19

Última noche que el Cid duerme en Castilla.

Un ángel consuela al desterrado.

 

En cuanto que fue de noche el Cid a dormir se echó, le cogió un sueño tan dulce que muy pronto se durmió.

El arcángel San Gabriel a él vino en una visión:

“Cabalgad, Cid -le decía-, cabalgad, Campeador, que nunca tan en buena hora ha cabalgado varón, bien irán las cosas vuestras mientras vida os dé Dios.”

Mío Cid al despertar la cara se santiguó.

Share on Twitter Share on Facebook