DUARDO, FENISO, LAURENCIO, caballeros.- [Dichas.]
DUARDO Aquí, como estrella clara, 500
a su hermosura nos guía.
FENISO Y aun es del sol su luz pura.
LAURENCIO ¡Oh, reina de la hermosura!
DUARDO ¡Oh, Nise!
FENISO ¡Oh, señora mía!
NISE Caballeros...
LAURENCIO Esta vez, 505
por vuestro ingenio gallardo,
de un soneto de Düardo
os hemos de hacer jüez.
NISE ¿A mí, que soy de Finea
hermana y sangre?
LAURENCIO A vos sola, 510
que sois sibila española,
no Cumana ni Eritrea;
a vos, por quien ya las Gracias
son cuatro, y las Musas diez,
es justo haceros jüez. 515
NISE Si ignorancias, si desgracias
trujérades a juzgar,
era justa la elección.
FENISO Vuestra rara discreción,
imposible de alabar, 520
fue justamente elegida.
Oíd, señora, a Eduardo.
NISE ¡Vaya el soneto! Ya aguardo,
aunque, de indigna, corrida.
DUARDO La calidad elementar resiste 525
mi amor, que a la virtud celeste aspira,
y en las mentes angélicas se mira,
donde la idea del calor consiste.
No ya como elemento el fuego viste
el alma, cuyo vuelo al sol admira; 530
que de inferiores mundos se retira,
adonde el serafín ardiendo asiste.
No puede elementar fuego abrasarme.
La virtud celestial que vivifica,
envidia el verme a la suprema alzarme; 535
que donde el fuego angélico me aplica,
¿cómo podrá mortal poder tocarme,
que eterno y fin contradición implica?
NISE Ni una palabra entendí.
DUARDO Pues en parte se leyera 540
que más de alguno dijera
por arrogancia: «Yo sí.»
La intención, o el argumento,
es pintar a quien ya llega
libre del amor, que ciega 545
con luz del entendimiento,
a la alta contemplación
de aquel puro amor sin fin,
donde es fuego el serafín.
NISE Argumento y intención 550
queda entendido.
LAURENCIO ¡Profundos
conceptos!
NISE ¡Mucho le esconden!
DUARDO Tres fuegos, que corresponden,
hermosa Nise, a tres mundos,
dan fundamento a los otros. 555
NISE ¡Bien los podéis declarar!
DUARDO Calidad elementar
es el calor en nosotros;
la celestial, es virtud
que calienta y que recrea, 560
y la angélica es la idea
del calor.
NISE Con inquietud
escucho lo que no entiendo.
DUARDO El elemento en nosotros
es fuego.
NISE ¿Entendéis vosotros? 565
DUARDO El puro sol que estáis viendo
en el cielo, fuego es,
y fuego el entendimiento
seráfico; pero siento
que así difieren los tres: 570
que el que elementar se llama,
abrasa cuando se aplica;
el celeste vivifica,
y el sobreceleste ama.
NISE No discurras, por tu vida; 575
vete a escuelas.
DUARDO Donde estás,
lo son.
NISE Yo no escucho más,
de no entenderte corrida.
¡Escribe fácil!
DUARDO Platón,
a lo que en cosas divinas 580
escribió, puso cortinas
que, tales como estas, son
matemáticas figuras
y enigmas.
NISE ¡Oye, Laurencio!
FENISO [A DUARDO.]
Ella os ha puesto silencio. 585
DUARDO Temió las cosas escuras.
FENISO ¡Es mujer!
DUARDO La claridad
a todos es agradable,
que se escriba o que se hable.
NISE [Aparte.]
¿Cómo va de voluntad? 590
LAURENCIO Como quien la tiene en ti.
NISE Yo te la pago muy bien.
No traigas contigo quien
me eclipse el hablarte ansí.
LAURENCIO Yo, señora, no me atrevo, 595
por mi humildad, a tus ojos;
que, dando en viles despojos,
se afrenta el rayo de Febo;
pero, si quieres pasar
al alma, hallarásla rica 600
de la fe que amor publica.
NISE Un papel te quiero dar;
pero, ¿cómo podrá ser
que destos visto no sea?
LAURENCIO Si en lo que el alma desea 605
me quieres favorecer,
mano y papel podré aquí
asir juntos, atrevido,
como finjas que has caído.
NISE ¡Jesús!
[Hace NISE como que cae.]
LAURENCIO ¿Qué es eso?
NISE ¡Caí! 610
LAURENCIO Con las obras respondiste.
NISE Esas responden mejor,
que no hay sin obras amor.
LAURENCIO Amor en obras consiste.
NISE Laurencio mío, adiós queda. 615
Düardo y Feniso, adiós.
DUARDO Que tanta ventura a vos
como hermosura os conceda.
[Vanse NISE y CELIA.]