[Escena VIII]

 

 

 

LAURENCIO y PEDRO.- [TURÍN.]

   

LAURENCIO Todo es poner embarazos

para que no llegue al fin.

 

 

PEDRO ¡Habla bajo, que hay escuchas! 335

 

 

LAURENCIO ¡Oh, Turín!

 

 

TURÍN ¡Señor Laurencio...!

 

 

LAURENCIO ¿Tanta quietud y silencio?

 

 

TURÍN Hay obligaciones muchas

   para callar un discreto,

y yo muy discreto soy. 340

 

 

LAURENCIO ¿Qué hay de Liseo?

 

 

TURÍN A eso voy.

Fuese a casar.

 

 

PEDRO ¡Buen secreto!

 

 

TURÍN Está tan enamorado

de la señora Finea,

si no es que venganza sea 345

de Nise, que me ha jurado

   que luego se ha de casar.

Y es ido a pedirla a Otavio.

 

 

LAURENCIO ¿Podré yo llamarme a agravio?

 

 

TURÍN Pues, ¿él os puede agraviar? 350

 

 

LAURENCIO Las palabras, ¿suelen darse

para no cumplirlas?

 

 

TURÍN No.

 

 

LAURENCIO De no casarse la dio.

 

 

TURÍN Él no la quiebra en casarse.

 

 

LAURENCIO ¿Cómo?

 

 

TURÍN Porque él no se casa 355

con la que solía ser,

sino con otra mujer.

 

 

LAURENCIO ¿Cómo es otra?

 

 

TURÍN Porque pasa

   del no saber al saber;

y con saber le obligó. 360

¿Mandáis otra cosa?

 

 

LAURENCIO No.

 

 

[TURÍN] Pues adiós.

 

 

 

 

[Vase.]

Share on Twitter Share on Facebook