleados aquí: según apuntes y contrapuntees ó discantes, así sacarás provecho ó daño de ellos, esto es, de dichos, escenas y personajes. Detente y haz punto en el decir, dicho ó escena que tú quisieres ó buscares (quisieres vale buscares, quaesieris); si estudiándolo supieres dar en el blanco que yo tenía allí al escribir (si sopieres apuntarme), no te extraviarás, irás conmigo (ssiempre me avrás en miente) y no sacarás el daño que acaso saques si no apuntas bien á mi intento, pues te quedarás en los medios y con los instrumentos, que son cosas, á veces, harto libres, sin llegar a él: llevarás mal el contrapunto y no como yo lo llevo. Acaso algún moderno lo entenderá todo patas arriba, como no faltan quienes supongan que Cervantes era un descreído y aun que ataca rebozadamente á la Iglesia en su Quijote. Con capa de moralidad, se dirá ese tal, quiso encubrir sus desvergüenzas el tuno redomado del Arcipreste, para no ser tildado por la sociedad, y por eso da á entender aquí, al buen y sutil entendedor, que distinga entre la capa y el cuerpo, y no haciendo caso de aquéllas se quede con éste. "Comme un Rabelais hypocrite rendu prudent par le pays et le temps dans lesquels il vivait", dice Puymaigre (Les vieux aut. castill., t. 2, p. 63, etc.). Pero el Arcipreste, para mí, ni era hipócrita ni necesitaba serlo en época tan desgarrada como aquélla. Por algo le metieron en chirona, donde cabalmente escribió este libro con tan buena estrella como escribió en la cárcel el suyo Miguel de Cervantes. Fuera el Arcipreste un picaronazo, amigo de figones, hampón á carta cabal, mujeriego y cuanto fueron nuestros pícaros, de los cuales fué el primero en levantar enseña literaria, siendo su primer modelo y maestro, abuelo del Lazarillo y del Guzmanillo, bisabuelo del Buscón; ¡pero suponer en él hipocresía! Eso sólo se les ocurre a los que siempre ven á España encapotada por los negros nubarrones de la Inquisición. Pero hay más, y es que por este libro no pueden sacarse pruebas de que el Arcipreste fuera prácticamente un picaronazo, amigo de figones, hampón y mujeriego, como de sus libros nadie saca que lo fueran Mateo Alemán, Cervantes ni Quevedo. Viviendo en un siglo gazmoño y farisaico, nos escandalizamos de oir ó de leer lo que no nos escandaliza practicar. Un hombre como el Arcipreste, que tiene alma para echarles en cara á los clérigos de Talavera sus desgarros y solturas, hasta verse preso por sus solapadas maquinaciones, no hubiera tenido autoridad para hacerlo ni le hubieran hecho el menor caso si hubiera sido tan suelto y desgarrado como ellos. El Arcipreste de Talavera, autor del Corvacho, escribió un siglo más tarde acerca del mismo asunto que el de Hita. Nadie pone en duda la religiosidad y buena conducta del Arcipreste D. Alfonso Martínez de Toledo. Pues bien: su respeto por nuestro Arcipreste llega hasta copiarle con loa, lo cual cierto no hiciera si de él hubiera tenido la opinión de Puymaigre y de tantos otros. En estas dos coplas está el nudo del libro, el intento del autor: según se entienda, así será el libro bueno ó rematadamente malo. El es sutil, qui potest capere, capiat: el delicado griego lo entenderá por todo lo alto y á lo divino; el zafio romano, á puñetazos y figonescamente. Juzgar de este libro por la lectura de un trozo suelto, es lo mismo que suponer que la Sagrada Escritura es una obra impía, porque en ella se dice literalmente: Non est Deus: no hay Dios. Si allí lo dicen los impíos y no la Escritura, aquí esos trozos los dice ó practica el mundano, á quien pinta y rebate el Arcipreste.

[71]

El bien del individuo y el de la especie, los dos quicios sobre que se mueve y perdura el universo. Pretende asentar la causa fisiológica del amor en los hombres y la raíz de la locura del mundano, que quiere describirnos. Las cosas se dicen claras y sesudamente comprobadas; si no, no se dicen. El Arcipreste, como iremos viendo, era tan gran filósofo como poeta.

[72]

Los hechos prueban ser verdad este dicho y tener razón el sabio filósofo.—Rebtar en S, y en G reptar, de rep(u)tar(e), y de aquí retar, imputarle á uno una culpa, echarle en cara, después desafiarle, echándole en cara cosa que le agravie. Cid. 3343: Riebtot el cuerpo por malo é por traydor. Sobre la concordancia de se prueva en singular con dos sujetos, véase Cejador, Cabos sueltos (pág. 152): es la común concordancia castellana hoy día, como lo fué siempre, pese a dómines y Academias. Oígase al Tostado (Bibliófil. esp. Op. liter., pág. 226): Bien paresce, segund esto, quel amor non consiste en el arbitrio humano; mas necesidad nos apremia amar á la mujer.—Que en el cuarto verso, en S, causal y muy común, como Ca, que lee G.

[74]

Llama locura al hacerlo sin mesura, pues locura es soltarse y salirse de la medida (Cej., Tesoro L., 87).—Mesura, medida, que así sonaba ya en latín lo que se escribía mensura, pues no sonaba ya la n delante de s en el mismo latín.

[75]

Comoquier que, porque: dice que el fuego arde y se deshace, por consiguiente, cuando se le atiza sacándole de la ceniza, por lo cual prefiere él quedarse encenizado, mirando por su conservación propia. Pero el hombre cuando hace esta locura, que es á lo que llama pecar, por salirse de la raya, bien ve que de ella se desliza, sino que como la naturaleza le aguija, se aferra en el pecado. Oviedo, H. Ind., 49, 7: Envió á llamar al factor é luego fué allá, comoquier que estaba sin culpa. También significa siempre que. J. Pin., Agr., 21, 9: Del cual dice Suidas que comoquiera que oyese hablar á alguna mujer sucia, le dolía la cabeza.—Ende, de allí, de ahí, inde en latín. J. Enc., 220: Y érguete hora ende, Juan. Partid. 1, 1, 3: E nascenle ende dos bienes.—Le enriza, le azuza y compele. F. Juzgo. 8, 4, 8: Si algún home enriza boy ó can ó otra animalia contra sí. Idem, 8, 4, 18: El can que es enrizado (Cej., Tesoro L., 118).

[76]

Por ende, por eso. León, Job, 34, 25: Por ende, hace conocer servidumbre de ellos. Cabr., pág. 232: Y por ende han menester diversas provisiones. Omnia autem probate: quod bonum est, tenete (Tesalon. 5, 21): ¡buena asilla para tunos! Pero el Arcipreste no es hombre para poco. Como que lo que desde aquí comienza á decir como de sí y que le hubiese acontecido, no es sino farsa y traza artística, falsedat, para que el mundano, que nos quiere pintar, sea persona concreta y viva. ¿Quién será tan simple que crea que D. Melón, en la glosa que hace del Pamphilus, es realmente el Arcipreste? Pues allí sigue envestido en D. Melón, como aquí en el hombre mujeriego.

[77]

Priso, tomó, cogió, de presit, prendere, como miso de misit, mittere, quiso de quaessit, quaerere.Rrepiso, arrepentido. Ambos pretéritos irregulares.—Riso, risa. Berc., S.D., 11: De risos nin de iuegos avie poco cuidado. Viene de risu(m).—Al, otra cosa, del vulgar latino al(id). Quij., 1, 2: Que el mío non es de al que de serviros. No llegó á mayores la bienhablada y risueña dueña, y da por razón su buena crianza en las coplas siguientes.—Fer y far por fazer, hacer, fueron comunes y hay que devolverlos al texto en varios lugares, de donde los quitaron los copistas deshaciendo el verso. Rosal: Far dicen los rústicos ó har; otros her. Trag. Policiana, 21: No se me yergue ell aliento para her hacienda. Autos s. XVI, 1, 28: Para her ese cariño. Berc., Sacr., 39: Ca el en su memoria lo mandó todo far.

[78]

Dueña y doña de dom(i)na(m), señora. No logró estar con ella ni una hora a solas, porque la guardaban como guardan y observan la Ley de Moisés los judíos, que ellos llaman Tora, y escriben תורה, y los árabes taurat, ley, doctrina, el Pentateuco de Moisés.—Muncho, ant., por mucho, de multu(m); mas mucho es vulgar, como muy mucho.

[79]

Labores de gente noble, bordar en seda y oro. Con ser rica, no era nada entonada. Su honestidad tal, que no se daba á dineros.—Pintada en el sentido de excelente, lo mejor, como el más pintado y tortas y pan pintado, que lo es, pues lo pintan los confiteros.

[80]

Cántiga, como en Galicia, cántiga y cántega, del lat. cantica, plural de canticum ó de canticare, como posverbal. Otra cosa es cantico y cantica, diminutivo de canto.—En-puesta, enseñada, informada, de em-poner, hoy imponer, impuesto.—Conpuesta, la bien concertada y modesta, da la callada por respuesta á tales embajadas ó mandatos.—Rrepuesta en S. de reponer, como respuesta de responder. Usase todavía repuesta por respuesta en Venezuela, y repost-ada por réplica al superior en Aragón y América, y repost-ero, el que responde y repone en entrambos países. Respuesta, de *respuesto, fué el repuesta, repuesto, contaminado con responder: son diversos los orígenes, ponere y spondere.

[81]

Ende, por ello, y end, en fr., en. Alex., 345: Fallarás ende bien, auras end grant provecho. Berc., Loor, 27: E ovo en pavura.—Castigo en su manera, me enmiendo ó corrijo con lo que á ellas les sucede.—Castigar, fué intransitivo y transitivo por enmendarse y enmedar á otro, aprender y enseñar, y se verán otros varios ejemplos.—Manera, el modo de proceder de ellas y lo que por la mensajera les acaeció de fallarse mal.—En agena mollera, en cabeza ajena; la mollera, propiamente los sesos muelles, blandos.

[H]

Enxienplo, de exemplu(m), ejemplo, con n parásita, como en enjalbegar de exalbicare, enjaguar de exaquare.

[82]

Ver, infinitivo final, sin preposición á, porque ya la lleva embebida en su etimología (Cej., Tesoro, Silb., 248).

[83]

Abastar, que dió el posverbal abasto, suficiencia, el consumo público, como bastar. Timoneda, Menem., 3: Abaste lo dicho. Herr., Agr., 5, 40: Un puerco abasta tanto, si es bueno, como una vaca (cundir, lucir).

[84]

Que comiese, final.—La canal es el cuerpo, sacadas las asaduras y menudos, que se dicen y aquí dice el autor: por su forma. De aquí abrirle en canal á uno.—La mayor que, era de lo mayor que se puede ver: ome, indefinido por se, como on en francés, que tiene el mismo origen. Comed. Eufros., I: Comprar hombre barato es gran riqueza, comprar caro no es franqueza. S. Abril, Adelf.: Que pues hombre ha tomado esta ganancia... De quienquiera se huelga hombre de recibir una buena obra.

[85]

Liviana, ligera, úsase en Castilla.

[86]

Por... santiguar, para santiguar. Por y para vienen del per latino, son finales. Quij., 1, 2: Desvelábase por entenderlas. Para de per + ad ó per + á; por de per.—Casco es la calavera ó huesos de la cabeza.

[87]

Golpeja, vulpeja.—Eguala-dera, en S, igualdad, de egual, igual.

[88]

Aguisada, en S, gisada en G, bien, concertado, propio y justo, de guisa, manera propia.—En cabeza de otro se escarmienta, aprende y castiga.—Castigué, aprendí (copl. 81).

[89]

Vuelve á hablar la dueña á la vieja mensajera. Se castiga, se enmienda, aprende y escarmienta en mal ageno el cuerdo.—Enemiga es vocativo.

[90]

Habla ya de sí el Arcipreste, esto es, el mundano que pinta, y dice que su poridat, el caso con la dueña, salió á plaza, esto es, se publicó é hiciéronse corrillos de ello: sacar y salir á plaza ó echar en la plaza, publicar. Persil., 2, 11: cuando salió la salud perdida de Antonio á la plaza. Entret., 3: Que no salgan á plaza sus holguras. Puridad por secreto, de puro, díjose del no querer mezcla de tercero, sino ser tratado derechamente. Cid, 104: En poridat flablar querría con amos. La dueña fué más encerrada por los suyos, luego que la dejé, por haberse publicado el caso. Mateo, 10, 26: "Nada hay encubierto que no haya de manifestarse, ni oculto que no haya de saberse."

[91]

Punase, propiamente puñase, hoy pugnar, volviendo al latín pugnare.—Ditado triste, elegía ó versos tristes, el dictado, de dictar, dicere. Villen., Arte trobar: Por la mengua de la sciencia todos se atreven á hacer ditados solamente guardada la igualdad de las sílabas y concordancia de los bordones según el compás tomado, cuidando que otra cosa non sea cumplidora en la rithmica dotrina.

[92]

Cantábalo con más sentimiento que yo supe poner en el cantar. Gentil y delicado encarecimiento.—Señor, por señora, como otros adjetivos en or antiguamente.

[93]

Mescláronme con ella, me pusieron á mal con ella, le fueron con chismes para desavenirnos. Mezclar es confundir y enredar las voluntades y negocios con soplos y chismes. Y esto para dar color á apartarnos al uno del otro y guardarla más.—Partirnos, desavenirnos.—De plan, en G dixieronle de pan; de plano (c. 1714).

[94]

Que hacía alarde de haberla engañado y que hablaba mal de ella, publicándola por mala mujer. Pro-faz-ar, en S, denostar, de pro, delante, y faz, cara, porfazar (c. 422). Villena, 13; Sy les vieren profaçar ó escarnecer de alguno. J. Pin., Agr., 20, 34: Y de ninguno fueron por eso profazados.—Çaraças o zarazas, por mala mujer úsase todavía en Andalucía, su origen y fuerza en Cej., Tesor., Silb. 209 (parte 3.ª, pág. 579); sarasa, por hombre afeminado, es vulgar.—Raza, rotura, desigualdad en el tejido. Cabr., pág. 286: Paño al parecer finísimo, y desdoblado tiene mil razas. Lis. Ros., 5, 1: Cuanto más que en el buen paño cae la raza. Y aun fuera de los paños, como raja, que es su variante. Jineta, pág. 85: Tendrá excelentísimos cascos, sin que les salga cuartos, cercos, razas ni sequedad.

[95]

Fabla ó habla, el dicho ó refrán.—Someten, persuaden, vuelven el corazón á lo que tiran las palabras, que es el significado del refrán. Hasta hacerle decir á la dueña: los novios... quiere decir que le echaba la culpa de la desavenencia al Arcipreste.

[96]

Le avía enbiada, suple yo, concertando el participio con vieja, y de aquí salieron los tiempos compuestos con el verbo haber y el participio sin concertar (Cej., Leng. Cerv., I, 100).—Isopete, Esopo, allí llamaban en la Edad Media á la colección de fábulas, dichas de Esopo. El nombre vino de Francia, donde los troveros le llamaban Isopet. Sobre las fábulas de Esopo medioevales véase J. Jacobs, History of the Aesopie Fable, London, 1889, y del mismo autor y año, The Fables of Aesop as first printed by Caxton. No es fácil decidir de cuáles de esos Isopetes sacó sus fábulas el Arcipreste.

[97]

Ganada, concordado, como en 96 enbiada. Cobrada en S, por lograr, ganar, clásico, y de aquí cobrar la pieza el cazador. Galat, 2: Con la desdicha general cobraron la dicha propia. S. Ter., Mor., 2, 1: No puede cobrar mejor amigo, aunque viva muchos años.

[98]

La comparación de Horacio glosada maravillosamente: parturiunt montes, nascetur ridiculus mus.—Quería quebrar, iba á, estar á punto; poética personificación, atribuyendo el querer á cualquier cosa, es muy castellano. Quebrar, reventar, en el sentido etimológico de crepare, de donde se dijo, mediante crebare.

[99]

Coydavan, pensaban, concordancia del sujeto colectivo.—Atanto, como tanto, fué común, como atal por tal, con a.—Conbrie, disimilación por comerie, al revés de amos por ambos, paloma por palonba.—Estragar, perder enteramente, propiamente por la fuerza fatal de los astros, astr-agar. Poem. Alf. XI, 81: Cadal dia ases parando, | astragando los menores. Mal astrugo, desgraciado, de mal sino ó estrella: Berc., S.D., 423; S.M., 219 y 340; astr-ado, lo mismo. Berc. Duelo, 122: Agora so mesquina é so mal astrada; y astr-oso, igualmente. Falta el texto en G desde 100 a 126.

[100]

Goyr, fuir, que sonaba huir, como hoy.

[101]

Pajatamo, tamo de la paja.—Ramo es como vena, y así se dice tener ramo ó vena de loco.—¡Vete!..., habla la dueña, desechando al Arcipreste.

[102]

Mucho ruido y pocas nueces.—Rafez, rahez, refez, vil, del arábigo.—De-veces por veces, forma adverbial, como á las veces. J. de Padilla, Retablo, c. XIII: Este que digo, muy pobre portal, | era el establo de muchos ganados, | y a las de veces de muchos cuitados. Idem, ibidem; c. XII: A la de veces, los flacos sentidos | reciben engaño de poco accidente. En Chile se conserva esta expresión en la forma adivez, y vulgar adivé, con el significado de perplejo, dudoso; y, tratándose de enfermos, con alternativas, un paso para adelante y otro para atrás, es decir, unas veces mejor y otras veces peor, como la fiebre que sube y baja.

[103]

Aborr-ençia, aburrirle.—Arredrarse, como redrarse, apartarse, de redro ó riedro, atrás, lat. retro. G. Alf., 1, 2, 6: Pensé que ya me llevaba el que á redro vaya. Alex., 1843: Redrola de la riba. Gran., Adic., mem. 2, 14, 7: Arredraos de mí.—Hacerle el juego maña es trampantojo y engaño que tiene de maña y de burla pesada ó juego. G. Alf., 1, 2, 10: Y porque quien da voces, tiene más justicia y vence las más veces con ellas, yo daba tantas, que no le dejaba hablar y, si hablaba, que no le oyesen, haciéndole el juego maña.

[104]

Por su parte, dice el Arcipreste que ella fué la engañada, y sobre este dicho compuso una elegía, ó mejor, endechas de desengañado, de verdadera salva, que son las que siguen. Al mejor tiempo se encoge la malva: de donde sacó que la cosa va mal. Malv-ado se dijo de mal(le)var, llevar mal, educar mal. A esto y al retruécano y sonsonete parece aludir.

[105]

Hízose pregonero del vanitas vanitatum el Arcipreste con los desengaños. Salamo pronunciando Salomon a la samaritana: Shalamah; así también en la prosa al principio del libro, y en la Partida 2, t. 5, I, 2.—Lyviandad, lo propio de lo liviano, en el sentido de cosa de poco tomo y peso, física ó moralmente, y úsase en Castilla, como entre los clásicos.

[106]

Redrarse, retirarse, como hemos visto.—Pleito, placitum, trato.

[107]

Sabe Dios, fórmula común aseverativa, poniéndole por testigo.—Deservir. L. Rued., 1, 317: Y también que me perdone lo que la he deservido. León, Job, 21, 15: Desirviéndole y desamándole.

[108]

Pajés, rústico, provenzal pages, de pagensis, contaminado con paganus, ambos de pagus, aldea; pagensis dió país, de donde pais-ano, pais-aje; por otra parte, payo y pay-aso, de pa(g)ius, del mismo pagus. Nótese la magnífica apología de la mujer contra los que, exagerando el ascetismo, la tuvieron por animal imperfecto y tomaron al pie de la letra lo que los Santos Padres contra el pecado y su raíz clamaron, personificándolos en ella. Al perro flaco todo son pulgas, y á la flaca mujer se achacó siempre lo que el hombre, más culpado que ella, merecía, puesto que tiene más inteligencia y aguante.

En el Eclesiastés (7, 26) dice Salomón: "Inveni amariorem morte mulierem, quae laqueus venatorum est et sagena cor eius." Triste es la muerte y amarga su memoria, fuerte es su brazo y certeras son sus saetas, infalible es su venida y ninguno se defiende de ella; pero con todo eso la mujer, que es cual red barredera de todo, es más triste, más amarga, más fuerte, más diestra y matrera que la muerte. Y pues en la tierra es la mujer lazo del demonio, en el aire rayo de concupiscencia y en el mar red de ocasiones, no apuntó mal el otro poeta griego cuando lo cifró todo en ella, como muchas letras en una, diciendo: Mare, ignis, mulier, tria mala. (Erasm., Chiliad., 2, cent., 2). El mar con su soberbia lo arruina todo, el fuego con su furia consume lo que alcanza y la mujer con su malicia todo lo contamina. Buen ejemplo tenemos en aquellos infelicísimos amores del Rey D. Rodrigo con la Cava, hija del Conde don Julián, los cuales en mal punto se comenzaron, en peor se prosiguieron y en más desdichado se acabaron. Nada de esto desconocía el Arcipreste; pero no lo quería reconocer el vano clérigo á quien aquí el Arcipreste pinta, y en cuyos labios sólo suenan los delicados sentimientos acerca de la mujer, que el Arcipreste pone en ellos, porque tal sentía de ella, como se ve por todo su libro; que ensañándose contra el amor mundano y contra los enamoradizos clérigos, no tiene la menor palabra desabrida contra la delicada y desventurada mujer, á quien otros achacan todo aquello de que ellos son los más culpables.

[112]

Más sentía, todavía pensaba y juzgaba más: que yo cruyziava... Cruyziava, sufría como tormento de cruz, de cruc-iar, ear, cruz. Descruciar por despenarse en J. Enc. (Bibl. Gallard., 2, 895): Ora, Carillo, descrucia | de seguir esta zagala. An-grucia, por en-crucia, tener mucha ansia congojosa por algo, y se usa en el Alto Aragón, de un en-cruciar, como angruci-oso, el que la tiene. Empleó este verbo porque la dueña, por quien cruciaba, se llamaba Cruz. Va dando aquí las razones que suele pensar y sentir el mundano al buscar mujer, bien ó mal buscada, que ese es el caso.

[113]

Recabdar, recaudar, posverbal recaud-o, recad-o, y vale cobrar, percibir ó poner cobro en rentas ú otra cosa, aquí ganar, tener por suyo.—Echarle el clavo ó echarle clavo es engañarle, según Covarrubias, "de albeitares, que conchavados con los mesoneros, clavan mal las herraduras y lastiman las bestias"; pero dícese igualmente clavarle á uno por engañarle, y es vulgar, y lo trae Correas (pág. 598). Figuer., Plaz. f. 247: No hay mercader que con palabrillas melifluas no procure clavar al que más se fía del. Barbad., Coron., f. 99: Tenía que hacer cierta cuenta con unos arrieros vizcaínos, clavándoles el gasto de la posada y comida y no las herraduras de los machos. Igualmente como reflexivo, engañarse. Moreto, Desdén con el desd., 3: Hombre, mira que te clavas. Echársela de clavo, del que á otro engaña en la cuenta. Galindo, C., 858. Lo más llano parece, pues, que el clavarse por engañarse se dijera del quedarse parado por el asombro y como fijo y clavado en el suelo, y lo mismo clavarle ó echarle clavo, dejarle plantado, que también se dice, parado de asombro.—Rumiar no es comer, y así entre los místicos y aquí por pensar y repensar, mientras el otro comíalo.

[114]

Troba caçurra es la que aquí nos conservó el Arcipreste, que, despechado y mohino por la charranada que le hizo su tercero ó mensajero, birlándole la dueña, lo echa á broma, ó, como él dice, troba burla, convirtiendo en chanza el escarnio recibido. Es propio del apesarado apartarse del trato de todos y, mohino por demás, cerrarse de banda, lo cual llaman natural cazurro y azurronado; pero si el tal es de levantados pensamientos, lo echa á bromas, desprecia el hecho y se burla de él, y hasta de sí mismo, que en tales niñerías puso su corazón, y guaseándose del mundo y de sí mismo canta coplas como las siguientes.

[115]

Cruz debió de llamarse la dueña, ó la llama el poeta por haberle sido tormento al amante, y su desvío encapota el alma del poeta.

[116]

Cruz cruzada, panadera, que tal oficio tenía, añadiendo el cruzada por el sonsonete de Cruz y por lo que a él le crució, esto es, Cruz, por quien él crució, por consiguiente, cruzada para él.—Entendedera es amante, como entendedor en masculino. Lo que él creyó había de ser ancha carrera por donde llegar corriendo hasta ella, fué estrecha senda, que le extravió, engañándose como andaluz, que como todo lo exagera en su fantasía, suele quedar después engañado con la realidad.

[117]

Ferrand Garçía es un tercero, á quien encarga haga la pleitesía ó trato y sumisión con la dueña, por lo cual le llama pleit-és, el que se encarga del pleito (placitum); duz, el lat. dux, guía.—Troxiese, del tema de pretérito troxo ó truxo, trujo, que todavía dice el pueblo.—Ferrand púsolo porque aferró de la dueña, como Garcia, que en éusquera suena lo que agarra.

[118]

Privado, que tiene privanza, que trabó amistad e intimidad con la Cruz. Los nombres propios con artículo se usan muchísimo en el habla familiar: la Nicolasa, la Manuela, la Cruz.—Duz, contracción de dulce, y así suena en Andalucía, caña duz, etcétera. El pan y salvado, por ser ella panadera.

[119]

Marfuz, falaz, engañador, del arábigo مروض marfūd, de rafada, desechar, reprobar, y su participio, desechable, repudiado, desechado, falaz. Quij., 1, 40: No te fies de ningún moro, porque son todos marfuzes.—Presentar por hacer un presente ó regalo. Quij., 2, 41: Un caballo de madera que los griegos presentaron á la diosa Palas.—Añejo, lo que pasa de un año ó de más de uno, de muchos años.—Un conejo, que es animal que anda de ocultis, y de ocultis del Arcipreste, sin saberlo él, como regalo propio, se lo regaló. El Arcipreste le había encargado le llevase buen trigo, como á panadera.

[120]

Conejero, porque le presentó un conejo, y fué mal perro conejero, que no trae la caza al amo.—Aduz, de aducir, ad-ducere, traer. Esta troba cazurra es de un humorismo tan filosófico, que no le hallo semejante, y ese humorismo, que se nos antoja la quinta esencia de la civilización moderna, del pensamiento desengañado, hasta desvaharse, del más refinado vivir, sale aquí alquitarado de un alambique de piedra berroqueña, de un poeta enteramente primitivo y brutalmente natural. No hay sentimiento que iguale en reciura, y á la vez en sutileza, al que expresa en estas incomparables coplas el gran Arcipreste de Hita. Desde aquí, las academiqueces de Santillana y Villena, que vinieron á poco, semejan recortados evónimos de jardín, mirados desde la copa de un cedro del Líbano.

[121]

Juega aquí con el nombre de la dueña y el de cruz, á quien se humilla el cristiano y adora.—Conpaño, el compañero, su mensajero. Alex., 1835: Que un fallimiento de su companno oir. El mensajero, más cerca que él, no se omillava, sino que la adoraba y amaba á la Cruz.—Ad-orar se dijo de llevar al os boca, del besar.—Cruz-ada la mala partida del compañero con la dueña Cruz, que á él le crució tanto.—Reguardarse, como resguardarse, recelarse, cuidarse.

[122]

Conpaño de cucaña, de los que á porfía pretenden subir a la cucaña ó viga plantada en el suelo y bien ensebada, con un premio en lo alto, para el que logre trepar hasta cogerlo. Además, el tal compañero le salió como el cuco, que diz pone sus huevos en nido ajeno, en el nido que para sí tenía marcado el Arcipreste.—Ante, latino y castellano viejo, de donde ante-s. Gran., Mem., 1, 13: Aquella grande hambre de los siete años de Egipto, ante de la cual dice la escritura que fué tan grande la abundancia. Celest., VII, pág. 95: Que quiero ver para cuanto eres, ante que me vaya.—Magadaña es mala partida, engaño, falla. En Aragón macatrullo, engañado y tonto; macandon es el engañador, camandulero. L. Fern., 156: Mosquilon y macandon. En Aragón magar por fallar, faltar. Maganada es engaño que á uno se hace. Magancés, el engañador. Pedro Urd., 2: Sois un traidor magancés. Otros vocablos hay del mismo tema mag y mac, que estudiaré en Origen del leng. [122.1] . Magadaña de escarnio es mala partida de escarnio, engaño que escarnece al engañado.

En el Tratado de las Colmenas, del aragonés Jaime Gil, t. 4, c. 6, descríbese un armadijo formado sobre cuatro horquillas para que en ella paren los enjambres: "Tomaba cuatro horcachas de sauces ó de otra madera de las dichas. Hincávalas en tierra. Sobre ellas ataba otras también gruesas y viejas de la misma manera á modo de parral. En los ángulos que había ponía una grande aliaga y seca, bien atada y segura; pero de tal suerte, que dejándole en la atadura lazada, con facilidad desataba, y sin mover mucho la aliaga, que con una mano desataba y con otra aseguraba no se moviese la aliaga. Asentábase en ella el enjambre, desatábala, como he dicho, y de un golpe casi todo el enjambre daba en la nasa ó cogedera... Ha de estar esta malagaña, que así la llaman en algunas partes los colmeneros, de alta hasta siete palmos del suelo." El cambio de d en l es común y así esta malagaña es la madagaña y la magadaña del Arcipreste: una de tantas voces aragonesas como él usó.

[122.1]

Véase Cejador, Origen del lenguaje y etimol. castellana, Madrid, 1927.

[123]

Habiendo librado tan mal de la pasada aventura, el hombre, por quien habla el Arcipreste, lo achaca a su hado ó mala estrella, como solían hacerlo entonces, y aun ahora, los desmañados que salen con las manos en la cabeza. Pretende pintar aquí el asidero que prestaba á los mundanos la fuerza del hado, para excusarse de sus culpas y vicios. La Astrología judiciaria, por la cual se juzgaba del destino de cada cual según el astro que subía en el momento de su nacimiento, era realmente una gran ciencia para escudarse y consolarse en toda mala ventura, metiendo el islam dentro del cristianismo. Del movimiento de la luna, contra Platón, trató Hiparco de Nicea. Platón, en el Timeo, dijo no hacerse nada en este mundo inferior que deje de tener su nacimiento de celeste causa. Tolomeo fué astrónomo, y algunos de los aforismos de su Centiloquio recordaba el Arcipreste en este lugar. Así el 38: "Cuando Mercurio en el nacimiento de alguno estuviere en alguna de las casas de Saturno, y él se hallare fuerte en su ser, dará capacidad para entender de raíz las cosas." Pero en el 6 y 8: "Sapiens dominabitur astris", el sabio y virtuoso domina el influjo de las estrellas. "Non cogitemur ea quae accidunt ex coelo, esse necessaria, ut quae sunt a Deo", no creamos que lo que sucede por el cielo sea necesario, como lo que procede de Dios. No menos es de Tolomeo que "El astrólogo se debe abstener de pronosticar cosas singulares, constando la ciencia de las cosas universales y no de los individuos", de donde añade que "A te et ab stellis est scientia". "No debe el astrólogo—dice también—hacer juicio asertivo, porque sus juicios median entre lo necesario y lo posible." Hubo tres opiniones: la de los estoicos y priscilianistas, que decían obraban los cielos en los hombres de necesidad, no pudiendo nadie huir de esa fuerza celeste, que llamaban hado. La segunda, que negaba todo poder é influjo de las estrellas en nosotros, sino que Dios lo rige todo por sí mismo, sin causas segundas: repruébala Santo Tomás, no menos que la primera (Cathol. verit., c. 85, y Gent., 3). La tercera, que concede influjo á los astros, mas no por necesidad. La primera fué reprobada, y así dice la Glosa de un Decreto: "No se reprueba aquella Astrología que deja de imponer necesidad en los cuerpos superiores. Así concede la Iglesia la que dice inclinar las estrellas, mas no necesitar." Toda esta doctrina la conocía muy bien el Arcipreste por Santo Tomás y los Cánones, en que se muestra bien informado. Al manifestar, pues, aquí la creencia en la primera opinión, siquiera luego le ponga la cortapisa de que Dios puede mudar su curso, esto es fantasear un Dios que milagrea á cada triquete para contrarrestar el influjo de los astros, cortapisa no menos errónea, se ve bien claro que no habla por sí el Arcipreste, sino que expone el pensar de la gente mundana de su tiempo, que así mezclaba el islamismo y la gentilidad con el cristianismo para colorear sus locuras y devaneos. Y así el mundano que aquí habla toma de Tolomeo y Platón lo que le conviene, dejando lo que en ellos hay, pero que no le viene á cuento.

[125]

Clerezia, estado eclesiástico, el más noble entonces.—Deprender, por aprender, fué clásico y es vulgar; grandes tienpos, por largo tiempo.—Espender, gastar; quantia, cantidad, caudal, de cuant-o. Trat. Arg., 4: Ya después que hubo espendido | bien veinte mil ducados que traia.

[126]

En orden religiosa. Muchos se engañan y dan de bruces, porque el hado suyo era otro.

[127]

Estrell-ero, astrólogo. Díez Lusit., Marial, pág. 558: Sin andar hechos estrelleros, revolviendo reportorios, buscando pronósticos.

[128]

Naturales, sabios que estudian las cosas naturales, físicos, dicen hoy, y naturalistas. Quij., 1, 33: Cuentan los naturales que el arminio.—Acabados males, extremados, muy grandes.

[130]

El punto, el momento; en el Quijote, passim.

[131]

Colgar, ahorcar; morrá, mor(i)rá.

[132]

Mintroso, ment(i)roso. Por probadamente mentirosos.

[134]

Catar es mirar, pero como buscando ó acechando á lo gato, como que tiene la misma etimología.—Rrevatado, arrebatado, que coge de improviso é ímpetu, de arrebatar y rebatar. Cal. e Dimna, 3: E pues que las vieres rebátalas á ojo de su dueño.—Nublo ó ñublo de nub(i)lu(m). Mingo Rev., 28: Cata que se rompe el cielo, | derrúmbase la tierra, | el nublo todo se cierra.

[135]

Fadaron, de fadar, vaticinar los hados de uno. J. Pin., Agr., 23, 5: Que tenía de ir a la guerra de Tebas, donde tenía hadada la muerte. Alex., 1260: Mas non gelo quisieron las Fadas otorgar. | Ca era ya fadado.

[136]

Fallescer, fallar, faltar. Lis. Rosel., 13: Tanto más la esperanza me fallece. Valverr., Ej. Dom., pas.: Hermosura postiza, que al mejor tiempo fallece.—Es-torçer, como torcer, desviar, vencer. Cal. e Dimna, 6: El que encubre su poridat podrá con ella vencer é estorcer de gran daño. Destorcer y es-torcejar. Jim. Urrea, Canc., 219: Y hace que esto non destuerza. Canc. s. XV, 20: Mas no quiero estorçejar | de lo que tú, Juan, as gana.

[138]

Acorrer, socorrer, correr á ayudar á uno. Quij., 1, 25: Si gustares de acorrerme.

[140]

Otramente fué clásico y es vulgar. Herr., Agr., 1, 10: Porque otramente seria para.—Falta en G desde aquí hasta la c. 330.

[141]

Estança, modo de estar.

[144]

Por aventura, por ventura.—Porqué, por lo cual.

[145]

Principio falso que no puedo atribuir al Arcipreste: no va contra ellas, sino que no está obligado á ellas en ese caso.

[149]

Tuelle, quita, de tollir, de tollere; de tollir salió tullido. D. Sancho, Castig, 90: El ave con sus peñolas duerme en la noche é non las tuelle de sí.

[153]

Acabesçi, de acabescer, con el mismo valor y origen que acabar y recabar, esto es, lograr, llegando al fin deseado ó cab-o, de donde estos versos se derivan.

[156]

Fabrar por fablar es rústico y se halla á menudo en nuestros primeros dramaturgos, y se verá en otros vocablos.—Atrev-udo por atrev-ido, con el udo, muy usado en la Edad Media por el ido.

[157]

Manceb-ez, edad de manceb-o.—Prez, precio, valor. Alex., 7: Comenzó a demostrar que serie de grant prez. Tal le sucedía á Ovidio, que quería á todas y no veía sus tachas (Amorum, 2. Eleg. 4).

[158]

Maguer, que no sonaba magüer, como hoy lo escriben, pues no sonaba la u, vale aunque. Quij., 1, 25: Maguer que yo sea asaz de sufrido.

[159]

Bavieca, bobo, del babequia que hemos visto, acaso por metátesis, prov. bavec, charlatán. Berc., S.M., 116: Bien me ten por babieca si yo te lo consiento.—Rico hombre, noble.

[160]

Puesto que, aunque, clásico. Este refrán echa abajo toda la Astrología, y es el aforismo de Tolomeo: el pueblo español nunca fué astrólogo.

[161]

Con el calor de la pasión no reparan los amantes en lo mucho que prometieron y, como después, al tiempo del cumplirlo, se les haya resfriado el gustillo primero, no hacen caso de romper con las promesas. Con esto daba en rostro Filis, hija de Licurgo, rey de Tracia, á Demofonte: "Demaphoon ventis et vela et verba dedisti: | Vela queror reditu, verba carere fide" (Ovid., Ep. Phylid). Por lo cual tuvieron los antiguos por cosa ridícula y vana los juramentos de los amantes, y fué proverbio que "Amantibus verum ludificare permissum est" (Alex ab Alex., l. 5, c. 10). Esto les dice el Arcipreste a las dueñas, temiendo no le darán crédito y les molestará, porque las cuitadillas de estas esperanzas y promesas viven y es cruel arrancar la esperanza al que no tiene otra cosa que le consuele. Cuanto á los embustes de ellas, no se hable, léase la Asinaria de Plauto (act. 1, esc. 3) y téngase presente aquello de la Cistellaria (1, 1): "Adsimilare amare oportet, nam si ames ex tempulo, | melius illi multo, quem ames, consulas, quam rei tuae." ¡Pobrecillas! Las más lo que buscan es el garbanzo, sino que no hay quien les dé para ello sino á costa de otra cosa: ¿qué han de hacer, sino fingir y pintarse y vivir en continua mentira?

[165]

E nunca..., porque enemigo que te alaba, algo pretende de ti.—Des-amigo, enemigo.

[166]

Desde aquí dice Puymaigre (Les vieux auteurs castillans, t. 2, pág. 63, etc.) que el Arcipreste imita á Ovidio en el libro 3.º del Ars amandi. Todo él me lo he echado al coleto: ni una idea siquiera he hallado común en entrambos. Nuestro poeta denuesta al Amor; el poeta latino enseña á ellas las artes de hacerse agradables a los hombres. Puymaigre no leyó á Ovidio.

[168]

Las veza, las enseña, hasta á las que ya saben. S. Badaj., 1, pág. 126: Vézanlos con cortesía | a ser mundanos juglares. Loz. andal., 14: Yo la tengo de vezar muchas cosas que sé... no vecéis á ninguno lo que sabéis. De vezo, costumbre.

[169]

Falagu-era, como falagu-eña. J. Enc., 264: Con sus falagueras mañas | mama las suyas y extrañas, | como el hijo de la cabra.—Donable de amor, como amable, es el digno de ser amado; donable es digno de que se le dé, de dones, aquí, de que se le dé el amor, de que se le ame y corteje ó doñee.

[170]

Rretráheres parece que sonaba, y aun así, no consuena del todo bien. Son los refranes, y mejor, las semejanzas y comparaciones que en ellos suele haber, como en el que cita el autor. De re-traer, por parecerse, ser semejante.—Pegujar ó pegujal, pedazo de tierra sembrada por el rentero en la tierra del señor para sí propio, tierra particular de uno; de peculiar(e), peculiu(m), que dió pegujo. J. Pin., Agr., 18, 25: Eso es echar el arado á los bueyes á la traspuesta del sol y nunca haréis muy gran pegujal. Horozco, Canc., pág. 105: Y siendo su pegujar | comprado por su dinero. Leruela, Restaur., pág. 2: caus. 2, 3: Los pegujos y manadas pequeñas de los ganaderos y labradores.

[171]

Esta copla está mal copiada. No se ve lo que puedan ser mitas; de no ser mitan ú holandilla, que dicen en la Rioja, ó mitones ó medios guantes. ¡Pero darle y no..., no..., nin..., nin...! Pues, ¿qué le daba entonces? Luego añade que con ello le daba cántigas. ¿En qué quedamos? ¿Le daba ó no? ¿Qué donas le daba? Además, çintas no consuena bien.

[172]

Fúxo, pretérito de fuir, por huyó, como truxo de traer.—Avoleza, ruindad y vileza. Doctrin. caballer., 2, 2, f. 66: Mas los otros que tardasen por avoleza de sí. De avol, malo en antiguo cast., pg. y provenzal.—Hízome bavieca, me dejó sin saber qué hacer.—Que mercar (yo) non es franqueza (generosidad de su parte).

[173]

Enviso, advertido, avisado; de viso, como esta última voz. Doct. cab., 1, 7: E por ende los cabdillos deben ser envisos... para cuidar de las cosas. Berc., Mil., 56: Todo esto asmaba el anviso varón.

[174]

De prestar, de valer. Cid, 671: Minaya, un caballero de prestar. Prestar por valer, aprovechar, ayudar. Mar., H.E., 22, 18: No prestó nada la mudanza de lugar. Era, pues, de prestar, el que valía en las ocasiones y eran sus servicios provechosos.

[175]

Çaraças, masa con agujas dentro para matar á los perros. Col. perr.: Vi que era peor que comer zarazas. Celest., 11, 132: Cata, madre, que assí se suelen dar las çaraças en pan embueltas, porque no las sienta el gusto.

[177]

Fe-aldat, fidelidad, de fe, como igu-aldad; en Aragón fialdades son rehenes.—Algo, hacienda. A. Alv., Silv. Fer. 6, cen. 12 c., § 3: Como lo que el mundo nos da en nuestros afanes es lo que es nada, pero que los buenos algos dalos el cielo. Cond. Luc., 8: Si lo perdieres por fianza de haber grande algo.

[178]

Masillero ó mansillero, que muerde, de presa, que hoy decimos. De mancill-a, llaga ó herida que mueve á compasión, mancha ó mácula.—Cillero, silo ó troje de granos. Gran., Guía, 2, 10: Las hormigas juntan granos en sus cilleros en el verano. De cilla, que vale lo mismo.

[179]

De que ove mansilla, ó mancilla, lástima, pena. Más vale vergüenza en cara, que mancilla en corazón.—Fabrilla, por fabl-illa, de fabla, fablar, esto es, por hablilla, que así sonaba, y es el refrán que se cuenta y dice, como dicho.—Estar mano en mejilla, estar muy pensativo y pesaroso: Agua pasada no muele molino.

[180]

Mi mal asseo. Indole, que achaca el Arcipreste ó á los astros ó á su educación y propia crianza, que es lo que vale etimológicamente aseo, del éusk. asi, crecer, desarrollarse, formarse.—Veg-ada, vez, con la g procedente de la c de vic-em. Quijote, 1, prelim.: Siendo vegadas mil apaleado. Pues, amigo, no vales para el caso. Cree á tu amigo Ovidio (Amorum, 1, Eleg. 9): Militat omnis amans... Ergo desidiam, quicumque vocabit amorem, | desinat. Ingenii est experientis amor... Qui non vult fieri desidiosus, amet. Pero si el Arcipreste se hubiera metido á enamorado, ni fuera tan desidioso, ni le hubiera salido tan mal. ¿No lo cree así el lector?

[181]

Desde aquí va a sacarle al Amor todos sus trapillos sucios y á echarlos en colada, descubriendo los vicios y males, la podre toda que suele colorearse con tan bonita palabra como es la del amor, cuando es malo y vicioso, se entiende. El alegato llega hasta la copla 423, recorriéndose los pecados capitales, cuya raíz es ese amor ó apetito lascivo, cobdicia, que él llama conforme á su valor etimológico de cupiditia, de cupidus, esto es, la concupiscencia ó pecado, hablando en términos de la católica Teología. Está este trozo lleno de sentencias, tan hieráticamente expresadas por el Arcipreste como las mejor cinceladas de Séneca y Salomón. Desmenuza los afectos y sentimientos del alma de los enamorados con bisturí de oro, hasta descubrirnos sus más delicadas fibras. Y todo lo aclara con ejemplos ó fábulas, con comparaciones, que a granel le ocurren, pintorescas, brillantes y de una propiedad maravillosa. Comienza con una pintura del Amor, de sus ardides, mañas y obras.

[182]

En-artar, engañar con artes.

[183]

El por qué de las variantes de lisonja y su valor y origen, en Cej., Tesoro L., 11.—Enpoçoñar, de donde emponzoñar, de pozoña, de donde ponzoña, de potione(m).—Enervolas, poner hierb-a ó ponzoña á viras, saetas. León, Braze.: Son palabras agudas y enarvoladas con gracia, que pasan el corazón de claro á claro. Idem, Job., 6, 4: Herido estoy de mil saetas enervoladas.—Vira, saeta delgada y aguda de punta, posverbal de virar, del ir dando vueltas ó virar rehilando, como vir-uta. Quev., Rom., 29: Gasto el viejo amor en viras | mas no en virillas de plata.—Partir y airar como transitivos, apartar, llenar de ira.

[184]

Atreverse en, confiarse en.

[186]

Lazar, padecer, penar; de donde laz-era, pena (F. Juzgo, 4, 2, 13), y de aquí lacer-ar, lazr-ar, lazdr-ar, como lazar. León, Job, 3, 23: Suspiran antes de la riqueza por alcanzarla, y alcanzada gimen y laceran con ella. De lazer-a salió lacer-ia (Cej., Tesoro L., 33).—Mesnada, compañía de gente de armas debajo del mando del rey, rico hombre ó caballero; aquí metafóricamente.

[187]

Enconado, que tiene encono.—Meng-ía, medicina, de menge, metge, médico, de med(i)cu(m). J. Pin., Agr., 21, 9: A cuantas se afeitan y á cuantas venden las tales menjias. Idem, 23, 1: El entendimiento es un tendero, que dentro de su casa tiene todas sus menjias. J. Polo, Humor: Mas si queréis remediallo, llevad humilde y devoto | sus pies a los santos mejes | abogados de los cojos.—Xarope, cualquier bebistrajo de botica, muy usado en Aragón.—De-batir como abatir, vencer, del echar abajo; enforzarse como esforzarse. Cast., Canc., 1, pág. 176: Esta siempre nos guerrea, ésta siempre nos debate.

[188]

Doñ-eos, cortejos, halagos, posverbal de doñ-ear, cortejar, obsequiar.—Tiras la fuerça, quitas las fuerzas al que ama y queda flaco. Quiere mostrar aquí cómo el amor lascivo hace muelles, afeminados y para poco a los hombres en el cuerpo y en el alma.—Fazañas aquí son hechos, como los que va a contar.

[189]

Parécese al fabliau del Valet aux douze femmes: aunque allí la moraleja es que le basta una mujer al lobo para que muera (Fabliaux, publicados por Barbazan, edición Méon, t. III, 148).—Talente, talante, voluntad.—Porfiaron, en plural, por ser colectivo el sujeto.—En cabo, extremadamente.

[190]

Afyncaronle mucho, instáronle, apretáronle. C. Luc., 1: Tanto los afincó, que ge lo ovieron á decir.—Ya tiene aquí valor de por lo menos: no sabiendo cómo desencapricharle del triple casorio, le querían persuadir lo redujese a doble y por tiempo, para así dar tiempo al tiempo, el cual todo lo concierta.

[192]

El que quería tres mujeres quedó tan harto de la primera, que, por sobrarle, quería dar la mitad a su hermano.—Abondo, con abundancia, posverbal de abond-ar, abundar. Góng., Rom. burl.: A un mismo tiempo tenéis | pan y vino y carne abondo.

[195]

Casarás y amansarás. Una sola mujer le desea al molino para que pierda los bríos, como él los perdió, el que antes deseaba tres mujeres.

[196]

Sol' non l'asmó, ni siquiera pensó en ello. Asmar, pensar, barruntar. T. Naharr., 2, 235: Asmo que | nunca domingo bailé, | que no la sacase á plaza.—Ansy..., de tal manera el garzón, que quería tres, quedó desengañado en su devaneo con la primera mujer.

[197]

Sigue el Arcipreste denostando al Amor.

¿Quién pintó con más color y brío en una copla la común metáfora del fuego? "Azote es éste—dice San Gregorio (Moral, l. 21, c. 9)—con que Dios castiga los hijos de Adán, dejándolos abrasar en llamas de concupiscencia, tomando los mismos deleites por verdugos de su libertad." "Fuego es—según el Deuteronomio (32)—que ni deja roso ni velloso, no perdona a los valles más florecidos ni deja de saltar sobre los montes encumbrados."

[198]

En buen dya nasçieron, con buena estrella, son dichosos: alude al sino del punto del nacimiento.—Folgaron, no tuvieron afán ninguno, que todos los trae el amor; y ¡todavía anhelamos por él! Por eso nos sucede, pidiendo tan mal tirano, lo que á las ranas. El amor tiraniza, quita la libertad; pero de arte que el mismo enamorado se labra sus hierros y pide ser encadenado, como las necias ranas que, despreciando la libertad en que vivían, pidieron á Júpiter, rey y tirano, que se las comiese vivas (c. 207).

[199]

Nuzia, dañaba, de nucir, lat. nocere.—Solteras, sueltas J. Pin., Agr., 5, 43: Por no les saciar sus deseos solteros y catariberas, que no caben en montes ni en poblado.—El diablo fué el que las aconsejó, como causa de todo mal, según la vulgar creencia.—Se pagavan del mal, queriendo el mal, contentándose con el mal consejo.

[200]

Viga de lagar, la que prensa las uvas.—Fuste, viga, madera de fuste(m), fustis. Crón. gral., f. 375: E si non podriemos echar las escaleras de cuerda, echaremos estas de fuste.—Las castigar, enseñarlas, regirlas como rey.

[202]

Mansillera, carnicera, del hacer llagas ó mancillas.—Cercar, rodear, dar vueltas, como en la ribera del río buscando qué comer. Abierta de pico.—Ventenera dice el códice; corrijo como se lee en la copla 291, venternera, de gran vientre y comilona.—De dos en dos, a pares, en abundancia. Quij., 2, 68: Se le caen de la boca de dos en dos.

[204]

Astragar, de astro, verbo astrológico, de donde estragar y su posv. estrag-o.—So-terr-ar, meter so tierra.—Tú ya nos paga, conténtanos ya, en lo que te venimos pidiendo, pues ni la viga ni la cigüeña son para contentarnos.

[205]

Syn premia, sin represión, tiranía, violencia; posverbal de un premi-ar por preme-ar, frecuentativo de premir, de premere, como lo es apremiar, de apremir: todos verbos usados. Berc., S.D., 559: Más quiso fer su massa, delgazar é premir. Alex., 41: Si de premia de Dario non saco yo á Grecia. Celest., 1, pág. 6: Quanta premia pusiste en el amor. Igualmente prem-io, como a-premi-o. Canc. s. XV, 229: Que pues amor verdadero | no quiere premio ni fuerça. Galat., 3, pág. 44: Puedan por largo tiempo apremiar la voluntad á quererlas.—Reñid, en el sentido del latino ringi, de donde salió, regañar los dientes de rabia y furor, de donde después reprender.

[206]

Saca el Arcipreste la moraleja y prosigue contra el Amor. Non bene pro toto libertas venditur auro, proverbio que prueba Ulpiano (libr. 4.º Pandect. tít. de statu libertatis). A quo enim quis superatu est huius servus est, dice San Pedro (Epis. 2, 2), cada uno es siervo del que le vence. Y Virgilio (Egl. 1): "Quisquis amat, servit, sequitur captivus amantem, | fert domita cervice iugum, fert verbera tergo | dulcia, fert stimulos, trahit et bovis instar aratrum." Pero mejor lo va declarando el Arcipreste.

[207]

Contrallo, contrario, adversario.—Do = de o = de donde, término a quo.

[208]

Doblada, doble, esto es, gruesa. Góng., Rom., 47: Unos antojos me pone | de unos vidrios tan doblados, | que hacen de una paja ciento | y cuatrocientos de un grano.

[209]

Conpaña, compañía, Quij., 1, 20: Comieron los dos en buena paz y compaña.—Lazeria, miseria y trabajo, de lazera, que hemos visto.—Synrazón, sustantivo, falta de razón.

[211]

Ora-s, de ora, como entonce-s, mientra-s, ante-s, T. Naharro, 2, 77: Oras á hurta el capote, | oras á daca el ovillo.—Merjelina tiene todas las trazas de ser nombre propio de alguna doncella cantada en los romances populares: como quien dice en Babia como bobo, en las musarañas. ¿O será el francés marjolaine, orégano, en la frase les couplets de la Marjolaine, como quien dice las coplas de Calainos ó Juna del Encina? No conozco coplas francesas de este nombre ni obra alguna literaria; pero acaso fueran vulgares sobre alguna Marjolaine ó sobre la marjolaine. ¿Quién sabe si su saña estará por Susana, junto con Marjelina? Otra conjetura: ¿estará por Melusina, el francés Mélusine, personaje del cual dice Gaston Parjs (La Littérature française au moyen âge, 1090, págine 115): "romans en prose et en vers, sortis de quelque lai localisé à Lusignan, et tous du XIV siècle"? Véase L. Desaivre, La légende de Mélusine, Niort, 1885: Literaturblatt, 1887, col. 346. Hay una Merjelina, la única que yo conozco en la literatura española, y es la mujer del Doctor Sagredo en la Vida del escudero Marcos de Obregón (1, 2). Dechado de hermosura y vanidad, era dura, desdeñosa y sacudida con todos los galanes; pero se enamoró de un mozo sarnoso, aprendiz de barbero. Vino "de áspera y desdeñosa á mansa y amorosa, de desamorada y tibia á tierna de corazón, de sacudida y soberbia á humilde y apacible, de altiva y desvanecida á rendida y sujeta..." Este dechado del natural femenino voltario y extravagante en la hermosa y desdeñosa, ¿no pudo ser legendario y haberlo aprovechado Espinel? Aquí el Arcipreste echa en cara precisamente al Amor el que "furtasle el coraçón... luego lo enajenas, dasle a quien non le ama". Si todo esto no basta y hay errata en el nombre, pudiera ser la hada Morgayna, hermana del rey Artur, en cuyos hechizos coyda ó piensa el enamorado (Trist. de Leonis).—Espinar, punzar, de vulgar uso y clásico. J. Tolosa, Disc., 1, 13: Que á tantos han espinado, y ensangrentando las almas con muchas ofensas de Dios.

[212]

Retentar, tentar mucho.—Sobervientas, sobre-vientas ó borrascas de viento. Berc., S.M., 386: La mala sobrevienta de la fuert espantada | tenie la gent premida. D. Vega, Disc. Sab. ceniz.: Que para él no ha de haber borrascas y sobrevientas de mar.

[213]

Debdo, deudo, deuda, ¿qué te debo para que así me persigas? De deb(i)tu(m), debere.—Viénesme a la sordina, nunca me preparas y apercibes guiñándome ó haciéndome alguna seña, sino que de repente hiéresme el corazón y de alegre me dejas triste. S. Mar. egipc.: Quando se aperçibió Maria | non pudo estar que non sse hiria.—Ledo de laetus, alegre.

[214]

No puedo echarte mano, y aunque te cogiese ó presiese, de priso. Tú me coges á cada paso.—Orgull-ya de orgull-o.

[215]

Bendicha es la forma regular evolutiva de ben(e)dicta; bendita es la semierudita. Igualmente maldicha y maldita, de mal(e)dicta.—En fuerte punto, en mal punto ú hora, renegando de algo. Eug. Salaz., Sal. esp., 2, 238: En fuerte punto yo vi vuestra frescura. Quij., 1, 35: En mal punto y hora menguada entró en mi casa este caballero.

[216]

Me assaño, me ensaño. Ayala, Caza, 2: Et guarde de los asañar, ca de ligero se asañan.

[217]

De los siete pecados capitales, de los que ahora comienza á hablar, como malos hijos del Amor, trataron otros muchos por aquel tiempo; recuérdese á Ayala. Denodados, extremados, que se salen de la raya.

[218]

Tu mayordoma es la ambicia ó ambición.—Alferez, portaestandarte; pero aquí como en la copla 1096.—Officiar, obrar, ministrar, de oficio.—Sos-tienta, tienta á la justicia por lo bajo, ó sos, la soborna.—Codicia y codiciar por apetecer, de cupiditas. Tost., Bibliof. esp. Op. liter., pág. 223, etc.: La soberana cosa que nuestra cobdicia enciende é con anxioso deseo demanda es la muger agena.

[219]

La cobdicia ó apetito carnal es la madre de los demás pecados capitales.—Estepa, es planta esteparia, que arde presto.

[220]

Mandan, como prometen, hacen mandas ó promesas; por tener con que cumplir estas mandas, codician hasta lo peor.—Los omes con amor, los enamorados, para lograr sus intentos, tienen que halagar y prometer, y para cumplir lo prometido tienen que ser codiciosos hasta el extremo de la maldad (lo peor).

[221]

Explica la copla anterior.—Porqué, por lo cual, por medio ó mediante estos hurtos: que y lo que se refiere á una frase entera ó á un objeto cualquiera, como relativos neutros (Cej., Leng. Cerv., I, 233, pág. 436).

[222]

Sopit-aña, del vulgar supit-o (Cej., Tesor., Silb., 124).—En-forcar, a-horcar. Berc., Mil., 153: Quando lo entendieron los que lo enforcaron.—Cuqu-ero, pícaro y astuto, que anda en cuquer-ías, cuc-anda ó cuc-o que sabe apañárselas, buscando lo ajeno como esta ave.—Picaña, picardía: de picaño, pícaro. Lope, Dos ingen., III, 12: No hará, bellacos picaños.

[223]

En las bodas de Tetis y Peleo la Discordia echó sobre la mesa la manzana de la discordia, que era de oro y llevaba escrita esta letra: A la más hermosa. Juno, Minerva y Venus se la disputaron, y señalado Paris, por Júpiter, como árbitro, Juno le prometió poder y riqueza; Minerva, saber y virtud; Venus, la posesión de la mujer más hermosa. Deseando Paris poseer á la hermosa Elena, atribuyó á Venus la manzana. Ayudóle ésta en el robo de Elena, pero Juno y Minerva, por vengarse, suscitaron la guerra de Troya para destruirla, por ser patria de Paris, hijo de Príamo, rey de aquella ciudad.

[224]

Los egipcios, que siguieron á los hebreos y quedaron ahogados en el mar Bermejo.

[225]

De la cobdicia como concupiscencia pasa á la codicia como avaricia del dinero, y cotéjalas muy al propio, ya que ni el lascivo ni el avaro nunca se hartan, siempre piden más, y, por codiciar lo ajeno, pierden lo propio (c. 246).

[226]

Dos tanto, doble; tres tanto, triple, etc.; aquí tanto adverbialmente. Tafur., 161: E de gentes çerca dos tantos.—Semejávale, ser dos la pieza de carne. Quij., 2, 6: Y que los brazos semejan árboles gruesos.

[227]

Su coydar vano, su falso fantasear ó juzgar.

[229]

Mal rrecabdo, mala ganancia; posverbal de recabdar, ganar, lograr.

[230]

Porqué tú penarás, por lo cual sufrirás la justa pena.

[231]

Camin-ero, caminante.

[232]

Quitar, librar, como hemos visto.—Abeytar, someter, engañar (véase 387).—Uvias, tienes ocasión ó lugar de assentar ó poner tu asiento, de ob-viare; de aquí ant-uviar, encontrarse, topar con; antuvi-ón, encuentro; de antuvión, de golpe y porrazo.

[234]

Dañados, condenados, conforme á su etimología de damnare, con-demnare, condenar. Díjose de los condenados al infierno. Illesc., H. pontif., 3, 6: Si no muriera también su alma para siempre jamás con los dañados en el infierno.

[235]

Varajas, barajas, riñas, contiendas. Fons., Vid. Cr., 1, 3, 12: Se apartaron por ahorrar barajas de criados y pastores. Es posverbal derivado de barajar, reñir, confundir, sujetar y sojuzgar.

[236]

Nin cata aguisado, ni mira á lo debido, á lo que es justo, á la justicia, que es lo que vale aguisado, como su opuesto desaguisado, la injusticia. De guisa, modo natural, propio y debido.—Antre por ante, si no es errata de copista, como mientras y mientre, de miente.—Fraco, flaco á lo rústico.—Lazrado, de lazrar, como lacerado, lacerar, sufrir trabajos; de lacer-a.

[237]

Iba á lidiar en campo ó estacada, llevando á su valiente señor. La causa de la lid fué el haber su señor hecho fuerza á una señora, por lo cual le desafiaron. Quij., 2, 52: Donde á entrambos daré campo seguro..., que dan campo franco á los que se combaten.

[238]

Sueno, natural forma derivada de sônu(m), son.—Quedó, paróse quedo. Así, por cesar, en las Memor. histór. de la Acad. de la Hist., V, 117: Queda la justicia. De aquí llaman quedado y quedadote al toro muy parado.

[239]

Embargar, embarazar. Celest., 1, pág. 22: La indignidad de mi persona lo embarga. De aquí embargo, sin embargo, sin embarazo, de barga ó varga.—Varga, monte ó cuesta, como lugar embargado de matos; por eso en Castilla es casilla cubierta de paja, entre muzárabes y en Aragón choza con ramaje. De aquí Vargas, personificación de este concepto, de modo que: Averiguelo Vargas alude al enzarzamiento del monte y dícese de lo muy enzarzado, enredado y oscuro. Al secretario de Felipe II le ajustaría bien el dicho, pero él es más antiguo.—Larga, entre delincuentes, es la carretera ó carrera.

[240]

El caballo entró en la liza tan bizarro, pero fué ferido muy fuerte (adverbio) de lança.

[241]

El sobervio caballo paga el amor que tuvo su amo á la dueña.—Escotar, pagar el escote ó gasto.

[242]

Del inogar, hinoj-ar, ponerse ó caer de hinojos ó a-hinojar, esto es, rodilla en tierra, de manera que daba con los morros en ella y se le hinchaban las narices.—Prizes, preces, caía de rodillas, como quien va á rezar.

[243]

Rixo, de rijar, clamar apasionada ó fuertemente; rijo es el conato apasionado; rij-oso, el furioso, apasionado (Cej., Tesor. L., 118).—Enpelladas, los empellones que dabas cuando ibas ufano á la lid, y aun por eso rixo, remedando asnalmente el relinchar con que antes el caballo bizarreaba. De empeller, de impellere, salió empell-ada, como empell-ón.

[244]

Rrencilla, el reñirme como me reñiste al ir a la lid; de reñ-ir salió ren-cilla.—Byvrás, viv(i)rás.—Mançilla, tacha moral, además de mancha física y compasión. A. Alv., Silv. Enc., 2 c.: No hay en vos mancilla ni un sino. León, Job, 11: Podrás alzar al cielo puro, entero | el rostro y sin mancilla y confiado. Que las postillas y mataduras de ahora venguen tus soberbias de antaño.

[246]

Ducho, acostumbrado, de ductus.—Agua-ducho, del mismo ductus, caudal de agua, canal de ella ó aqueducto, avenida y riada, como aún se usa en Bilbao. J. Pin., Agr., 18, 27: Plinio escribe que con los aguaduchos y terremotos cayó un pedazo de un monte. Horozco. Canc., pág. 11: Las huertas muy maltratadas | con aguaduchos continuos.

[247]

Çatico, un pedacito. A. Alv., Silv. Dom., 4 cuar., 3 c.: Para dalle un zatico de pan no poco gruñido (al pobre). J. Enc., 219: Zaticos de pan ten tú, venturado. Diminutivo de zato, pedazo.—Pico tiene parecido valor, como es sabido. Alude a la historia de Lázaro, en San Lucas, c. 16.

[249]

Afruenta, de donde afrenta, de afront-ar, hoy en Sierra de Gata por afrentar, del echarlo en cara, en la fruente ó frente, fronte(m), frons. Lis. Ros., 4, 3: Brumandilón le afrontó.—Despensa, lo gastado, lo que se gasta en el ordinario; de despender ó espender, gastar. Quij., 1, 23: Con veinte y tres maravedís, que ganaba cada día, mediaba yo mi despensa.—Pronúnciese reínos.

[250]

Estonçes de estonce, con la s de ante-s, etc.; de ex-tûnc-ce, hoy entonces.—Fall-ençia, error, falsedad, daño, de fall-ir. Berc., S.M., 395: Connoçien sue fallencia que eran desviados.

[251]

Sobejo, abundante. Alex., 380: Legó yentes sobeias. L. Fern., 91: Es grande mi sobrecejo | e muy sobejo.—Caérsele el çejo, de tristeza.

[252]

Ueso, hueso, cuya h es para que u no se pronuncie como b.—Afogarse quería, estaba para, iba á.—Corrienda, adv., como á sabiendas.—Físicos, médicos; maestros, cirujanos. En el primer tercio del siglo XV escribió el libro de medicina intitulado El menor daño de la Medicina el gran físico Maestro Alfonso Chirino, profesor de medeçina é físico del muy alto, esclareçido, muy poderoso Rey don Juan el segundo, alcalde e examinador mayor de los físicos e çirugianos de sus Reignos e Señoríos. Tiene doctrinas curiosas, sensatas y no pocas que hoy han resucitado como novedades, por ejemplo: "Sabet çiertamente que es mejor sanar sin medeçinas que con ellas... Tenet sin duda que natura ha de sanar las enfermedades é non las melesinas." La tercera parte, sobre todo, es digna de leerse: "del Regimiento de Sanidat", que trata "en refrenar las passiones del anima que embargan la salut". Arnaldo de Villanova, nacido en los dominios de Aragón, y que murió á principios del siglo XIV, fué el padre de la química médica, descubrió el espíritu de vino, el aceite de trementina y las aguas de olor. Entre otras obras escribió Liber vitae Philosophorum, sive de conservatione inventutis et reparatione senectutis; Conservandae bonae valetudinis praecepta; Praxis medicinalis, etc.

[253]

De somo del alteza, de lo alto, del aire; somo, de summu(m). Cid, 3651: El casco de somo apart gelo echaua. Alt-eza, como alt-anería, de las aves que vuelan alto.—Fincó, hallóse. Alex. 74: Tu fincaras ondrado.

[254]

Apertar, apretar.—Soldada, sírvate de paga ó soldada, de sueldo.

[256]

No aprovecha hacer bien al malo, porque el desagradecido nunca paga el beneficio (bien fecho); el mal hombre deshecha el reconocimiento y dice que el bien que se le hace es por debérsele.—Pechar, pagar lo debido, de pecho, lo que se paga, tributo, de pactum, pacto. Villav., Mosq., 1, 55: Sin que á la muerte su linaje peche | el tributo con ansias y dolores.

[257]

Todavía, siempre.—Otear, mirar, sobre todo desde lo alto.

[259]

Fall-ía, falta, de fall-a, fall-ir, faltar. Por estos pecados no le dejó Dios edificarle el templo que deseaba, y que su hijo Salomón edificó. Véase el hecho en Samuel, c. 11.

[260]

La pentápolis, Sodoma, Gomorra, etc., donde ahora está el Mar Muerto (Gen., 19-24).

[261]

Virgilio fué tenido en la Edad Media por nigromántico y adivino, gracias á las dos Eglogas 4.ª y 8.ª, tan traída por los cristianos la cuarta, y por las hechicerías la octava. Sortes Virgilianae eran las que se hacían picando á ventura con un alfiler en la Eneida, y el verso que salía se tomaba como oráculo. Lo que aquí cuenta el Arcipreste era bien conocido por aquellos tiempos.

Véase cómo lo cuenta Comparetti (Virgilio nel medio evo, 1872, t. 2, pág. 105): "Virgilio figura come innamorato, egli è posto in relazione con una giovane figlia di un imperatore di Roma. La viva fiamma che gli arde in petto non solo non è corrisposta, ma incontra grandissima crudeltà nell' oggetto amato, che non resiste alla tentazione di farsi beffe del grande uomo. Fingendo di accettare la sua dichiarazione e di piegarsi ai suoi voti, la giovane gli propose di introdurlo nascostamente nelle proprie estanze, facendolo tirar su di notte dentro una cesta fino alla finestra della torre da essa abitata. Tutto gioja, Virgilio accettò; e all' ora deshignada corse a mettersi nella cesta che trovò pronta appuntino, e con sua grande soddisfazione non tardò a sentirsi sollevare in aria. E fino ad un certo punto la cosa andava bene: ma giunta la cesta a mezza strada li si fermò e vi rimase fino a giorno. Grandi furono le risa e il chiasso che fece la mattina appresso il popolo romano, a cui Virgilio era notissimo, quando vide un si grave personaggio in quella pensile situazione. Nè qui finiva la cosa: chè, informato di tutto l' imperatore, Virgilio messo a terra di grave pena era minacciato, se coll'arte sua non avesse saputo sottrarvisi. Ma lo smacco rimaneva, e l' oltraggio non era perdonabili. La vendetta ch' egli immaginò fu terribile. Ei fece che il fuoco tutto quanto era in Roma si spegnesse a un tratto, notificando che, chi ne volesse, soltanto sulla persona della figlia dell' imperatore avrebbe potuto procurarsene, e che il fuoco cosi ottenuto non si potrebbe communicare dall' uno all' altro, ma ognuno dovesse prenderne direttamente nel modo indicato. Fu duopo piegarsi ai voleri del mago. La figlia dell' imperatore posta sulla pubblica piazza nella più indescrivibile posizione, dovette soggiacere a quel lungo supplizio; i Romani riebbero il fuoco e Virgilio fu vendicato." En el Myreur des histor. de Jean D'Outremeuse, compilación de crónicas de muchos escritores hasta el siglo XIV (publicólo Ad. Borgnet, Bruxelles, 1864) se dice que: "Si fut montée sur lescharfault en pure chemise, et tous veulx qui du feu avoient besoing en venoient querir à su nature entre ses jambes", empleando el mismo vocablo natura que el Arcipreste. Albert de Eib, en la segunda parte de su Margarita poética (Naudé, Apologie pour les grands hommes, c. 21, pág. 614), dice hubo una meretriz romana "laquelle ayant suspendu Virgile à my stage d'une tour dans une corveille, il fit ateindre pour s'en vanger tout le feu qui estoit à Rome, sans qu'il fust possible de le rallumer si l'on ne l'alloit prendre ès parties secretes de cette mocqueuse, et ce encore de telle sorte, que ne pouvant se communiquer chacun estoit tenu de l'aller veoir et visiter, etc."

El mejor documento napolitano sobre las leyendas virgilianas es La Cronica di Partenope de Bartolomeo Caraczolo, dicho Carafa, que llega al año 1381. También se halla la leyenda en el poeta florentino del siglo XIV Antonio Pucci, en el Renard contrefait del mismo siglo (Du Méril, Mélanges, pág. 440), en Neckam, De naturis rerum (edic. Thomas Wright, London 1863), autor que vivió de 1157 á 1217, en Jean D'Outremeuse (op. cit.). Además alude á Virgilio el conocido romance, y otros muchos escritos de los siglos XIV, XV y XVI, en todas las lenguas de Europa, traen una ú otra de estas leyendas. Véase Theophilo Braga en sus Estudos da edade media y en As lendas christâs, y, sobre todo, la obra citada de Comparetti.

[263]

Atura, otro fuego no les dura, de durar, contaminado con aturar de obturare. Muy usado en Aragón por hacer parar á las bestias, hacer asiento en alguna parte, fijarse, durar, sufrir, soportar: No aturarían los gatos esos juntos, no se llevarían bien. En Castilla, por sufrir el trabajo y tapar (obturare). En Asturias, por ser puntual, diligente y constante en el trabajo. J. Enc., 387: Ahotas, según quien es, | que á un mes | pongo en duda que él ature. Cal. e Dimna, 3: Si mucho atura el agua por encima, face rastro en ella. Corr., 218: No hay bien que dure ni mal que á cien años llegue y ature.

[264]

Amatar, apagar, vulgar, como matar la luz.

[265]

Descantar y escantar por encantar, y entre los clásicos, discantar, comentar, discante el posverbal. Trag. Policiana, 21: Que me escantas la condición con sola tu catadura. F. Aguado, Crist., 17, 7: Discanta aquí S. Juan Crisóstomo y dice. Escantijo, encantamiento. J. Pin., Agr., 14, 36: De grandes mágicos, porque como tales llevaban bestias y piedras empos de sí mesmos con sus escantijos. (Alude á Orfeo, que, tocando, escantaba ó encantaba á los árboles y piedras.) El encantar y escantar dijéronse por los versos ó fórmulas, como ensalmar y ensalmo ó encantamiento. Aquí corrijo desencantó.

[266]

Tiberio, el Tíber; cabdal, caudal, de cap(i)tal(e); caput, cabeza.—Guisa, manera propia.

Parece confundirse aquí lo del puente de bronce de las leyendas en las citadas obras. En Neckam: "¿Quid quod pontem aeriun construxit, cuius beneficio loca destinata pro arbitrio voluntatis suae adire consuevit?"

[267]

Escarnida, escarnecida, de escarnir. Quij., 2, 21: Se tuvieron por burlados y escarnidos.—Vergilius se decía, como en latín, mejor que Virgilius.

[268]

El copista cambió la e, que pide el consonante, en o: escantamento, de escantar.—Talente por talento, voluntad, ya no le tuvo voluntad, no la quiso. Licencia poética se tomó acaso el Arcipreste en mudar en -e la -o, si no es que tal se decía.

[269]

Ha, hay.—Varraganes, hombres valientes, fuertes, y debió de ser el nombre del que embiste y ataca la defensa ó empalizada, ó fortaleza, ó barr-eras, y de gana, subir sobre, en éuskera, ó del barrar, echar abajo, esto es, rompemuros, asaltamuros, batemuros. Bibl. escurial., I-j-4, f. 340: Dios barragan, Deus fortis. Bibl. Amst. Gen., 6, 4: Ellos los barraganes: isti sunt potentes. Idem, 10, 9: El fué barragán de caça delante A: robustus Venator, γιγας. Cid, 2671: El moro Avengalnon, mucho era buen barragan.—Alvardanes, bufones, los que hacen de necio y merecen albard-a, holgazán por lo mismo, pues la etimología arábiga no tiene valor, por traerla sólo los nuestros y no ser arábiga. La raíz barida sólo vale tonto, el empleo común de albardado, de albarda, por necio fué comunísimo. J. Enc., 23: Ni andéis hechos albardanes | comiendo vianda vil. Corvacho, 4, 2: Ya sé que pobres e albardanes e vellacos e de poco seso no acostumbran a los buenos honrar.—Truhanes, bufones y como albardanes, de trufa, chanza, embuste. Saav., Coron. got., 1, año 416: Se valieron de un enano llamado Bernulfo, que le servía de truhan.

[270]

La faya, no es aquí el haya, sino los crestones y salientes de piedra, que así se dicen en Salamanca, y despeñaderos junto al río, en Sayago; como falla, esto es, caída, falta del terreno; desfayarse, despeñarse, en Salamanca.—Atalayar, otear ó mirar desde lo alto ó atalaya.—Péndola, pluma; fallar, hallar.

[271]

Em-pendolar, emplumar las saetas y cuadrillos, especie de ellas. Álex., 502: Alarquero quel tiró el cuadrillo.

[272]

Cató contra, miró.

[273]

Tu mala barata, desbaratamiento y rota, del echar abajo, que vale barat-ar, cuyo posverbal es. Poem. Alf. XI, 508: En Tudela los metieron | todos con muy gran barata. Cid, 1228: "En el passar de Xucar y veriades barata". También significa engaño, trueque malicioso, mohatra; pero aquí parece aludir á los estragos del amor.—Quien, lo que.

[274]

Re-tentar, tentar repetidamente.—En punto, al punto. Dijéronlo Virgilio y Ovidio entre otros.

[276]

Con cualquier hablilla que te diga tu amigo de que hablan á tu amiga, ¡cuánta congoja te nace luego en el corazón!

[277]

Teniendo, creyendo, pues con este valor se usa también tener, aunque pudiera ser errata por temiendo.—Hablarle en locura, de amores.—Rrencura, ó rancura ó arrancura, usado en Aragón, queja, desasosiego interno, odio. Alex., 38: Tanto he fiera rancura. Bibl. Gallard., 1, 468: Segunt es mi grant rencura (hondo sentimiento). (Véase Cej., Tesoro L., 91).—Coydas, estar en congoja, como cuitarse (Idem, Tesoro, A 37.)

[278]

Desque uvia, desde que tiene lugar ú ocasión.—Pagar, contentar.

[280]

Refertyr, llenar; aquí recobrar carnes y fuerzas. De referto, lleno. Comend., Las 300, c. 117: Escribió muchos tractados... refertos de singular eloquencia e facundia.

[281]

Aquí Mongibelo, volcán conocido, es el infierno. Caín y Abel en el Génesis c. 4; Jacob y Esaú en el mismo, c. 27: "Aborreció Esaú á Jacob por la bendición con que le había bendecido y dijo en su corazón: Llegarán los días del luto de mi padre y yo mataré a Jacob mi hermano" (27. 41). Esto es lo que indica el reptado del.—Porqué, por lo cual.

[282]

Traydo, traicionado, de tra(d)ere.

[284]

Levantasle baraja, camorra, contienda.

[285]

Más bien que de Fedro, tomó esta fábula de Dante (Amori e rime di Dante Alighieri, pág. 148).—Pavón es el pavo real.—Coeda, piensa, revuelve en su corazón.—Se denueda, se atreve y sale de la raya y de lo justo.

[287]

Empavonarse, vestirse con plumas de pavón.—Pav-esno, pollo de pavo, como vibor-ezno, etc.

[288]

A-postizo, postizo. En el carriz-al.

[289]

Echa en cara al Amor que, por envidia, hace que el enamorado quiera sobrepujar á los demás, vistiéndose de lo ajeno, con lo que pierden lo propio.—Sobrar, sobreponerse, sobrepujar de sup(e)rar(e). Cast., Canc., 1, pág. 405: Sobró mi amor en amor | all amor mas desigual, | y mi dolor en dolor | al dolor que fué mayor | en el mundo. Quij., 1, 33: Con agradecimiento, que llegue al bien recebido y sobre al que me hizo en darme a ti por amigo.—Quebrar, reventar de hinchazón.

[291]

Laminero, goloso en Aragón.—Venternero, tragón, de mucho vientre.

[292]

Çahorar es cenar por segunda vez, á deshora. J. Pin., Agr., 19, 7: Si vos cenarades con tan poca carne y tantas lágrimas como yo anoche, ya hovieredes zahorado, cuanto mas almorzado. Idem, 5, 10: El poco comer ayuda más al buen ingenio, que el zahorar de los que aprecian su honra en lo que comen. Idem, 1, 5: Debemos creer que los zahoríes... Zahorar y zahoriar (ser zahorí) no se llevaran bien. Idem, 22, 3: No entienden sino en zahorar y sentarse al fuego asando y comiendo castañas. Es de saber que el almuerzo se hacía antes de la hora de tercia, el yantar ó la yantar á la de nona y la cena a la de prima nocturna, y el zahorar ó cenar segunda vez, más tarde, cuando se velaba. Era de glotones, como se ve también por la copla.

[293]

Frema, la flema, uno de los cuatro humores de los antiguos, de naturaleza fría y húmeda.

[294]

Tragonía y tragonería, del ser tragón. J. Pin., Agr., 23, 15: Por haberla vencido con la tragonia y poco ejercicio. Valderrama, Teatr. S. Jac.: Cuando la tragonería y golosina de los hombres no había inventado exquisitas maneras de guisados.—En aquese día, ó en aquel día, era muy usado por entonces.—Infierno, aquí por el seno de Abraham, que es uno de los cuatro infiernos católicos.

[295]

Más mejor es clásico y, sobre todo, vulgar, por ser contados los vocablos comparativos del castellano.—Y, allí.—Rrefierto, con que te rebato y llevo la contra.

Moisés, en el Exodo (16), cuenta la caprichosa petición de aquella gente laminera, que decía en el desierto, quejándose a sus adalides: "Ojala hubiéramos muerto por mano de Jehova en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos á las ollas de las carnes, cuando comíamos pan con hartura, pues nos habeis sacado á este desierto para matar de hambre toda esta multitud. Venida la tarde subieron codornices que cubrieron el real; y á la mañana descendió rocío en derredor del real." Tal fué el maná, que le sabía á lo que apetecía cada cual; "sabía á trucha y no era trucha"—dice donosamente el P. Rodríguez—, y sabía á vaca, á conejo y á gloria celestial. "Pidieron, é hizo venir codornices: y saciolos de pan del cielo" (Salm. 104, 40).

[296]

Génesis c. 19.—Burgués, vecino de un burgo.—Yúgo ó yógo, pretérito de yacer. Quij., 2, 45: El diablo, que todo lo añasca y todo lo cuece, hizo que yogásemos juntos. (Véase sobre esta forma, etc., Cej., Tesor., A 27, Romanía, Oct. de 1895.)—Ves, vete. Así en Madrid dicen ves á, por ve á, del verbo ir, contaminado con el id, plural, que casi suena iz, y para distinguirlo de ve, del verbo ver. Acaso también influyó el que se decía is y vais en el presente. El hecho es que la corruptela, como se ve, no es de hoy.

[298]

Nótese que defesa sonaba dehesa, y viene de defensa, cuya n no sonaba en latín vulgar.—Pero con él non pesa, pero no tenía nada que ver con lo gordo y pesado que estaba el caballo.—Sopessa, quiere pesarlo ó tantear mejor sus ricas carnes.—So-pesar, ó som-pesar ó sos-pesar, alzar en peso para tantear lo que pesa ó examinar. Cacer, pág. 8: Por eso se las anda sompesando cada instante (las narices) con los dedos del tabaco. Timoned., 1, pág. 22: Los puños s'está sopesando. L. Grac, Crit., 2, 12: Tomándola en sus manos y sospesándola decía. Hita, 1470.

[299]

Gargant-ero, comilón, de buena garganta.—Me fallo, me hallo, estoy en ello.—Contr-allo, contra, dificultad.

[300]

Fito, fijo.—Quito, seguro y exento de obligaciones, enteramente tuyo. Part., 5, 9, 2: Darlo por quito, si entendiere que es sin culpa.

[301]

Confuert-o, posv. de confort-ar, como confort-e. Cipr. Valera, Cautiv.: Tienen siempre necesidad de un continuo conforto de la escritura.—Contra sy fizo tuerto, injusticia, agravio, pues le salió mal. Quij., 2, 45: Enderezar los tuertos y amparar los miserables.

[302]

Aguas vivas, son las corrientes y no estantías: á su correr sin parar compara la carrera que tomó huyendo el caballo hasta cansarse; con esto y las malas y muchas hierbas comidas, le dieron adivas, enfermedad como la esquinencia en los hombres, que es inflamación de la garganta; del arábigo (Freytag).

[303]

Venternia, hartazgo, glotonía, de vientre, como venternero, glotón (202).—Beverr-ía, el mucho beber, posverbal de beberri-ar ó beberr-ear. J. Pin., Agr., 23, 29: "Agora os digo que acabo de entender el beberrear por entre el día y el jarrear después de cenar." Beb-err-uchar en Aragón, y beberr-on en J. Pin., Agr., 23, 14, y J. Enc., 83.—Garçon-ía, lo propio y la edad del garzón, como manceb-ía, del manceb-o.—Ipocras, Hipócrates, padre de la griega medicina.

Muchas gracias se deben a Melampo, que inventó cosa tan provechosa y recóndita como aguar el vino, si dice la verdad Estéfano Negro por autoridad de Estafilo (Niger, De almio vitae luxu). Bien alaba Séneca (Ep., 19) lo que dijo Epicuro, nada menos, que nos debemos más proveer en la mesa de buenas compañías que de sabrosos manjares, y bien se entiende cuánto más valga una buena sentencia que un buen bocado. Y aunque Paniasis de Alicarnaso, primo de Herodoto, dijo ser necio el que pudiendo beber vino lo deja por agua, y es alta sentencia que he oído á muchos que no son unos Paniasis; pero Eratóstenes de Cirene, comparando el vino al fuego, dice que turba al hombre como los vientos al mar. Galeno avisa que se beba poco vino y que sea bien aguado, no más que de sobre año, blanco y claro y de rojuela color, porque con estas condiciones alegra la sangre y ayuda a la digestión y a la consumición de los malos humores. De los comedorazos y glotones se han dicho tantas cosas y por tan elegante manera, que más vale no añadir ni una palabra mas.

[305]

Nisi praecessisset latens superbia, non sequeretur libidinis manifesta luxuria (S. Isidoro, Sum. bono, 2, 39). La altivez convirtió en bruto á Nabucodonosor y la torpeza pega a los carnales condición de bestias: efectos bien parejos. La soberbia le desterró de entre sus vasallos, echándole á pacer en el campo, y la deshonestidad priva al vicioso del común vivir público, dejándole tratar con animales. "Et quia elatione cogitationis se super homines extulit, ipsum, quem communem cum hominibus habuit, sensum hominis amisit", dice á este propósito San Gregorio (Moral., l. 5, c. 8). Véase el cuento en Daniel, c. 4. Santo Tomás (Op. 20 Regim. princip., l. 2, c. últ.) dice que esto se cumplió con la fuerza de la imaginación, cual suelen tener los frenéticos, por lo cual le parecía que era bestia y dió en tratarse como tal, andando por el campo y paciendo como las demás bestias.

[307]

Vos ved, pinta al matón y rufián.—Follón es aquí cobarde: después que estás tu hecho un cobardote, los bobos de ellos se matan por daca las pajas: de rrondón, como si tal cosa. J. Gil.., Abej., f. 51: Son de gente follona, regalona y flegmática. A. Pérez, Viern. dom., 1 cuar., f. 221: No de la ociosidad ni de la mano sobre mano, como dicen por acá los follones, monstruos diformes de la naturaleza, según la cual el ocio antes es pesadilla. Esta cobardía y flojera del follón es la del que por otro nombre llaman marica: follarse, en Andalucía, es ventosear, y se lleva también á lo peor; de fuelle, del soplar.

[308]

Tan valiente de ánimo, que con la quijada de un jumento mató á mil filisteos; tan forzudo, que para salir de la ciudad de Gaza, estando atrancadas las puertas, no hubo menester más llaves que sus uñas, y aun le pintan las puertas al hombro, llevándoselas no sé adónde, como un ganapán; tan industrioso, que en un ojeo cazó trescientas zorras, que es como decir que su zorrería era trescientas veces mayor que la de los zorros; tan poco fanfarrón, que, yendo de camino con sus padres, ni siquiera les contó que acababa de desquijarrar á un león. Pues de este hombrazo dió mal cabo la mala hembra Dalila, dejándose dormir como un cordero en su regazo, atándole sus enemigos de él y naturales de la nación de ella, los famosos filisteos, y echándole como mula a dar vuelta a la tahona, en fin, cortándole ella su rica mata de pelo en que estaba el misterio de su fuerza. Murió abrazándose á las columnas del templo, desplomándose sobre sus enemigos y sobre sí mismo. Jueces, c. 16.

[309]

Viéndose desbaratado en la triste batalla de Gelboé, por no caer en manos de sus enemigos, mandó á su criado de lanza que le matase. No lo queriendo hacer el paje, temiendo quitar la vida al rey, y ungido del Señor, echando él mismo mano á su propia espada, calándola por los pechos, se arrojó sobre ella. Y por el estilo hemos visto con no poca risa mezclada de lástima al otro furioso, que no acertando á meter la llave por la cerradura de la puerta por el afán de abrir corriendo, pateaba y mordía la llave, como si así la puerta se hubiese de abrir por arte de encantamento y de desapoderada rabia. Pues véase lo del airado león, copla 311. (Samuel, l. 1, c. 31.)—Vey, ved, forma hoy vulgar.

[310]

Te usare, te tratare.

[312]

Corría las bestias, factitivo hacer correr, dando caza y persiguiendo. Quij., 2, 27: Supieron cómo el pueblo corrido salía á pelear con otro, que le corría más de lo justo. Idem 2, 48: Tanto que los muchachos le corrían por las calles.—Veg-edad, vejez.—Peor-ía, como mejor-ía. Leruela, Restaur., pág. 2, can. 2, 2: Vinieron en peoría y á tal extremo que.

[313]

Cosseras, correderas, de corseras, corso, de cursus, como de corso por curso, carrera, salió coso. En Andalucía cosario, de corsario, es el ordinario ó correo que lleva cartas y cosas de pueblo en pueblo. Ming. Rev.: Y los zorros y los osos | çerca della dan mil cosos. Roa, S. Rodr.: Estilo y embuste cosario de herejes. Cosero es lo mismo que cosario.

[314]

Javal-in ó javal-í, el montaraz en arábigo.—Poner su syllo, dar coz como sellando, poniendo el sello, de si(gi)llu(m).

[315]

Fruente es la forma naturalmente derivada de fronte(m), y de ella salió frente, perdida la u.—Travó de su coraçón, se hincó en él las uñas de rabia.

[317]

La açidia ó pereza, con vocablo griego de moralistas, que suena descuido, se hospeda en la casa del Amor, el cual estorva toda obra buena; pero da al ocioso huésped vida penada que comienza por el pecado y acaba en tristeza y remordimiento.

[319]

El clérigo hipócrita enamorado, pues de ellos sobre todo habla, con no hacer nada, lleva cara de sencillo sin atreverse á alzar los ojos á las hermosas, a las que mira de soslayo, no le vean los demás, y pensando siempre como agradarles (pletisia), anda triste y ensimismado.—Non se ersía, no se alzaba, de ercer ó erger, de er(i)ger(e), levantar.—Raposia, propia del raposo. A. Alv., Silv. Fer. 4, cen, 15 c. § 3: Tal, pues, es la del hipócrita, que pareciendo humildad, no lo es, sino raposía.

El hipócrita se compara a la lechuza. Ya la veis compuesta y mesurada y más callada que si no tuviese boca: mas de noche ni á las lámparas de los templos perdona, cuanto más á los ratoncillos y otros animalejos. Así los hipócritas, y más los en materia de religión, compuestos y concertados en público, echan lejos la máscara en secreto, no perdonando á la gula ni á la lujuria, descocidos en ambición, que es adonde tiran con su solapada virtud, y hasta untándose, no las manos solamente, sino hasta los codos, en el aceite de rentas eclesiásticas ó no eclesiásticas. Dirán que no comen sino ratoncillos y sopas en aceite, como lechuzas, y miarán como gatos, en lugar de hablar como hombres. Y como la lechuza, en cuanto teme ser vista, no tiene cuasi voz, sino un medio rancido soplar, mas en saliendo a la sombra de la noche grita como una descosida, así los hipócritas, que no parecen echar el habla sino como unas monjitas y papanatas milicuistis, donde nadie les note tienen vozarrón más grueso que el Tracalo romano ó el Estentor babilónico, y lo mejor es que con sus calladas hablillas enzarzan y cizañan á todo Dios. Pero de esta callada y devota pestilencia más vale callar, porque no acabaríamos en un año, y el Arcipreste los desenmascaró con su libro á los hipocritones de su tiempo y espero desenmascarará á los del nuestro.

[320]

Pedricar dice el vulgo, y una cosa es pedricar ó pregonar el trigo y otra venderlo. Como el lobo, quieres acusar á otro de lo mismo que tú haces. No por el huevo, sino por el fuero abogas, por la pureza de costumbres, que no practicas. Por algo dijo el refrán: "Haz lo que dice el fraile y no lo que él hace". (Corr., 490.)

[I]

Alcalde ó alcalle en su significación arábiga de juez ó qādī, juzgador. Crítica burlesca de los procedimientos judiciales, bordaba sobre la fábula de Fedro Lupus et vulpis, iudice simio, y que recuerda el Processus Satanae contra virginem coram Jesu iudice, cuento escrito por un italiano en el siglo XIII, y conocido por Berceo en el segundo de sus Milagros de Nuestra Señora. El lobo era otro fraile con su ánsar en el capillo y abogado del fuero de la propiedad.

[322]

Retraer, echar en cara, vituperar.

[323]

Enplazar era el verbo empleado para expresar el que uno lleva ó acusa ante los tribunales, recuerdo de cuando los juicios se hacían en la plaza, y de aquí salió el vocablo plazo, del citar en la plaza.—Seya, sedebat, nunca se sentaba en vano y ociosamente. Torr., Fil. mor., 20, 13: Hombres baldíos... en viendo algunos pasearse de balde.

[324]

Abogado del lobo era el ligero y delgado galgo, á quien no se le escaparía el menor gazapo y era destruidor de raposas, que esto suena abarredera, por abarridera, de abarrir, destruir, asolar, dispersar. Cal. e Dimna, 3: Que yo sé de muchas truchas et comenzaremos allá; desi vengamos aqui et abarrirlas hemos todas. Berc., Mil., 875: Lo que fué en la ciella, fué todo abarrido.

[325]

Parodia burlesca de las fórmulas judiciales.—Malfetría, maleficio, como benfetría, beneficio, de donde behetría, de benefactoria, malefactoria. Orden, Sev., 13: Y si alguna malfetría fuere fecha. (Véase Cej., Tesor, Sitr., 181.) Cort. Medina, 1328: Que las den á omes buenos, abonados é sin malfetrias.

[326]

La era de César, que comienza treinta y ocho años antes de la cristiana, y por ella se contaba en España, esto es, el año 1339 de Cristo. Dentro de los trece años que van del 37 al 50 de aquel siglo XIV, durante los cuales fué Arzobispo de Toledo el Cardenal D. Gil de Albornoz, hay que poner la prisión en aquella ciudad de nuestro Arcipreste. Acaso alude, pues, aquí á que el año 39 pudo ser su prisión, por acusación de los abades y clérigos de Talavera, lobos reales y abogados de fuero. Veremos cómo S dice que fué compuesto este libro el año 1343, y G y T dicen que el año 1330, cuando aún no era Arzobispo Don Gil. Pudo, pues, estar preso desde el 39, y comenzar á escribir el 43, estando preso, como dice con letra encarnada que escribió su libro, el códice S (c. 1709). Llama al rey Alfonso XI león masillero, esto es, que hace riza y se encarniza y ensangrienta hiriendo a sus enemigos, como lo hizo este rey, verdadero león español, que "si alcanzara más larga vida, desarraigara de España las reliquias que en ella quedaban de los moros" (Mariana, H. E., 16, 15), pues murió mozo de treinta y ocho años. Dice que vino á nuestra cibdat por nonbre de monedero. En efecto, Alfonso fué a Alcalá dos veces para sacar dinero, que esto es lo que monedero indica aquí, el que labra moneda, y en este caso el que se la procura. Ordenam. Cort. Burgos, 1315: "Que aquellos que son monederos naturales de padre ó de abuelo é saben labrar moneda, que gelo guardemos, et los otros que nunca labraron moneda é lo han por cartas ó por privilegios, que gelo revocamos." La primera vez que fué el rey á Alcalá fué el año 1342, después de Burgos, cuando instituyó las Alcabalas, de donde le llama monedero. Oigamos á Mariana: "Tenía el rey puesto todo su cuidado y pensamiento en cercar á Algeciras y en allegar para ello dineros de cualquier manera que pudiese. Aconsejáronle que impusiese un nuevo tributo sobre las mercadurías. Esta traza, que entonces pareció fácil, después el tiempo mostró que no carecía de graves inconvenientes. Tomado este consejo, el Rey se partió pava Burgos... Por la grande instancia que el Rey y estos Señores hicieron, los de Burgos concedieron al Rey la veintena parte de lo que se vendiese, para que se gastase en la guerra de los moros... A imitación de Burgos concedieron lo mismo los de León y casi todas las demás ciudades del reino... Llamóse á este nuevo pecho o tributo Alcabala, nombre y ejemplo que se tomó de los moros." (Idem, 16, 9.) Esto pasaba el año 1342 en Burgos; pero el mismo año, ó poco después, fué cuando el rey vino á Alcalá con el mismo fin, y es á lo que alude el Arcipreste: que vino á nuestra cibdat por nonbre de monedero. En efecto, en las Cortes de la misma Alcalá del año 1348 se lee: "Que librasen loa pleitos de las alcavalas los alcalles ordinarios..., ca así lo otorgaramos otras veces en la cibdat de Burgos é aqui en Alcalá de Fenares." También fué á Alcalá el año 1348 a dichas Cortes. Si á esta segunda ida alude el Arcipreste, es claro que todavía vivía el año 1348 y habría que suponer que, habiendo compuesto su obra el año 1343, todavía anduvo retocándola el 1348 y algo después, ya que la copla 326 toma ese año como pasado, que vino. De todos modos fué el rey á Alcalá el 1342 ó á principios del 1343, y en esta copla alude á esta ida, como cosa pasada. Lo cual confirma que el libro lo compuso el año 1343, como dice el códice S (c. 1709). De la misma copla 326 se comprueba que el Arcipreste era de Alcalá, y con bastante probabilidad se saca que el año 1339 ó era de 1301, fué cuando le pusieron en prisión en Toledo. En las Cortes de Alcalá de 1348 "pidióse el alcabala. Al principio no se quiso conceder: las personas de más prudencia adevinaban los inconvenientes que después se podían seguir; mas al cabo fué vencida la constancia de los que la contradecían, principalmente que se allanó Toledo, si bien al principio se extrañaba de conceder nuevo tributo. El deseo que tenía que se renovase la guerra y la mengua del tesoro del Rey para poderla sustentar la hizo consentir con las demás ciudades. Concluído esto, de común acuerdo de todos, con increíble alegría se decretó la guerra contra los moros" (Mar., H.E., 16, 15). Fué el cerco de Gibraltar, en que murió de landre Alfonso XI, el año 1350. En la copla 554 se habla de que los judíos daban á logro "de tres por cuatro", como veremos estaba ordenado. Pero es el caso que en las Cortes de Alcalá de 1348 se prohibe enteramente á los judíos dar á logro: "e fasta aqui de luengo tiempo acá fué dado á logro sennaladamente por los judíos..., por ende Nos Don Alfonso... mandamos é defendemos que de aqui adelante ningund judio nin judia nin moro nin mora non sea osado de dar á logro por sí nin por otro". Esta orden significa para mí que el año 1348 estaba ya compuesta la obra del Arcipreste y aun que había muerto, pues no enmendó lo del logro de los judíos "de tres por cuatro". De hecho era muerto para el año 1351, como dijimos en la Introducción, de modo que no sobrevivió á su obra más de tres ó cuatro años.

[327]

Quintero era el que cuidaba de una quinta ó hacienda del campo y era colono por arriendo, y el mozo de labor asalariado. Conde, Albeit., 4, 39: Por descuido del quintero ó por traer el arado corto.—Fumero, chimenea, de humo. Lazar., 2, p. 18: Algún tocino colgado al humero.—Ero, heredad. Berc., S.M., 474: Munnon, que es bien rica de vinnas é de eros. El gallo es pregonero del lobo y de la raposa, pues les anuncia donde hay gallinas y amos Cabrones, que se las dejan hurtar.

[328]

Buen varón se decía de la persona honrada que solía escogerse por árbitro, testigo, etc., ú hombres buenos: a juicio de buen varón.—So pena del talion ó sea de ser él condenado en lo mismo, si no lo prueba. Y la pena por ladrón era la horca; ni quiere la via de avenencia, sino sólo por sentencia, non por al, no por otro medio.

[329]

Malsabyda, malentendida y de poco ó de pocas cosas, dice la zorra que es. Humildad de garabato se llama esta figura. León, Job, 15, 5: Porque enseñó maldad tuya á boca tuya y escogiste lengua de malsabidos.

[330]

Desde aquí hay texto en G, faltándole hasta aquí desde la copla 140.

[332]

Doña Marfusa ó la gulpeja ó astuta en arábigo (c. 119), busca por abogado al más valiente enemigo del lobo, rodeado el cuello de carrancas ó púas del collar, que también suenan carlancas.—Enbaçado, parado, perplejo, pasmado. Tebaida, 1: Qué triste está y qué embazado se halla para hacer por los que más le siguen.

[333]

Non falla que l' farte, no halla cosa que le harte.

[334]

Exençión, hoy excepción en lenguaje jurídico.

[335]

Eria, lugar donde hay er-os y las mismas heredades. Herr., Agr., 2, 3: Que onde ha sido viña vieja perdida (que aquí en Talavera llaman herias). Corr., 222: Eria y ero es la tierra de labrar.—Fría, por muertas; gelas, selas.

[337]

Llegado, en S, allegado, apegado y revuelto con barragana, contra la Constitución promulgada por el Arzobispo y Sínodo, como legado ó delegado del Papa, con excomunión, ó descomunión, como dice el pueblo, contra los clérigos que la tienen (c. 354). Bien se ve que el Arcipreste tira á los de Talavera, que le acusaron por haberles sacado estos trapillos.—Forado, agujero, de furalu(m), forar(e), horadar. Celest., VII, p. 94: No ay cosa más perdida, hija, que el mur que no sabe sino un horado.

[338]

Por lo visto, la zorra buscó por abogado al mastín, no sólo por ser el enemigo natural del lobo, sino también porque su mujer la mastina andaba envuelta con el mismo lobo. ¡Bonita sociedad pinta aquí!

[339]

Amidos es el invitus latino, adverbio, bien á su pesar. La zorra toma alas y se convierte en acusadora.

[340]

Ençerraron raçones, con el valor etimológico de cerrar, apretar, apelmazar (véase Cej., Tesor., Silb., 205), quiere decir que echaron el resto por su causa ó porfía, que es contienda de palabras. C. Lucan., 2: Estos tres caballeros hovieron un día porfía entre sí, qual era mejor caballero de armas. De perfi(d)ia(m).

[341]

Conçejo de cucaña llama á las partes contendientes, que se juntan como los mozos para subir á la cucaña ó poste ensebado, con algún gallo ú otro premio en su cima, costumbre bien conocida en los pueblos. Buena tanda de cucandas ó cucos, que andan á ver quien se la pega á quien. Otro que tal, los abogados de la picaña ó picardía, que por atraerse al juez, volviéndole como una casaca, no perdonan á trapaza ni engaño.—Ninguno non, todos.

[342]

Las partes no atienden á lo que los contrarios aducen, sino á lo que dicen sus propios abogados, los cuales, más que dicen, hacen, llevándole al alcalde buenos regalos, en poridad, sin que los demás se enteren.—Aducha, llevada, ad-ducta, ad-ducere.—Lucha de zancadillas ó de echarse el pie para tumbar al contrario. Tal es la justicia usada en todas partes. En el Ordenamiento de leyes de las Cortes de Burgos, 1315, se dice: "Que los alcalles que libren los pleytos bien e derechamente, cada uno de los pleytos de sus comarcas, et que non tomen algo nin presente ninguno por razon de los pleytos que libraren... Et porque estos alcalles e escrivanos mas complidamente puedan servir los oficios, que ayan sus soldadas e sus quitaciones en las chancillerias." A la cuenta, D. Ximio no tenía bastante con lo de la chancillería para mantener á su cara esposa D.ª Ximia y sus Ximicos chicos, y así no cerraba la puerta á esas adehalas de tazas y copas y aun de salmones y truchas, que las partes le regalaban. En el Ordenamiento de Alcalá de 1348 se habla de los cohechos en el título 20.

[345]

De lexos, por indirectas le hablaban, como en broma y jugueteando. El alcalde se sonreía como un bendito enseñando sus palas de á tercia. Pero la cosa no era para bromear y reír, porque en el fondo de aquel bromear no había más que odios y encarnizada riña.

[346]

No querían avenencia que les dejase á unos y á otros descontentos, despechados, por lo á disgusto y contra su voluntad ó pecho. Quij., 1, 33: Vivo yo el más despechado y el más desabrido hombre del universo mundo.

[347]

Rezó en su significación etimológica de recitar, como que viene de rec(i)tar(e). Guardó tu conciencia, irónicamente.

[348]

Léase Díos, que así se decía, y Dío. Esta sentencia, su fórmula y el procedimiento judicial preciosamente expuesto, con más los tiquismiquis de leguleyos que á ella se siguen, es de un valor inapreciable para la historia jurídica española. Todo está con puntual precisión, como podrán saborearlo los legistas. ¡Increíble parece haya sacado todo este drama y sátira jurídica el Arcipreste de una fabuleja de Esopo!

[349]

Gulharra, la zorra: voz acaso gótica, del wulf-s, alemán Wolf, el lobo, con el sufijo -arra, pues el tema wulf tiene que dar gulh- en castellano. En árabe hallo la raiz عسلسع ghaladja, "qui sait traiter, manier, conduire une chose, une affaire avec habilité, qui sait comment s'y prendre" (Kazimiriski), de donde acaso pudiera haberse dicho con el -arra castellano, por ser tal la propiedad de la raposa.

[350]

Çerca, como preposición, se usó en la época clásica (c. 975).

[351]

Que me fizo provecho. ¡Y tanto! ¡En tazas nada menos!—Sabydores, sabios. Autos s. XVI, 3, 234: Por los dioses, de quien fuí | sabidor, | que no entiendo esta labor. Mirando sólo á Dios, no á ruegos ni dones, aunque no se había dado manos á oir unos y á recibir otros. Así da la razón á entrambos y halla dos palabrejas con que capear la cuestión á fuerza de razonamientos de leguleyos, las palabras dilatoria y perentoria.

[353]

Abogado de romançe, el que no sabe latín y no entiende las leyes en latín escritas. Nótese que en las Cortes de Alcalá, 1348, se dice: "A lo que nos pedieron merced que la pena de los descomulgados non fuese demandada, salvo contra aquellos que la eglesia esquivó e que les fuese demandado el tiempo que fueron esquivados é non de más. A esto respondemos que lo tenemos por bien."

[354]

"Los casados y amancebados, á lo menos públicos, ó por tales provados, comúnmente son descomulgados por constituciones synodales, como por las deste obispado." (Navarro, Manual, 16, 13.) Véase la copla 357. Costitución de legado, esto es, del Arzobispo, como legado ó delegado del Papa.

[356]

Esto guarda, atiende á esto; de guardar, atender, mirar. Quij., 2, 62: Guardó rumbos, observó astros.—Non te encone, no te amohine. J. Pin., Agr., 31, 11: Antes que nuestra malicia su braveza más encone.—A muchos... á es aquí lo mismo que para.

[358]

Comedyr, pensar en tal petición para presentarla aquí.

[360]

A no ser en el caso de testigo falso. Variar ó en G Desvariar, variar en los testimonios.—Far ó fer, hacer. Rosal: Far dicen los rústicos ó har; otros her. Berc., Sac., 39: Ca el en su memoria lo mandó todo far.

[361]

Tachar é retachar, en S, dar por malos, desabonar, poniéndoles tachas y tachas. Valderrama, Ejerc. Sab. dom., 4 cuar.: Yo soy Dios, nadie me puede tachar.

[362]

Por cuanto yo hallo por su confesión del lobo. Rodeo usado por hacer el su á tantas manos, que no se distingue bien á cuál hace. Tebaida, 11: Criada de su madre de Franquila. Quij., 1, 30: No llega á su zapato de la que está delante.

[365]

Non le preste, no le valga. Fons., Am. Dios, 38: ¿Qué me presta que traigan la comida quince ó que se hinquen de rodillas ciento, cuando bebo?

[366]

Permito á la raposa que se vaya á cazar animales salvajinos ó montaraces. Marm., Descr., 1, 11: Donde se crían muchas salvajinas. Oviedo, H. Ind., 24, 9: Puercos e conejos e otras salvajinas.—Peroque, aunque. Dice que su vecina no tiene gallo, pero que le hurtará la gallina, que da lo mismo y no va contra el mandado del juez. Burladeros de los cuales se burla el Arcipreste con esta humorada muy suya.

[367]

Tutti contenti, con tal de no abrir la bolsa ni ser condenados. El jimio se dió buena maña: no hizo más que imitar á los más de los jueces y leguleyos, que por eso es jimio ó mono para pagarse de fórmulas y tiquismiquis, que son las monadas de los leguleyos, parecidas á las monerías y gestos del mono.

[368]

Prez, honor y fama y, propiamente, el lauro de la victoria, adjudicado por los jueces de campo, y á veces otros premios más positivos y de tocar, que se daban, como en la justa celebrada por el rey Federico de Nápoles en obsequio de D. Florindo de la Extraña ventura, en la que los premios fueron un diamante, una dama con cien mil escudos de dote, la mano de Tiberia, hija de Federico (Florindo, parte 2.ª, c. 14). De pretium, precio. Quij., 1, 29: El cual redundará en honra y prez de vuestra persona. D. Jimio, hecho á habladurías, bien curtido de cueros, como persona pública, no hizo caso de las parlerías de los abogados, que no valían una nuez, pues eran puro soniquete; algo más de apreciar eran las copas y tazas que se le habían entrado por sus puertas.

[370]

Mester, menester, de mi(n)ister(ium).

[372]

Eres como el lobo, dice al Amor: achacas á otros lo mismo que tú haces y te maravillas de que otros se revuelquen en el mismo lodo en que tú estás encenagado.—Porque, para que.

[373]

Trátale de cruel y desapiadado, pues sólo gusta de gente lozana, y más si son ellas, que les habla bien quedo, no le oigan otros, entre dientes, frase común.

[374]

El rezo eclesiástico en el coro duraba en tiempo del Arcipreste. Fué siempre la institución más grandiosa del Cristianismo. San Isidoro (De offic. ecles.) pone su origen en el cantar que Moisés con los varones, y su hermana María con las mujeres, entonaron al salir libres los Israelitas del mar Rojo. San Ignacio lo introdujo en Antioquía (Nicéforo, Hist., l. 13), y de allí se derramó á todas las iglesias: el Santo vió en visión celestial cantar así á coros á los ángeles y bienaventurados delante de Dios. San Crisóstomo y San Basilio (Metafraste, Vid. Crisóst.; Surio, Vid. Basil., t. 1) mandaron colgar un velo en la iglesia para separar los coros de hombres y mujeres, cuando todavía el rezo cantado era de todos los fieles. San Dámaso distribuyó los 150 salmos en las horas canónicas por toda la semana, porque David, con sus salmos, fué el gran cantor religioso. Asperamente reprenden San Jerónimo y San Gregorio las músicas quebradas de los que cantaban canto de órgano, y San Gregorio la reprocha, teniéndola por invención nueva, como parece por los Cánones (Dist., 92, c. 1 y 2), y Juan XXII hizo una extravagante contra tales músicas y músicos. "Harto malo y de harto rota conciencia sería—dice un magnífico escritor del siglo XVI—el que delante de Dios, á quien está dando música, ordenase su canto para servicio del demonio." (J. Pineda, Agricult. crist., 14, 33.) Esto hacían los clérigos á quienes va á solfear el Arcipreste en esta vistosísima parodia, que con razón comienza comparando á los eclesiásticos aquellos con la gente soez de golfos y folguines, que todo lo echan á chacota y chocarrean de lo más sagrado. Golfines, ó juerguistas diríamos hoy, pues viene de holgar. G lee Golhynes, S folguynes, de folgar, como juerguistas. Golfines y golhynes son dos variantes ortográficas del diminutivo de nuestros golf-os, que son la gente vagamunda y maleante. Golfín es, además, el delfín, contaminado con golfo, con que se llamaba el mar. Conde Luc., 20: De lo que contesció á un rey con un golfín que dizia que sabia fazar alquimia. Golfo y golfín por maleantes vagamundos debieron de decirse por andar como delfines, á la que caiga, pescando, no cotufas, sino lo que se da en el golfo de este mundo. Advierto que ghulf حلف son en árabe los incircuncisos, por si alguien lo prefiere; pero no era mote para que los cristianos lo dieran despectivamente, siéndolo ellos. El Arcipreste pretende presentarnos garzones ociosos y chocarreros, que ayudan al Amor en su rezo, como si fuera un verdadero clérigo, haciendo chocarrerías amorosas con las frases de la Escritura. Con esto quiso pintar a tantos clérigos, como los de Talavera, que profanaban lo más sagrado. No son bufonerías impías del Arcipreste, como algunos creyeron, ni profanación del rezo eclesiástico; sino poner en solfa aristofanesca, de estilo fugado y de fino contrapunto, en escena plástica y teatral, lo que de hecho pasaba á tanta clerigalla de aquellos malhadados tiempos, achacándoselo todo al Amor. Con esos folguines ó golfines, que son los que odian la paz, los enemigos de Cristo, va afinando y templando el Amor el salterio ó lo reza hasta el cabo, pues afines sufre entrambos sentidos. Pudiera ser fines, y así no sobraría una sílaba del verso; pero habiendo afines en los tres códices, no me atrevo á corregir. "Cum his qui oderunt pacem eram pacificus", "fui pacífico con los que odian la paz" (Salmo 119, 7).—Diçes con sonajas e bacines: "Ecce quam bonum et quam incundum, habitare fratres in unum", "¡qué bueno y agradable es vivir bien aunados los hermanos!" (Salmo 132, 1). Bacín era palangana de oro, plata ú otro metal. Crón. Juan II, c. 129: Puso un bacín de plata..., y en aquel bacín fué echado asaz dinero. También, como hoy, era otro vaso de no excusado menester como se lee del de plata que usaba el príncipe D. Juan, hijo de los Reyes Católicos, en el Libro de la Cámara Real del mismo príncipe, que escribió F. G. de Oviedo: "En el retrete estaba un bacín de plata, en quel Príncipe se sentaba, para lo que no se puede excusar" (pág. 27). Este valor es el que hoy conserva, y quién sabe si lo tenía presente el Arcipreste, si nó, servían aquí de platillos ó chapas para tocar. Estas coplas son de lo más original é irónico que pueda caber en la cabeza de un poeta satírico.—"In noctibus extollite manus vestras in sancta", "alzad por las noches vuestras manos hacia la Santidad" (Salmo 133, 2). Este es el último salmo que se reza en Completas, último rezo del día, y por eso dice que después vas á matynes, ó rezo nocturno. Tal es el trato de los clérigos con los golfos; ahora vienen otros más dulces tratos.

[375]

Bien claro se ve aquí ser un clérigo de carne y hueso el que pinta el Arcipreste en el Amor personificado. Comienças á levantar del lecho, do tu amiga mora. Fantaséeselo como quiera el lector. ¿Vive la amiga en el mismo barrio, pared en medio ó bajo el mismo techo? ¿Pasó por casualidad aquella noche el clérigo do su amiga mora?—"Domine labia mea aperies et os meum anuntiabit laudem tuam", "abrirás, Señor, mi boca en tus alabanzas", que es el Salmo 50, 17, con que comienza todo rezo eclesiástico, y aquí los Maitines ú horas canónicas, que se rezaban de noche.—En alta boz, clara voce, que dice la Rúbrica ó advertencias en letra roja, que se ponen en el Misal y Breviarios ó libros de rezo.—"Primo dierum omnium | quo mundus extat conditus", "el primer día de todos, en que fué creado el mundo". Así comenzaba el himno de San Gregorio, que se cantaba en los Maitines de algunas dominicas. Hoy es el más ordinario de Maitines, pero cambiados estos dos primeros versos, de esta manera: "Primo die quo Trinitas | beata mundum condidit", "el primer día que la beata Trinidad creó el mundo". A este himno pertenece el Nostras preces ut audiat, "que oiga nuestras oraciones". (Nebrija, Aurea hymnorum expositio). La que ha de oir y despertar es la amiga, con el tocar de los estrumentes, ó, como trae S, estormentos, trastrueque vulgar de mejor pronunciación y que retiñe á es y tormentos, porque los instrumentos músicos despiden todo tormento y pena; así en el Poema Alf. XI. Qué estormentos sean esos, échese á discurrirlo cada cual: el caso es que la despiertan á la otra, que á ella iba enderezado, más que á Dios, el Nostras preces ut audiat, "que oiga nuestras preces".

[376]

En sintiendo á ella, que ha acudido ó despertado, espacias y alegras tu corazón.—Cantate, cantad juntos con matina, ó, como trae S, con la maytinada, para entrar en calor en las friuras laçias. Friura, en el Poema Alf. XI. Maytinada era el tiempo de cantar maitines, de once ó doce de la noche en adelante, de suerte que es lo que llamaban modorra ó segunda parte, ó vigilia ó cuarto, de los tres en que se dividía la noche para los que velaban, por ser el tiempo en que la cargazón del sueño amodorra más.—Prima era la primera parte, desde las ocho hasta las once, y alba, la tercera.—Friuras laçias, fríos ásperos. J. Pin., Agr., 6, 11: Según que fuere más ó menos la de la friura del aire. El valor de laçio por áspero es el etimológico. (Véase Cej., Tesoro L., 33.).—Cantad (cantate) los laudes, ó rezo que sigue á los Maitines, al alborear del día (aurora lucis), y con ello le das á ella, más que á Dios, las gracias.—La frase aurora lucis, "en la aurora del día", está tomada del himno "Aurora lucis rutilat | coelum laudibus intonat, | mundus exultans iubilat | gemens infernus ululat", que se cantaba en Pascua de Resurrección (Nebrija, Aureo hymnor. expos.).—Con el "Tu autem, Domine, miserere mei", "Tú, Señor, apiádate de mí", que dirás en lugar del final común "Tu autem, Domine, miserere nostri", "apiádate de nosotros", así como responden en el coro: Deo gratias, ella te las dará a ti, y le serás en gracia, te le engracias, esto es, le caerás muy en gracia. La quieres para ti solo: nada tienen que ver los demás del coro con esta tu pieza bien cobrada.

[377]

Con el "Deus in nomine tuo salvum me fac", "Dios mío, sálvame por tu nombre" (Salm. 4, 1), con que comienza el rezo de prima, ruegas, no á Dios, sino á tu alcahueta, que esto es lo que vale xaquima (c. 926), que haga ir a tu prójima (que debe de ser moza de cántaro, pues luego le contrapone las que no callejean) á traerte agua y que disponga las demás cosas que le tienes encomendadas, ya sea la alcahueta, ya la prójima. Así con achaque de traerte agua, viene la buena moza a verte de par de mañana. La alcahueta ó xaquima díjose del llevar, como del ronzal, á los dos amantes; aquí es á ella, y por eso emplea el verbo llevar, la lieve, como si fuera burro aguadero, por agua para el reverendo clérigo. Con lo cual la mala esquima de tu amiga va á verte á casa en achaque de agua.—Dar cima, acabar, hacer. Quij., 1, 21: Y ninguno le dará fin y cima. En el 4.º verso, T dice: á fablarte á lesquina; G: á verte mala te escriv. No lo entendieron los dos códices. Si en esquima de S no hay errata, ha de interpretarse como el antiguo esquimo, que es el esquilmo, el fruto y provecho que se saca de campos y ganados, de quilma, costal con que se cogen y guardan esos provechos. Como de todas maneras, aquí hay un calificativo de la amiga, puede ver en esquima cada cual lo que más le agradare. Quima, en Santander, es rama. ¿Diría la mala quima, pues ram-era salió de rama? ¿O alude á ser ella el esquilmo ó esquilma, esquimo ó esquima que el verde clérigo sacaba? O, como quilma y quima es costal ¿diría la mala quima? No se me alcanza más. Corr., 369: Cuando Dios da la harina, el diablo llevó la quilma (el costalejo).

[378]

Y si la amiga no es de las que van de calleja en calleja por agua á la fuente ó al río, que la lyeve á las uertas en busca de rosas bermejas. Si la boba de ella se atiene á tus dichos y consejas, que sin duda no serán otras que las de aquellos que decían: "No haya flor que no cojamos", volverá de las huertas trayendo lo que la triste Eva, las redruejas de cualquiera que se le presente.—Bavieca ó boba está aquí con no poca ironía, y con no menor le dice el Arcipreste al clérigo que, en vez de rosas bermejas de las huertas, lo que de por allí le traerá serán redruejas ó redrojos, esto es, flores que echan segunda vez las plantas y no sazonan. Zamor., Mon. mist., 3, Present.: Un ventecillo basta para convertir todas las ciruelas en redruejas. Herr., Agr., 4, 33: Esto es como de las rosas ó clavellinas tardías, que llaman redrojos. Traerále esas redruejas de quicumque vult, de quienquiera que ella las quiera tomar ó de quienquiera que se las quiera dar: de todos modos se las plantará bien en la frente al clérigo de las buenas consejas, ya que no ha de ser tan babieca la otra que no sepa que donde las dan las toman. Todo ello lo dice el Arcipreste algo rebozado y con cierta vaguedad, como la que más tarde empleó Mingo Revulgo en sus Coplas contra el desgobierno del Rey, para que la alegoría tenga más brío y dé lugar á variados comentos, según las entendederas de cada cual: yo he dado el mío; otros fantasearán otros.

[379]

Si es tal la dueña tu amiga, que no se adorna con tales flores, sean frescas rosas bermejas, sean redruejas sin sazonar, esto es, si es doncella recatada y pudorosa, busca tú manera de que le trastorne el seso tu cántica y continuas solicitaciones.—"Os, lingua, mens, sensus, vigor", como canta el himno de tercia, confessionem personent, "Que tu boca, lengua, mente, sentido y fuerzas todas resuenen siempre la confesión" que le haces de enamorado, hasta que se le embeba en las entrañas, flammescat igne charitas, "llamee en fuego su retorno amoroso", el cual la hará olvidarse de todo respeto: seso con ardor pospone. Así yendo la dueña á tercia, esto es, oyéndote siempre tu cántica, dejará á un lado y se alejará de la virtud, caridat a longe pone. Baena, p. 225: O luego desata ssu cantica errada.

[380]

Con gloria e sin rrazon, dice G; sin órgano ni gloria, que no sea cosa de público estruendo y se acabe pronto, esto es: quieres casamiento á puertas cerradas.—Coxquear es cojear. Quij., 2, 4: Pues ténganos el pie al herrar y verá del (pie) que cosqueamos.

Al comendón. Corr., 212: Ni comendón bien cantado, ni hijo de clerigo bien criado. No hallo el vocablo en ninguna otra parte: parece ser los responsos por las almas de los finados, y por esos pueblos se les ve á los curas con el hisopo en la diestra y el bonete en la izquierda aparando los monedas del responso.

[381]

La vieja, la alcahueta.—Comienças: "Defecit in salutare tuum anima mea: et in verbum tuum supersperavi", que es como comienza el primer Salmo de sexta (Salm. 118, 81), es decir: "Desfallece mi alma por tu salud, esperando en tu palabra". Y le dyzes tú á la amiga "Factus sum sicut uter in pruina" (Id., v. 83). "Porque estoy como odre al humo", por lo larga que es la misa de fiesta, que desearía acabase presto. Esto tira á los canónigos, que, tras decir su misa, han de asistir á la mayor de la fiesta, ó á otros clérigos parecidos.

[382]

En vez de decir con el verso 97: "Quomodo dilexi legem tuam, Domine", "cuánto amo tu ley, Señor", dizes: Quomodo dilexi vuestra fabla, varona. Esto es: Cuánto deseo, señora, hablar con vos.—Varon-a por mujer, de varon. Cabr., p. 227: Llámese varona, porque es el alma, la vida del varón. A. Alv., Silv. Encarn., 1 c., § 2: Esta llamarase varona, pues que ha sido sacada de las costillas del varón.—"Suscipe me secundum eloquium tuum et vivam", en el verso 116, esto es: Susténtame conforme á tu palabra y viviré". Que para la mi corona, que por la corona que llevo, de clérigo. Acude á lo que le da mayor autoridad al aseverar algo, que es la corona, así como en el lego es la barba. Para en juramentos, como por. Quij., 1, 5: Para mi santiguada. Idem, 2, 45: Y miente, para el juramento que hago. Idem, 1, 18: Para mis barbas.—"Lucerna pedibus meis verbum tuum" (verso 105), es decir: "Lámpara es á mis pies tu palabra, que me alumbra" para no tropezar.—"Quam dulcia faucibus meis eloquia tua!" (verso 103), esto es: "¡Cuán dulces son á mi paladar tus palabras!".—Que rrecudas, que vuelvas á la iglesia al rezo de nona: estas palabras ¡cuán dulces te suenan! ¡quam dulçia!Recudir, volver, entre otros significados. J. Pin., Agr., 1, 2: Eso queda muy bueno, por tanto recudamos á lo del vino.

[383]

"Mirabilia, testimonia tua" (Salmo 118, 129), esto es: "Maravillosos son tus testimonios", con que comienzan el primer salmo de nona.—De aquesta plana, de esta manera.—"Gressus meos dirige secundum eloquium tuum" (verso 133), es decir: "Endereza mis pasos con tu palabra".—"Iustus es, Domine, et rectum iudicium tuum" (verso 137), esto es: "Justo eres, Señor, y derechos tus juicios". ¡Todo ello es dramático y sangriento!

[384]

Tanga, subjuntivo de tañer, de tangat.—"Virgam virtutis tuae emittet Dominus ex Sion" (Salmo 109, 3), esto es: "La vara de tu fortaleza enviará el Señor desde Sión". No vi mejor sacristán que mejor toque á vísperas como el Amor: sin esfuerzo alguno toca y tañe todos los instrumentos, quiere decir que con menos medios hace más que otros con cuantos pueden emplear. La dueña que viene á tus vísperas, ó Amor, por ganas que tenga de tornar á sus quehaceres domésticos (por arremangada que sea), con la autoridad de tu poder, con tus atractivos, con la virgam virtutis tuae, haces que se quede allí aun acabadas las vísperas.—Con chica manga, con los menores medios. Manga fué bolsa ó talega para recoger cosas: Sabe hacer sus mangas, el que se sabe aprovechar (Corr., 247). De donde vino á ser símbolo de medios y aparejos que se llevan en esa manga: Quita alla tu manga, Jorge, á todo lo no conveniente (Corr., 348); Estar de manga, en concierto, prevención y espía (Corr., 534), esto es: con todos los medios y aparejos en la manga: Como si lo tuviera en la manga, con gran facilidad.—Por byen que se arremanga, por más intento que haya traído á vísperas de tornar á sus tareas, porque arremangarse es ponerse á trabajar, por tener que alzarse las mangas. G. Alf., f. 343: Yo llamé á mi criado y díjele lo que me había sucedido, que ya era tiempo de arremangar los brazos hasta los codos, porque teníamos grande amasijo. Arremangóse mi nuera y volcó en el fuego la caldera, que si el de ordinario ocioso una vez se pone á hacer una cosa, la echa á perder, ó Una vez que me arremangué, toda me ensucié.—Virgam virtutis tuae, la autoridad de tu poder, simbolizada siempre en la vara que dan y lleva el que tiene autoridad, ¡aunque todavía cabe sentido harto más feo!—Ay remanga, ahí remanezca, subjuntivo de remanecer, quedar, sobrar. Navarr., Man., 25: Pues aquellos sólo son frutos del beneficio, que remanecen pagadas las cargas. Acabadas las vísperas, remanece y se queda en la iglesia aun la más hacendosa y de más remango: tal es la autoridad del poder del Amor, cuando allí la entretiene en tus vísperas. Estos retruécanos soeces de las palabras del rezo debían de ser chistes de los clérigos, pues para ponerlos en la picota los trae el Arcipreste.

[385]

Sede á dextris meis, en el verso primero del mismo Salmo 119, esto es: Siéntate a mi derecha.—"Laetatus sum in his, quae dicta sunt mihi" (Salmo 121, 1), esto es: "Alégreme con lo que me dijeron".—"Illuc enim ascenderunt tribus, tribus Domini", en el verso 4 del mismo Salmo, esto es: "Pues allá subió el pueblo del Señor". En suma: Cuando llega la amiga le dices: "Siéntate junto á mí á mi derecha"; si lo hace y se detiene contigo, cantas: "¡Cuánto me regocijo!"; si alguno, pasando junto á vosotros, pretende detenerse á aguaros la fiesta, le dices: "Por allá anda la gente, Vicente, vete y déjanos en paz". Así ella se pasa contigo las Vísperas más alegre y "contenta que una Pascua" (Corr., 618), y como si fuera la mayor fiesta de todo el año, ó dígase fiesta de seis capas (véase 177). ¿Puede darse cosa más dramática?—A-tenerse por detenerse.

[386]

Nunca vi cura de almas que tan bien diga completas como el enamoradizo.—Prietas, morenas ó de color oscuro, úsase todavía en Burgos, León, Asturias y Andalucía. Gr. Sult., 1: La cazuela, llena de boronia y caldo prieto. Herr., Agr., 1, 17: Unos (garbanzos) hay blancos, otros rubios, otros prietos. Les abres las puertas de muy buena gana, ó Amor ó clérigo enamoradizo, apenas dicen: "Converte nos, Deus salutaris noster", "Conviértenos, Dios, nuestra salud", con que comienzan las completas.—"Custodi nos, Domine, ut pupillam oculis", "Guárdanos, Señor, como á la niña del ojo", con que las completas se acaban.—Las encubiertas, las tapadas, que quieren serlo por este guardador de almas.

[387]

"Quod parasti ante faciem omnium populorum", del Cántico de Simeón, que viene luego, esto es: "Que aparejaste delante de todos los pueblos". Non las quieras dexar, alude al primer versículo: "Nunc dimittis servum tuum im pace". "Ahora podéis llevar en paz á vuestro siervo". Verdad que es cosa de unos segundos; algo más deseara el piadoso varón tenerla consigo. Ante faciem omnium, esto es: "Delante de la gente", para no dar que decir, sabeslas alexar, sabes hacer que estén algo alejadas de ti; pero ado gloria plebis tuae, "adonde está la gloria de tu pueblo", esto es: en tu casa, donde está la gloria y el gesto de ellas, que son tu pueblo, allí faceslas abaxar, así en G; en S, aveytar. Este verbo a-beitar ó a-bet-ar es el éuscaro beiti ó beeti, beti, abajo, beititu, beetitu, betitu, abajar, y de aquí el sentido que también tiene de engañar, como beita es la carnada ó cebo para engañar á los peces. Alex., 360: No lo facen por al, si non que te abeten. En tu casa haces que se abajen (!), y si oponen resistencia, como es de ley, con halagos, tratándolas de ¡mi reina y señora!, luego se te someten: sy de ti se han de quexar, dizes: ¡Salve, regina! Todo ello obsceno hasta más no poder; pero nuestro poeta así sabía que pasaba y lo pinta sin desdoro del leyente y sin quitar nada á la realidad. Saber bien decir lo malo es de grandes poetas, como él mismo ha dicho. Salve, regina es el himno que á fin de completas se canta desde la Purificación hasta la feria V "in Coena Domini", en Semana Santa. La pincelada más sangrienta con que pudiera pintar nuestro poeta el proceder sacrílego y nefando de aquellos clérigos, era poner este celestial saludo, que todos los días cantaban á la Virgen sin mancilla, en aquellas bocas soeces para aplicarlas á sus prójimas en el momento que las hacían aveytar ó abajar. El Ave, Rex Iudeorum, con que la cohorte romana burló de Jesús en el pretorio, es menos sangriento é infame. Bien dice: Nunca vy cura de almas que tan byen diga completas: ¡así acababan el rezo del día!, ¡con el aveytar!

[388]

Es el epifonema, ponderando tamaña infamia y espantos, con que le echa todo ello en cara al Amor, á quien le importa un rábano infernar así á omes castos, dignos y santos, como debieran ser. Pero aún le achaca otras obras de males e quebrantos de la divina ley. Açidia, como se ve, es la molicie propia del amor, que afloja los ánimos y los encenaga y lleva á los hombres hasta á la herejía. Dígase ahora si cuanto ha pintado el Arcipreste no lo ha hecho para ponerlo en el padrón de ignominia. ¡Y todavía hay quien cree ser desahogos de un clérigo libertino!

[389]

Hadeduro, fadeduro, desventurado, de fado ó hado y duro (c. 957, 967).—Mintroso, mintir(o)so. Este conjuro está lleno de santa ira.

[390]

No te quiero á ti ni á la codicia y ansia de buscar, uno tras otro, mil deleites. Cobdicio en S; sospiro, en G, el hijo del Amor, el ansia insaciable. No haces más que azuzarme, cuanto más corro. El Amor, siendo deseo, nunca dice basta: cuanto más alcanza, más lejos pone sus miras. "Feciste nos ad te et inquietum est cor nostrum, donec requiescant in te", dijo de Dios, sumo bien, San Agustín. Me haces siempre andar en balde, como quien no cesa de pensar dijome esto, dijo lo otro, ya la fulana, ya la mengana, ya el mismo Amor, que le sopla otro y otro deseo y le ofrece otra y otra conquista.

[391]

Do te pagas, donde te gusta.—Durar, continuar, persistir. Quij., 1, 1: En este pensamiento duró tres días. Como el fuego que las vecinas se pedían unas a otras para encender el hogar, cuando era tan molesto el hacer fuego. Todavía en algunas partes lo he visto, y de aquí: Negarle el fuego y el agua, cosas que á todos se daban.

[392]

Envelyñas, embeleñas como con beleño, que es un narcótico que atonta y entorpece. J. Pin., Agr., 15, 5: Las crueles tigres y todo linaje de bestias y aves embeleñadas con la suavidad de la música. Idem, 4, 20: Embeleñado me tienen estos cuentos.—Adelyñas, de adeliñar, como aliñar de liña, liño. Test. Alf. X, Cron. 76, pl. 54: Y demás que le convenia bien de lo hacer y de lo adeliñar por muchas razones. No te faltan lisonjas con que engatusar á los necios enamorados, á quienes llama locos.

[393]

También G. trae aquí golhin; S, folguyn, como en la copla 374.—Atalayar, mirar desde lo alto ó atalaya. Metáfora de la caza de altanería, como el halcón, que se sube arriba arriba, atalaya su presa y se lanza á ella como un rayo. Sácasla del camino trillado para que caiga en celada ó emboscada. Va á particularizarlo ahora, pintando lo que el Amor obra en el pecho de las recogidas doncellas. Tostado, Bibliófil. esp. Op. lit., p. 225: Fizo poner en encuentro del pueblo de Israel moças moabitanas en la carrera por do pasaban.—De luene, en S de lexos. León, Job, 36, 6: Y la sabiduría sacada de lueñe. Díjose de longe.

[394]

Con vyçios, con regalos, que la hacen lozana y cual sementera viciosa.

[395]

En S, camursia; en G, çamuçia: parece errata por camuç-ia, como camuça ó gamuza salvaje: alude á lo mohina, como mula mohina, como rebeco cimarrón.—Re-mecer, mecer mucho ó menear. J. Pin., Agr., 22, 3: Revolviendo el asador ó remeciendo la sartén.—A diablos tiene mientes, piensa en mozos peores que diablos: así en G, por lo de S: A mal seso tiene mientes, que parece harto frío. Son pinceladas magistrales.

[396]

Tú le rruys á la oreja, ó rruyes en S; le rujes es como sonaba ó ruir, pues G. trae rruys: susurrar, hacer rui-do, de rugire, rugir. J. Man., Caza, 11: La sennal de la dolencia es quel ruye el papo. Herr., Agr., 5, 47: Que les ruge el vientre. Que te obedezca á ti solo y siga tu juego; del trebejo, pieza del ajedrez y cualquier otro chirimbolo; pero en general es juego, broma, no veras, como aquí. Conde Luc., 4: Desque todo lo tuvo ante sí, comenzó en manera de trebejo á fablar con.—Peynde, pende, antiguo, por peine. J. Enc. (Bibl. Gall., 2, 903): Mérquente unos pendes | para pendar lana. El peinado en trenza era propio de las doncellas; S dice en rrueda. Que se componga de tal manera el cabello, que no deje el peine ni el espejo..., que no hay en la villa más apuesto garzón que el que la enamora ni que le sea más semejante y parigual: tal es ese tu trebejo que te traes con ella y le ruges á la oreja, y con el cual la entretienes y enloqueces. D. Vega, Ang. guard: Para que estuviese partido el campo y las armas fuesen parejas. Zamor., Mon. & Purif.: Pero en desquilándolas, todas estan parejas, veislas igua. Cada oveja con su pareja.

[397]

De mil guisas, de mil maneras á cada momento. Ya anda en saya, ya en bata ó como camisa, que es lo que vale alcandora; no tiene otro espejo que tu locura, oh Amor, que es la voltariedad, la veleidad. Maravillosa pintura de la joven mundana.

[398]

A todos das mal ramo, dice S; pero no consuena.—Recabdo en S; corrijo recabo; en G, rrebato.Cabo, extremo, lado, sitio; darle cabo, acabar. Eug. Salaz., Silv. poes.: Vino el efeto de su hado oscuro | al mal principio dando peor cabo. Fons., Am. Dios, 3: Dió cabo al mayor hecho que.

[400]

Destrues en G, estruyes en S; es común el es- por des- en todos los verbos.—Algos, bienes, haberes. A. Alv., Silv. Fer., 6 cen., 12 c., § 3: Como lo que el mundo nos da en nuestros afanes es lo que es nada, pero que los buenos algos dalos el cielo. C. Lucan., 8: Si lo perdieres por fiuza de haber grande algo. La primera es que el magnífico debe ser muy sabio, porque sepa cómo ha de partir sus algos.—Uerco, ó huerco, ó huergo de orcus, infierno, muerte, demonio. La casa hecha y el huerco á la puerta. Aquí y en la copla 828 es la muerte.—Faldragas corrijo por el fadragas de S, hadragas de G. En la Rioja y Navarra aldragu-ear, corretear, chismosear; aldragu-ero, callejero, chismoso. (Véase Cej., Tesor. L., 115); es un plural singularizado y acaso contaminado con baldragas, mandria. Si fadragas está bien, que todo pudiera ser, vendría de fad-er-agas, de hado, -aga, como en cien-aga, baldr-agas: esto es, un desdichado y parapoco, como fadeduro.

[401]

Mandar, prometer, hacer mandas.—Amidos, á desgana. El Amor promete mucho y da poco.

[402]

Como la loba, que se junta con el lobo más astroso y menguado, dando de mano y huyendo del otro mejor. Dar de la mano ó de mano, desechar, como empujando con ella lo que se rechaza.—Encobarse, meterse en la cueva, ocultarse. J. Pin., Agr., 29, 36: Otros el oso encovado.—Ajobar, soportar, apechugar con F. Aguado, Crist., 14, 9: De hombres que están siempre en pelea, venciendo dificultades y ajobando penosos ejercicios. Del Amor, como en Hita, en el Corvacho, 18: Con el primero que delante le viene toma amorío é se ajoba.—Enatío, según G, por el eñodio de S, y que A. Sánchez entendió por cordero; pero no hay tales corderos ni carneros, como se ve por la copla siguiente. Natío, de nativus, es el nacimiento, origen, casta, naturaleza. Sigüenza, S. Jerón., 5, 2: Pues como perdonará al oleastro de mala raíz y mal natío, si cayere en la misma culpa. Navarr., Man., 11: Odio de Dios, de su natío es el mayor de los pecados. Aquí enatío, de enativus, pero por de mala naturaleza y casta, como en Aragón enatizo, desmedrado, imperfecto de nacimiento, de ánimo apocado y ruín, y como astroso, que vale lo mismo: vil, despreciable, propiamente de mal astro. Baena, p. 463: Las tres nobleçidas, onrradas, mejores, | e tres fallescidas, astrosas, peores.

[403]

Se en-art-an, se enseñan contigo, aprenden tus artes, de donde se dijo en-art- ar: son tan extravagantes como el amor, se enamoran del feo, de mala naturaleza ó enatío y no miran al aguisado ó de buena casta y naturaleza. Guisa, la propia y natural manera de ser, de donde manera en general. Así se empleó por linaje, como aquí aguisado, de buena casta ó natural. Valderr., Ej. Fer. 6 ceniz.: De ser los perdonadores de tan alta guisa y real decendencia. Valdés, Diál. leng.: Guisa solía tener dos significaciones: la una era que decíamos hombre de alta guisa por de alto linaje. Eugui., Cron., 195: Con el conde Don Sancho, buen caballero e noble e de grant guisa.—Tanto peor baratan, tratan, negocian. Alex., 1498: Los que de nos salieron, | á los griegos passaron, | nunca en este siglo atan mal barataron. Momo, 2, 13: ¿Quién estando cercado y rodeado de compañía de gente tan desbaratada podrá baratar bien? Zamor., Mon., &, Purif.: Pues no dijera que se compre, se granjea ó se feria ó se barata, sino que se redime. Baena, p. 12: Byen barata quien te cata | mansamente syn bollyçio. Que las hermosas, á fuerza de desdeñar buenos mozos, acaban enamorándose del más ruín, es hecho corriente y pena de su orgullo. Aquí venía á cuento lo de la zapaterilla aquella, á quien alguna madama de la Pilongue le pronosticó, por su gran hermosura, que se casaría con el más alto de Madrid. Fué desechando novios, cada vez de más alta guisa, hasta que, marchitada su hermosura, fué bajando la guisa de los pretendientes y al cabo se casó con el mas alto de Madrid, con el campanero de la torre de Santa Cruz.

[406]

Brete, reclamo y trampa para cazar. Aut. s. XVI, 4, 416: Para que tú sepas huir de su brete, | que á todos con todas continuo acomete | y á muchos con todas los hace casar. Bretar, atraer con reclamo. Rodr. Reinosa (Bibl. Gallard., 4, 1406): Y bretar para piar | del turco e una homarra. Breta-dor, López, Dichos de Fern. Sanch. Talav., f. 90: Ca el dulce canto del bretador engaña e mata al ave cuitada.—Abeyte, engaño, posverbal de abeytar.

[407]

Véase este ejemplo en el Libro de los enxienplos, 301.

[410]

Ynojo, rodilla, aquí anca, de genuculu(m), genu.

[411]

En pienso, en el pensamiento; posverbal de pensar. Ni por pienso.

[412]

Suso, arriba; yuso, abajo. Precioso verso.

[413]

Desfanbrido, muy hambriento, muerto de hambre. Bañ. Agr., 3: De las lobas deshambridas | tragantonas, malcontentas. J. Pin., Agr., 5, 38: Ansi vino (el lugar) en veinte años de 250 vecinos hacendados á 180 deshambridos.—Abatióse en S, debatióse en G; por, lo mismo que para. Este verbo abatir es el propio de las aves que se lanzan de lo alto sobre su presa, y se usaba en cetrería.—En apellido, gritando, como convocando o apellidando en la guerra. Valderr., Teatr. S. Nicol., 2: Y fué de manera el apellido con que se dió tras el ladrón, que todos le buscaron. Berc., S.D., 343: Oyó los apellidos que este çiego daba.

[414]

Vedeganbre, es el eleboro negro ó yerba de ballestero, ó yerba, y veneno, en general, con que envenenaban sus viras ó flechas los ballesteros; díjose de verdegambre, como suena en Aragón. Alex., 747: Mas trae una abiespa de crua bedegame.—Ensanbre, alude al enjambre de los que siguen al Amor.

[416]

Eres mal enemigo y te muestras amador ó amigo. Por eso se ensaña ahora el Arcipreste contra los embusteros é hipócritas.

[418]

Fuelga, de holgar, respirar descansando. ¿Acaso suelga, con s larga, de sollar, respirar, sufflare?—La tuelga, la quite, de tollir, tollere. Nótese la entereza y verdad del Arcipreste en sus dictámenes.

[420]

Encobo, posverbal de encov-ar, ocultación, encubrimiento.—Ajobo, posverbal de ajobar, peso. Trag. Policiana, 21: Que soncas en ayunas mal se puede her hacienda de mas ajobo. Mingo Rev.: Sobre el flaco grand ajobo.—Cuestas, las costillas, de costas en latín.

[421]

Gracias que no te debo nada, yo no soy enamorado, dice el Arcipreste; porque eres logrero que das á renuevo ó logro: con poco quieres lograr mucho. Renuevo, logro ó interés, por ser nuevo dinero que sale del antiguo puesto á logro; renovero es el logrero. J. Pin., Agr., 7, 18: Los usureros que los roban con renuevos sus haciendas. A. Alv., Silv. Magd.: Los renuevos de Zaqueo tan renovero. Cort. Jerez, 1268: Quando el cristiano oviese de sacar debda del judio o del moro o de renovar costa o de sacar dineros sobre pennos.

[422]

El diezmo, la décima parte, como sesmo la sexta, de decimu(m).—Cállate é callemos, que sendas nos tenemos, como dice el refrán, esto es, que cada cual tiene sus tachas.—Porfaçar, como profaçar. Alex., 535: Ector e Diomedes estaban porfazados.

[425]

Castigos, enseñanzas, castigar, enseñar, de castigare, enmendar. Libro de los castigos del rey D. Sancho.

[429]

Mostrar, demostrar y castigar por enseñar. Celest., 1: Quién te mostró esto?—De Pamfilo, después; Ovidio Nason escribió Amorum libri tres, Tres libros de amores, además, Tres libros del arte amatoria, Artis amatoriae libre tres, de donde dicen algunos que tomó el Arcipreste los consejos que aquí da el Amor en respuesta á todos sus denuestos, con lo que practica su consejo de la copla 424.

[430]

Ars am., 1, 35: Principio, quod amare velis, reperire labora, | qui nova nunc primum miles in arma venis. Trata Ovidio del dónde y cómo se ha de escoger y del atraerse á su sirvienta y cómo se ha de alcanzar la escogida. Al Arcipreste sólo le enseña el Amor el medio de la alcahueta (436...), de la que no trata Ovidio, y del atraerse á la dama haciéndosele agradable (449...), de lo cual el romano habla por todo el libro primero, aunque bien diferentemente. De cómo se ha de conservar la mujer alcanzada trata Ovidio en el segundo libro, y de cómo ha de ser amada y de las artes que ella ha de tener para serlo, en el libro tercero. El Arcipreste no ha tomado nada de estos tres libros, por más que lo hayan repetido algunos: apenas hay un concepto que se vea venir de ellos en el libro de Buen Amor. Menos tomó del Remediorum amoris liber unus. Es gran lástima que autores del valer de Puymaigre hagan tamañas afirmaciones, y que maestros, como nuestro Menéndez y Pelayo, las repitan: "Los castigos ó amonestaciones que le dirige (el Amor) están puntualmente tomados de Ovidio" (Líricos castell., t. III, p. LXXVI). Yo desearía saber de dónde están puntualmente tomados, pues me he leído los tres tratados de Ovidio para cerciorarme de ello, y no lo veo. Duro se me hace decir esto de mi gran Maestro, pero la verdad ante todo. Don Marcelino se fió de Puymaigre, y Puymaigre no leyó á Ovidio. Para el Arcipreste, Ovidio era el falso Ovidio ó Pánfilo y de él sacó cuanto han creído que sacó de Ovidio. Puyol cita algunos pasajes ovidianos que cree tomó el Arcipreste. Muchas ganas se necesitan para ver lo que no hay, como parece lo vió Puyol en esos pasajes, que yo he leído, sin ver nada de parecido con los del Arcipreste.—Deprender, aprender, y fué clásico y es hoy vulgar.

[431]

Nada de esto tomó el Arcipreste de nadie; son sus gustos, ó los de sus contemporáneos, y la pintura es maravillosamente realista. No se olvide que el Arcipreste se pone en persona del clérigo mujeriego por traza artística y nada más.

[432]

De alheña rubios, rojos de calabaza, como la alheña.

[434]

Los labros, los labios, de labru(m). Berc., Duelo, 38: Disso que sede habie; los labros dessecados. Alex., 536: Los colmiellos amolados, los labros espumosos.

[435]

Te lo dirá justa y naturalmente y bien, á guisa.

[436]

Las 16 coplas siguientes faltan en S, y como de G. tienen otra ortografía, que notará el lector. De su sirvienta es de quien hay que echar mano, según Ovidio; el Arcipreste desecha esta tercera y busca otra de oficio, como Pánfilo, de quien lo toma.

[437]

Costumera, acostumbrada á trato de gentes y á este menester.

[438]

Con lágrimas de Moisén, sin duda los Grimorios ó libros de magia, uno de los cuales se atribuye a Moisés, y llamáronse así del antiguo alemán, grim, grimmi, horrible, furioso; alemán moderno, grimm, y de cuya raíz salió grima, darle grima. Con el artículo la, el pueblo oyó lagrimorio, y de aquí esas lágrimas de Moisén. En los Grimorios hay fórmulas sacramentales de hechicería para evocar al diablo; pero, así que se aparecía, debían tirarle algún objeto a la cabeza, pues si no retorcía el pescuezo del que le invocaba. El que posee el gran Grimorio y la Clavícula de Salomón tiene á sus órdenes á todos los demonios, hadas, silfos, duendes y demás espíritus, quiere decir que es rey del mundo. En F. Silva, Celest., 36: Y buen ojo y buen ojo no tiren de la ventana alguna lágrima de Moisen. En Andalucía igualmente dicen lágrimas de San Pedro á las piedras. Pero aquí no cabe esta acepción.—Escantar, encantar, aquí metafóricamente (c. 709).

[439]

Pavi-otas, de pav-o, por el continuo chillar.—Cotas son altozanos, como coto, que es tumor, y la porra ó parte opuesta al corte del cuchillo ó martillo, ó cot-illo, además cot-arro y cot-orro es altozano, cabezo.—Arlotas, baldías y vagabundas. Berc., S.D., 648: Ca clamaban los canes ereges e arlotes. La exclamación se le escapó al Arcipreste, pues no es propia del Amor.

[440]

Toma de, con de partitivo. Quij., 1, 29: Los que nos saltearon son de unos galeotes.—Erveras, de hierba, herborizadoras, que buscan hierbas para sus confecciones y untos ó para sus alcoholeras ó disoluciones en alcohol.

Sobre las supersticiones tocantes a las plantas, véase Gvbernatis, Mitología de las plantas. Hay yerbas de simpatía y amor y las hay de odio y desunión. De las segundas son el jusquiamo, la verbena y la virga pastoris, que, mezclada con el jugo de la mandrágora, dicen que atiza la discordia entre los amantes que la beben. De las primeras se hacen filtros ó bebedizos amatorios, como la que en el Piamonte llaman concordia, la valeria, el cyclamen, todas las orquídeas: todas son, de hecho, afrodisíacas.

Echarle en ojo es darle aojo, aojarle, y del aojamiento ó mal de ojo trató D. Enrique de Villena, De rebus philisophicis et moralibus, y el P. Nieremberg, Curiosa y oculta Filosofía. Consiste en dañar á otro con la mirada, y la envidia debe á esto su nombre de in-videre. El pueblo cree que este mirar deja ciego al así mirado, y en ciertos casos pudiera tener razón, pues la fuerza de la mirada la conocemos bien hoy por el hipnotismo; pero lo cierto es que ciega moralmente y apasiona con el amor que de ojos á ojos se trasmina y llega á robar el corazón. El coral rojo, entre los romanos, como aún entre nosotros, se ataba al cuello de los niños para protegerlos del mal de ojo.

[441]

Pegatas corrijo por el pecas del único manuscrito, pues no consuenan; pegatas, derivado da pega, como pegazas ó pigazas ó picazas, que de todas estas maneras se dice. Busca mensajera de entre unas alcahuetas ó pegatas, ó picazas ó urracas, que usan mucho los frailes. Se dan tan buenas corridas estas troteras ó correos, que bien merecen las çapatas ó zapatos de mujer. Castillejo, Obr., 22: Sus zapatas coloradas | á media pierna arrugadas.—Trotaconventos, nombre apelativo, demandadoras que llevan recados á los conventos; recados que no eran siempre, por entonces, muy santos, pues muchas casas de religiosas eran el lugar donde se citaban todas las galanterías. Véase Bonilla, Rev. Hisp., t. XV, sobre Antecedentes del tipo celestinesco en la literatura latina.—Baratas, tratos de esa calaña. Corvacho, 2, 1: Llámame á trotaconventos, la vieja de mi prima, que venga é vaya de casa en casa.

[442]

Muncho se alegran, dice el único códice; corrijo, y nótese que es impersonal, las gentes.—Despagarse, descontentarse. Patronio, 1: Que se despagaba mucho de la vida de este mundo.—Escanto, posverbal de escantar, como encanto de encantar, y con el mismo valor. De los escantos, encantos ó ensalmos, véase Conrado de Wittenberg, Doctrina de Magia, donde se hallan las palabras y fórmulas usadas, y Blumler, Amuletorum Historia. Aquí escanto moralmente ó atraer, como çegar de amor.

[444]

Contra, acerca de.—Fegura, toda su estampa, del desnudo, se entiende.

[445]

Los que de esto saben dirán si calaba mucho ó no el Arcipreste.

[446]

Te acuerda corrijo por el te enamora del texto. Será con el falso Ovidio.—Avancuerda, nombre de la alcahueta, por ser como cuerda que se echa por delante.—Cata, busca. Para tal dueña como esta has de buscar fina alcahueta.

[447]

Salyr, que se pueden librar, que no las tienen.

[448]

Guarte, guárdate. A muger bigotuda, de lejos me la saluda.—Media pecada, media diabla, como pecado es el diablo. Que se la lleve ó la sacuda de mí la muerte ó el infierno.—Muda de seso, sácala de seso, enamórala.

[449]

De amor se rrepunta, pícase presto de amor, como el vino, que tiene punta de vinagre, y como el mar, que se pica y comienza a crecer. Ord. Sev., 161: El que tuviere la repunta, que de cualquier agua que sea, que en repuntando el agua, diga si ha de calar ó no.—Sueras frías. ¿Será errata por si afueras fría, si es fría por de fuera, en lo exterior? Sueras parece ser parte de la montura donde cabalgaban las señoras. Cortes de Alcalá de 1348: "Otrossi porque en la nuestra corte é en los palacios é en algunas cibdades é villas é lugares de nuestros regnos algunas mugeres que lo devian escusar trahen faldas, é esta es costa é dapno á los omes, é ellas non an provecho ninguno, tenemos por bien que aquellas que andan en sueras quando van de un lugar á otro, que puedan traher faldas, é las otras que trayan los pellotes sin falda que llegue fasta la tierra ó á lo mas dos dedos por tierra. E las que Nos tenemos por bien que puedan andar en sueras, é non otras ningunas, son las mugeres fijas dalgo é las mujeres de los fijos dalgo ó de los cavalleros armados, é las cubigeras de nuestra casa, é las cubigeras que andan en las casas de los otros omes buenos que usan de andar en sueras. E otrosí las mugeres de los que mantovieren un ome de cavallo sin él". Y más adelante: "Que las sueras que sean de panno de lanna qual se quisiere, e la siella que sea lidona que non aya adobo ninguno en ella, nin en el arson, nin en las cuerdas, nin de las sueras, nin en el freno, de oro nin de plata, nin de aljofar, salvo las sueras que sean labradas de oropel é el arson que sea pintado de colores si quisiere.

[450]

Doñear, cortejar á las dueñas y tener con ellas todo linaje de tratos, como el sexual, del que dice Monardes, Ser. Medic., 23: Los pescados... acrecienta la simiente y da talante de doñear; pero son malos para los flemáticos. Baena, p. 105: O sy fué por doñear | en Iliescas con Juanica. Si pudieres dar con alguna de este jaez y la pudieres conquistar, que es lo que vale cobrar, alcanzar.

[451]

Cotéjese con Ovidio (Ars am., 1, 444): "Promittas facito: quit enim promittere laedit? | Pollicitis dives quilibet esse potest... | Si deberis aliquid, poteris ratione relinqui. | Praeteritum tulerit, perdideritque nihil. | At quod non dederis, semper videare daturus... Insequere, et voti postmodo compos eris (485). Pero el Arcipreste no ha leído nada de esto.—Mager por maguer se halla escrito á menudo, pero sonaba lo mismo con g suave y sin u.—Afucsiada, confiada en ti, y se te entregará. De afiuciar, afuciar, de fiuciar, fuciar ó huciar, tener fiucia, fucia ó hucia, confianza; de fi(d)ucia(m), fidus. J. Enc., 67: Hucia en Dios, que no se irá. Yepes, S. Ter., 3, 11: Una grande confianza y fiucia en Dios. L. Fern., 8, 6: Ya ño hay hucia | ¡mal pecado! Valderr., Teatr. Dif., 3: Miradme, mortales, y no hagais fucia en otra cosa humana, porque todo se acaba. J. Enc. (Bibl. Gallard., 2, 896): A la mi fe, no te ahucio | ni quiero tu placenterio.

[453]

Vuelve á haber texto S y G. Grad-eçer, de donde agradecer, de grado, gratum. Berc., S. Lor., 11: Gradecertelo é mucho de corazon. Id., S.D., 350: Gradeçelo á Dios, que vas con meioria.—Refertero, contrariador, pendenciero, no le lleves la contra. S. Badaj., 1, 378: No seais tan rehertero. Poem. Alf. XI, 1997: Non quiso ser rrefertero, | diose por pleitesia. De reyertar, refertar, de refertus, referre.

[454]

Re-querir es buscar mucho, de re-quirere, como querer, de quaerere.—Estod-ieres, estuvieres, del tema de perfecto estudo. Libr. engaños (ed. Bonilla, p. 22): E estudo con ellos una gran pieça.—Haçina, la mies amontonada en la era para ser trillada: aprovéchate y trilla de firme.

[455]

Covardo por cobarde.—Oxte, ó como trae S, ¡oyste! es interjección de ahuyentar y desechar. Timoneda, 1, p. 136: Me ha requerido de amores. ¿De amores? ¡oxte! Quev., Entret.: Decian oxte, mas recio que á la llamada. L. Rueda, Tymbr.: ¡Oixte! ¿Quien sale allá? L. Fern., 120: Oixte ahuera tal debate.—Tabardo, casacón ancho y largo, con mangas bobas, para abrigarse, impropio para el trabajo, al cual alienta el cuarto verso, diciendo use para poder más trabajar vestido ceñido, pequeño, que de él haga alardo, por alarde, esto es, muestra ingeniosa. Ardit es aquí adjetivo de alardo. J. Pin., Agr., 4, 9: Es tan ardid la hermana golondrina. Haz alarde ingenioso de vestir ceñido para poder trabajar.

[456]

Son, hay, están.—Astrossya, cualidad del astros-o. Baena, p. 450: Señor, mas diria | de ssu asstrosia | é vyl poetria | en quanto rrazona. En la pereza hay miedo é cobardía.

[457]

Parécele á Puyol ser de origen español este cuento. Acucioso, activo. Cal. e Dimna, 3: Porque sabe que es bueno é acucioso. De acucia. D. Sancho, Cast., 51: Porque despues de los solaces, con mayor acucia entiendan en los negocios del reino.—Amos, ambos, según ley fonética castellana que la m hacía desaparecer la b siguiente.—Ffasaña, hecho, sucedido y cuento por lo mismo.

[458]

Contrecho ó contrahecho se decía entre los clásicos.

[459]

Abeytar, engañar, tomarles el pelo.

[460]

Ligión, lisión y la pronunciación gi es conforme á su etimología (Cej., Tesoro L., 78).

[461]

Syesta, calor de la hora sexta, ó sea después de medio día, y en general. Villal., Tras., f. 15: Con tempestades, pluvias y siestas. Pero Niño, 1, 2: Cuando face en aquella tierra la mayor siesta, ca era en el verano.

[463]

Çerca della, en S delante ella, como preposición. Figueroa, Egl. Tirsi: Huye delante mi, malvada Clori. Gran., Orac., 3, 3, 5: Si asi lo hicieres, irá delante ti tu justicia.—Omyl, humilde, de humile(m).—Alynpiarme en S. G. Pérez, Odis., 1: Las mesas alimpiaban con presteza.

[465]

Redrar, desviar, volver atrás, ó redro, riedro, de retro. Alex., 990: Encorvó el hombro por el golpe redrar.

[469]

Este malsaber, aunque lo diga el Amor, se le escapa al Arcipreste.

[470]

Pellote, ó pellón, vestido, no por hecho de pieles, como dijo el Diccionario de Autoridades, sino de pellote, que es el pelo que los curtidores raen de las pieles, así en Segovia, por ejemplo, y díjose del formar pellas como pell-on. Cron. Alf. VII, 33: Iba cubierta siempre con el pellote que debía ser alguna ropa larga de la señora.—Braguero, ligadura de fajas que se atan á la cintura y pasan por debajo de las ingles, para sostener las quebraduras. Entrem. s. XVII, 113: Que no me estaré aquí para limpiarle cada día sus bragueros.

[471]

Cantadera por cantadora en la Pícara Justina, y allí y en el pueblo es común el sufijo -dero por el -dor. Los dedos, al castañetear bailando y al tejer.—Asedos, acedos, no puede decirlo el Amor; se le escapa al Arcipreste.

[472]

El uso de usar y el huso y husillo de hilar, prensar y regar, ó albañar en Aragón.—Disanto, día santo ó de fiesta. Bibl. Gallard., 2, 199: Vestida Tirse de gala | salió un disanto á la iglesia.—En poridad, en secreto, en privado, en casa; ascuso, á escuso vale lo mismo, ocultamente. Eugui, Cron., 130: Matolo su suegro a escuso, de guisa que non lo sopo ninguno e el encubriolo. A escusa, sin conocimiento de. A. Pérez, Mierc. dom. 1 cuar., f. 192: Que allá las hacen á escusa suya, no corren por su cuenta. Escus-ero, en el Alto Aragón, dícese del hombre ó animal que se va callada ó cautelosamente. El trobador de quien habla es el autor de Pitas Pajas, que viene luego.

[473]

Estas tres, molino, huerta y mujer. Molino que no anda, no gana (Corr., 469). Al molino y á la mujer, andar sobre el (Corr., 40). El molino, andando gana, que no estando la rueda parada (Corr., 105). El molino, mientras anda, gana (Corr., 105).—Guardares, mirares, considerarse.

[474]

Dicen ser un fabliau francés, pero no hay fabliau semejante en la edición de Méon ni en otros libros, ni mienta este nombre Gaston Paris, tan puntual en todo. El único lugar donde se cita este cérvido es en el Cancionero de Baena (362), noticia que debo al eruditísimo señor Bonilla: "Señor Juan Alfonso, pintor de taurique, | qual fué Pitas Payas, el de la fablilla". No sé si aquí se aludirá al libro del Arcipreste ó al cuento que sería tradicional. El cuento es graciosísimo y el chapurreado medio gavacho, para darle color, es invención del guasón del Arcipreste, y no porque lo tomara del soñado fabliau francés.

[477]

Tard-in-ero, tar-dío. Falta el texto en G hasta la copla 489.

[478]

Entendedor, amante.—Posada, lugar ó casa donde se posa ó vive. Quij., 1, 6: Tenelde recluso en vuestra posada.—Non fynca nada, no queda nada.

[480]

Egu-ado, igual, del antiguo egu-ar, igualar, de aequare. Berc., Sig., 24: Ninnos o eguados o en grant vegedat (en la edad viril, en que ni se crece ni descrece). Id., Mil., 67: Quiso eguar al otro, fué en ello villano. Un eguado carnero es un carnero pintado muy al propio y bien.—Con todo su apero, bien cornudo, que es lo que hacía al caso echase de ver el que lo había venido á ser por su descuido. Apero es el herramental del labrador.—Desta, es decir vulgar, suple vez: Desta no marra.—Çertero, derecho, sin desviarse ni detenerse, esto es, presto. Certero es el que acierta y atina. L. Grac., Crit., 2, 8: Mas certero, cuando ciego. Persil., 1, 22: Uno que presumía de certero.

[481]

Palacio, sala, gabinete (c. 1376, 1492).—Estido, como estudo, participios antiguos de estar, por analogía con vido de ver, etc.

[482]

Enseñadme la figura que pinté y nos solazaremos, tendremos buen solaz. El texto dice aian, corrijo aiam, por hayamos. Si sobra la n, aia valdrá y quedaré sosegado.—Fey, haced, como vey.—Y, ahí.—Ardidamente, con atrevimiento.—Vollaz el voulez francés.

[483]

Con armas de prestar, muy bien armado, con valientes cuernos.—Vydo por vió, común entre los clásicos, de vidi(t).—Manjar, por serlo el más ordinario el carnero y no atreverse á confesar su desgracia.

[484]

Malsabida, ingeniosa en mala parte, como la malsabidilla de Barbadillo. A. Cruz, S. Mat.: Para que esta malsabidilla de mi carne no me bambolee, la castigo con asperezas. León, Job, 15, 5: Porque enseñó maldad tuya á boca tuya y escogiste lengua de malsabido. ¿Pedís que en dos años un cordero no llegue á ser carnero? Vinierais antes y cordero hallarais.—Trobar, hallar.

[485]

Te castiga, aprende en este ejemplo, no abandones lo que quieres y deseas conservar. Bocad. oro, f. 28: Bienaventurado es el que se castiga por otro (aprende en cabeza ajena).—Para otro non errides, no azuces ni instigues á la mujer para que busque á otro, que es lo que se hace dejándola sola y moza. Erridar, azuzar, en éusk. irritu, como enridar por disimilación en Evangelista, Cetrería, y en el libro de Montería atribuído á Alfonso XI. En cambio, cuando vieres ocasión, como la de la dueña abandonada de este aperador flamenco, convídala, atráetela con hermosos decires, y en ofreciéndosete, no aguardes á que venga el otro. ¡Todo cordero, con el tiempo, se hace carnero!

[486]

Pitas Pajas levantó la liebre y la sacó de su cubil, dejándola para que otro la siguiese y tomase, como mal cazador que él era.—Pedro, por ser nombre tan común tomóse por hombre cualquiera, como Mari por mujer. Este Pedro acertóla á la cogujada, que el rabo llevaba tuerto, tan buen cazador era (Corr., 55). Algo va de Pedro á Pedro (Quij., 1, 47). Bien, se está San Pedro en Roma (Quij., 2, 41) y el marido en su casa, sin irse a buscar pan de trastrigo, sinó le quitan la corona (Corr., 309) y se la pega otro más pintado ó que pinta mejor que el pintor de Bretaña.

[487]

Apost, detrás deste, junto á éste.—Feste, ¿festuca ó paja que acomodó el Arcipreste al verso?—¡Sy..., ojalá me ayude Dios! Nótense los cinco consonantes en -este, pretendidos adrede.

[488]

Usa, trata. Habla al que la trate, sea ó no su dueño, y esto por el amor que la tienes, y sé con él generoso, no te andes en tiquismiquis, que éstos son medios para atraértela.

[489]

Se reanuda el texto de G. Dale siempre que pudieres, que mucho, que poco. J. Pin., Agr., 17, 27: Procurar honra en cualquier estado que me halle, que con méritos, que sin ellos. Id., 4, 17: Hacermelas cenar todas las noches del verano (las lechugas), que crudas, que cocidas.

[490]

Sobre el poderoso caballero es don dinero, que dijo Quevedo, vease el fabliau De Dom Argent (Legrand, t. 7, p. 216), y en Fabliaux (t. III, p. 245) y el romance del trigo y el dinero (Wolf, Studien, p. 109, nota 3). Pero en España no se desconocían estas soflamas: véanse en Bonilla (Anal. liter. españ., p. 145) unos versos latinos: "In terra summus Rex est hoc tempore nummus. | Nummi mirantur, Regesque et ei famulantur. | Nummo venalis favet ordo Pontificalis..." O el Arcipreste los conoció ó el que los compuso leyó al Arcipreste. Algunos críticos franceses suelen mostrar un criterio, que yo llamaría morrocotudo, y consiste en creer que Francia es el ombligo del universo, y que, por consiguiente, todo ha salido de Francia, por ejemplo, hasta la necedad de muchos españoles que suponen no se ha dado aquí nada de provecho, ni dineros ni carneros.

[493]

Roma en el sentido moral, pues la Sede pontificia estaba entonces en Aviñón. No por eso estuvo ni en Aviñón ni en Roma el Arcipreste, pues quien habla es el Amor. Más había de lo que aquí se truena contra la simonía, y el Petrarca fué todavía más allá, sin sacar toda la podre á la plaza:

Dall' empia Babilonia ond' é fuggita

Ogni virtude...

Albergo di dolor, madre d'errori...

Nido di tradimenti, ove si cova

Quanto mal per lo mondo oggi si spande,

Serva de vin, di letti e di bevande,

Ove Lussuria fa l'ultima prova..."

[496]

En cabo, al cabo, al fin. Tafur., 4: Que es en la punta en cabo de todo el monte. S. Badaj., 1, p. 298: Mas de mujer mala en cabo | no espereis conpaña fiel.

[499]

Todo, enteramente.—Desalyña, echar á perder, descomponer, de a-liñar. Zabal., Dia f., 1, 19: Le desaliñas la honra, e ya que no le puedes quitar el vestido, le quitas la estimación. Id., Vid. Comodo: Por donde se puede llegar el oficio de carretero á la Majestad, que no la desaliñe?—El ojo guiña, hace señas al Juez para que no pronuncie sentencia justa.

[500]

Andan loçanos, se lozanean, andan satisfechos y orondos, soberbios y pagados de sí. J. Pin., Agr., 5, 41: Como el fariseo, que fué á orar al templo y se puso muy lozano con las virtudes que de sí conocía.

[501]

En-torreadas, con torres.

[502]

Guarni-mientos, de guarnir, adorno que guarnece. J. Pin., Agr., 20, 32: Si quitais los guarnimientos con que se atavian, y dejais las imagines horras, apenas querran poner los ojos en ellas.

[504]

Peroque, aunque. En público lo denuestan, en casa lo guardan y acarician, porque una cosa es pregonar el trigo y otra venderlo. Como que el dinero les sirve para menguas y faltas. Por eso tiene el dinero más condedijos ó escondrijos que los tordos y picazas, que suelen llevar las cosillas a sus escondites.—Condedijos, que trae G, como si es- fuese preposición, á no ser que hubiera escrito el Arcipreste escondedijos, de esconder. Boc. oro, 26: Otro hai, escondedijo, que falla home quando le ha menester. Rivad., S. Félix: Ponia pan y otros manjares, que había guisado para los de su casa en aquel escondedijo donde. En S, condesyguos, de condesar, allegar.

[505]

Reteñir, reteñir ó sonar el dinero. Cabalmente de las Ordenes religiosas, y en particular de la "Trinidad é de Santa Olalla", de las que habla en la copla 1239, dice Alfonso XI en las Cortes de Alcalá de 1348 que sus procuradores "ganavan cartas de la nuestra chancelleria muy aguisadas, desiendo que lo avien de previllejos, é demandavan é costrinien apremiadamente a las gentes con las dichas cartas que les mostrasen é diesen los testamentos de los finados, é después que gelos avian mostrado, que les demandavan que les diesen todas aquellas cosas, que se contenían por los dichos testamentos, que son mandadas a lugares non ciertos é á personas non ciertas, é otrosí en el testamento si non mandare el finado alguna cosa á cada una de las dichas ordenes que les demandavan á los cabezaleros é herederos del finado ó de la finada quanto monta la mayor manda que se contiene en el testamento, é si gelo non quisieren dar que los traen á pleito, é les fasen otros muchos enbargos maleciosamente fasta que les fasen cohechar, en manera que por esta rason non se pueden conplir, nin cunplen los testamentos de los finados segund los ordenaron al tienpo de sus finamientos; é otrosi que demandan eso mesmo que todos aquellos que mueren sin faser testamento, que los bienes que fincan á sus herederos, que gelos diesen para las dichas ordenes, é por esta rason que fincaron muchos deseredados é cohechados, é destas cosas tales que se sigue muy grand dapno á la tierra é non era nuestro servicio". Este bandidaje lo prohibe el Rey el año 48, esto es, cinco después de escribir el Arcipreste estas coplas, de las cuales algunos se escandalizaran. ¿Qué mejor comentario de ellas que las Cortes?

[506]

Guiñan el ojo á sus parçioneros, á los que participan de la herencia, como dicen las Cortes: contra ellos se enfadan, les ponen ceño, por que no contaron con sus Reverencias privilegiadas para arramblar con todos los bienes mostrencos y no mostrencos. Parçionero, como parcial y parcero ó aparcero, de partiarius, aparciar, tener parte.

[507]

Tuero, tocón grande, leño para quemar, aquí, metafóricamente, pedazo, pellón de dinero. El mejor tuero para mayo lo quiero. Esta escena goyesca es maravillosa.

[509]

Apoderado, que tiene poder en todos los cargos y oficios y manda en ellos, pues soborna á todo el mundo. Cast., Canc., 1, p. 54: De ti, santo apoderado.

[510]

Sygro (S), siglo (G), el mundo.

[511]

Salyrá, saldrá; salir + ha.

[512]

El dinero acude y acorre á las congojas y apuros. Congoja es lo que vale coyta, cuita, cueyta ó cueta: es el cuidado del ánimo, ansia; aflicción interna. Quij., 1, 2: Que tantas cuitas por vuestro amor padece. Alex., 21: Et de sus avuelos en tal cueta paraban. F. Juzgo, 4, 3, 4: Sin toda cueyta demande el huérfano. (Cej., Tesor., A. 37).—Priessa, apretura ó aprieto, como en catalán y portugués, de prensa, -us, -um, cogido. Pero Niño, 2, 8: Asi remando sacaronla de aquella priesa. Id., 2, 14: Ya vedes en la priesa que somos, si esta agua non se toma. Poem. Alf. XI, 2187: En muy grand priessa estamos. En priesa me ves y doncellez me demandas (Quij., 2, 41: H. Núñez). Corr., 120: En priesa me veis y virgo me demandais; ó en priesa nos veis y virgo nos demandais. Esto es, me tienes ya cogida ¿y me lo ruegas? Que es bobo en pedirle la doncellez, teniéndola en sus manos.—Aforre, dé libertad. Quij., 2, 24: Los que ahorran... á sus negros... les hacen esclavos de la hambre. Bosc., Cortes, 334: Que á todos los esclavos que huyesen de la ciudad y se viniesen para él, prometía de ahorrallos.

[513]

A propósito de que sea generoso con la tercerona, D. Amor nos ha encajado esta sin par sátira del poder del dinero, que no tiene pierde ni ha menester comento, y donde la voz del Arcipreste, contra frailes y clérigos, se sobrepone á la del mismo D. Amor, no pudiendo sostener la ficción poética por la fuerza del asco que le causa ver la simonía señoreando en el santuario. Y ¡seguirán tan ternes algunos creyendo en las malas costumbres y lujuriosa intención del Arcipreste al pintar el amor mundano! ¡Como si de esta sátira contra el dinero quisieran sacar que el Arcipreste le tenía un apego entrañable! ¡Y métase usted á escribir, para que luego le juzgen en justicia! Llen-ero, que le llen-e la bolsa.—Logrero, el que logra, ó usurero, que no se vaya sino logrando (syn logrero), que poco, que mucho. En G, logero, esto es, loguero, el que toma en alquiler. El Amor tiene por juguetes todo lo que no sea dinero.

[514]

Franco, liberal y generoso en prometer.—Razón loca, razón desatada, inconveniente.—Troca, trueca, cambia. "At quod non dederis, semper videare daturus" (Ovid, Ars, 1, 449).

[515]

Avienes, si logras, no por casualidad, sino por diligencia y cuidado; si logras ocasión. Part., 2, 3, 3: Porque la guardia aviene por sesso, é la ganancia por aventura.—No dexes de provar en cantar fermosamente alguna vez y por poco tiempo y en lugar honesto, donde ella te oiga, si sabes y logras ocasión. Pone todas las condiciones con que ha de hacerlo para que surta buen efecto.

[516]

Recuda, responder, corresponder, sobre todo de voces y sonidos como el eco. Cid, 3213: Alo que demanda el Cid quel recudades vos. Cal. e Dimna, 3: Et cuando el galapago esto oyó, recudió é dijo. Laso Orop., Lucan., 173: Resonido de sus propias voces, que recudian de toda la tierra. Quiere decir el Amor que ella, como eco, recudirá á su debido tiempo y para bien del amante si le oye cantar, pues para mucho atencion en ello (cuyda).

[517]

Almadana, mazo grande de hierro con que los mineros rompen las piedras. Acosta. H. Ind., 4, 8: Con cuños de hierro y con almadanas rompen las peñas y pedernales, por recios y duros que sean. Ovidio trae otras comparaciones, que no leyó el Arcipreste (Ars. 1, 474...):

"Ferreur assiduo consumitur annulus usu,

Interit assidua vomer aduncus humo.

Quid magis est durum saxo? quid mollius unda?

Dura tamen molli saxa cavantur aqua."

Esta última, comunísima, véase en la copla 526.

[518]

Ejercicios de ligereza y de valor, que llegarán á sus oídos tarde ó temprano. Cansar, véase en la copla 524.

[519]

La usa, la trata. Alude al refrán: "Lo que se usa no se escusa" (L. Grac., Crit., 3, 6). El sentido de escusar es el de este refrán y el del otro decir: "No se escusa. (El comer, el vestir, y así otras cosas forzosas.)" (Corr., 557.) En el corazón tiene ella al que mucho la sigue y trata.—Peroque, aunque. ¿Por éste mira siempre y hace o trabaja la Musa que le inspira? Reminiscencia gentílica es ésta, dificultosa de admitir. El coyda se refiere á la dueña, y no menos el faz la musa, esto es, de parte de éste está ella, la dueña, á quien llama musa el Arcipreste por el consonante.

[520]

Cuanto más la mofan y reprenden y avergüenzan las gentes con murmuraciones, cuanto es más apaleada y herida á causa de un hombre, tanto más ella anda loca por él. Sosañar, mofar, reprender. Cid, 1020: A todos los sosanaua. Berc., S.M., 225: Sant Millan sosannolo, ca violo errado, | dissol que era torpe.—Correrle, avergonzarle. Quij., 1, 31: Fué menester que los demás tuviesen mucha cuenta con no reirse, por no acaballe de correr del todo.—Magada, majada, apaleada (c. 521). La g, con a, o, con el sonido que con e, i, hállase bastante en Hita, el Cid, etc. No ve la hora de irse con él.

[521]

Cree su querida madre que... La fará estar, hará que se esté quieta, sin pensar en él, como decimos: Déjale estar. Conde, Albeit., 2, 1: Si con esta diligencia no purgare, le dejaré estar y que se pasen tres días. Y antes bien son aguijones que la incitan. Es un hondo y delicado estudio del alma femenina el que aquí hace el Arcipreste.

[522]

Non quedaua de ferirla, no paraba ó cesaba de.—Pues, por consiguiente.

[523]

Defender, prohibir, á la latina defendere.—Passa, saltar por lo mandado, pasando la raya, usase mucho en Andalucía. Quij., 1, 15: Creo que en pena de haber pasado las leyes de la caballería. Galat., 4, 58: Luego que el atrevido primer padre nuestro pasó el divino mandamiento.—Traspasar, en 550.

[524]

Cansa, intransitivo por se cansa. F. Fulg., 3: Cansad ya, por Dios, señor, cansad, y á lo menos habed compasión desta atribulada tierra. H. Núñ.: Cuando duermo canso, ¿qué me hará cuando ando? Libr. engannos, p. 47: Fasta en la mañana nunca canso de me correr.

[526]

Letura, por conocimiento de gente letrada, es vulgar.

[527]

Donearla, cortejarla. Monardes, Sev. medic., c. 44: Del vaziamiento por manera del doñear. La causa del doñear es por dos razones: la una por salud del ánima y la otra por salud del cuerpo. Y el primero es por cumplir el mandamiento del Testamento antiguo, que es éste: Crecimini et multiplicamini... Porque, por la cual manera.—Entendedera, la amada.—Conblueça, en S congrueca, por errata de g por b. Conblueza, ó conbleza ó conbrueza es la manceba del hombre que es casado y que la tiene dentro de su casa y á la vista de su mujer, y después, en general, con-cub-ina, de brezo, brizo, cuna, en portugués blezo. Así como conblezo ó conbruezo es competidor en pretensión de amor ó rival de otro, así también conbrueça en este lugar. Nebrij.: Corrivalis per translationem dicitur el combleço. Rivalis, por el combleço en la enamorada. Gallo, Job, 9, 11. Nace el niño llorando y pasarase el día y año sin callar, si la ama no le adormece en el brizo. L. Rued., 2, 136: No alcanzabas con la mano un prato del vasar y querías ya tener brezo en casa?—Tener dentera, envidia, es frase común y clásica, del tenerla al ver ó pensar en la fruta, que se aceran los dientes, como dicen en Aragón.—Envolverse con una mujer, tener trato ilícito. Tafur., 159: E aun dizen que se embolvie con ella en desonesto modo. A. Alv., Silv. Enc., 3 c.: Dejándome á mí, tu legítimo esposo, andas envuelta con tantos amigos. Acerca de la conveniencia de envolverse con la doncella de la dueña, por cuyo medio se pretende lograr correspondencia, habla Ovidio en el Ars amandi (1, 375) y no es tan decisivo como el Arcipreste con la que él llamaba casamentera:

"Casus in eventu est. Licet hic indulgeat ausis,

consilium tamen est abstinuisse meum."

Luego amaina y concede lo contrario en ciertos casos.

[528]

Extraño parece que el Amor hable contra el vino, que Ovidio alaba como tan conveniente para él (Ars, 1, 236):

"Vina parant animos, faciuntque coloribus aptos:

cura fugit multo diluiturque mero...

et Venus in vinis, ignis in igne fuit."

Y luego dirán que el Arcipreste era tabernario, cuando jamás alaba el vino.

[529]

De Lot, en el Génesis, c. 19. Una de tantas leyendas monacales, inventadas piadosamente con un fin moral. Al Arcipreste se le ha ido el Amor al cielo, por no decir el santo: en vez del Amor, habla él como clérigo y como asceta. Este caso, en sustancia, tráelo D. Sancho en sus Castigos, c. 39, y el Libro de Enxienplos, 56; pero, sobre todo, véase el Apolonio, estr. 55: ambos, según algunos, lo tomaron de los Fabliaux (Nov. recueil de Fabl., Méon, t. 2, p. 173 y 361).

[530]

El primer bevie por bebía; el segundo, por vivía. Porque lo mismo es b que v para los españoles: "Beata gens, cuius vivere bibere est", dijo ya Estrabón de los aquitanos, iberos de nación.

[531]

Partirle, apartarle.—Symple, sencillo, para despistarle.

[532]

Con la cruz, santiguándose al decirlo, como se hace para ahuyentar al diablo.

[535]

En S, taverneros; en G, camineros, acaso mejor.—Festino, presto, latinismo.

[540]

Descumunales, extremosos, que se salen de lo común, á los que abusan de las cosas.

[541]

Mesturar, acusar, como mesclar, por revolver con cizaña; mesturero era lo mismo que mesclador.

[542]

Encobierta, lo que se encubre y oculta moralmente, tapujo, disimulación. J. Pin., Agr., 7, 20: Que entiende y encubre los engaños y encubiertas que usan las malas mujeres. León, Cas., 12: Asi en tanto que la mujer cierra el ánimo con la encubierta del fingimiento.—Reverter, rebosar, á mal, malamente, con daño. Marq., Tren. Jer., 2, c. 1: Colmada hasta que sobrepuje y revierta.—En rrehierta, en proceso criminal; reyerta, debate, contienda. Así descubrió cuantos males había hecho por beber, á causa del vino.

[545]

Huelgo, ó fuelgo, respiración. Cabr., p. 422: El paso tan corrido, el huelgo apresurado.—Tras-cala en S, cala en G, traspasar ó calar al través.—Non te cala, no te conviene, de calar, convenir. Conde Lucanor, 16: Lo que vieredes que me cale mas de facer. En G, non te incala; en S, non te guarda.

[546]

Enbriago, borracho. Alex., 51: Non seas enbriago. García, Codic., 2: Que no estoy embriago ni en mi vida lo estuve. De ebriacu(m), de ebrius.—Enmagrecer, quedar magro y enjuto. Herr., Agr., 4, 3: Los hace enmagrecer y adelgazar.—Errar, como transitivo. Quij., 1, 25: Para que no me yerres y te pierdas.—Del mundo desfallesçen, quiere decir que ni se acercan a Dios ni siguen con el mundo, sino que hasta de él se apartan y tienen faltas con él.

[547]

Puja, como sobrepujar, aumentar. F. Aguado, Crist., 19, 8: La cortesía es arbitrio para crecer en grandeza, porque nunca mas ella se pone en pregon ni mas puja, que cuando cede y se humana.—Meaja, monedilla de poco valor, y así en Santillana: Tanto monta como miaja en capilla de frayle. S. Ballesta: De quien no me debe nada, buena es una meaja. J. Pin., Agr., 1, 35: Nuestro Redentor alabó mas la meaja que la vieja echó en el gazo. Corr., 347: Quien hace la meaja vil, nunca las llega á mil. (Meaja es moneda la más baja, menos que blanca y cornado...) De metallía, cosa de metal ó metallum.—Beudo, beodo, de bib(i)tu(m), bibere, beber, esto es, de bev(i)do. Mingo Rev.: Aquel que beudo con vino. ¡Y luego dirán del Arcipreste que era hombre amigo de andar en tabernas! En las cubas es donde está bien el vino, no en las cabezas. ¡Graciosa salida! Las 16 coplas siguientes no están en S, sino en G y F, por lo cual varía la ortografía.

[549]

Aprestos, prestos, apercibidos.—Rretraheres, proverbios, dichos.

[550]

Vagaroso, tardo, es clásico.—Traerle á traspaso, en congoja. Galat., 4, 58: Vida que de contino está en traspaso. Id., 1, 5: Cerca estoy ya del último traspaso. De traspasarse, sentir mucho. Muñ., Vid. Gran., 1, 18: Vi las maldades de los hombres y me traspasaba de dolor. Quij., 1, 21: Traspásasele el corazón y falta poco de no dar indicio de su pena.—Laso, cansado.—Paso, espacioso, tardo, blandamente, quedo. Quij., 2, 49: Y le dijo muy paso. Fons., Vid. Cr., 1, 3, 3: Tiene Dios unos pasos tan pasos y tan sutiles.

[551]

Contiende con locura, corre parejas con la locura, se le parece.—No se defiende de torpe, no puede evitar de serlo.

[552]

Costumero, por costumbrero, el que no sale de su paso ó costumbre, tardo, remolón, y lo mismo en la copla 1254. Corr., 226: No sabe donar, quien tarda en dar. Id., 338: Quien presto da, dos veces da. Hablar de hoy para mañana, que promete y no da.

[554]

Tablajero, el que cobra el barato en el juego, jugador. A. Andrade, Sold., 1, 14: Dan en ladrones y tablajeros... De tablaje, tablax' que dice aquí, barato que cobra del juego el que pone el tablero ó tablas para jugar y el mismo juego. Orden. Sev., 71. Fons., Vid. Cr.: 2, 1: El que se entrare por las puertas de las espadas, de los peligros, del tablaje, de la conversación. Tablajería, casa de juego. A. Veneg., Agon., 3, 16: Unos mantienen tablajerías. En las Cortes de Valladolid de 1351 prohibió D. Pedro el aver tafurerias é dar tablaje, y en las de Alcalá de 1348 dice Alfonso XI: "mandamos é defendemos que de aquí adelante ningun judio nin judia, nin moro nin mora non sea osado de dar á logro por sí nin por otro... sopimos que algunas de las cartas de las bebdas que an los judios contra los cristianos que fueron fechas engannosamente, poniendo en ellas mayores quantias de quanto prestaron..." ¡Tan mal efecto habían surtido las anteriores ordenaciones, por las que se les permitía el préstamo de tres por cuatro, como pueden verse en las Cortes de Burgos de 1315! Pero el banquero ó tablajero todavía dejaba tamañitos á los judíos, pues doblaba su caudal en un día. Dícese en aquellas Cortes de Burgos de 1315: "El ordenamiento que el rey Don Alfonso fizo en esta razón, dice así: Primeramente mando que los dineros que los judios dieren á los cristianos, que ganen tres maravedis un maravedí al anno (esto es lo de tres por cuatro), et el pan que ganasen tres fanegas una al anno, et si á menos plazo del anno ó á más fueren dados dineros ó pan, que desta guisa lograsen é non mas, é que el cabdal ganado desta guisa que dicho es, que ya mas non lograse lo uno nin lo al... Et mando que porque los judíos non feciesen enganno en dar los dineros ó el pan á maior usura de como dicho es, que los escrivanos públicos ante quien fuesen otorgadas las debdas, que ellos mismos viesen contar los dineros é medir el pan, é lo viesen dar é rescevir, ó otra cosa cualquier que los cristianos tomasen de los judios ó de los moros; et que jurase el judio ó el moro que non gelo dava á maior usura de como dicho es, é el cristiano que lo tomaba así..." "El ordenamiento que el Rey Don Sancho, que Dios perdone, fizo en esta razón, dice así: Otrosí á lo que nos pidieron en como los judios é los moros daban á usuras mas de tres por cuatro al anno, segunt dice el ordenamiento que el Rey Don Alfonso nuestro padre fizo é Nos despues confirmamos, que en la carta que ficiere el escribano..." "Otrosí mandamos é tenemos por bien que daqui adelante judio ninguno non sea osado de dar á usura mas á razón de tres por quatro al anno, segunt dicen los ordenamientos sobredichos que el Rey Don Alfonso é el Rey Don Sancho fecieron."

[555]

Fincan, quédanle en ganancia ó barato los dineros y vestidos de los jugadores. Donde no les pica ó escuece (les come) se rascan de despecho (amidos).

[556]

Maestro Roldán, ó Rolando, escribió un Libro de tafurerias por mandato de Alonso el Sabio el año 1276 (Cejador, Historia de la Len. y Liter. castellana, t. I, 1.ª pte., 2.ª edic., pág. 272).—Alholí, granero. Los dados, con no comer pan, acaban con más graneros que con corderos la Pascua.—Pero, aunque.

[557]

Caçurro, como en la troba cazurra, el que gasta chanzas, pesadas las más veces, lo propio del avieso y cazurro ó malo.

[558]

Despechoso, no le seas molesto ni chinche, si no puedes probarle que dió motivo. Rebull., Teatr., p. 58: Del ingenio despechoso de Aman. De despecho, disgusto: es el que disgusta y da malos ratos á otro.—De su algo, de su hacienda.

[559]

De parescer, de buenparecer, de hermosa.—Podert' ya, te poder-ya, podría. La y con acento del verbo haber, que formó el compuesto: hía, hías, etc., podr-ía, -ías, etc.—Enpesçer, impedir, de en ped-ecer, como im-ped-ir, de impedire, pes, pedis, pie. En Berceo, enpedecer.

[560]

Trebejo es cualquier instrumento de algún oficio, trasto ó juguete.

[561]

Mansellero, aquel de quien se complace y apiada aquí la dueña, de mancilla, lástima, compasión. A las mujeres les gusta ver sometidos á los hombres y compadecerse y apiadarse de ellos: esta piedad, hija en ellas de la maternidad, es fuente del más hondo amor en la mujer, y esto tiene el Arcipreste ante sus ojos.

[562]

De acerca, de cerca.—Mates, que no te mates ni deshagas en demostraciones delante de otros, pues como éstos han pasado por ello, lo conocen y hacen que ella se corra. De lejos haz cuantas algaradas se te antojen. ¡Calma y no arrebatarse!—Algarear, propiamente correr la tierra enemiga una tropa á caballo, la razzia, que á la francesa traducen hoy feamente escritores que se creen castellanos. La mujer algarera, nunca hace buena tela. (H. Núñ.)

[564]

Sonbra de la luna, justísimo. Desde aquí hay texto en S y G.

[565]

¿Podrías refrenarte, si ella amase á Fray Moreno? Mete la mano en el seno, y por lo que en él halles, sabrás lo que le pasará a la otra. Fray Moreno parece dicho por un amante muy salao, como morena se dice de ellas; pero yo creo se dijo por un cualquiera, uno del montón, que es lo que vale moreno, morena, sea quien fuere, un fulano. O sobre ello morena (Entiéndese haré ó aconteceré, si no se hace lo que digo) (Corr., 151). Esto es, habrá riña, pelea, enzarzamiento ó morena, amontonamiento al reñir. ¿Se murió Moreno? ¡Bueno!, decimos cuando no nos importa, por ser uno del montón, como aquí Fray Moreno.

[566]

Quequier, cualquier cosa, del que genérico, usado antes como hoy el cual. Fon., V. Cr., 32, 17: Con quequiera se opila y se empalaga.

[567]

La ençelares dice S, por te çelares de G, le encubrieres, entiende de lo que con otras tratas. Encelar lo usaron los clásicos, y aquí trata de esa poridat. Baena, p. 260: Al qual ningun grant ssecreto | non se puede ençelar.—De grado departy (en S), hablé y traté con gusto, ó conparty en G, tomé parte en, así como por el contrario dice el Amor que, cuando no guardan secreto los amadores, los aparta de sus dueñas (los party).—Mesturero, chismoso, que mestura y revuelve voluntades. Por medio de estos chismosos separé á muchos amantes de sus amadas, dice el Amor.

[568]

El seudo Catón, que corría, con sentencias y moralidades, dice (568): "Consilium arcanum tacito committe sodali".

[569]

Lindísimas comparaciones en que se pinta solo el Arcipreste.

[570]

Desayuda, daña en vez de ayudar.—Fasañero tomó valor irónico, como á veces hazaña, y vale ostentoso, afectado, que pondera mucho sus cosas. L. Grac., Orac.: No hazañero, sino hazañoso. Id., Crit., 1, 12: Algun hazañero, que suelen hacer mucho del hombre y son nada. Pierde todo el juego ó tablero por el soplo de uno, pues creo que haya errata, y así corrijo por mal dicho el por mala dicha, como trae el texto. De aquí poner al tablero, aventurar al juego y metafóricamente. T. Ram., Dom. Trin., 12, 5: Que esté expuesto el cristiano a poner la vida por Dios al tablero.

[571]

Malandante, que tiene malandanzas ó desventuras, desventurado. Cron. gral., 1, 50: Ovo respuesta de sus dioses, que si lo ficiese, sería malandante. Cond. Luc., c. 4, 5: Non ha en el mundo tan grand desventura como ser home malandante el que suele ser bienandante.—Malapreso, calificativo, como se ve por la copla 1077, que significa lo que malandante, desdichado, y hubo de decirse del que se ve malamente en priesa ó aprieto y desgracia. Preso por priso, tomó, cogió (c. 77 priso). Sentencia que equivale a la otra: Por un perro que maté, me llamaron mataperros.

[573]

Quien te cierra la puerta chica trasera, ó el ventanillo de la puerta, te abrirá la puerta grande. Desamar. Fons., Am. Dios, 5: Al entendimiento se le hace fácil y claro lo que ama la voluntad; lo que desama, oscuro y dificultoso. Haz lo que yo te aconsejo como amigo; huye del decir tus secretos de mujeres á otro por alardear y buscar que te alabe, pues te hará obras de enemigo, por lo menos descubriendo lo que le dijiste.

[574]

Tengo de dar gusto á otros y me pesa de haberme detenido tanto contigo. Aprende corrigiéndote a ti mismo y sabrás enseñar á otros. Así en S; en G: "Mas tengo por el mundo muchos de castigar; | Panfilo, mi criado, que se está bien de vagar, | Con mi muger doña Venus te verná a castigar". Como se ve, estas variantes no dejan conocer el texto primitivo.

[575]

Esta copla está en S y falta en los otros códices. Hállase desencajada aquí, pues no se ve á quien alude con tal dueña como vos. De la última dueña que tuvo el protagonista (c. 166-180) se redró ó apartó (c. 179), y no se ve por qué hable ahora con ella y ya no vuelva hablar más. Yo creo que esta copla no es del Arcipreste ó habría aquí una laguna considerable; pero tampoco cabe esta solución, pues la copla 576 se enhebra con la 574 naturalmente. Así, ni pynta consuena ni cohíta escribía el Arcipreste ni se ve á qué cuita alude ni él podía darse realmente por el amador que pone en todo el libro. La copla es de alguno que creía, como otros hoy, que el socarrón del Arcipreste era el verdaderamente enamoricado de cuantas veía. Acaso es del que puso los títulos de los capítulos, pues por ellos se ve que creía le habían pasado todas esas cosas al de Hita en persona.

[576]

Los consejos de Venus son en parte de Pamphilus, ninguno del Ovidio auténtico, por más que digan Puymaigre y otros.

[577]

Las guardé, les guardé secreto y no me alabé, que son los dos consejos que acaba de oir, ¿cómo no logré nada de ellas?—Negra raçón, malhada. Quij., 1, 3: Darle la negra orden de caballería. Id., 1, 20: Alcanzar aquella negra y malhada ínsula.

[578]

Terné, tendré sabido, cierto, que si de esta no me apaño, ya puedo dejarlo por imposible. Tener por creer fué común.

[580]

Las 16 coplas siguientes faltan en S, y están tomadas puramente de G, con la diferente ortografía que suele. Más vale un rato de trabajo, que un día de odio. De cual, por de la cual.—Fasaña, hecho, acontecimiento, cuento.

[581]

Doñosa, donosa, con ñ por n, de don.

[583]

Fija de algo, como fijodalgo, de bienes y linaje. En Fuyme á doña Venus comienza la admirable glosa de la comedia latina Pamphilus, desde el final de la primera escena: "Ergo loquar Veneri, Venus est mors vitaque nostra". Puede verse impresa en el t. 2.º de la edición de La Celestina de Krapf, Vigo 1900, con una sustanciosa Advertencia de Menéndez y Pelayo, en la cual habla de su bibliografía y del autor desconocido, pues Pamphilus es el nombre del protagonista. El Maurilianus, á quien le atribuyó Goldasto en su edición de 1610, se debe a la falsa lectura de M. Aurilliaci, esto es, manuscriptum Aurilliaci, manuscripto de Aurillac. Ni se ha de confundir esta comedieta con el estrafalario poema De Vetula, que, como ella, se atribuyó á Ovidio en la Edad Media, como en la copla 891, donde acaba la glosa de ella, se la atribuyó el Arcipreste. Hizo la comedia algún monje del siglo XII al XIII, recogiendo conceptos del Ars Amandi de Ovidio, é imitándole en sus hexámetros y en no pocas frases, aunque dándole forma dramática. Es un esbozo seco y desnudo, elemental, del cual el Arcipreste sacó tal partido, que convirtió en español el asunto y creó la trotaconventos, dando carne y huesos á la anus abstracta del Pamphilus. Fernando De Rojas acabó de redondear la vieja y el drama todo, creando La Celestina. "Las figuras antes rígidas—dice M. Pelayo (Advert., p. 36)—adquieren movimiento, las fisonomías antes estúpidas nos miran con el gesto de la pasión; lo que antes era un apólogo insípido á pesar de su cinismo, es ya una acción humana". De esta obrilla Pamphilus sacó el Arcipreste cuanto él dice y otros creen que sacó de Ovidio Nason, pues por de Ovidio la tenía; pero al verdadero Nason no leyó el Arcipreste. Nótese que toma en esta paráfrasis la vez del protagonista Pamphilus y hace su papel, como si todo ello hubiera pasado por él; ni más ni menos que se atribuyó hasta aquí cuanto ha dicho de los mundanos, á quienes trata de corregir, y se lo atribuirá hasta el fin del libro. Esta es la traza artística é ingeniosa con que quiso dar fuerza autobiográfica al libro, acrecentándole así el brío, color y verdad: esta es la falsedad que él dijo había en las coplas puntadas (c. 69), y por no tener esto en cuenta, no entendieron el libro ni conocieron la persona del Arcipreste M. Pelayo, Puymaigre y Puyol, a pesar de entreverlo este último.

[584]

Apuerte, llegue, de aportar ó llegar.

[587]

Bienandante, dichoso, por otorgármelo vos. Villalob.; Probl., f. 84: Más bienandantes son en esta vida, que lo fué Alejandro.

[588]

Asconder, después esconder, de abscondere. Cid, 30: Asconden se de myo Cid, ca nol osan dezir nada.

[589]

Rrecreçer. J. Pin., Agr., 3, 30: Por haber metido en ellas el trigo del reino, recresció gran hambre.—Física, la ciencia médica.—Tenerle pro, aprovecharle, como traer pro. Comed. Florin., 12: No seamos, Fulminato, estorbo donde no traemos pro.

[590]

Derecha, conforme á derecho, justa.—Prestar, ayudar.

[591]

Munchas de cosas, muy castellano, sin que sobre el de partitivo. Quij., 2, 72: Muchas de cortesías... pasaron entre don Alvaro y don Quijote.—Cobros, logros, acción de cobrar ó tomar. Comed. Florin., 1: Es paje callado y cuerdo y hombrecito para todo cobro.

[592]

Donde, de donde, conforme á su etimología de onde. Celest., XII, p. 150: Que bien sé donde nasce esto.—Guarir, sanar. Monter. Alf., 1, 2, 12: Esté fasta tercer dia, hasta que sea guarido.—Conorte, posv. de conhortar, confortar, aliento, consuelo. F. Pulg., c. 1: El conorte, cuando no grita dolor, no pone consolación.—Fallir, errar, faltar, de fallere. Cid, 581: Falido amyo Cid el pan e la çevada.—Sabes', sábese, se sabe que.

[593]

De todo en todo, á todo trance. Quij., 2, 18: De acudir de todo en todo á.

[594]

Quexura, pena. Bibl. Gallard., 1, 526: E mi sentido murmura | porque tiene gran quexura.—Por aventura, por ventura. Fuero real, 1, 2: Si por aventura el rey fuere de tan gran piedad que. Cort. Jerez, 1268: Si por aventura á la venida en otros puertos arribaren.—Menge, mege, médico. J. Polo, Humor: Mas si quereis remediallo, | llevad humilde y devoto | sus piés á los santos mejes, | abogados de los cojos.

[595]

Quexa dice, donde corrijo queda.

[596]

Se reanuda el texto en S, y lo hay no menos en G. Dióle este nombre por lo menuda que es la dueña, según el gusto que expresa el Arcipreste (1606), por lo esquivillas, espinosillas y agridulces que son las tales, que viven en soledad á donde los graves clérigos suelen ir de paseo y tomarlas y hacer gusto para verrear luego en el coro. Sobra, sobrepuja, vence. Garcil., Egl.: Faltando á ti, que á todo el mundo sobras. Corvacho, 4, 2: Tentola de sacaliña por ver sy la vençeria, e non la pudo sobrar.

[598]

A persona, á nadie, en frases negativas, de donde en fr. personne, nadie. J. Enc., 301: Yo te juro que con migo | persona tiene de ir.—Solar, linaje. Man., Fen. Afric., f. 5: El solar de la verdadera nobleza.

[604]

Sobejas, muchas. Alex., 380: Legó gentes sobeias. L. Fern., 91: Es grande mi sobrecejo | y muy sobejo.

[605]

Catadura, semblante. Quij., 1, 51: Como vió á don Quijote de tan mal pelaje y catadura, admiróse.—Ardura, cuidado, angustia, apuro, se usa en Alava. Berc., S. Dom., 453: Embianos acorro, ca somos en ardura. Alex., 292: Despues iries seguro é mas sin ardura.—Conortadme, consolar, de con-fortare. Fons., Am. Dios, 35: Tuvo necesidad de conhortar a su alma y decille.

[607]

Sesos, sentidos. Berc., Mil., 121: Cinco sesos del cuerpo que nos façen pecar.—Falleçer. Carc. amor: Desmayabale el corazón, falleciale la color. Valderr., Ej. dom. pas: Hermosura postiza, que al mejor tiempo fallece.

[609]

Segurado, asegurado. Quij., 2, 2: Yo seguro, respondió el cura, que la sobrina del ama nos lo cuenta después.

[610]

A pena, como apenas.—Vergueña, vergüenza. "Vix erit e multis quae neget una tibi" (Ovid., Ars am., 1, 344).—Mas desdeña, pero no hagas caso: te querrá la que piensa y sueña con ello.

[611]

"Labor omnia vincit improbus" (Virgil., Ovid., y aquí Pamphilus).

[612]

Crey', cree (imperativo), pues, que se dolerá de ti tarde ó temprano.

[613]

Apuesta, á propósito, oportuna, buena. Grac., Mor., f. 94: Bien sé que puedes pensar, | sin aquesta, | otra razon mas apuesta.—Ella está puesta en este cuidado. T. Ram., Concept., p. 60: Los mancebos tan puestos en devaneos y cosas lascivas.—Acuesta, inclina. Ord. Málaga, f. 79: Que esté bien rasada y llena (la medida) sin la acostar ni hacer otro engaño.

[614]

Tornada, como el tornado, borrasca.

[615]

Por el buen corredor, gracias al intermediario que por él tercia é insiste.—Merchandía se dijo, como todavía hoy merchante. Cort. Jerez, 1268: Sy algund maestre cargare en su nave ninguna merchandia.

[616]

Sérvila, sírvela.—Te la achaca, aprópiatela como tuya, dala por tuya. Quev., Mus., 6, r. 76: Consecuencias que soñó | y méritos que se achacan.—Doñea, vence, domeña como dueño, de donde se dijo. Sobre el arte véase Ovidio, Ars. am., 1, 1, etc.

[618]

Casi á la letra en Pamphilus; nada en Ovidio.

[619]

Abondo, abundante.

[620]

En viçio, en abundancia, tomado de las plantas lozanas y campos. El deseo de servir hace andar al peón tanto como si fuera á caballo (de cavallo).

[621]

Cavalleros de España, pulla á los extranjeros, que, antes de combatir, se volvieron de Algeciras por no hallar las grandes pagas que pretendían.

[622]

Mester, oficio, de menester, de ministerium.—Sabiençia, sabiduría; en el Poema Alf. XI, sabençia. J. Enc., 230: No estudie tan ruin sabençia.—Querencia, amor. F. Aguado, Crist., 17, 9: Aniquílase la mala querencia que antes tenía.—Femencia, ó hemencia, vehemencia.

[624]

Falta el texto en G hasta la c. 661.

[625]

Juguetes, entretenimientos de versos, decires, chascarrillos, etc.—Afeitadas, bien pulidas, afeitar, pulir, acicalar. A. Alv., Silv. Fer. 4 cen. 13 c.: La mujer que afeita su rostro. Zamor., Mon. mist. 7, S. Dom.: Así ellos todo su desvelo ponen en afeitar sermones, en pulirlos.

[626]

Mancebya, mocedad; rensilla, riña, reniego.

[627]

Donoso, decidor. F. Silv., Celest., 29: Muy regocijada te veo hoy y donosa.

[628]

Contecer, como acontecer. Cal. e Dimna, 3: Ataja el miedo ante que le contezca. Alex., 64: El prencepe avariento non sabe quel contez.

[629]

No darse vagar, no cesar de trabajar. Codicia ó desea darte lo que te va á negar.—Jugar, aquí ya se entiende que es tocar, sobar, magrear, que dice gráficamente el pueblo.

[630]

Aperçebidos, los hombres de empuje, fuerzas y valor.

[632]

Rregateras, que regatean. Ayala, Caza, 41: Et toman bien anade et cuerva et algunas perdices, pero non muy bien, ca luego se facen regateros.—Arteras, ingeniosas, astutas. J. Pin., Agr., 22, 4: No las conocia por cuales debiera, tanto era yo de bozal y ellas de arteras. ¡Qué hondo conocimiento del alma y qué filosófico generalizar en todo!

[633]

Faze bramuras, muéstrase brava como si bramase.—Se doñea, se corteja.—Doñeador, cortejador.—Enfaronea, se hace harón ó perezoso, empereza.—Guerrearla, hacerle la guerra, hostigarla.—Doñeos, cortejos.

[635]

Ve á ella bien aparejado y dispuesto con lo tuyo y lo ajeno; pero ¡guarda!, cuidado que no entienda ser cosas prestadas de otro. Que tu vecino no sabe lo que tienes amontonado (condesado); encubre tu pobreza con mentira colorada, que no lo parezca. Condesar, reservar, allegar guardando, de condensare. Part., 5, 3, 1: Que quiere tanto decir como poner de mano en guarda de otro lo que se quiere condesar. Quien come y condesa, dos veces pone mesa.Colorado, coloreado, tomado de los moralistas.

[636]

Con cara pagada, contenta y alegre.—Lazrada, miserable, de lazrar, lacerar, tener trabajo y miseria. Se traga sus lágrimas, que no se las vean: más cuenta le tiene esto que mostrarse pobre, ya que nada le han de dar. Es discretísimo consejo para el mundo y la mayor crítica que puede hacerse de él.

[637]

Desviada, camino desviado y estrecho, de desviarse, esto es, sendero torcido para llegar á la cumbre ó peña, conforme á su etimología de pinna(m).

[639]

Mayor será tu quexa, más fuerte para moverla á deseos será tu querella.—Tyzonadores, los que atizan los tizones.

[641]

Faron ó harón, perezoso. J. Pin., Agr., 17, 27: Incentivo de flojos, aguijón de harones. Gran., Orac., 1. 1: Son como los mozos harones, que si no los bailan delante, van refunfuñando á los mandados.—Faron-ía, cualidad del harón (Nebrija).—Pepión, aumentativo y diminutivo de pipa ó pepa ó peba (Extremadura), esto es, grano; según se cree, era moneda de oro, que en tiempo de Alfonso X se extinguió para introducir la que llamaron Burgaleses y del mismo valor, aunque de más baja ley. Valía el pepión lo que el escudo de oro. Mar., H.E., 13, 9: Pareció lo mas á propósito que en lugar de los pepiones. Alex., 56: Que por todos ellos non darás un pepión. Cort. Vallad., 1258: Que valga cada puerco diez sueldos de pipiones. Cort. Jerez, 1268: Et con perfil dies sueldos de pepiones.

[644]

Paranças, tollos ó sitios formados de tierra y ramas, donde se paran los cazadores esperando las reses á tiro. Diál. Monter., 6: Cómo se han de poner los compañeros en las paranzas.—Losas, trampas de losas pequeñas medio alzadas, con cebo debajo, que en picando el ave cae y queda cogida. Gallo, Job, 16, 8: El dolor me ha cogido tan del todo, como la losa al pajarillo. A. Alv., Silv. Fer. 6 dom., 5 cuar., 8 c., § 5: En la losa que armaron á su propio hermano cayeron.—Riñosas corrijo por el risoñas del único códice, regañonas.

[645]

Trotero, correo. Zúñiga, Anal., año 1478, n. 5: Incluyendo en su persona á sus hermanos Pedro Vázquez de Saavedra, trotero mayor de Sevilla.

[646]

Tanida, tocada, de tañer, tocar, tangere.—Trexnada, de treznar, traer cargas (Rosal), y tratar y sujetar. Píc. Just., 1, 1: Que sería mucho durar vasija tan tresnada. P. Fern., Objec., f. 18: El cabezon para el uso de treznar los caballos es la cosa mas importante... porque con él se les afirma el rostro y se les muestra á volver y revolver con firmeza. Su posverbal tresno ó trezno es el trato en P. Fernández, ibid., f. 15: Reprobando en ellos el trezno que se les da á los caballos á la brida con el cañon y cabezon. En Palencia se dice que el burro tiene buen tresno, cuando es de buena andadura. P. Fern., Rudim. jin., f. 5: El caballo venga con la costumbre á tomar el tresno tan airoso, que en todo el dia no descaeza. Bosc., Cortes., 182: Determine qué manera de tresno y de arte quiere que parezca la tuya, y conforme á aquella se vista. Quiere decir que sin su voluntad ni la toque ni manosee ni traiga ni lleve ni sujete de ninguna manera. Es metáfora de las bestias, no sin ironía.

[648]

Acuçioso, activo, diligente. Cal. e Dimna, 3: Porque sabe que es bueno e acuçioso.—Ir su vía, como su camino; pero consuena mal y no hay variantes.—Fadiga, fatiga.

[649]

Joglares ó juglares, de ioc(u)lare(m), iocus, juego. Eran los músicos, cantores y hasta los trobadores y los que entretenían con donaire á las gentes de cuenta. Berc., S.D., 775: Ca ovi grant taliento de seer tu ioglar (de la Virgen). Quij., 2, 31: Hermano, si sois juglar, replicó la dueña, guardaos vuestras gracias para donde lo parezcan y se os paguen. Creyeron algunos que solos los bufones eran juglares; pero Alfonso el Sabio ya dijo que "los que siendo biencriados supieren agradar cantando con gracia, tocando instrumentos y divirtiendo en las Cortes á las gentes distinguidas, se llamaban juglares", y bufones á "los que andan por las calles y plazas tocando y cantando y ganando sórdido salario, gente sin gracia y sin vergüenza". Dice que aunque le consuelen, no le sanan los juglares al doliente ó enfermo de amor. "Don Alfonso IV por la gracia de Dios Rey de Aragon... façemos vos saber que agora destos dias nos vino un accident de enfermedat, mas loado sea Dios somos guaridos bien. Et enbiamos vos lo deçir porque sabemos que vos place de nostra salut e buen estado. E porque querriamos tomar algun plaçer con aquellos joglares del rey de Castiella que eran en Taraçona, el uno que tocaba la xabeba et el otro el meo canon. Vos rogamos que quisedes quel dito Rey nos enbie los ditos joglares et gradeçervos lo hemos mucho et vos que nos ende faredes serviçio. Dada en Valencia... CCCXXIX". (Archivo Cor. Arag., leg. 64, Cart. Reales.) Ya se ve si estaba fresco este hecho, y otros conocería el Arcipreste.—Non me tyró de, no me sacó de pesares.

[650]

Fonda, en lo hondo de las aguas.—Solo e señero, muy solo. Corr., 264: Solo y señero. (Declara mucho la soledad de uno.) Señero viene del antiguo senna, de singula, como sendos, ant. sennos, de singulos.

[652]

Mesura, cortesía, respeto. A. Mor., 6, 12: Y así levantándola con mucha mesura le dijo. De aquí bondad y gracia (Poem. Alf. XI).

[653]

Aquí comienza la paráfrasis de la escena cuarta del Pamphilus; pero no sólo deja oscurecido el original por el color y fuerza de los sentimientos amorosos, tan viva y delicadamente pintados, sino que sobrepuja á la misma famosa oda de Safo.

[655]

El miedo de la gente me hacía hablar otras cosas que no tenían que ver con lo que á solas le dijera, si pudiera. Mi hablar no seguía á la voluntad; cada una iba por su lado. Las conpañas, las gentes de la plaza, donde se tenía el mercado, que es donde pasa la escena.

[656]

Bueno es chancear con palabras y así disimular. Cubierta, simulación. Il. freg.: Comprar un asno y usar el oficio de aguador..., que con aquella cubierta no sería juzgado ni preso por vagamundo.

[657]

Seya (pronuncíese se-í-a), estaba. Lo que aquí le habla es lo que dice que no salía de su voluntad y es la cubierta para desmentir á las gentes.

[658]

Fija de don Pepión, hija de don Pelucón, diría hoy, del que apalea pepiones ó peluconas, hija de hombre muy rico.

[659]

Con voz más baja le dije que todo ello era broma y cobierta.

[660]

Faltan dos versos, y las 32 coplas siguientes, que faltan en S, son de G, con su propia ortografía. Entramos, entrambos, como paloma de palumba(m).

[661]

Presona, hoy vulgar.

[664]

Treverse, de donde atreverse. Eugui., Cron., 14: E non treuieron apoblar.—Talante, voluntad.

[665]

Parlinas, hablas.

[666]

Sañuda, irónicamente y sonriéndose lo dice.—Trebejos, los juguetes; es un piropo á sus palabras, por no decirle que confunde hombres con hombres. Todos los dedos son dedos, mas no son parejos, sino desiguales: así no todos los hombres somos de un obrar ni pensar. La piel de aforros (peña) tiene partes blancas y negras, y todas son piezas de piel de conejo. Acaso doña Endrina llevaba estos aforros en su vestido.

[667]

Lastar, pagar la pena, padecer. G. Alf., 1, 2, 10: Haciendole lastar y padecer. Cabr., p. 276: ¿Porqué peno, porqué lasto, porqué padezco? La culpa del malo hace mal á los buenos y mejores. La pena debe caer en los que lo hacen. Deven, es impersonal, como débese; tener á, tener para.

[668]

Cal, calle, contraído por su uso con otros vocablos, como val por valle y cas por casa: Voy en cas de fulano, cal de Cantarranas, val de Andorra.

[669]

Bajo, adv., bajamente. Píntala á maravilla el Arcipreste.

[670]

En folía, en broma, por pasatiempo. Era cierto son y canto. Bibl. Gallard., 2, 640: Esto les decía un poeta | de folía y pié quebrado. L. Grac., Crit., 2, 4: Tañó con indecible melodía unas folías á una lira conceptuosa.

[672]

En aventura, al azar, como quien no sabe lo que le agradará á joven de edad tan corta.—Pella, pelota. Cal. e Dimna, 5: Asi como la pella que se alza mucho mas aina y desciende mas aina. Alex., 2026: Como mimos que iogan la pella per los solanos.—Estar en poridad, estar hablando á solas con otro.

[673]

Pero aunque la edad juvenil sea más propia para tomar placer (placenter-ía, de placenter-o) y jugar, la vejez le gana en juicio: el tiempo hace entender mejor el valor de las cosas. Se burla el Arcipreste de los viejos clérigos verdes como el que pinta.

[674]

Se va, tiende á parecer. Tratándose, conócense los hombres.

[675]

¡Por mesura!, aunque no sea más que por cortesía, sufríos conversar conmigo otro día. Lo que se os hace duro de creer, á fuerza de oirlo, esto es, mi congoja amorosa, acabaréis entendiéndola.

[676]

De buena miente, buenamente, de buena voluntad. Los adverbios en -miente nacieron así de mente(m), la mente. No vengáis más que hablar (solamiente); venid confiada (seguramente).

[677]

Conpañones, compañeros. J. Enc., 364: Sus, a ellos, compañones.

[678]

Peroque, aunque el hombre no coma la manzana, se alegra con su vista.—Palanciano, cosa de palacio, alegre, como palaciano. J. Pin., Agr., 10, 19: No arrastra los pies por el suelo al uso palanciano. Grac., Mor., f. 145: Y se daba una vida alegre y palanciana.

[679]

Honra y no deshonra es hablar entre sí con cordura hombre y mujer. Rrasonare dice el texto, y tal es lo que pide el sentido; pero el consonante pide se quite la e final.

[680]

Quigéredes, así en el único texto (?).

[683]

Verná por vendrá fué común, por metátesis de venrá, así como para evitar nr se introdujo d en ven-d-rá.—Tener por creer, común.—Desildo, por desidlo, metátesis común en los imperativos en la época clásica.

[685]

Finca, queda, hállase. Cid, 449: E yo con los C aqui fincare en la çaga. Alex., 73: Tu finca en el campo, maguer ellos fugieren.

[686]

El darse la mano al saludar.

[688]

Quejarle y aquejarle cuidados, penas. Bibl. Gallard., 1, 497: Con dolor cruel que siento, | que me quexa por matar. Niseno, Polit., 2, 6, 3: No hay tormento que mas congoje, angustia que mas aqueje, potro que mas aflija, que el miedo y el temor.—De trebejo, de broma, de juego, es propiamente el juguete. Lis. Ros., 4: Cuando era niña, yo la brizaba y con el trebejo la acallaba.—Salir á concejo, salir en público nuestro trato.

[689]

Desusar, no tener trato, como usar es tenerlo.—Otro amará. La á para el acusativo con persona nació posteriormente.

[690]

Bienquerencia, buen amor y amistad. Corvacho, 2, 13: Comiençan a fazer byenquerençias, que ellas dizen, fechizos, encantamientos.—Juego, broma y pasatiempo de amantes.

[691]

De-partir, dividir, diferenciar, apartar; departidos, varios, de varias partes. Reg. princ., 1, 1, 2: Segund que en cuatro manera se departen las obras de los homes. Id., 1, 1, 12: Mientras los hombres duermen, non se departen los bienandantes de los mezquinos.

[692]

Desde aquí hay texto en S y en G.

[694]

Amén, así sea. Propio es del ciego enamorado hacer tal sacrilegio como el de este rogar el clérigo á Dios que le ayude en sus amoríos.

[695]

Aquel fuego, el amor, cuando viene, hace olvidar parentesco y amistad: acuérdase de Ferrán García.—Cuyda, cuida, no hace caso de la lealtad.—Amig-ança, amistad.—Debdo, ó deudo ó parentesco, de deb(i)tu(m), lo debido.

[697]

Acerté en, llegar, hallarse por casualidad. J. Lucena, Vit. beat., 1: La corte, do s'acertaron los tres morales, dignos de... Alfonso de Cartagena. Tristán, p. 341: Acertó en un castillo de un su enemigo no lo sabiendo. Véanse el Fuero de Usagre (182 edic. Ureña-Bonilla) y el de Soria (ibid. Glosario).—Tyenda, por casa (c. 862).

[698]

No pudo más hacer Venus por el Pámfilo de la comedia de lo que hizo conmigo, que hago su papel en esta mía. A su vetula responde mi vieja, y la sobrepuja incomparablemente en la pintura, podía haber añadido. De ella nació La Celestina.

[699]

Buhona, buhon-era, que de aquí se dijo. Monast. Sahagún, 1310 (Indice de Vignau, p. 467): En el mercado estan los bufones. Cart. Arag., f. 17: Item toda mercadería como son..., salvo empero aquellos bufones que llevan la tabla al cuello. Berc., S.M., 336: Entendió que no era de buhones comprado. Nótese que bufón sonaba buhón, y que el valor de burlador, chancero, viene del usar buf-as ó burlas con gestos y visajes, así como el de vendedor del gritar y como bufar sus baratijas, pues vienen uno y otro de bufar ó buhar, soplar. Esteb., 7: Mi oficio es el de buscón y mi arte el de la bufa. Así como bufo ó soplo, buf-ido, así bufa es posverbal. T. Ram., Dom. 24, Trin. 2: Qué de temores, qué de recelos, qué de suspiros y bufos echan.—Cavan las foyas, las trampas, donde ponen el lazo y han de caer las doncellitas.—Troyas. En el vocabulario, al fin de la Colección de poes. cast., por Sánchez y Ochoa, dícese que este troya, acaso troxa, es la alforja ó mochila en que se llevaba la comida (c. 710). Trola y trolla valen embuste, trapaza, como adrolla; pero si suponemos no haber errata en los códices, como debemos suponerlo no habiendo razón en contra, no caben aquí ni trollas ni trolas ni trojas, pues ha de consonantar con joyas y foyas y oyas. Ha de llevar i vocal necesariamente. Entiendo que compara a esta vieja con la ciudad de Troya, como símbolo de guerra y destrucción, pues por eso añade que dan la mazada acabando la cosa; con ellas puede decirse: ¡Aquí fué Troya! Y esto lo pone aquí el Arcipreste de su cosecha, añadiendo: ¡Mucho ojo, niñas, con las tales! Con todo, no dejaré de decir que me suena soya á tercerona en Rodrigo Reinosa (Bibl. Gallard., 4, 1418): "Yo soy de las soyas el original, | de todas las gualtas soy el registro, | de todas las putas soy el ministro, | de muchos rufianes soy hospital". El que habla aquí es un fiero picaño, un bravonel ó miles gloriosus, rajabroqueles, rompepoyos, matasiete ó pueblacementerios.—Dan la maçada, el golpe decisivo. Cacer., p. 67: Darales Dios una buena mazada, romperales los cascos. Corr., 576: Dar mazada. (Dícese por caer en grave enfermedad; también se dice por hacer daño.) En Germania: "Cuando el fullero da con algún encuentro que junta". (Oudin.)

[700]

Dona es lo mismo que don, y aquí cosas como de regalo, que se pueden regalar. Cid, 224: Mando al vuestro altar buenas donas e ricas. F. Silva, Celest., 11: Que es razón, pues es mi esposa, de dalle las donas. Son para los amoríos lo que el viento para las atahonas, que por él se mueven, por ser molinos secos, de viento; viene bien con el buh-onas, literalmente soplonas.

[702]

He por vos enviado, he enviado por vos.—Aguisado, cosa razonable, buena, aquí adverbio.

[703]

Convusco, con vos; como connusco, con nos. L. Fern., 74: Ah ño praga Dios convusco.—Bien como en penitencia, como en confesión.—Creençia, confianza.

[705]

Alfajas, en S, variante ortográfica de alhajas en G.—Unos de otros, en S, bien dicho, aunque aluda á mujeres, pues se toma indefinidamente.—Barajas, contiendas, peloteras.—Arrepint-ajas, despectivo de arrepenti-mientos, el pesarles de haberse casado. La comparación de los panderos, cuyas sonajas no suenan, es, como del Arcipreste, ultrahomérica; el pandero es para bailar y regocijarse, y eso son los semicasorios y envolvimientos que ella vendía; pero ¡que no oiga el sonajeo la vecindad!

[707]

El mezquino no halla estorbo en nada para levantar falsos testimonios. Empecer, de impediscere, estorbar.

[708]

Acertad en este asunto, ya que vereis la buena voluntad que ella y yo nos tenemos. Lope, Tell. Menes., 1.ª pte., I. 11: Que quien los principios yerra, | ¿cómo ha de acertar los fines?

[709]

Es-canto, como en-canto, así como escantar y encantar. Cal. e Dimna, 11: Et que te escantemos fasta que. Trag. Policiana, 21: Que me escantas la condicion con sola tu catadura.—Atalvina. Especie de puches de leche, almendras y harina. (Covarrub.), en J. López de Velasco, talvina. Oviedo, H. Ind., 25, 22: Unas poleadas ó puchecilla ó atalvina poco espesa y de poca sustancia.

[710]

Conosçienta, conociente en femenino, conocida; sobrevienta, borrasca.—Troxa, alforjas (c. 699), en S; en G siella. Cort. Jerez, 1268: Sylla e freno de troxa quatro mrs.

[711]

Masnar, sobar, diminutivo -n de masar.

[712]

Mienbresevos de, acuerdeseos de. Quij., 1, 2: Plegaos, señora, de mendbraros deste vuestro sujeto corazon.—Membrar, recordar, de mem(o)rar(e) con b parásita.—Civera, grano de cereales, de cebo, sobre todo el trigo. Bibl. Ferr., Gen. 35: Y apañen á todo civera de los años buenos. Corr., 620: Molido como cibera. (Dícelo el que está cansado.) Id., 215: Ni mia la era ni mia la cibera, trille quien quisiere en ella. Cebera es en Córdoba alacena en el tinaón, donde guardan el grano para el ganado, y cachucho de cuero sin curtir para llevar el grano ó cebo de la cebera al pesebre; y cebo es haba molida, arvejón, guisante y otros granos para el ganado.—Desmoler. Loz. andal., 46: Cuando tiene enojo, si no lo desmuele, luego se duerme. J. Polo, Hospit.: Estando en el Prado desmoliendo una copla y digiriendo un consonante.

[713]

Donde, d-onde, de donde viene de linaje, como vos.—Conbides, por convites, posverbal de convid-ar. Todo esto lo inventa la artera vieja para hacer más valer sus servicios y así sea mayor la paga. Siempre la codicia le hace entremeter conceptos semejantes.

[714]

Peroque, aunque. Ya entra con la suya la codiciosa vieja, pidiendo con las marrullerías que de ella aprendió Celestina.—Bienparado, á propósito, justo.—Afynco, no le ayudo con empeño, por ser mezquino y agarrado, á pesar de ser rico.

[716]

Fasienda, todas sus ocupaciones; quehacer, lo que hace, y sus negocios. S. Abril. Adelf., Yo entiendo que él agora debe estar ocupado en hacer alguna hacienda, operis aliquid facere. Cond. Luc., 5: Desque esto vió, fuese para el Papa y contole toda su facienda.

[717]

Entrevera la vieja la gran mano que con doña Endrina tiene y el pedir para sí el salario de su tercería. Del laserio ya en S, en vez de por el tienpo en G, como laceria, trabajo, miseria. Berc., S.M., 33: Con todo est lazerio avie grant alegria.—Gradecer, agradecer, que de él salió. Berc., S.D., 350: Gradeçelo á Dios que vas con meioria.

[718]

Moçeta se usa en Navarra y Aragón. El cedazo ó harnero se usaba para adivinar de la manera que pinta Rodríguez Marín en su moderna Celestina La Gavilana. Quiere decir que con su encanto moral y halagos las traerá á hacer de ellas lo que quiera, como hacía lo que quería de lo echado en el harnero, zarandeándolo, trayéndolas al zarcillo ó zarzo, que es el tejido del mismo harnero, pues de hecho los hay de zarzo. Menos probable es que traerlas al sarçillo aluda al cogerlas y como enlazarlas en el amor, tomado zarzillo por el hilillo que sirve á algunas plantas, enroscándose en ramas y palos, para asirse y trepar, como las tijeras de las vides. Lo que llaman magia es forzar por encantos y hechizos á que personas, cosas y dioses estén sometidos á la voluntad de uno. Tal era la de la Dipsas de Ovidio (Amorum, 1, 8): "Illa magas artes, Aeaeaque carmina novit", con las que anublaba el cielo ó lo desanublaba, evocaba á los muertos y hacía se abriese la tierra, etc., etc. Sabía "quid torto concita rhombo licia", lo que quería decir el harnero ó cedazo colgado de una cuerda en el aire, haciéndole voltear. Esto mismo sabría esta vieja, así como echar suertes con las habas y el cedazo ó harnero, aunque en este pasaje el escanto sea metafórico por halagos.

[719]

De mano, primero, antes que nada, metáfora del ser mano en el juego.—Pagar, contentar, satisfacer, dejaros contenta con lo que os daré.—El mi algo, mis bienes. No la dejeis sosegar, hablandola de mí á la dueña.—Castigar, instruir.

[721]

Bondades, generosidades de mi parte.

[722]

Entend-udo, entend-ido; arrepentudo, arrepentido.

[723]

Menando, llevando, en S meneando. Menear salió de menar, de minare, llevar el ganado. Las buhonas ó vendedoras de menudencias parece llevaban en un harnero ó en una cesta las cosillas que vendían por las casas.—De indefinido.—Alheleles ó alhileles ó alfileres, la r por disimilación; aljilel suena en arábigo.—¡Por hasalejas!, ¡para hazalejas!, grito de vendedora. Son tohallas de mano y cara, de haz la cara, -al, -eja. Nebrija: Orarium sive orale, por las azalejas. J. Pin., Agr., 29, 36. Otros (me llaman) el bachiller hazalejas. Hist. ultram., 4. 221: E un escudero que tenia el aguamanil en la mano e unas fazalejas.

[724]

Sortija, sin duda encantada, esto es, con eficacia para mover al amor, como las que con los ocultistas dijo Ludovicus Dulcis que el que tenga una en que estén esculpidos aries, el león ó el sagitario se hará á todos agradable, etc., etc., y al modo que fantasean tener virtudes estupendas el anillo de Salomón, el de Hermes y el de Giges.—Pastr-ija es lo que pastr-aña (véase c. 64). De este modo, con el regalo y el cuento la va aguijando y llevándola adonde ella quiere.

[725]

De nada os servirá vuestra tan alabada hermosura. La entra alabándola, portillo siempre abierto para entrar á las mujeres, vanidosas de suyo. Otro tanto hizo la Dipsas ó hechicera de Ovidio (Amorum, 1, 8): "Et cur non placeas (al joven)? Nulli tua forma secunda est... Tam felix esses, quam formosissima vellem".

[727]

Como prosigue allí Ovidio: "En adspice, dives amator | te cupit...", de donde lo tomó el autor del Pamphilus. No se olvide que el Arcipreste es un socarrón de siete suelas y que trata de pintar á los clérigos enamoradizos y abarraganados en el protagonista; por eso le llama melón, porque suelen ser los tales unos calabacines de tan respetable tomo, que parecen melones, y unos melones tan insustanciados, que parecen calabacines. No hay nombre en todo el libro que no sea significativo. ¡Y aún hay quien cree que el Arcipreste se fuera á llamar melón á sí mismo!

[729]

Da á entender que junta el seso de la edad con la alegría de la mocedad, y dice bien que no es poco juntar. Al rozapoco, como á rapaterrón ó á rozamata, hacer del loco un poquillo, sin llegarlo á ser. ¡Lo que discurre este demonio de vieja!

[733]

Hecho granado, perfecto, bien en sazón, como la mies que granó bien. Orden. Sev., 11: Ni presentes granados ni pequeños.

[735]

So-movimiento, movimiento de abajo arriba ó de dentro afuera.—Los talentos, las voluntades.

[738]

Aparado, como aparejado.—Guisado, razonable, justo o dispuesto, de guisar, disponer. Eugui., Crón., 13: Que no lo fiziese que él guisaria como no le viniese daynno del. Por razonable, honrado: Fuero real, 2, 9, 5: Si algunos omes uvieren cartas, que quieren renovar por vejez ó por otra cosa guisada, trayanlas ante el alcalde. Id., 3, 13, 14: Quier por otra razon qualquier guisada e derecha.

[739]

Fados alvos, buenos, felices. El tirar á suertes es cosa viejísima, por creer que Dios manifestaba así su voluntad. Así la suerte, en frase de Platón (Leges, 6), Διὁς κρἱσις ἑστι, es juicio y sentencia de Dios. Hacíase en Grecia y Roma, con habas blancas y negras, tal era la κυαμοβολἱα, por ejemplo, para la elección de los Magistrados públicos, metiendo cada uno la suya en el cántaro y sacando al azar. La blanca era la venturosa; la negra, la desventurada. Otras veces se hacía con piedrezuelas blancas y negras y era la λιθοβολἱα. De las habas ó piedras, negras y blancas, se dijeron las suertes blancas y negras, y los hados, que son los juicios divinos manifestados por ellas.

[741]

Se contuerçe, se retuerce. Conde., Albeit., 4, 19: Se contuerçe y relaja toda la articulación.

[742]

Los mis algos, mi hacienda.—Forzar ó tener forçado, hacer violencia contra derecho. Quij., 1, 44: Y aun de ayudarle, si alguna fuerza le quisiesen hacer.

[744]

Pelmaços, cosas que molestan mucho, como pleitos, violencias, etc.—Pararle laços, ponérselos.—Los maços corrijo, aunque con duda, pues S trae llumasos, y G lomasos.

[746]

La sustancia de este cuento se halla en el Conde Lucanor (c. 6) y en Esopo. Pasarero, cazador y amigo de pájaros.—Rredero, el que hace redes.

[747]

Para grandes males vuestros, para hacer redes con que cogeros.

[748]

Que chirlava locura, que decía locuras; chirlar es chirriar.

[749]

Pujar, brotar. Leon, Padre: Una pequeña semilla de su espíritu y de su gracia, pequeña, pero eficacísima, para que viva y se adelante y vaya pujando y extendiéndose.—Por su mal, de ellos, de la abutarda, tórtolas y pardales.

[750]

Sandío, se decía; después, sandio (c. 976).—¡Vete para villana, por ser villana, y se usa en maldiciones parecidas. Quij., 2, 35: Vayase el diablo para diablo y el temor para mezquino. Cacer., p. 118: Dicen que me dejan para rapaz. Valdeor., Ej. Ram.: Dejó el asno para asno.

[751]

Gorjeador, para el femenino, que así se usaban tales adjetivos.

[752]

Pelaça, acción de pelar, de donde pendencia, riña, como en el Quij., 1, 16: Se fué hacia donde había sentido la pelaza. Como quien dice: ¡Ya te están pelando!

[753]

Los ballesteros la desplumaron de sus plumas largas, para aprovecharlas para sus flechas; sólo le dejaron las chicas para socarrarlas al fuego. Cayó en fuertes palas, pailas ó sartenes para asarla.

[754]

Fervos mal trebejo, haceros mal juego, mala partida. Os pondrán pleito en vuestra hacienda llevándoos á concejo y os pelarán de vuestros bienes, dice la vieja á la dueña.

[755]

Sabe de lienda ó leyenda, usada entre el vulgo; propiamente lectura. Quij., 1, 3: En mitad de la leyenda.

[756]

Las 16 coplas siguientes son de G, con su conocida ortografía; faltan en S. Su escanto moral, atrayéndosela á palabras. Coytral, propiamente del buey, oveja, etc., viejos, que sólo valen para el matadero. Zamor., Mon. & Visit.: Y tenidos como ovejas cuitrales. Orden. Sev., 140: Hoviere de vender buey cuitral. Cuando vuestro difunto marido (es manera común de llamarle) se sentaba en este portal.—Seya, se(d)e(b)a(t).

[758]

¡Guay del huso, cuando la barba no anda desuso! Gasajado, además del participio de gasajar, es sustantivo, como aquí con el valor de gasajo ó agasajo y alegría y jolgorio. Corvacho, 3, 7: Su calydad presta está á todo gasajado é bondad. J. Enc., 82: Tomaremos | un rato de gasajado. Ovied., H. Ind., 24, 3: En que se gasaje y huelgue con ella. La manda que como á viuda le mandó el difunto marido, que la pierde en tornándose á casar.

[761]

Velado, marido, de velarse, por el velo que se echa á los desposados. Cel. Extrem.: Le respondieron que estaba acostada con su velado.—Andemoslo, vayamos á él.—Tengamoslo çelado, comprometido y como con celos.

[762]

Dexar, infinitivo por imperativo, es castizo.—Envergonçada. Valer., Hist., 4, 7, 5: El infanzon fué dende muy envergonzado, ca todos le miraban en desden. Berc., S.M., 274: Tornaron al buen omne maguer embergonzados.—Sosaño, burla que os hacen. Bibl. Gallard., 1, 455: Azotes, palmadas | y muchos susaños. Eugui., Crón., 108: E suffria mansamente las palabras et los sosaynnos de los amigos.

[763]

Mal, aquí por desgracia de marido difunto.—Burel, paño basto.

[764]

Ledania, letanía, retahila de ruegos.—Al primero día. ¡Ya amaina!

[765]

Falta el cuarto verso y seis coplas más, en las cuales diría la dueña que bien se hallaba en su casa con la manda del difunto, y que aconsejarle buscar otro marido era como el consejo que dieron á un lobo que, teniendo torrezno que comer, le persuadió alguno á que fuese por los ganados, haciendo papel de abad ó cura, y así se daría buena vida. Saliendo á estas aventuras, vió estornudar á alguien, y lo tuvo á mal aguero. Lubrock dice en Los orígenes de la civilización (Apéndice): "Mr. Heliburton admite que el estornudo se mira como "presagio de desgracia"; pero es más que eso, es prueba, y prueba concluyente para el salvaje, de que la persona que estornuda estaba poseída por algún espíritu maléfico". De aquí el decir ¡Jesús!, ¡Dios le ayude! cuando se ve estornudar á otro. Proviene esta superstición de la primitiva creencia de que el alma es el soplo, y, al estornudar, puede escaparse del cuerpo. Adviértase que, de rechazo, es aquí figura el lobo de los clérigos que se andan á buscar pan de trastrigo: se regodea viendo retozar á cabras y cabrones, como el ermitaño, y barrunta mal en viendo á los cornudos, aunque á las veces los tales barbados le sirven de capa á maravilla.

[767]

Estordido, aturdido, de tordo, como en el Alto Aragón esturdido, y es-tord-ecer, esturdecer.—Pieza por rato fué común manera de decir.

[768]

Plado, prado.—Fornachos, hondonadas, como horn-os. Alude a los agüeros que se hacían por los estornudos.

[770]

Aduxo, trajo, de aducir, ad-ducere.

[771]

Fiestas de seis capas, muy solemnes. Acaso para dar solemnidad á la fiesta harían la gitanería que en algunos pueblos de la provincia de Cádiz, donde hay bautismos de dos, tres, cuatro, cinco y más capas, y de ello alardean los compadres. Mientras el Cura está en las ceremonias del bautizo, de cuando en cuando le mudan la capa, por supuesto acrecentando los honorarios de cura y sacristán. G. Alf., 1, 1, 1: Necedad solemne de siete capas, como fiesta doble.—De grandes clamores, de mucho campaneo, pues en la provincia de Segovia llaman clamores á los toques de campana, y clamorear, al tocarla; verdad que es cuando tocan a muerto, pero acaso también se dijo del tocar en la fiesta ó lo dijeron irónicamente los convidadores porque esperaban muriese el lobo.

[772]

Aullar, como grave y orondo clérigo de voz tonante, al cantar la Misa.—Apellidar, gritar. D. Vega, S. Tom.: Entra apellidando paz. Roa, S. Rodr.: Pudiera desbaratarle apellidando al traidor.

[773]

So-jorno, la última parte del día, de so- y diurnu(m) como jorn-al, jorn-ada.

[779]

Pecad-esno, hijo del pecado, esto es, demonio; como jud-ezno, hijo de judío, lob-ezno, vibor-ezno, etc.—Presno, no lo entiendo por desconocer el comienzo del cuento.

[781]

Adefina ó adafina, cierto guiso de los judíos españoles. Cura de los Palac., H. Rey. Cat., f. 83. Aquí faltan 32 coplas.—Conbrían, comerían.

[782]

Trotaconventos hace creer á don Melón que los padres de doña Endrina la quisieron casar ó la han casado con otro, para así encarecer sus servicios y cobrar mejor salario. Desespérase don Melón.

[783]

Mata amigos, calificativo inventado acaso por el Arcipreste.

[784]

Pitoflero, chismoso, entrometido, chocarrero y se usa en Alava; de pitoflare, soplar el pito. (Copl. 1495.)—Malapreso, desgraciado. Baena, p. 260: Vuestra rrason inflyngida | va contra los malapresos.

[785]

Tremer, temblar, de tremer(e); de aquí en León tremir, tener calentura, y es- trem-ecer, trem-olar. Corr., 83: El sol hierve y el infante treme.

[786]

Desaguisado, contra razón y justicia. Orden. Sev., 16: Tengan cuidado de escrivir todas las cosas desaguisadas ó malordenadas.

[787]

Presión, como priesa, por congoja.

[788]

Amortescer, ponerse como á morir. A. Molina, Mierc. Dom., 1, cuar.: Los árboles se amortecen. S. Badaj., 1, p. 120: ¡Pardiobre!, se amorteció. ¡Penar, amortesçer infinitivos por imperativos y optativos, castizo.

[792]

Quexo, como queja, posverbales de quejarse. Canc. s. XV, p. 277: Quexare mis quexos dos, | dando de vos dos querellas. Rodr. Cota, Engl.: Habla ya, di tus razones | di tus enconados quejos.

[793]

La mucha necesidad (menester) enseña (demuestra) muchas artes, aguza el ingenio. Estorçer, desviar, librar. Flor filos., p. 17: Non digan atal de ty é estorçerás.

[794]

Desde aquí hay texto en S y G.

[795]

El haç-er-io, gran pena, de azo. S. Badaj., 2, p. 197: Triste de mí, sin sosiego, perdido por malos azos. El diminutivo es mal-hac-ejo. Ibid., 2, p. 90: Hicieron los malhacejos | entre sí tantas carnizas.

[796]

Masiella, mancilla, herida, mancha.—Oriella, temple del tiempo y propiamente airecillo, diminutivo de aura(m), viento. Usase por una cosa ó por otra y por tempestad desde la Mancha hasta Aragón y en Andalucía. Berc., Mil., 591: Moviose la tempestad, una oriella brava | desarró el maestro que la nave guiaba. En Aragón, or-ache, viento fresco excesivo ó fuera de tiempo, del mismo aura, como or-ear. Hace buena ó mala orilla significa, por ejemplo, en Cuenca y Andalucía, hace buen ó mal tiempo, como en el texto. Igualmente tiempo es allí oraje, en fr. orage, tempestad.—Sonbr-illa, diminutivo de sombra; en G, sobrilla; en S, sonbrilla.

[797]

Trist-encia, trist-eza, como paci-encia.—Creençia, confianza.—Querencia, amor.

[798]

Ome nado, hombre nacido, de natu(m), así como del plural nati salió nadi y nadi-e, con la -e; de otri-e ú otri, otro. Berc., S.D., 388: Ca omne que non vede, non debie seer nado.

[801]

Açor, con S, astor, de adtor, acetore, acceptore(m), el que coge, contaminado con auceps, auceptorem, cogedor, de aves. Cid, 5: E sin falcones é sin adtores mudados.

[803]

Muchas devezes, muchas veces: de muchas de veces (c. 102).—Rrecudyr con, corresponder á. J. Pin., Agr., 4, 19: Y por ventura esta liviandad recude á la de la amapola en que se tornó.

[805]

Pero faga, aunque haga, pero hace.

[806]

Asmar, barruntar por conjeturas. T. Naharr., 2, 235: Asmo que | nunca domingo bailé | que no la sacase á plaza. J. Enc., 61: Asmo que debe ser ojo. |—Mia fé, no; | dese mal no peco yo.—Amor y dinero no puede estar secreto. (Corr., 68.)

[807]

Asco, aquí la buena crianza, la compostura (véase Cejador, Tesoro, Silb., 266). Laber. am., 2: Porque veo | que dese rústico asco | es muy contrario el lenguaje.

[808]

Devegadas, como deveces.

[809]

Una grand pieça, un gran rato. Quij., 1, 7: Al cabo de una buena pieza.

[810]

Los labros, en S labrios, los labios, de labro contaminado con lab-io en la i. Celest., 1, p. 11: Los labrios colorados é grosezuelos. Toda esta descripción gana á la conocida de Safo, por la delicadeza de sentimientos y la observación psicológica: no conozco cosa mejor.

[812]

Menguare, faltare. Tafur., 21: E si yo, segunt la magnifiçencia e grandeza dela cosa, en algo menguare, sea perdonado.—La Rrama es la vieja y gruñona madre de doña Endrina; abajarse para que el amante tome y coma la endrina.

[813]

Todavía, á la continua.

[814]

Tyra, quita.—Ardit, adjetivo.

[815]

Andar al estricote, al retortero, adonde se le lleve. Torr., Film. mor., 24, 2: Andando al estricote, no de otra manera que unas esclavas por medio de los azotes.

[816]

Escasos primos, muy escasos. Primo es lo más excelente en su línea. A. Veneg., Agon., 3, 16: Y el oficial fuese primo en su oficio, y no remendon en muchos. A. Alv., Silv. S. Andr., 4, § 1: La artificiosa mano del primo maestro.

[818]

Fuzia, en S, fyusa, confianza, de fi(d)ucia(m).—Mengua, villanía, deshonra.

[819]

Fermoso, adverbio.—Sobrado, vencedor, que quede encima del pueblo. Nótense estas ideas democráticas cristianas.—Cuyt-oso. F. Juzgo, 1, 1, 7: Non deve seer muy coytoso.

[821]

Arter-ia, de artero ó astuto. Lis. Ros. Cart.: Revueltos en sus lazos y arterias.—Folia, locura.

[824]

Doña Rama es la madre de doña Endrina, á quien ahuyenta de casa con un embuste para hablar á solas con la moza.—Fadas negras, malas (739).

[825]

Que me dice odiosidades; enemiga es enemistad, odio.

[826]

Fascas, casi. Que le devuelva la sortija de don Melón, que regaló á doña Endrina. Todo ello lo inventa la vieja para que le entre deseo de averiguar quién es don Melón y se vaya á enterar entre las vecinas del barrio.

[827]

Rrensellosa vieja, rencillosa, reñidora, gruñona. J. Pin., Agr., 25, 3: Unas son de suyo rencillosas y asperas de complexion. De rencilla, dimin. de riña.

[828]

¡Ojalá se llevase el diablo (el huerco, dice S) á tu madre, que por ella don Melon no puede hablar convusco, ¡ojalá se muera!

[829]

Pollo yverniso ó enverníso, el nacido en enero, que es el mejor, y para San Miguel anda hecho gallo, ya flaco de enamorado. Corr., 403: Pollo de Enero, con su madre sube al pollero; y añaden: los de San Juan, al muladar, porque se comen antes de llegar á gallos y, naturalmente, se descomen y paran tras la muralla (muradal, muladar), adonde llevaban las basuras de las casas.

[831]

Vos traye antojada, os trae delante de los ojos, valor propio del ant-oj-arsele á uno una cosa.

[832]

Nin enbargo, ni cosa que os estorbe, que os preocupe, dicen feamente hoy. T. Ram., Dom., 13, 6: Con sola la virtud de vuestra palabra lo llevais todo sin os hacer mas embargo que si no fuera.—Maguera, como maguer, y es forma más primitiva. Bibl. Gallard., 1, 616: El conde de Alba maguera | buen caballero forzado.—Con tantas desmesuras, con tanta descortesía y mala correspondencia para con aquel ome tan largo, esto es, generoso, que á sí y lo suyo os quiere dar. Cabr., p. 379: ¿Por qué conmigo habeis de ser tan escasos y descomedidos y con el mundo tan largos y desperdiciados? Otra pintura psicológica.

[833]

Sy anda ó sy queda, ya ande, ya esté parado.—Non queda sospirando, no deja de suspirar. En el primer sentido de pararse, véase la c. 238: en el segundo, por cesar ó dejar de, en el Memor. hist. de la Acad. Hist., v. 117. Por parar: Berc., S.D., 726: Quando vino el viernes, abes podia quedar, | sabet que nol ovieron dos veçes a clamar; Id., S.M., 241: Mas plus seli valiera que soviesse quedado.—En su cabo fablando, hablando de su fin y término de sus amores.—Faza tierra, en S façia, hacia ó cara a tierra, mirando la tierra, que es su valor etimológico.

[834]

¡Par Dios!, de donde ¡Par diez! Par del lat. per. Quij., 1, 29: Par Dios que. Id., 1, 36: Par diez, señor, yo no sabré deciros.

[835]

Devanear, propiamente es dar vueltas, P. Fern., Jineta, f. 4: No hallando aquel arrimo sobre que afirmaba el rostro, queda devaneando con él y sacudelo á una parte y á otra... y cuando no devanease y sacase el rostro. Torr., Fil. mor.: 20, 3: Devaneando por las plazas y calles.

[837]

Aunque todavía callais, ardeis tanto como él en amor. En G: E mager que vos callades; en S, pero que aun.

[838]

O bien bien tiene valor de: O bien ya lo hagamos, ó bien ya lo dejad. Que tener que venir yo cada día, sería darlo á conocer al vecindario.

[839]

Habla la dueña. Su fuego correspondiente (al amor) aunque no me hace fuerza, porque nunca el amor es forzoso, me apremia mucho.—Sobejo como adverbio. Metáfora del defender una pieza ó trebejo en el juego de ajedrez: me está ya para ganar la pieza. Delicadísima metáfora.

[841]

Maselleras, lastimeras, de mancilla, lástima.—Escantadera, que escanta, hechicera.

[842]

Departir, conversar, hablar.—Porquel' farte, para que le harte, le satisfaga y consuele.—Ca, porque, pues, de qu(i)a como ostra de ostr(e)a, doce de d(u)odecim; car en ant. arag. y cat., como en fr., de q(u)ar(e).

[843]

Entramos, entrambos.

[845]

Olvídase el Arcipreste de que está representando el papel de don Melón y pone su nombre, Hita.—Quitarse, apartarse de un lugar, y es común. ¡Quítate de ahí, quítateme de delante! ¡no se quita de la ventana en todo el día!—Llama pepita a la madre por ser estorbo para la hija, como lo es para la gallina la que le sale. Huerta, Plin., 24, 10: Sus granos sanan la pepita ó pituita, que ahoga las gallinas.—¡Ya la cruz...!; ojalá la llevasen á enterrar!

[846]

El amor ansioso quiebra cercas ó tapias y puertas. Claustra, cercado que contiene en sí alguna iglesia ó convento. S. Ter., Fund., 14: Estando un dia... en la claustra con sus frailes. Clavij., Tamorl., f. 11: Fuera del cuerpo de la iglesia estaba una claustra de obra bien hermosa.

[847]

Paga, por pagada, contenta, y úsase todavía, como canso por cansado. Comed. Florin., 18: Yo me doy por pago de lo que padezco con el decir que me amas.—Consejar. Bosc., Cortes, 387: Yo no consejaria á nuestro cortesano que.—Yaga, de yacer.

[848]

Habla Trotaconventos: Yo os guardaré todo secreto.

[849]

Mas si alguien me acusare, pruébelo con la peor palabra que yo haya dicho. Tómeme por palabra, cójame á palabras.—A osadas se tenga, con brío y valor insista en su acusación. A osadas, por maneras osadas ó atrevidas, con brío, atrevidamente. Cid, 44: Aosadas corret, que por miedo non dexedes nada. Berc., Loor, 161: Despues delante Nero aosadas fablaba. O callará vencido y desmentido ó le tendré por más vil que el diablo.—¡Váyase por menga!, modo de despedirle malamente, motejándole de diablo. Por como para (c. 750). Menga, el diablo. Luc. Fern., 8: ¡Vaite á menga! Entre andaluces, hoy mengue: ¡Malos mengues te tajelen, mar chavó! (te coman).

[850]

Sigue animándola, que el secreto se guardará, que nadie podrá infamarla ó que, en ese caso, don Melón (aquel buen mançebo) se lo desmentiría.—Qualsequier, cualquiera.

[851]

Es cosa no vergonzosa, tiene abiertos todos los caminos: maravillome porque te detiene el miedo o la vergüenza.

[852]

En cuantas priesas, apuros: así en G; en S, guysas, de cuantas maneras. A. Cruz, S. Luc.: Tan caballeros en su guisa, que les parece que no hay otra cosa, sino lo que ellos dicen. Quij., 1, 9: Con las espadas altas y desnudas, en guisa de descargar dos furibundos fendientes.—Trexnar, treznar, traer y llevar sujeto y atado, como á bestia. ¡Con qué verdad pinta la lucha del alma!

[853]

Desacordadas, desacordes, encontradas.—Mesturada, acusada públicamente.—Defiende, prohibe.—Tan seguido, tan acosado, y tómase de la caza.

[854]

El la vençe, mi amor.—Apoderado, que se ha apoderaro de, más poderoso.

[855]

Quexo, como quexa. Pero Niño, 2, 14: Que nunca ome le sintió facer nin mostrar quejo ninguno.

[856]

Aquí parece hablar Trotaconventos, confirmando lo de la dueña. En las disputas, tanto más se enciende uno, cuanto más palabras dice y oye del adversario: así, cuantas más palabras de amor oye (atyende) la dueña, de parte del amador, tanto más la inflama y enciende en amor doña Venus.

[857]

Amatar la llama, común, como matar, del fuego, la lumbre. Garcil., Eleg. 2: Que amata | el fuego... Así, para poder ser amatado. Madrig., Epif., 3: Las muchas aguas de los trabajos y tribulaciones no pudieron amatar la caridad. Comed. Florin., 7: Mató la vela: á buenas noches.—Vos derrama, os departe y distrae en mil cuidados. León, Brazo: La facilidad con que nuestro corazón se derrama en el amor de estas prendas. J. Ang., Conq., 4: Derramanse de tal manera amando, que muy presto vienen á desfallecer. Gran., Mem., 5, 4, 2: Derramame la liviandad y me entorpece la pereza.—Si ella non se atama, si la porfía no se acaba, acabará ella con vuestra vida. Bibl. Gallard., 1, 498: Y amargura | faze triste que mi vida | se atama. Id., 1, 1161: Acaba, hijo Polido, | sus, atama. Autos s. XVI, 1, 56: La oveja coja parió, | y ansi como hubo atamado | espenzó á dar de gritado.

[858]

Cumplid vuestros deseos amorosos, sino os matarán ellos como si fueran vuestro enemigo. Todo el verso está tan corrompido, que he tenido que rehacerlo por conjeturas. ¡Qué bien da la puntilla la sabida vieja!

[859]

Faces, cara. Mingo Rev.: Turbaçión en los coraçones y despues en las hazes, que asy dise el filósofo: el rostro espejo es del corazón.—La desyerra, posv. de des-errar, el andar errado. Lope, Tobías, 2, t. III, p. 291: Y si el deseo se desyerra? Yerra.—Lo falle, lo yerra, de fallir. Cid, 760: al rey Fariz III | colpes le auie dado. | Los dos le fallen, é el unol ha tomado.

[860]

Creo que pretendéis matar el amor con olvidaros ó huir del que amáis; pero no penséis en este inútil medio, pues nada más que la muerte es capaz de separar las voluntades de los que se quieren.

[861]

De las nueses, de partitivo. Quij., 1, 41: Que buscaba de todas yerbas para hacer ensalada. Villena, Cis., p. 40: Y quando el rey toma del vino. Id., p. 56: Con el caldo en que se el buey cosió.—Y, allí.

[863]

Una pasada, camino, paso. Pero Niño, 2, 25: Non les vagaba pelear por defender la pasada, era ancha. Berc., S.D., 235: Eran aviessas las passadas.—Syn ninguna rreguarda, sin reparo alguno, y es además la retaguardia, de reguardar. Lis. Ros., 3, 1: No nos viste, señor, en tu reguarda asestadas las puntas de nuestras espadas en su corazón.—En pellote, ó es lo mismo que en pelota ó en pelete, esto es, en paños menores, lo cual no parece probable; ó con el traje de casa, que sería un pellote, como quien dice en bata, sin vestir traje de calle, y es lo más probable.

[864]

Calla callando, muy callandito.—Otre en S, como otri, otre, otrien, formas viejas; otri se usa en el pueblo. Corr., 82: El nido del monte, hoy es mío, mañana de otre.

[865]

Habla de su cosecha el Arcipreste, sacando la moraleja y filosofando. Çiega es, no es mucho se ciegue la mujer pretendida, echando, como echa, el resto su seguidor.

[866]

Conquista, buscada, de conquaes(i)ta(m); çiega, intransitivo; quista, querida. Cuando tratan de burlarse de ella, ella, de ciega, se cree muy querida.

[867]

Pell-ota, pelota, de pell-a; en S, pella.

[868]

Por malo que sea, el encantador saca de su madriguera á la culebra.

[869]

Rromero hito saca çatico, el mendigo peregrino, hito, que insiste, saca mendrugo. En Aragón fito es constante, como cutio, y como adverbio de hito en hito.—Çenico: pero para que no os tengan por cínico, hablad cuando yo no esté, con ella á solas, y más que hablar, recabad de ella. Çen-ico pudiera también ser lo mismo que çestilla, como cen-acho y cen-eque; aunque el quando yo y non fyco, cuando no esté yo allí, parece pedir el valor de cínico, desvergonzado.—Y, allí.—Fyco, como finco, hallarse parado, fijo, perdida la n, úsase en portugués y gallego.

[870]

Cuando te dan la cabrilla ó la vaquilla, tómala presto, aprovecha la ocasión, refrán (Quij., 2, 4). Cesto decimos del torpe, y aquí igualmente cestilla. Más vale avergonzarse, que guardarse la congoja y deseo en el corazon, refrán.—Faz, cara; mancilla, pena; ó Más vale rostro bermejo, que corazón prieto, rojo de vergüenza, negro ó prieto de pena.

[872]

Falta el texto en G hasta la c. 881.

[873]

Carbon-iento, negro, aludiendo al diablo, que es lo que vale aquí el pecado y tiénele por tal al Arcipreste por la costumbre de atribuir al diablo lo maravilloso é inesperado, como quiere dar a entender la vieja, que es la aparición de don Melón, que para eso hace todos esos aspavientos, tan divinamente pintados por el autor; todo ello por el hábito de clérigo, que aquí se supone lleva el protagonista. Es un monólogo burilado en oro, que vale por la mejor escena dramática. La reposería de la vieja en fingir estrañeza, lo natural de los varios sentimientos que le ocurrirían si no fingiese, el brío y ligereza en expresarlos, todo es admirable.—Ventar, husmear, propiamente del perro ventor. Monter. Alf., 1, 29: Ado vieren que algun can ventare, que caten bien á qué lugar. Todas estas dudas fingidas para quedar ella á salvo y para serenar y aparejar con el deseo á doña Endrina, no la tomase de sopetón.

[874]

Ojo de beserro, grande y hermoso, como Homero se los atribuyó á Hera y á otras mujeres: βοωπις.—Tirar el fierro, sacar, descorrer el cerrojo. Trag. Policiana, 2: Tiradme de aquí estas botas.

[875]

Tiradvos dende, salid de ahí; ¿trájoos ahí el diablo? Al diablo se atribuye todo lo milagroso é inesperado, y que así llegó allí, quiérelo persuadir á la dueña. Bibl. Gallard., 1, 1149: Anda, tírate de ahí.—Dende, vulgar todavía, de allí, de ahí. Celest., VI, p. 69: Callarás, pardios, ó te echaré dende con el diablo. L. Fern., 191: N'os quereis dende quitar? Al cura de San Pablo había, sin duda, hecho otro servicio la trotaconventos; la cual no pierde ripio para recordarle que ha de ser generoso con ella.—Abad por cura era común: El abad de donde canta, ende yanta.—¿Non..., á doña Endrina, lo que indica que para darle más confianza le había hecho clavar la puerta por dentro.

[876]

Con byen, á buenas, no de malas maneras. Non vos alhaonedes, probablemente no os turbéis, del arábigo الحان aljhán, turbado de alegría ó tristeza, de حن, jhnana, turbarse así. Sigue fingiendo la vieja.

[877]

Faltan 32 coplas, que algún escrupuloso rasgó aquí á lo mejor del cuento.

[878]

A mí non rebtedes, no me lo echéis á mí en cara, de rep(u)tar(e). Cobro, medio de lograr algo, de llegar al cabo. Lo mejor que podéis hacer es que calléis lo mal hecho ya. Todo lo dice la vieja bastante después de la última escena.

[879]

Enfamedes, os infaméis.

[880]

A tuerto ó á derecho, según justicia ó contra ella, de todos modos. Cal. e Dimna, 4: Non se temen de fablar sus sabores á tuerto ó á derecho. Tuerto es lo opuesto de derecho ó justo, injusticia. Libr. engañ., p. 42: ¿Qué dirás, fasiendo atan gran tuerto en dexar á tu fijo á vida é non querer faser del justiçia? A daño hecho..., refrán. Sotecho, como sotechado, que dicen en Segovia, sustantivo.

[881]

Enseñaos ó aprended é id contra la tal; no hagáis lo que la picaza: callar á lo ya hecho. La frescura de la interesada Celestina parece ya aquí en este irónico epifonema final.

[883]

Por un poco de cebo mueren.

[885]

Desonrrada, participio concertado.

[886]

Habla ya el Arcipreste por cuenta propia.

[887]

Habla y dice la vieja la sentençia buena. Endurar, aguantar, tolerar, de durar. Cid., 704: Non lo pudo endurar.

[888]

Recuérdese que locura, es para el Arcipreste el amor. En presuras, en aprietos, de pressura(m), premere. Valdés, Corint.: Al tiempo de las mayores presuras y de las mayores angustias. J. Pin., Agr., 31, 11: Donda pariste sin pena, sin dolor y sin presura.

[891]

Como todos entonces, atribuye á Ovidio lo de Pamphilus: pero Nason no se conoció hasta el primer Renacimiento italiano, que medio siglo después vino a España con Santillana y D. Enrique de Villena. Lo feo que haya en los hechos narrados son de Pánfilo; la moralidad que encierran, es mía.

CLÁSICOS CASTELLANOS

JUAN RUIZ
ARCIPRESTE DE HITA

LIBRO DE BUEN AMOR
II

EDICIÓN Y NOTAS DE JULIO CEJADOR Y FRAUCA

MADRID
EDICIONES DE «LA LECTURA»
1913

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