ESCENA QUINTA

Zaguán en el Ministerio de la Gobernación. Estantería con legajos. Bancos al filo de la pared. Mesa con carpetas de badana mugrienta. Aire de cueva y olorfrío de tabaco rancio. Guardias soñolientos. Policías de la Secreta-Hongos, garrotes, cuel os de celuloide, grandes sortijas, lunares rizosos y flamencos.-Hay un viejo chabacano - bisoñé y manguitos de percalina- que escribe y un pol o chulapón de peinado reluciente, con brisas de perfumería, que se pasea y dicta humeando un veguero. DON SERAFÍN, le dicen sus obligados, y la voz de la cal e SERAFÍN EL BONITO.-Leve tumulto. Dando voces, la cabeza desnuda, humorista y lunático, irrumpe MAX ESTRELLA.-DON LATINO le guía por la manga, implorante y suspirante. Detrás asoman los cascos de los Guardias. Y en el corredor se agrupan, bajo la luz de una candileja, pipas, chalinas y melenas del modernismo.

MAX .- ¡Traigo detenida una pareja de guindillas! Estaban emborrachándose en una tasca y los hice salir a darme escolta.

SERAFÍN EL BONITO.- Corrección, señor mío.

MAX .- No falto a ella, señor Delegado.

SERAFÍN EL BONITO.- Inspector.

MAX .- Todo es uno y lo mismo.

SERAFÍN EL BONITO.- ,-Cómo se llama usted?

MAX .- Mi nombre es Máximo Estrella. Mi seudónimo Mala Estrella. Tengo el honor de no ser Académico.

SERAFÍN EL BONITO.- Está usted propasándose. ¿Guardias, por qué viene detenido?

UN GUARDIA.- Por escándalo en la vía pública y gritos internacionales. ¡Está algo briago!

SERAFÍN EL BONITO.- ¿Su profesión?

MAX .- Cesante.

SERAFÍN EL BONITO.- ¿En qué oficina ha servido usted?

MAX .- En ninguna.

SERAFÍN EL BONITO.- ¿No ha dicho usted que cesante9

MAX .- Cesante de hombre libre y pájaro cantor. ¿No me veo vejado, vilipendiado, encarcelado, cacheado e interrogado?

SERAFÍN EL BONITO.- ¿Dónde vive usted?

MAX .- Bastardillos. Esquina a San Cosme. Palacio.

UN GUINDILLA.- Diga usted casa de vecinos. Mi señora, cuando aún no lo era, habitó un sotabanco de esa susodicha finca.

MAX .- Donde yo vivo, siempre es un palacio.

EL GUINDILLA.- No lo sabía.

MAX .- Porque tú, gusano burocrático, no sabes nada. ¡Ni soñar!

SERAFÍN EL BONITO.- ¡Queda usted detenido!

MAX .- ¡Bueno! ¿Latino, hay algún banco donde pueda echarme a dormir?

SERAFÍN EL BONITO.- Aquí no se viene a dormir.

MAX .- ¡Pues yo tengo sueño!

SERAFÍN EL BONITO.-¡Está usted desacatando mi autoridad! ¿Sabe usted quién soy yo?

MAX .- ¡Serafín el Bonito!

SERAFÍN EL BONITO.-¡Como usted repita esa gracia, de una bofetada, le doblo!

MAX .- ¡Ya se guardará usted del intento! ¡Soy el primer poeta de España! ¡Tengo influencia en todos los periódicos! ¡Conozco al Ministro! ¡Hemos sido compañeros!

SERAFÍN EL BONITO.-El Señor Ministro no es un golfo.

MAX .- Usted desconoce la Historia Moderna.

SERAFÍN EL BONITO.-¡En mi presencia no se ofende a Don Paco! Eso no lo tolero. ¡Sepa usted que Don Paco es mi padre!

MAX .- No lo creo. Permítame usted que se lo pregunte por teléfono.

SERAFÍN EL BONITO.-Se lo va usted a preguntar desde el calabozo.

DON LATINO.- ¡Señor Inspector, tenga usted alguna consideración! ¡Se trata de una gloria nacional! ¡El Víctor Hugo de España!

SERAMN EL BONITO.- Cállese usted.

DON LATINO.- Perdone usted mi entrometimiento.

SERMN EL BONITO.- ¡Si usted quiere acompañarle, también hay para usted alojamiento!

DON LATINO.- ¡Gracias, Señor Inspector!

SERAFÍN EL BONITO.- Guardias, conduzcan ustedes ese curda al Número 2.

UN GUARDIA.- ¡Camine usted!

MAX .- No quiero.

SERAFÍN EL BONITO.-Llévenle ustedes a rastras.

OTRO GUARDIA.-¡So golfo!

MAX .- ¡Que me asesinan! ¡Que me asesinan!

UNA VOZ MODERNISTA.-¡Bárbaros!

DON LATINO.- ¡Que es una gloria nacional!

SERAFÍN EL BONITO.- Aquí no se protesta. Retírense ustedes.

OTRA VOZ MODERNISTA.- ¡Viva la Inquisición!

SERAFÍN EL BONITO.- ¡Silencio, o todos quedan detenidos!

MAX .- i Que me asesinan! ¡Queme asesinan!

Los GUARDIAS.-¡Borracho! ¡Golfo!

EL GRUPO MODERNISTA.- ¡Hay que visitar las Redacciones!

Sale en tropel el grupo. -Chalinas flotantes, pipas apagadas, románticas greñas. Se oyen estal ar las bofetadas y las voces tras la puerta del calabozo.

SERAFÍN EL BONITO.-¡Creerán esos niños modernistas que aquí se reparten caramelos!

Share on Twitter Share on Facebook