Nuevo tumulto. Una tropa de gachupines, jaquetona y cerril, gritaba en la pista:
—¡Atorrante!
—¡Guarango!
—¡Pelado!
—¡Carente de plata!
—¡Divorciado de la Ley!
—¡Muera la turba revolucionaria!
La gachupia enarbolaba gritos y garrotes al amparo de los gendarmes. En concierto clandestino, alborotaban por la gradería los disfrazados esbirros del Tirano. Arreciaba la escaramuza de mutuos dicterios:
—¡Atorrantes!
—¡Muera la tiranía!
—¡Macaneadores!
—¡Pelados!
—¡Carentes de plata!
—¡Divorciados de la Ley!
—¡Macaneadores!
—¡Anárquicos!
—¡Viva Generalito Banderas!
—¡Muera la turba revolucionaria!
Las graderías de indios ensabanados se movían en oleadas:
—¡Viva Don Roquito!
—¡Viva el apóstol!
—¡Muera la tiranía!
—¡Muera el extranjero!
Los gendarmes comenzaban a repartir sablazos. Cachizas de faroles, gritos, manos en alto, caras ensangrentadas. Convulsión de luces apagándose. Rotura de la pista en ángulos.
Visión cubista del Circo Harris.