Fábula X. La Zorra y la Cigüeña.

Una Zorra se empeña

En dar una comida á la Cigüeña.

La convidó con tales expresiones,

Que anunciaban sin duda provisiones

De lo más excelente y exquisito.

Acepta alegre, va con apetito;

Pero encontró en la mesa solamente

Jigote claro sobre chata fuente.

En vano á la comida picoteaba,

Pues era para el guiso que miraba

Inútil tenedor su largo pico.

La Zorra con la lengua y el hocico

Limpió tan bien su fuente, que pudiera

Servir de fregatriz, si á Holanda fuera.

Mas, de allí á poco tiempo convidada

De la Cigüeña, halla preparada

Una redoma de jigote llena:

Allí fué su aflicción, allí su pena.

El hocico goloso al punto asoma

Al cuello de la hidrópica redoma:

Mas en vano, pues era tan estrecho,

Cual si por la Cigüeña fuese hecho.

Envidiosa de ver que, á conveniencia,

Chupaba la del pico á su presencia.

Vuelve, tienta, discurre,

Huele, se desatina; en fin, se aburre.

Marchó rabo entre piernas, tan corrida,

Que ni aun tuvo siquiera la salida

De decir: Están verdes, como antaño.

También hay para pícaros engaño.