[Escena XXVI]

 

LISEO, NISE y TURÍN.- [Dichos. Después CELIA.]

   

LISEO Ya que me parto de ti, 995

sólo quiero que conozcas

lo que pierdo por quererte.

 

 

NISE Conozco que tu persona

merece ser estimada;

y como mi padre agora 1000

venga bien en que seas mío,

yo me doy por tuya toda;

que en los agravios de amor

es la venganza gloriosa.

 

 

LISEO ¡Ay, Nise! ¡Nunca te vieran 1005

mis ojos, pues fuiste sola

de mayor incendio en mí

que fue Elena para Troya!

Vine a casar con tu hermana,

y, en viéndote, Nise hermosa, 1010

mi libertad salteaste,

del alma preciosa joya.

Nunca más el oro pudo

con su fuerza poderosa,

que ha derribado montañas 1015

de costumbres generosas,

humillar mis pensamientos

a la bajeza que doran

los resplandores, que a veces

ciegan tan altas personas. 1020

Nise, ¡duélete de mí,

ya que me voy!

 

 

TURÍN Tiempla agora,

bella Nise, tus desdenes;

que se va amor por la posta

a la casa del agravio. 1025

 

 

NISE Turín, las lágrimas solas

de un hombre han sido en el mundo

veneno para nosotras.

No han muerto tantas mujeres

de fuego, hierro y ponzoña, 1030

como de lágrimas vuestras.

 

 

TURÍN Pues mira un hombre que llora.

¿Eres tú bárbara tigre?

¿Eres pantera? ¿Eres onza?

¿Eres duende? ¿Eres lechuza? 1035

¿Eres Circe? ¿Eres Pandorga?

¿Cuál de aquestas cosas eres,

que no estoy bien en historias?

 

 

NISE ¿No basta decir que estoy

rendida?

 

 

 

 

(Entre CELIA.)

   

CELIA Escucha, señora... 1040

 

 

NISE ¿Eres Celia?

 

 

CELIA Sí.

 

 

NISE ¿Qué quieres,

que ya todos se alborotan

de verte venir turbada?

 

 

OTAVIO Hija, ¿qué es esto?

 

 

CELIA Una cosa

que os ha de poner cuidado. 1045

 

 

OTAVIO ¿Cuidado?

 

 

CELIA Yo vi que agora

llevaba Clara un tabaque

con dos perdices, dos lonjas,

dos gazapos, pan, toallas,

cuchillo, salero y bota. 1050

Seguíla, y vi que al desván

caminaba...

 

 

OTAVIO Celia loca,

para la boba sería.

 

 

FENISO ¡Qué bien que comen las bobas!

 

 

OTAVIO Ha dado en irse al desván, 1055

porque hoy le dije a la tonta

que, para que no la engañen,

en viendo un hombre, se esconda.

 

 

CELIA Eso fuera, a no haber sido

para saberlo, curiosa. 1060

Subí tras ella, y cerró

la puerta...

 

 

MISENO Pues bien, ¿qué importa?

 

 

CELIA ¿No importa, si en aquel suelo,

como si fuera una alfombra

de las que la primavera 1065

en prados fértiles borda,

tendió unos blancos manteles,

a quien hicieron corona

dos hombres, ella y Finea?

 

 

OTAVIO ¿Hombres? ¡Buena va mi honra! 1070

¿Conocístelos?

 

 

CELIA No pude.

 

 

FENISO Mira bien si se te antoja,

Celia.

 

 

OTAVIO No será Laurencio,

que está en Toledo.

 

 

DUARDO Reporta

el enojo. Yo y Feniso 1075

subiremos.

 

 

OTAVIO ¡Reconozcan

la casa que han afrentado!

 

 

 

 

(Váyase OTAVIO.)

   

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