[Escena XXI]

[LISEO y OTAVIO.]

   

LISEO Tus disgustos he sabido.

 

 

OTAVIO Soy padre...

 

 

LISEO Remedio puedes

poner en aquestas cosas.

 

 

OTAVIO Ya le he puesto, con que dejen 850

mi casa los que la inquietan.

 

 

LISEO Pues, ¿de qué manera?

 

 

OTAVIO Fuese

Laurencio a Toledo ya.

 

 

LISEO ¡Qué bien has hecho!

 

 

OTAVIO ¿Y tú crees

vivir aquí, sin casarte? 855

Porque el mismo inconveniente

se sigue de que aquí estés.

Hoy hace, Liseo, dos meses

que me traes en palabras.

 

 

LISEO ¡Bien mi término agradeces! 860

Vengo a casar con Finea,

forzado de mis parientes,

y hallo una simple mujer.

¿Que la quiera, Otavio, quieres?

 

 

OTAVIO Tienes razón. ¡Acabóse! 865

Pero es limpia, hermosa, y tiene

tanto doblón que podría

doblar el mármol más fuerte.

¿Querías cuarenta mil

ducados con una Fénix? 870

¿Es coja o manca Finea?

¿Es ciega? Y, cuando lo fuese,

¿hay falta en Naturaleza

que con oro no se afeite?

 

 

LISEO Dame a Nise.

 

 

OTAVIO No ha dos horas 875

que Miseno la promete

a Düardo, en nombre mío;

y, pues hablo claramente,

hasta mañana a estas horas

te doy para que lo pienses; 880

porque, de no te casar,

para que en tu vida entres

por las puertas de mi casa

que tan enfadada tienes.

Haz cuenta que eres poeta. 885

 

 

 

 

(Váyase OTAVIO.)

   

Share on Twitter Share on Facebook