Escena X

DUARDO, FENISO, LAURENCIO, caballeros.- [Dichas.]

   

DUARDO Aquí, como estrella clara, 500

a su hermosura nos guía.

 

FENISO Y aun es del sol su luz pura.

 

 

LAURENCIO ¡Oh, reina de la hermosura!

 

 

DUARDO ¡Oh, Nise!

 

 

FENISO ¡Oh, señora mía!

 

 

NISE Caballeros...

 

 

LAURENCIO Esta vez, 505

por vuestro ingenio gallardo,

de un soneto de Düardo

os hemos de hacer jüez.

 

 

NISE ¿A mí, que soy de Finea

hermana y sangre?

 

 

LAURENCIO A vos sola, 510

que sois sibila española,

no Cumana ni Eritrea;

   a vos, por quien ya las Gracias

son cuatro, y las Musas diez,

es justo haceros jüez. 515

 

 

NISE Si ignorancias, si desgracias

   trujérades a juzgar,

era justa la elección.

 

 

FENISO Vuestra rara discreción,

imposible de alabar, 520

   fue justamente elegida.

Oíd, señora, a Eduardo.

 

 

NISE ¡Vaya el soneto! Ya aguardo,

aunque, de indigna, corrida.

 

 

DUARDO La calidad elementar resiste 525

mi amor, que a la virtud celeste aspira,

y en las mentes angélicas se mira,

donde la idea del calor consiste.

   No ya como elemento el fuego viste

el alma, cuyo vuelo al sol admira; 530

que de inferiores mundos se retira,

adonde el serafín ardiendo asiste.

   No puede elementar fuego abrasarme.

La virtud celestial que vivifica,

envidia el verme a la suprema alzarme; 535

   que donde el fuego angélico me aplica,

¿cómo podrá mortal poder tocarme,

que eterno y fin contradición implica?

 

 

NISE Ni una palabra entendí.

 

 

DUARDO Pues en parte se leyera 540

que más de alguno dijera

por arrogancia: «Yo sí.»

   La intención, o el argumento,

es pintar a quien ya llega

libre del amor, que ciega 545

con luz del entendimiento,

   a la alta contemplación

de aquel puro amor sin fin,

donde es fuego el serafín.

 

 

NISE Argumento y intención 550

   queda entendido.

 

 

LAURENCIO ¡Profundos

conceptos!

 

 

NISE ¡Mucho le esconden!

 

 

DUARDO Tres fuegos, que corresponden,

hermosa Nise, a tres mundos,

   dan fundamento a los otros. 555

 

 

NISE ¡Bien los podéis declarar!

 

 

DUARDO Calidad elementar

es el calor en nosotros;

   la celestial, es virtud

que calienta y que recrea, 560

y la angélica es la idea

del calor.

 

 

NISE Con inquietud

   escucho lo que no entiendo.

 

 

DUARDO El elemento en nosotros

es fuego.

 

 

NISE ¿Entendéis vosotros? 565

 

 

DUARDO El puro sol que estáis viendo

   en el cielo, fuego es,

y fuego el entendimiento

seráfico; pero siento

que así difieren los tres: 570

   que el que elementar se llama,

abrasa cuando se aplica;

el celeste vivifica,

y el sobreceleste ama.

 

 

NISE No discurras, por tu vida; 575

vete a escuelas.

 

 

DUARDO Donde estás,

lo son.

 

 

NISE Yo no escucho más,

de no entenderte corrida.

   ¡Escribe fácil!

 

 

DUARDO Platón,

a lo que en cosas divinas 580

escribió, puso cortinas

que, tales como estas, son

   matemáticas figuras

y enigmas.

 

 

NISE ¡Oye, Laurencio!

 

 

FENISO [A DUARDO.]

 

Ella os ha puesto silencio. 585

 

 

DUARDO Temió las cosas escuras.

 

 

FENISO ¡Es mujer!

 

 

DUARDO La claridad

a todos es agradable,

que se escriba o que se hable.

 

 

NISE [Aparte.]

 

¿Cómo va de voluntad? 590

 

 

LAURENCIO Como quien la tiene en ti.

 

 

NISE Yo te la pago muy bien.

No traigas contigo quien

me eclipse el hablarte ansí.

 

 

LAURENCIO Yo, señora, no me atrevo, 595

por mi humildad, a tus ojos;

que, dando en viles despojos,

se afrenta el rayo de Febo;

   pero, si quieres pasar

al alma, hallarásla rica 600

de la fe que amor publica.

 

 

NISE Un papel te quiero dar;

   pero, ¿cómo podrá ser

que destos visto no sea?

 

 

LAURENCIO Si en lo que el alma desea 605

me quieres favorecer,

   mano y papel podré aquí

asir juntos, atrevido,

como finjas que has caído.

 

 

NISE ¡Jesús!

 [Hace NISE como que cae.]

 

 

 

LAURENCIO ¿Qué es eso?

 

 

NISE ¡Caí! 610

 

 

LAURENCIO Con las obras respondiste.

 

 

NISE Esas responden mejor,

que no hay sin obras amor.

 

 

LAURENCIO Amor en obras consiste.

 

 

NISE Laurencio mío, adiós queda. 615

Düardo y Feniso, adiós.

  

DUARDO Que tanta ventura a vos

como hermosura os conceda.

[Vanse NISE y CELIA.]

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