[Escena XVIII]

Entre OTAVIO.- [FINEA.]

   

OTAVIO ¿Adónde está tu esposo?

 

 

FINEA Yo pensaba

que lo primero, en viéndome, que hicieras

fuera saber de mí si te obedezco.

 

 

OTAVIO Pues eso, ¿a qué propósito?

 

 

FINEA ¿Enojado

no me dijiste aquí que era mal hecho 730

abrazar a Laurencio? Pues agora

que me desabrazase le he rogado,

y el abrazo pasado me ha quitado.

 

 

OTAVIO ¿Hay cosa semejante? ¡Pues di, bestia!,

¿otra vez le abrazabas?

 

 

FINEA Que no es eso; 735

fue la primera alzado el brazo

derecho de Laurencio, aquel abrazo,

y agora levantó, que bien me acuerdo,

porque fuese al revés, el brazo izquierdo:

luego desabrazada estoy agora. 740

 

 

OTAVIO [Aparte.]

 

Cuando pienso que sabe, más ignora;

ello es querer hacer lo que no quiso

Naturaleza.

 

 

FINEA Diga, señor padre:

¿cómo llaman aquello que se siente

cuando se va con otro lo que se ama? 745

 

 

OTAVIO Ese agravio de amor, celos se llama.

 

 

FINEA ¿Celos?

 

 

OTAVIO Pues, ¿no lo ves, que son sus hijos?

 

 

FINEA El padre puede dar mil regocijos;

y es muy hombre de bien, mas desdichado

en que tan malos hijos ha criado. 750

 

 

OTAVIO [Aparte.]

 

Luz va tiniendo ya. Pienso y bien pienso

que si amor la enseñase, aprendería.

 

 

FINEA ¿Con qué se quita el mal de celosía?

 

 

OTAVIO Con desenamorarse, si hay agravio,

que es el remedio más prudente y sabio; 755

que mientras hay amor ha de haber celos,

pensión que dieron a este bien los cielos.

¿Adónde Nise está?

 

 

FINEA Junto a la fuente

con Laurencio se fue.

 

 

OTAVIO ¡Cansada cosa!

Aprenda noramala a hablar su prosa, 760

déjese de sonetos y canciones;

allá voy a romperle las razones.

 

 

 

 

(Váyase.)

   

FINEA ¿Por quién, en el mundo, pasa

esto que pasa por mí?

¿Qué vi denantes, qué vi, 765

que así me enciende y me abrasa?

   Celos dice el padre mío

que son. ¡Brava enfermedad!